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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

lunes, 30 de mayo de 2016

Sin necesidad de un catalejo





No necesitarás  un catalejo para leer la continuación de mi novela “Castigado a vivir”.

Te bastará con seguir la información que sobre su próxima publicación iré facilitando en este blog.

Gracias por tu interés.

martes, 24 de mayo de 2016

Internet ¿es el futuro?


Internet es el Futuro, según aseguran los poderes que son. De momento, mi uso de Internet me lleva al Pasado.

La misma mensajería instantánea que me remite a esa época en la que enviaba cartas sin acuse de recibo, me franquea a este perenne estar pendiente de si el ciber-cartero me visita a lo largo del eterno día de San Valentín en que se ha convertido mi presencia en Internet.
Las redes sociales me enmarañan en la búsqueda del contacto con sombras del ayer que, a la luz de la comunicación digital, recobran vida o se desvanecen. Es doloroso leer cómo me resisto a dejar pasar el pasado y hago de él lo único que me pasa. Me preocupa la intensidad con la que revivo lo extinto.

En el exterior, el Recuerdo o el Olvido están prendidos a la intensidad de un instante. En Internet, el “guardar” o el “borrar” están vinculados a la presión sobre un enlace. Ser o no ser ya no es una cuestión, es un clic.


Corría el año 1981 cuando el grupo musical The Police publicó el disco Ghost in the Machine donde se nos definía como espíritus en un mundo material.
Pocas cosas hay más materiales que Internet. Desde un punto nada dialéctico —pero sí muy materialista— su acceso no es libre ni universal, hay que pagar por su uso —bien sea con dinero, bien sea con paciencia— pese a que no pertenece a nadie.

Desde un punto tangible, pocas cosas hay más materiales que la maraña de cables que plasma, en nuestras pantallas tft, el mundo de éter que nos espera al otro lado del espejo cibernético. Mundo en el que, con sus distorsiones, simetrías y esperpentos, me acabo encontrando con un reflejo del papel que interpreto a este lado. Refracción que, al igual que ocurre al confrontar dos espejos, me transmite la sensación de prolongarme hasta el Infinito y más allá.

Imagen de la película "Ciudadano Kane".

Si Internet es el futuro, ¿a qué se debe mi empeño en vivirlo en el pasado de mi personaje y no en el presente de mi persona?

miércoles, 18 de mayo de 2016

Líneas sobre la mar

No creo sorprender a nadie si escribo que tengo más genio que ingenio. Aunque sí que me pasma la cantidad de féminas —como las cuatrillizas TeTi Contigoque me consideráis genial para pasar un rato; pero afirmáis que os ato si me quedo a vuestro lado más allá de la duración del espasmo compartido. Y mi pasmo se convierte en herida cuando  me desluces como ingenuo, sólo por pretender que de nuestro roce nazca el cariño y no ese niño al que creo oír gatear cuando me hablas de tu reloj biológico y yo pienso en lo ilógico de tu plantearse ser tres con quien no sientes como tu dos.

Quizá te estás preguntando para qué te escribo en este blog no no lees. Sabes de sobra la respuesta, tu mirada me la guiña cuando te me acercas: a tu lado puedo ser muchas cosas, pero no un orador. Todo mi hablar se convierte en un desatino cuando a tu escote me avecino, Sidonie.
Pero créeme, no es por exceso de lujuria ni por falta de sujeción, sino que por mera curiosidad mezcla de natural y de naturista, el que me empeñe en descubrir si bajo tus desnudas colinas late un corazón que, entre sístole y diástole, tiene tiempo para sentir una vez acabado el gemir.
No sé cómo me iría de geólogo; pero lo que es como cardiólogo, no tengo arreglo. Siempre doy con alguna grieta emocional que durante mis prospecciones se convierte en falla, y por ella me despeño hasta el valle de tu falda.
La misma curiosidad que mató al gato, hipsofacta a este pazguato. La misma vieja historia que —como en aquella canción de Roxy— me hace buscar en ti lo que nunca tendrás, es la que vuelve a sonar cada vez que escucho tu risa en otra boca. Hace un rato creí volverla a oír en voz de la brisa, mientras intentaba trazar tu silueta con líneas sobre la mar, Sidonie.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Entrevista a Enrique Corominas 1 de 3



Realicé esta entrevista para el tercer número de la revista Zander, donde contamos con esta impresionante portada de Enrique Corominas.

 Conversar con Enrique Corominas es un placer paralelo al que produce la lectura de cualquiera de sus obras. Estamos ante una persona congruente a la hora de pasar de los dibujos a las palabras, tan afables como firmes que combinan lo ingenioso con la franqueza.

