Algunas arritmias que sufre el corazón brotan cuando el pensamiento deviene en conciencia de que la vida no nos emociona como antes, conciencia que nos impele a aceleramos hacia la añoranza de un pasado en que nuestro corazón latía más fuerte.
El corazón no tiene freno ni marcha atrás. De ahí que sus choques frontales con la Realidad tengan consecuencias letales. Nuestra Fantasía tiene el recurso protector de enloquecer cuando la Realidad se vuelve demencial.
¡Gracias por venir y enloquecer!
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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre
La historietista, pintora y directora de cine iraní
Marjane Satrapi acaba de recibir el “Premio
Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades”.
En España su obra más difundida es «Persépolis»
–editada por Norma Comics–, que incluso ha sido serializada junto al diario “El
país” y cuenta con una adaptación cinematográfica que está disponible en DVD y Blu-ray.
Su última producción es la novela gráfica de autoría
colectiva «Mujer, vida, libertad» – en la que participan los historietistas
españoles Patricia Bolaños yPaco Roca–. «Mujer, vida, libertad» contiene
relatos que se inspiran en la revolución femenina que tiene lugar en Irán desde
el asesinato de Mahsa Amini por la policía
iraní de la moral.
Te aconsejo, amable leyente, la lectura o visionado
de cualquier obra de Marjane Satrapi.
01-V-2024
De la alegría a la
tristeza
El día de ayer se
cerró con una mala noticia: la del fallecimiento de Paul Auster, escritor, guionista y director de cine estadounidense.
Auster recibió en 2006 el premio “Princesa
de Asturias de las Letras”.
Inmerso en ese azar
que tanto lo inspiraba-cautivaba, el pasado jueves conversé sobre su obra con
un grupo de conocidas en una actividad literaria. Mi aportación se centró en
valorar la acertada traducción y presentación que la editorial Anagrama realiza
de los trabajos de Auster.
Creo que mi novela
favorita de Paul Auster es «Leviathan».
Pero el haber leído unas de sus novelas en inglés y otras en español condiciona
mi criterio.
Descanse en paz,
señor Auster. Ojalá la música del
azar siga acompañándolo.
La reciente republicación,
febrero de 2024, por la editorial DOLMEN de la obra «Jóvenes dioses y amigos»
–«Storyteller»–
(anterioremente publicada en España por Planeta) me ha llevado a republicar un
ensayo que anteriormente habia publicado en la revista “Dentro de la viñeta”.
Un reputado artista ganador
de múltiples premios, una leyenda en el mundo de los cómics, un hombre
inteligente, trabajador y talentoso, dotado de una afilada lengua y un alto
concepto de sí mismo. Sin lugar a dudas Barry
Windsor-Smith (BWS)es un
manantial de excelencias artísticas y controversias laborales. Su inacabada
obra «Storyteller» centrará el desarrollo de las siguientes páginas.
Retrato de un artista resplandeciente
“Debería haberme decidido por el rock, probablemente a
estas alturas estaría muerto de sobredosis pero me habría librado del mamonéo
que llevo soportando desde que me adentré en el mundo del cómic”.
Declaraciones como ésta no
son raras en la boca de Smith.
Y es que, pasados cuarenta
años de su aclamada entrada en el mercado de la historieta, su idiosincrasia
perseverante se ha traducido en una postura desafiante de desprecio hacia una
industria cuyo arte se empeña, numantinamente, en dignificar.
Nacido el 25 de mayo de 1949
en Londres, se inició en el mundo profesional del dibujo en 1968, de la mano de
la editorial inglesa Odham Press, realizando ilustraciones de variados
personajes. En 1969 tras aventuras eludiendo a los oficiales de inmigración yanquis
—que incluyen desde una deportación a la sombría Inglaterra, a numerosas noches
durmiendo a la intemperie en Central Park— BWS
se dirige, en una muestra de su humildad, a la editorial más pujante del
momento, Marvel, donde le confían varios encargos, entre los que se encuentra
el nº 58 de la moribunda “Patrulla X” (feb. 1969), antes de darle números de
relleno en series más prestigiosas como “Vengadores”, “Nick Furia” o “Daredevil”.
Corría octubre de 1970 y ante
la imposibilidad económica de contratar los lápices de renombrados artistas, se
decide darle una oportunidad en un proyecto por el que Roy Thomas llevaba luchando desde hacía tiempo: la adaptación al
cómic de las aventuras del personaje de R.E.Howard
“Conan el bárbaro”.
