Algunas arritmias que sufre el corazón brotan cuando el pensamiento deviene en conciencia de que la vida no nos emociona como antes, conciencia que nos impele a aceleramos hacia la añoranza de un pasado en que nuestro corazón latía más fuerte.
El corazón no tiene freno ni marcha atrás. De ahí que sus choques frontales con la Realidad tengan consecuencias letales. Nuestra Fantasía tiene el recurso protector de enloquecer cuando la Realidad se vuelve demencial.
¡Gracias por venir y enloquecer!
miércoles, 25 de agosto de 2010
No pude evitarlo
Porque estoy pendiente, me llamas pendón. Ya que ando al tiento, podías decir que soy atento.
Además, en mi caso me movió la curiosidad. Pero, ¿en el tuyo…?
Aunque en eso, como en todo, no somos primerizos. Otras exhibieron para el pasmo y la admiración de la que ya es su eterna afición.