–Como sabes, Enrique, nuestra revista anima a sus lectores con inquietudes comiqueras a que nos envíen sus trabajos. Tú ganaste, con tu obra Salvación, el concurso organizado por Zona 84 para dibujantes noveles ¿Qué fue lo que te animó a presentarte a él? ¿Tenías mucha experiencia previa en el medio?
–Por aquel entonces yo tenía 17 años, así que mi experiencia previa se reducía a publicar en un par de fanzines locales. Siempre me gustó leer y dibujar cómics, pero en las revistas editadas por Toutain (Creepy, Zona 84, Comix Internacional) encontré mis nuevos dioses: Corben y Wrightson. Así que, como fan y dibujante aficionado, estaba obligado a presentarme a un concurso que podía conseguir que mi trabajo se publicara en el Olimpo. Y, de paso, saber si mis paridas podrían interesar a alguien más que a mi familia y amigos.
–En el número 45 de Zona 84 aparece tu historia Cada pequeña cosa que ella hace es mágica, obra de ambientación futurista donde encuentro un reflejo del desarraigo de la España de 1986 que mantiene su vigencia en la actualidad. ¿Crees que la Ficción es la mejor forma de reflejar la Realidad; o que, más bien el Arte no debe reflejar la realidad, sino embellecerla?
–Creo en "El arte por el arte"... y poco más. Pero, por otro lado, la ficción me parece la única forma artística de reflejar la realidad. Todos estamos inmersos en nuestra cultura, y los autores no son una excepción. Aquellos que, en sus obras, eligen alejarse de la realidad suelen acercarse más a ella; nos hablan de los problemas que son cruciales para la sociedad. Y los que pretenden describir la realidad de una forma directa suelen alejarnos de ella, reduciéndola y ofreciendo una visión muy pobre y sesgada... como hice en aquella historieta y como lo he hecho otra vez en vuestra portada. Vamos, que todo es ficción. Y que yo, de vez en cuando también hago panfletos.
 
Cada pequeña cosa que ella hace es mágica pag3

Entrevista a Enrique Corominas 2 de 3



–Pienso que en tu portada hay mucho de ti y algo de todos nosotros, Enrique. En ella, entre otros aspectos, destaca la fuerza de tu entintado. En este número de Zander Magazine incluimos un breve tutorial sobre entintado. ¿Cómo ha cambiado tu trabajo en ese aspecto hasta llegar a pintar directamente a acuarela, como en las páginas de tu última obra, Dorian Gray?
–El entintado cambia cuando cambia tu forma de dibujar. Cuando empecé estaba muy interesado en dominar la técnica, y entinté durante años con diferentes plumillas. Pero, en algún momento, me di cuenta de que "entintar bien" quiere decir "entintar como" o formar parte de una escuela o tradición. Eso es estupendo para llegar a ser un maestro calígrafo, por ejemplo, pero no es necesario para contar una historia. Decidí disfrutar más y sufrir menos: me pasé al pincel y a su sinuoso descontrol. 
dorian_gray_corominas
–En la revista aparece un artículo sobre Josep Toutain, ¿qué recuerdos tienes de él?
–Era un tipo carismático, un truhán y un señor... con un gran amor por el medio, a diferencia de otros editores. Eso sí, muchos de los que publicamos en la etapa final de sus revistas seguimos encontrando nuestras historietas en viejas publicaciones alemanas, americanas, francesas... ¡Toutain sigue dando sorpresas!
–Ya por entonces combinabas tus trabajos de dibujante con los de ilustrador. ¿Ha sido la realidad del mercado la que te ha llevado a centrarte en tu trabajo como ilustrador, o no ves grandes diferencias entre ambos campos?
–Soy un dibujante de cómics muy lento e inseguro, un escritor dominguero y, creo, un ilustrador competente y profesional. Hay muchas diferencias entre esos campos, pero a mi me interesa, sobre todo, encontrar el tono y la atmósfera de una imagen o una historia. Y eso es algo que se puede hacer pintando un óleo o dibujando monigotes.

