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Estimades historias donde personaje enloquece y lo que enloquece a una mujer por un hombre:
Supongo que al ver sus nombres escritos correlativamente, se habrán dado cuenta de que no hace falta que busquen más lejos. Este blog es el lugar marcado con una X en su mapa del tesoro delirante. Saquen el ron, posen los maravedíes y —si son corsarias— déjenme que les tatúe mi nombre en su piel.
Tengo mil histerias en las que no sólo un hombre, si no que también un gorila o un presbítero, enloquecen por amor. Esa clase de amor obsesivo que visto en la pantalla, o leído sobre el papel, nos emociona; pero que vivido por quien se desvive por nosotres nos incomoda.
Eso sí, en ninguna de esas histerias encontraréis a mujeres enloquecidas por un hombre. Las huríes que frecuentaba Nino eran de ese tipo de femme que never lost her head, even when she was given head.
O—y quizás eso sea lo más triste de admitir por el firmante de estas letras—, Ninin no es el hombre que hace enloquecer a una mujer; bueno, ni siquiera logra que le presten atención cuando pasa por casualidad delante de ellas cuatrocientas veces; así que poco, o, nada podemos esperar de él en ese aspecto...
Lo más curioso de esas personas que se desviven por pasiones eternas, es que acaban conviviendo con la opción más cuerda o manejable, mientras anhelan volver a ser la Wendy que llevó a Peter Pan a abandonar Nunca Jamás. Pero, a esas alturas, Peter ya ha regresado a las bajuras de Campanilla.
Un consejo, no busquen enloquecer. Simplemente opten por vivir sin límites pasionales lo ya limitado por el paso del tiempo. Cada caricia que contenemos es una vida que perdemos.
Pero bueno, ¡fíjense qué hora es, y yo sin recordarle a Nino que hace una semana que no se cambia de muda!
Dentro de un mes les releo las búsquedas de septiembre.
—Marcelo, despierta. Oye, posa ese ejemplar de Hustler, enciende el calentador y dúchate ¡so g*+<<0 span="">0>
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© Nino Ortea. Gijón, 2-III-09
Jajaj muy bueno Nino,sobre todo la referencia a Lou Reed.Supongo que el cambio en la letra de la canción es intencionado.Puede que quede mejor así.....
ResponderEliminarMuy buenas, Don César:
ResponderEliminarBienvenido, pase y siéntese.
Cuénteme, por favor, ¿cómo le va?
Confío en que su estancia en este centro de reposo sea prolongada.
Pues, si le soy sincero, mi reconversión del texto es resultado de un paseo por el lado salvaje del autoengaño. Hablar en presente del pasado, es de trastornados, y yo sólo estoy algo alocado.
Pero hábleme de usted.
Sigue usted …
Un abrazo, césar, y gracias por el comentario.
¿¿¿Centro de reposo???.Upssss, el hombre de la bata blanca que me recomendó pasar por aquí no me había dicho nada de centro de reposo.Eso sí antes de entrar me recomendó que me tomara la pastilla (era la azul,no???).
ResponderEliminarMi estancia aquí dependerá de como me traten y de lo que suene por el Hilo Musical...De momento creo reconocer "Let ´s Go Crazy".¿Quién lo habrá elegido?.
Estimado Don César:
ResponderEliminarManténgase recostado. Esa angustia que siente, se irá pronto.
Quizás se le olvidó a usted que nunca debemos hacer lo que nos dice un hombre de bata blanca, si no lo que nos ordena una ama en cuero negro.
Bueno, a no ser que la bata sea corta, ceñida y la portadora muestre más de lo que enseñe. Es ese caso, estará usted rodando alguna continuación de “La doctora y el último de la clase”, con lo que ante todo no salude a la cámara.
Nunca tome pastillas azulonas, ¡nosotros rojiblancos hasta la muerte!
Eso que escucha son reminiscencias del pasado. Ahora quito al degenerado de Prince, favorito de ninito, y le pongo al recio Luís Aguilé.
Y dígame, me estaba usted revelando su número secreto de cuenta.
Continúe, continúe.