Algunas arritmias que sufre el corazón brotan cuando el pensamiento deviene en conciencia de que la vida no nos emociona como antes, conciencia que nos impele a aceleramos hacia la añoranza de un pasado en que nuestro corazón latía más fuerte.
El corazón no tiene freno ni marcha atrás. De ahí que sus choques frontales con la Realidad tengan consecuencias letales. Nuestra Fantasía tiene el recurso protector de enloquecer cuando la Realidad se vuelve demencial.
¡Gracias por venir y enloquecer!
martes, 7 de junio de 2011
El €urrobo
Me pregunto cuál es la diferencia entre la prudencia y mi cobardía. Quizá sólo busco quejarme, pues estoy contento con el sonido de mi lamento. Sólo sé que no estoy de acuerdo con lo que pasa, pero eso no justifica mi actitud pasiva.