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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

jueves, 8 de febrero de 2018

La idea




Creo que un escritor de ficción necesita hacer que sus relatos resulten ficciones amenas y creíbles. De nada vale escribir con muy buena técnica, si lo que escribes aleja de tu relato al lector.


Mi recurso para ser ameno es mantener un buen estado de ánimo cuando escribo, para lo que evito estar rodeado de personas o situaciones molestas o plomizas. Así mismo, procuro transmitir esperanza en lo que escribo. A tal fin, recurro a plantear un final que esté abierto a ser continuado en la mente del lector.
De cara a resultar creíble, hago que quien protagoniza cada una de mis ficciones sea una idea, no un personaje. Esa idealización es la que hace que una historia sea universal, que entretenga al ser leída en otros tiempos y por otras personas. En el mundo de la “Imaginación recreada”, mi idea relatada convive con cada una de las que aportáis sus lectores. Muchas veces vuestras ideas son diferentes a la que subyace en mi “enninación”, incluso las encuentro más sugerentes que la mía.

Como ejemplo de este ideario comunitario basta la utilidad de este blog, donde recibo comentarios que me enriquecen y motivan. Los lectores os convertís en cocreadores del contenido de «Ven y enloquece», no sólo al recrear fabulaciones que hacéis vuestras, sino que al proponerme temas de escritura, como ha hecho Sakkarah Carmen Magia con la delicada sugerencia que me planteó:
Me podías dar tu interpretación para comprenderte mejor, si quieres :)”.
Al mostrar interés por el origen de mis ideas, ayudó a que naciera en mí la idea de reflexionar de manera esporádica sobre cómo ideo lo que escribe el ficticio Nino Ortea.
La que nace en mí como idea ilusoria, se convierte en personaje creíble gracias a vuestro interés por lo que él cuenta. El amor es la mejor forma de dar vida, de hacer que una idea ficcionada se convierta en agente de la realidad. Es vuestro amor el que da forma corpórea a mi idea ilusoria de ser un escritor, es gracias a vuestro aprecio que Nino Ortea es real: él firma este blog, mantiene varias cuentas en redes sociales y figura como autor de siete obras de ficción.
Mi ideado es una mentira que escribe mentiras; pero no es un mentiroso: es un escritor. Y escribe sobre su verdad. No sobre la verdad que está ahí fuera, sino sobre la que el crea al convertir la ficción en algo real: en relatos, en cuentos, en artículos… en esos actos de ilusionismo que él y yo llamamos “enninaciones”.

Si os resulta amena la lectura de este tipo de reflexión creativa, seguiré escribiendo desarrollando la idea.
Gracias por vuestra compañía.

22 comentarios:

  1. Nino, amigo mío... me ha encantado tu post... porque yo nunca veo a un escritor como un mentiroso, si no como alguien capaz de crear personajes otorgándoles un alma y una vida a capricho...
    Al igual que tú, yo también debo estar en sintonía conmigo misma para poder crear.

    Gracias por todo lo que nos cuentas y sobre todo a nuestra querida Carmen, por la idea.

    Mil besitos para ambos.

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    1. Buenos días, Auroratris:
      Gracias por tu cuidado comentario, compañera.
      Creo que el escritor de ficción es un fabulador. Obviamente, las historias que se inventan tienen un origen en algo real –en esa idea que supone el arranque de su narración–, pero al escribir va contando algo irreal que debe resultar verosímil en la imaginación de quien lo lee.
      Hay personas que entienden los procesos de creación como un periodo de lucha, incluso quienes lo asocian a un proceso de autodestrucción física –de ahí el cliché del recurso a las drogas o a una vida extrema para inspirarse–. Al igual que tú, escribo desde la sincronía entre el ánimo y la imaginación, y mi vida es pocas veces más tranquila que cuando estoy asomado al mirador de la ilusión.
      Gracias a ti, Auroratris.
      Feliz viernes.

