Algunas arritmias que sufre el corazón brotan cuando el pensamiento deviene en conciencia de que la vida no nos emociona como antes, conciencia que nos impele a aceleramos hacia la añoranza de un pasado en que nuestro corazón latía más fuerte.
El corazón no tiene freno ni marcha atrás. De ahí que sus choques frontales con la Realidad tengan consecuencias letales. Nuestra Fantasía tiene el recurso protector de enloquecer cuando la Realidad se vuelve demencial.
¡Gracias por venir y enloquecer!
Ote, Isa, sin sisa: ¿Lo del pariso no lo dirás en su afeción bíblica? Pues bien sabes que, para ciertas prácticas soy mormón y para otras fariseo je je. Ah, ya... ¡lo dices por Asturias, patria querida! Ún pellizquín
Cuantos hijos tiene este paraiso y muy interesantes!!
ResponderEliminarNino Ninero! Tú si que eres un hijo del paraiso
ResponderEliminarUn besin
Muchas gracia, Carlos:
ResponderEliminarAún colgaré unas cuantas entregas más, y confío en que te sigan gustando.
Cuídate
Ote, Isa, sin sisa:
ResponderEliminar¿Lo del pariso no lo dirás en su afeción bíblica? Pues bien sabes que, para ciertas prácticas soy mormón y para otras fariseo je je.
Ah, ya... ¡lo dices por Asturias, patria querida!
Ún pellizquín