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viernes, 20 de enero de 2012

Colorín colorado 2/2



Quizá a causa de la tendencia de nuestras contadas estrellas internacionales–evadidas en Andorra, Miami o Montecarlo– a vivir fuera de estos andurriales, es por lo que hemos convertido a La Familia Real en portada habitual de revistas y suplementos, cuando antes sólo aparecían en sellos, monedas y retratos oficiales. 


Hemos pasado de atesorarlos en nuestras carteras, a depositarlos en los contenedores de reciclaje. Otra explicación a esta sobreexposición de la realeza, sería que nos estamos monegasquizando. Pero no, eso es imposible, con nuestra aversión nacional a aprender idiomas extranjeros, antes juancarlistas que afrancesados. Además, nosotros no imitamos, copiamos.
 

El caso es que La Familia Real se ha convertido en presencia continuada en las revistas de sociedad. Pocos poderes han ayudado más a la perpetuación borbónica que las publicaciones de entretenimiento. Es curioso el que Don Juan Carlos se queje de que lo usen como modelo de vestuario para un malo de tebeo, pero no por su uso en las prensas del cotilleo. Y es que si tuviera que pagar por las campañas de publicidad gratuita que le orquestan, el paso de Don Felipe de príncipe a mendigo sería más acuciante que el novelado por Mark Twain.
Fuera de toda malicia, por mi parte, es llamativo el trato dado por estas revistas a Doña Letizia. La han convertido en referente de la moda, la distinción y la buena dicción. 

Cuando cuestionan algo en ella –sus modales prosaicos o su aspecto preocupante– es para acabar reforzando su figura. Fijémonos en todo el reciente ruido de titulares sobre su extrema delgadez, resuelta con un elogio a su fina estampa. Al cuestionarla, nos la presentan como mujer de su tiempo, con un pasado laboral y vital, como una más de nosotros.
Y vaya si lo es. ¡Tambien tiene cuñado! ¿Y hay algo más español que ese cuñado pesado del que no sabes cómo librarte?

Roberto Segura. Los señores de Alcorcón y el holgazán de Peón.

Colorín, colorado
lo de Urdangarín sólo ha empezado.

Pag. anterior.
Nino Ortea.

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