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  2. Un escritor es alguien que ha sido primero un lector. Al que escribir no le ha alcanzado. Que quiere ser tripulantes de viajes imaginados, no sólo un pasajero.
    Recomiendo el cuento Exilio, de Edmond Hamilton cuyo planteo inicial es la disconformidad con el mundo que ha tocado vivir, como motivación para imaginar mundos. Aunque sea mundos hostiles, no propicios para vivir.
    La inspiración puede ser diversa.

    Te agradezco por Hilas y las ninfas, que ha inspirado un relato de este jueves. Con la participación de Mara Laira.

    Saludos

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    1. Buenos días, Demiurgo:
      Sí, todo empieza y termina en la lectura. De hecho, un escritor se convierte en lector de su obra al finalizar el proceso de escritura.
      Me parece muy acertada tu definición de que un escritor busca tripular viajes imaginados.
      No conozco el cuento, intentaré leerlo. Lo que ya he leído es tu relato epistolar. Os felicito a ti y a Mara Laira por una carta tan sentida como brillante.
      Un abrazo, compañero.

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  3. Me gustan mucho estas entradas tan personales, Besos.

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    1. Buenos (aunque me temo que también gélidos) días, Ángela:
      Gracias por tus muestras de aprecio.
      No te sé asegurar si la voz que aquí lees es la de mi persona o la de mi personaje. En este tipo de introspecciones es cuando mis personalidades (la pública, la íntima y la creativa) convergen en una voz única.
      Feliz viernes, Ángela.

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  4. Yo simplemente soy blogger jamás escribí un libro y no pienso hacerlo
    Escribo cuando tengo ganas
    Escribir sin ganas es como comer sin deseos
    Dale seguila esta entretenido besitos

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    1. Apreciada MuCha:
      Te considero escritora, pues con tus textos trasmites emociones y avivas nuestra imaginación. Tus ideas sentidas germinan en nuestras ideas leídas. Para ser escritor no hace falta publicar ningún libro, basta con ir allí donde te guía tu palabra.
      Sí, tienes toda la razón: no entiendo a los escritores de ficción que afrontan el proceso creativo como un acto de sacrificio. Si escribir les duele: que canten, bailen o pinten su casa.
      Un placer leerte, compañera.

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  5. Es cierto que el estado de ánimo se suele transmitir, por eso haces bien en mantenerlo en buen estado a la hora de escribir. Lo del final abierto siempre es bueno, porque ahí se desarrolla la imaginación del lector

    Lo de que sea una idea y no un personaje, me ha gustado mucho. Es bueno que cada lector saque consecuencias diferentes. En cierta forma adaptamos lo que leemos a nuestra vida, por eso no puede ser igual.

    Muchas gracias por hacerme caso y por tu paciencia para conmigo. La verdad es que a mi me encanta saber tu interpretación. Y me gusta mucho esto que has escrito :).

    En realidad no es una mentira tu ideado, todo lo que está en nuestro interior existe, por lo tanto siempre será verdadero, aunque solo exista en tu imaginación, es tu verdad...Y a la vez, tus personajes viven en nosotros.

    A mi si me resulta muy amena esta lectura, gracias a ti por todo y muchos besos.

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    1. Buenas tardes, Carmen:
      Ante todo, debo ser yo quien te esté agradecido. Pues siempre has mostrado aprecio hacia mi personaje y afecto hacia mi persona. De hecho, ésta no es la primera vez que tu interés hacia lo que escribo me inspira a escribir un texto.

      Tú, como escritora –ya sé que tu modestia te impide usar ese adjetivo para definirte, pero yo, como tu lector, te califico así– sabes bien del tiempo y la dedicación que requiere la escritura creativa.
      Tú, que me lees de forma asidua y atenta, sabes bien que mis ficciones suelen tener un final que busca estimular la continuidad en la mente de quien lee la historia que cuento. Afronto el proceso de escritura de manera lineal. No sé qué vueltas daré para llegar al final, ni cómo llegaré a ese final, pero sé dónde está: en la esperanza.

