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miércoles, 30 de julio de 2008

Lección de anatomía narrativa02


¿Cómo se puso en marcha America’s Best Comics?

La génesis de este proyecto tiene su origen en la debacle de otro sueño, el de la editorial Awesome.
Moore comienza su colaboración con Rob Liefeld, todavía en Image, en agosto de 1996, Supreme nº41. Le acompaña durante su estancia por ocho números en Maximum Press, convirtiéndose en el autor sobre cuyo prestigio y capacidad creativa se intentó construir Awesome, al guionizar Supreme hasta el nº56 y desarrollar historias para Judgement Day o Youngblood.
Hacia febrero de 1998 Liefeld entra en una enorme crisis financiera y Moore decide crear una serie de personajes sobre los que tener un control que hasta el momento no había disfrutado.


Esta decisión convierte a Moore en el guionista de mayor presencia en el mercado. Pues a su proyecto editorial plasmado en cinco colecciones, se suma la recuperación de una Awesome que lo utiliza como banderín de enganche para los lectores.
En mayo del 99 reaparece Supreme, con el subtítulo The Return. Aunque nos encontramos con una nueva numeración, la historia continúa la trama en el punto dejado en el nº56 del 1er volumen. Chris Sprouse se ocupa del 1er número; desarrollando Jim Starlin el 2do.

El nombre de Alan Moore aparece ligado a la serie Awesome Adventures, dibujada por Steve Skroce, en donde se recogen aventuras de los Youngblood, sumidos en unos viajes temporales y enfrentados a los Allies of Evil, enemigos de sus predecesores como supergrupo justiciero los Allies.
Otros proyectos que Awesome anuncia con la firma de Moore son: Glory, Warchild y The Allies con dibujo de un Rob Liefeld que está recurriendo a material realizado por Moore antes de su marcha.

Volviendo a America’s Best Comics, habíamos dejado a nuestro guionista tentado por la idea de desarrollar todo un universo de personajes propio. Se dispuso a examinar algunos de los casi ilegibles libros de anotaciones en los que recoge de forma convulsiva las ideas que van llegando a su productiva mente. Encontrándose con una serie de nombres que utilizó como semillas para el desarrollo del resto de conceptos que año y medio después florecieron en un nuevo y fascinante universo.
Moore acordó realizar sus series para WildStorm, cuando ésta distribuía sus productos a través de Image. Al comprar DC los estudios de Jim Lee a finales de 1998, los ojos del mundo del cómic se centraron en la reacción del británico, que había jurado no volver a trabajar para DC.

Como solución WildStorm creó una nueva división Firewall, más alejada del control de DC que el resto de líneas de su sello. A.B.C será el único huésped de este fuerte creado para la defensa de David (Moore) frente a Goliath (DC). Disfrutando el afrentado guionista de plena independencia editorial y económica frente a la pérfida DC, llegando a no aparecer el mancillador nombre de esta infame editorial en ningún lugar de sus incólumes tebeos.
La impresión que uno obtiene es que se ha llegado a un acuerdo que permite al guionista mantener su imagen de hombre fiel a sus juramentos a la vez que se respetan sus ínfulas de prima donna, mientras se beneficia de la poderosa maquinaria industrial y publicitaria que atesora Time-Warner.


Se puede jactar de ser fiel a su palabra dada a Jim Lee, mientras aparentemente muerde la mano que le da de comer, al negarse a un vínculo directo con DC. Por otro lado es innegable que sus productos van a tener unas vías de distribución acordes con su valía, lo que otras editoriales no podrían garantizar. Reciente tiene Moore su experiencia en Kitchen Sink, donde una obra tan esencial como From Hell no pudo disfrutar de su lugar bajo el sol, viéndose obligado junto con Eddie Campbell a renegociar su contrato ante el desmoronamiento de la editorial, para acabar recurriendo a la autoedición.
WildStorm se beneficia de contar con un artista, que afianza su situación dentro del gigantesco emporio multimedia que la ha comprado, donde corre el peligro de ser fagocitada por DC como antaño ocurrió con editoriales como Charlton, y personajes como Question o Capitán Atom.
DC pasa a presentar en su ya variado catálogo, un producto de calidad con inmensas perspectivas en campos como series, películas o videojuegos. Al Cesar lo que es del Cesar, y a DC lo que es de DC.

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