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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

domingo, 28 de septiembre de 2014

¡Kong (re)vive! Capítulo III b



¡Kong (re)vive!

Un cuento (re)contado por Nino Ortea

Capítulo III

Lecturas en el basurero II



Hola, este relato forma parte de la antología «Nada ha sido probado», disponible en Amazon por 0,99 €.


Gracias.








¡Kong (re)vive! Capítulo III a



¡Kong (re)vive!

Un cuento (re)contado por Nino Ortea

Capítulo III

Lecturas en el basurero I

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lunes, 22 de septiembre de 2014

Entre arritmias y anacronismos



Hay veces en que creo que el tiempo, no pasa, sino que nos pesa, como esa piedra que dejó desdentado al titánico Cronos.
Aseguran los que no pierden un minuto en imponernos la hora en que vivimos, que estamos en la “Era de la información”, en la que los avances tecnológicos contribuyen a mantenernos conectados con lo amado e informados de lo necesitado.
Una vez más, ni corazón de hojalata y mi cerebro de quita y pon me impiden comprender la verdad de esta aseguración. Quizá también influyen en mi incomprensión el que me conecto a Internet con señal prestada y que mi teléfono no es inteligente, sino un zapatófono de los que regala el Superintendente Vicente a todo agente licenciado con deshonor.




Y es que yo no quería estar con cualquier T.I.A, sino que ser tuyo, Lola. Por lo que en cuanto vi que, sin ningún respeto, me infidelizabas con un vulgar Anacleto, no hice ningún secreto de que me sentía un cateto.
Volviendo al tema del “tiempo que vivimos”, que es pensar en ti y me descentro, creo que sobrevivimos en la época de la desinformación y del desapego. Los teléfonos ¿inteligentes? atontan a muchos adultos, que ven en regalarle un móvil a su hijo impúber una oportunidad para escurrir el bulto de la responsabilidad.
¡Si le tienen más cariño al teléfono que al niño! Están todo el día pendientes de su pantalla, presumen de él ante sus amigos y si pasa un rato sin oírlo se ponen nerviosos y lo miran con rostro decepcionado.
Y en cuanto a lo de que la nuestra es una sociedad informada, creo que el periodismo no está viviendo su periodo más digno, sino uno que oscila entre el tremendismo y el adoctrinamiento. Eso sí, al final todos iguales; ya que tanto los medios de comunicación públicos como los privados son la voz de su amo repanchingado.
En estos aconteceres de llamadas a cuatribanda y mensajes automáticos, tú sigues fiel a tus procederes de hablarme con el silencio de las llamadas perdidas, Lola, mientras pierdo la razón y se me acelera el ritmo cardiaco intentando conjeturar por qué, yo que me vanaglorio como un gran simio, dejo que me trates como al  macaco más nimio.




Entre las arritmias de mi corazón y el anacronismo de mi percepción, no sé de qué te extraña el que no sepa el día en que vivo si no lo desvivo a tu lado.

viernes, 12 de septiembre de 2014

TORPEDO 1936: EDICIÓN INTEGRAL DE PANINI 4/4

Abulí trama historias ágiles donde el guiño a los clichés del género –patente en la elección de los títulos para sus historias– no le resta ni un ápice de inventiva. Destacan sus ágiles diálogos y su juego con la ambigüedad del lenguaje. Es su capacidad para transmitir humor en contextos violentos, lo que aleja a Torpedo de ser una glorificación a la violencia y lo convierte en una sátira de su uso. El no desplegar la trama en estructura lineal, le brinda la oportunidad de sorprendernos con sucedidos del pasado de los personajes.



Bernet desarrolla un dibujo caracterizado por el vigor y la naturalidad de sus personajes, la firmeza de su trazo y su acertada narrativa, basada en una textura sencilla enmarcada por el expresionismo de su uso de luces y sombras. Destaca su inconfundible capacidad para dotar de expresividad a sus creaciones, gracias a recursos como caracterizarlas con rasgos cercanos a lo caricaturesco. Sus personajes se integran en el espacio físico que los rodea, el cual no es un mero decorado y funciona como un narrador, que nos habla del momento y lugar en que ocurre la acción. El gusto de Bernet por el pequeño detalle, convierte la relectura de sus viñetas en el placer de reparar en pinceladas que realzan o matizan lo narrado.

No falta quien, como Alex Toth, aún se escandaliza ante las páginas de Torpedo 1936. Pero al respecto, pasa como con las mujeres: a unos les gustan las morenas, a otros las rubias y a algunos nos gustan hasta las calvas.


Nino Ortea.

Recargar.

TORPEDO 1936: EDICIÓN INTEGRAL DE PANINI 3/4



Alejado del mundo de la Historieta, Torpedo ha tenido una larga y próspera vida, pese a contratiempos como el desencuentro con Glénat Francia que impide la realización de una película de imagen real sobre Torpedo, producida por Warner Bros. Entre sus correrías fuera de las viñetas, destacan: Tic-Tac, corto de animación dirigido por Juan Antonio Rojo –según el relato recogido en El arte de rematar– que Manga Films distribuye en 1996. Estamos ante el episodio piloto de un proyecto fallido de producir una serie animada de televisión basada en el personaje. Glénat comercializa junto al VHS un álbum homónimo, que reimprime cinco historias. En 1993 se estrena la obra teatral Torpedo, dirigida por Pepe Miravete. O en 2005 Abulí, de la mano de Planeta, publica el libro Los relatos de Torpedo, donde recoge quince relatos publicados con anterioridad principalmente por Playboy y Toutain Editor–.




Sexo, violencia, traición y egoísmo pueblan las páginas de Torpedo 1936. A primera vista, estos rasgos no la diferencian de multitud thrillers comiqueros –de los relatos de la editorial E.C. al Sin City de Frank Miller–. Entonces ¿qué explica el abandono del proyecto por parte de un escandalizado Alex Toth, curtido en mil batallas gráficas?

Luca Torelli es un asesino a sueldo, timador y amoral. Italiano de nacimiento –vean Érase una vez en Italia–, tras probar amargo sabor de la sangre en su Sicilia natal, emigra a Nueva York y descubre que es más cómodo ganarse la vida sacando humo de una pistola que sacando brillo a unos zapatos –lean Qué tiempos aquellos–. Este nada apenado viudo de una dama ejecutada en la silla eléctrica, es un sádico con las mujeres, a las que usa de la que combina despiadadamente el placer con los negocios. Nuestro disoluto homicida ha hecho del crimen una empresa. En la mejor tradición del “noir”, cuenta con una oficina donde recibe a sus clientes; pero a diferencia del Sam Spade de Dashiell Hammet, no descubre el material del que están hechos los sueños, sino que explora su fragilidad, en situaciones que harían sonrojarse a los curtidos personajes de cualquier novela de Chester Himes.
 
Torpedo demuestra ocasionalmente tener su corazoncito, llegando a respetar a la mujer ajena o defender a una familia oprimida; lo que, en la línea de la película Raíces profundas, lo lleva a convertirse en modelo a seguir para un tierno infante –vean Conmigo no se juega–. Torrelli cuenta como desleal ayudante con un descerebrado tan depravado como él; pero carente de su sangre fría. Rascal, nombre del prenda, había sido contratado para enfriar a Torpedo, pero tras comprobar la catadura del siciliano opta por guarecerse bajo su sombra.

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