      Me motiva y reconforta el saber que esta lectura te ha resultado amena, pues tengo pensado continuar este paseo por los vericuetos del proceso creativo.
      Un abrazo cálido, Carmen.

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    2. Pues me encantarán esos paseos por el paseo creativo :)

      Muchas gracias por tus palabras para mi :)

      De todas esas vueltas que des para llegar al final, con seguridad que irán surgiendo nuevas cosas, nuevas ideas.

      Muchos besos, Nino.

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    3. Buenas tardes, Carmen:
      Encantado de compartir estos paseos contigo. Tu compañía los convierte en recreativos.
      Mis palabras buscan hacer justicia a tu aprecio, Carmen.
      Sí, confío en que este nuevo paseo literario resulte estimulante, ten por seguro que resulta reconfortante en vuestra compañía.
      Un abrazo cálido, Carmen.

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    4. Gracias :)

      Muchos besos, Nino.

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  6. Nino,lo mismo, para establecer un símil, ocurre con un cantante que goza de una voz estupenda, tiene dominio y técnica, pero carece de emoción, y capacidad para persuadir el espectro sentimental del audiente.

    Gracias por estas lecciones de bien escribir. UN abrazo. Carlos

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    1. Buenas tardes, Carlos:
      Estos textos no aspiran a ser lecciones, se conforman con ser reflexiones compartidas sobre mi manera de escribir ficción. Pero gracias por acompañarlas con tu valoración magistral.
      Sí, tu símil es muy acertado: en la música en directo se nota mucho la frialdad de los virtuosos en la interpretación de un instrumento, pero desafinados a la hora de aportan sentimiento.
      Un abrazo cálido, Carlos.

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  7. En todas las artes creo que sucede. El interés del que recibe la creación es lo que cierra la obra. Y creo que para darle un buen inicio se necesita eso de estar con uno mismo, no se puede escribir o pintar o hacer buena música mientras se está en un bar de copa en copa... te puede salir algo bueno una vez y de casualidad. Lo mejor es estar en un buen lugar donde puedas enfocarte en eso que estás haciendo.
    Por otro lado, creíble es una buena definición, un artista me tiene que "hacer creer" esa ficción, esa fantasía, y sacarme de esta realidad hacia otra mucho mejor.
    Y es cierto que está lleno de virtuosos que a pesar de ser el mejor en lo que hacen, no llegan a los demás con el tino que lo hacen otros no tan virtuosos "ejecutando" su arte digamos.

    En todo caso, a disfrutar y que nuestras sensaciones manden
    Abrazo!

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    1. Rocanroleante Frodo:
      Admiro tu capacidad comunicativa al reflexionar. Tanto cuando escribes o pintas, nos hablas de ti y nos hablas de nosotros. Siempre despiertas mi interés con tus creaciones, que inmediatamente recreo en mi imaginación.
      Mi inspiración es caprichosa, no podía ser de otra manera al brotar de mí. Soy persona de casualidades, de ahí que sea hombre de papelitos –lo de escribir en el teléfono o grabar notas de voz, siempre se me olvida–. Pero esos papelitos con anotaciones rara vez suelen pasar a convertirse en una idea desarrollada. Pues son más bien percepciones de un momento en el tiempo que al intentar recrearlas lo hago a destiempo. Soy persona de frases ingeniosas frente a las musas, y lo era hasta al extremo cuando vivía en el exceso. Pero nada creé por entonces que haya perdurado hasta ahora.
      Sin embargo, ahora que vivo de manera sobria, mis ilusiones son desbocadas. Antes siempre concluían desvirtuadas en mi afán por la próxima copa o la siguiente piel.
      Un abrazo cálido, compañero.

