Toda una hazaña, que no desmerece en nada de las proezas del poderoso Thor, era el intentar devolver parte del encanto del que disfrutó a una serie como The Avengers, tras largos años de más pena que gloria a lo largo de la última década, y un frustrante periodo condenada a la suplencia editorial que supuso el banquillo de Heroes Reborn. Tal amalgama de seres poderosos, necesitaba de un superequipo creativo que la dotase de calidad e interés. Y éste cobró cuerpo en el fervoroso Kurt Busiek, el increible George Pérezy el invencible Al Vey.
Busiek no es un guionista que aporte novedades conceptuales o narrativas. Es más no faltan voces que le niegan la consideración de creador y lo reducen a mero copista. Tampoco es un autor que dote a su obra de segundas lecturas morales o claros discursos éticos. Recoge elementos ya narrados, los recicla y vuelve a utilizar aportando un toque personal, no falto de humor ni de su gusto por reflejar el cotidiano aspecto humano que se encuentra en todo extraordinario comportamiento heroico. Este volver a contar lo ya contado, es una constante en el arte. Si estableciéramos una sacrílega comparación con la Odisea, diríamos que Kurt–el cual en el fondo no deja de ser un gran aficionado a la colección como demuestra su carta publicada en el nº 183 usa– es un Virgilio inspirado por la narrativa y temática de Homero (Stan Lee), muy alejado de la innovación y ruptura de los cánones que podría aportar un JamesJoyce del cómic (Frank Miller). Pocas son las novedades temáticas con que nos encontramos, y ninguna es importante. Lo substancial, es el cariño, el cuidado y la facilidad con que Busiek desarrolla la narración, presentando tramas principales que afectan al grupo y se resuelven en pocos números –elección del equipo, enfrentamiento a enemigos,...– y un entramado secundario más dilatado y centrado en los personajes
Del dibujo se ocupa George Pérez. Lo primero que salta la vista al contemplar el diseño de este churrigeresco virtuoso, es su fino trazado que le permite cargar sus viñetas con múltiples figuras y formas sin llegar a saturar las páginas. Sus preciosistas ilustraciones llenas de detalles y fuerza, nunca se nos muestran efectistas, pues no busca rellenar viñetas sino que alcanzar una mayor expresividad narrativa, al contarnos en uno de sus planos lo que a otro prodigio del dibujo moderno le llevaría medio cómic. El realismo con el que refleja a sus humanos personajes, la expresividad de que los dota, hace que nos sea imposible no maravillarnos ante su dibujo, como la impresionante recreación de Asgardque muestra en el número 1, o a los imponentes trajes y armaduras con los que cubre a los héroes en los episodios 2 y 3 .
Cuando se sale de los enfoques barroquistas de masas humanas, su trabajo continúa siendo insuperable. Centrándonos en el nº 1, citaría como ejemplo de su búsqueda de coherencia, la enorme taza de té que se sirve al descomunal Hombre Gigante. Su obra es perfectamente completada por el adecuado entintado de Al Vey, el cual no nos hace añorar en ningún momento al propio autor como embellecedor.
Estamos ante una colección que tal vez no aporta muchas novedades conceptuales, pero si gran calidad artística; y que constituye una lectura muy apropiada para todos aquellos que se sientan atraidos por los héroes de Marvel tras haber visto la película.
La editorial Panini ha recopilado en el tomo Los vengadores: Una vez vengador –publicado dentro de su línea Marvel Extra Superheroes– los 12 primeros números firmados por Busiek, Pérez y Vey, junto con el Avengers & Squadron Supreme Annual 1998.