–Y lo logras, en historias como Tragaldabas, que apareció serializada en el mensual Creepy en 1989 y que recuperaste como álbum en 2000. ¿Crees que tus historias son trabajos acabados una que vez las entregas o aprovechas sus diferentes ediciones para retocarlas?
–Son trabajos acabados, muy acabados en todos los sentidos: ver mis trabajos viejos es una tortura. Para la publicación de Tragaldabas en álbum tuve que corregir y reducir algunos textos, pero solo por la salud mental del maquetador de la edición de Recerca/AlMargen, un buen amigo.
Portada de Tragaldabas
–La lectura de Eye Gray –número único presentado en 1999 dentro de la línea Laberinto de Planeta DeAgostini–, me hizo confiar en que no tardaríamos en leer más casos de la detective Anne Bardelli; hasta el momento no ha sido así. ¿Alguna vez te has planteado que otro autor planteara su percepción de tus propias historias, como tú has hecho con el Dorian Grey de Oscar Wilde?
–¿Eh? ¡Nunca! Estoy en contra de la tortura y, afortunadamente, nunca he tenido éxitos comerciales que justifiquen algo así. Tuve la suerte de que David Morancho y Martín Pardo quisieran dibujar un par de guiones míos para el tomo recopilatorio Barcelona, y ya fue genial sentirme guionista durante unas semanas.
–Cómo autor de numerosas ilustraciones para cubiertas, ¿te preocupa que un libro se prejuzgue por tu portada?
–Una buena cubierta es aquella que indica al posible lector lo que se puede encontrar en el interior del libro. La mala calidad de la ilustración nos puede hacer pensar que la edición es cutre, pero los lectores saben que eso no tiene nada que ver con la calidad literaria. Lo importante es no traicionar conceptualmente al lector ni al autor.
–¿La repercusión de tus ilustraciones para Canción de hielo y fuego ha llevado a que te hayan ofrecido desarrollar algún cómic sobre cualquiera de sus pasajes?
–No, ni me lo han ofrecido ni me lo he planteado seriamente. Además, los derechos sobre las adaptaciones de la obra de Martin al cómic pertenecen a una editorial americana... ¡y yo les quedo muy lejos!
Tyrion Lannister por Corominas


Entrevista a Enrique Corominas 3 de 3



–Tus dos últimas obras –Dontar y Dorian Gray– han tenido su origen en el mercado francés, ¿a qué se debe?

–A que es donde he encontrado editores con los suficientes recursos y paciencia como para poder desarrollar mis historias. Aquí debería trabajar más deprisa, y eso no es lo mío.

dorian_gray_corominas_v1
 

–En el perfil de tu blog doriangraybd.blogspot.com.es te defines como “ilustrador de historias propias y ajenas”. ¿Al ilustrar historias ajenas buscas aquellas que se acercan a tu estilo u optas por las que te permiten desarrollar nuevas técnicas narrativas y artísticas?

–Siempre intento poner mi dibujo al servicio del guión, sea una historia propia o ajena, y no sugerir cambios al guionista bajo ninguna circunstancia. Así que busco historias que pueda comprender muy bien, que se acerquen a mi mundo o que me parezcan "perfectas". Una historia es contada por una voz, no por un coro: el guionista debe ser un dictador. Si se permite la democracia narrativa al dibujante, el resultado siempre es predecible y confuso, dos defectos que arruinan cualquier guión. Mi cometido, en una colaboración, es subrayar gráficamente aquello que pretende transmitir el guionista. Todo lo demás sería dejar a la historia por debajo de mi ego: no busco "experimentar" con guiones ajenos.


–A la hora de desarrollar un trabajo, ¿usas un férreo guión técnico o prefieres una pauta literaria?

–La historia está en el punto de vista de cada una de las viñetas. Hasta que no tengo eso claro, no me pongo a dibujar.

–Tu portada para nuestra revista es excelente, Enrique. Una muestra más de tu capacidad creativa y de tu habilidad narrativa. ¿Qué ha pesado más en su confección el cerebro, el corazón o las tripas?

–Gracias por el piropo, yo pago esta ronda. Bueno, me pareció que una reflexión gráfica sobre el momento actual del cómic en España podía ser una ilustración de portada apropiada para una revista que apuesta por nuevos autores. Todos sabemos que el mercado español, si alguna vez existió, está desapareciendo muy deprisa.




–Tú que ya viviste el hundimiento editorial que acompañó al “Boom del cómic para adultos”, ¿crees que el tebeo español se encuentra en su última travesía por mares editoriales propios?

–¿Qué es el tebeo español? ¿Qué características singulares tiene, cuál es su personalidad? La BD francesa, el cómic book o el fumetti tienen unas peculiaridades que los hacen atractivos, imitables o exportables para otros mercados. Aquí no tenemos nada parecido. Nos quedamos sin "tebeo español" cuando la editorial Bruguera cerró sus puertas. Hoy en día encuentras dignos sucesores de Vázquez en El Jueves, como Monteys o Fontdevila... pero poco más. El resto de dibujeros somos francotiradores o mercenarios en otros mercados, y nuestras editoriales sobreviven comprando derechos, no produciendo cómics con denominación de origen. Nunca lo han hecho.


–Bueno, Enrique, gracias por tu tiempo. Un abrazo.

–¡Abrazotes!


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