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  8. Hola, Nino. Nos haces un resumen del proceso del escritor. Nos acercas al nacimiento de la intención de escribir y cómo va conformándose en texto literario. El modo en el que Nino Ortea modela su creatividad hasta tenerla en las manos, como realidad palpable. El método que adopta el escritor según el momento y lo que quiere contar. No es fácil desgranar la idea, pero el escritor cuenta con sus herramientas innatas, las que va adaptando al aprendizaje continuo. Porque el escritor se hace, como en cualquier oficio: escribiendo.
    Este escritor, Nino Ortea, reflexiona sobre la idea puesta en escena a través de los personajes. Dotarlos de credibilidad es un imperativo en su construcción literaria, ya que al primero que han de mostrar su veracidad, es a él mismo, como llave creadora que es.
    Y nos abre su puerta y nos va ensañando sus habilidades, su estrategia en la construcción de un hogar amable, con el mobiliario necesario y sutil, con ventanas abiertas para que el lector se asome por ellas y pueda interactuar, intuir, posibles soluciones finales.
    Porque el final siempre se enlaza a otro principio, como en el natural ciclo.
    Y encontramos al escritor sencillo, que habita en sus propias palabras y que nos regala ficciones, fábulas cercanas, de actores que iban de paso y vieron esa puerta abierta, y se adentraron en la casa...
    Hasta cuando cuentas el proceso de la idea hasta llegar a ser libro, y las motivaciones, sensaciones que te conducen a construir historias, lo haces de forma sencilla, cercana. Agradable de participar en esa factoría del escritor.
    Primero es la observación, luego llega la abstracción. En el primer encuentro con la idea el mundo de alrededor es el germen motivador; luego llega la maduración de esa idea, la cual en mi caso, sí necesito un poco de soledad, sino los personajes no me hablan.
    Un placer leerte, Nino. Para mí, siempre resultas motivador de ideas. Un reflexión muy acertada.
    Feliz domingo, compañero. ¡Salud!

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    1. Buenas tardes, Clarisa:
      Eres una gran escritora –la última entrada en tu blog es una nueva prueba de ello–, por lo que agradezco tus palabras y atesoro tu reflexión.
      Sí, el acto de ponerme a escribir es totalmente consciente: llamo a Nino Ortea, lo mismo que llamo a un profesional que sepa hacer lo que yo no sé. Él obra a su capricho.
      Quizá en esa especie de independencia de mi personaje, lo que hace que muchas veces no siga la pauta que le marca mi persona –como le acabo de comentar a Frodo, habitualmente escribo pequeñas notas que él ignora. Su herramienta es ver la historia según la va escribiendo. En las tareas de edición y corrección se establece un diálogo entre los dos. Y es mi persona la que se ocupa de la publicación.
      Tengo que mejorar en el aspecto de dotar de credibilidad a sus ficciones. Nino Ortea tiende al exceso en lo creativo, lo mismo que yo loó hice en lo vital. Pero si yo supe dejarlo, él sabrá. Leerte nos ayuda.
      Aciertas plenamente: las enninaciones están articuladas sobre recursos que permitan entrar al lector en ellas, pues ésa es la manera de que yo pueda entrar en ellas. Nino Ortea estaría siempre escribiendo una historia –para él todo lo que imagina coexiste en un flujo espacio-tiempo–, sin pararse a corregirse o a repasar, al igual que la vida no se detiene a corregir sus errores.
      El placer es mío, Clarisa, al saberme leído por personas que, como tú, ponéis en valor mi valía comunicativa.
      Me esperan compañera. Tengo que irme, aunque Nino Ortea no para de susurrarme que él puede seguir aquí al teclado.
      Toda una suerte el tenerte en mi vida.
      Lo mejor. Siempre.

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  9. Nino!
    Me ha saltado la alerta de Amazon. ¿Has publicado un nuevo libro? Besos.

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    1. Buenos días, Ángela:
      Muchísimas gracias por tu interés. Todo un honor el que estés atenta a mi actividad en Amazon. GRACIAS.
      La que has visto es la referencia a una antología –“Mirador”– que coordiné y edité. Participo en ella con un texto, junto a cinco autores que aportan poemas.
      Aunque Amazon la publicita como disponible, por favor espera a que avise de su publicación aquí en el blog.

      Te estoy muy agradecido, Ángela.
      Feliz miércoles.

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Gracias por tu lectura comentada.

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