Su trabajo en la colección lo
encumbra artísticamente y lo marca laboralmente. Conocida es su disputa con
Marvel por cuestiones monetarias y de recuperación de sus originales, y con Thomas por divergencia de opiniones e
incumplir reiteradamente las fechas de entrega. En marzo de 1973 deja la serie
en su nº 24 y tras realizar «Clavos rojos», para ·”Savage Tales”,
abandona la editorial.
Totalmente desilusionado, BWS crea en 1974 junto con su novia Linda Lessman, el sello The Goblimey
Press (GbP). Pensado en un principio para albergar su comic-book “The Real
Robin Hood” —proyectado junto al guionista Chris Lowder—, la idea no vio la luz y Smith se centra en el campo de la ilustración. Obras como «Sepia
Horseman» o su primer. cuadro «The Ram & The Peacock» (1974)
pertenecen a esta época. Ya en 1976, transformado su apellido en Windsor-Smith, se junta a Jeffrey Jones, BernieWrightson y M. W. Kaluta en una entente llamada The
Studio —disuelta en 1978— donde las producciones de BWS centradas en el campo pictórico aparecen bajo el sello GbP.
Nada subsiste sin un nombre, aunque sea el de una perífrasis asociada a
una impresión imprecisa, como la de ese suspiro que pasadas cuatro décadas aún
lleva el sobrenombre de aquella chica cuyo nombre no recordamos pero cuya
sonrisa no hemos olvidado: no fue la primera, pero fue la que lo inició todo.
Aún cuando no vivimos, existimos. Como existen todos los sueños que no
llegamos a vivir al no poder compartirlos. Como existe la ausencia de lo nunca
dicho al no habernos atrevido a ponerle nombre. Cuando seamos pasado, no
seremos vida, sí seremos existencia en el recuerdo de quien nos dio palabra.
Te leo, admirada escritora, y me refresco en tus palabras.
De momento debo esperar para verla, al no tener acceso a esa plataforma.
Pero te agradezco esta reseña tan sencilla como estimulante, tan humana como
alentadora.
A medida que envejezco, más me gustan las películas donde el
romanticismo es presentado como un sentimiento positivo.
Por cierto, he podido ver “One Life” y me ha gustado. Gracias por tu
recomendación.
Gracias por compartir tu poema. Su lectura me ha transmitido una
sensación de compañía, de conversación resultante de admirar la belleza en lo
natural.
Entiendo que los embriones son el principio de vidas humanas. Pienso que
uno de los principios que nos definen como humanos es salvaguardar las vidas de
otros. Creo que es acertado que los embriones humanos sean reconocidos como
bebés.
Tengo ganas de ver esta película. Ganas que han disminuido tras haberte leído,
pero se mantienen. Siento curiosidad por su narrativa y por su praxis (mis
mejores ideas e intenciones perdidas brotaron en delirios etílicos). Además, me
gustan tanto el vinagre como Kirsten Dunst, por lo que confío en que su
visionado no me agríe.
Gracias por esta pieza, ingeniosa e hidalga, escrita con la cercanía de
un entremés y la agudeza de una tragedia. Lo que convierte una obra literaria
en “clásico” es su versatilidad infinita, lo que te convierte en escritora
literaria es tu narrativa afinada.
Confío en que tu semana esté transcurriendo de forma tranquila.
Mis mejores deseos.
Hola, Erik:
Creo que (casi) todos convivimos con fantasmas, conversamos con ellos
incluso. Quizá tu acierto, tu muestra de afecto hacia ellos, esté en que les
pongas colores mientras otros les ponemos cadenas. Nosotros, los encadenantes,
sí que somos unos “creeps”.
Gracias por ese ensayo sobre “Perfect Days”. La veré en cuanto me sea
posible.
No soy seguidor fiel del cine de Win Wenders, pero sí que he visto (o empezado
a ver, que mi natural caprichoso se sienta a mi lado en la butaca de cine o de
mi salón) la mayoría de sus películas. Pese a lo variado de su cinematografía,
encuentro en él una impronta muy marcada: como guionista suele contar vidas
rebeldes ante la monotonía, como director narra con soltura y como técnico
busca la luz emanada, no la reflejada.
Es un creador agradecido a sus colaboradores y solidario con otros
creadores.
Espero que estés bien compañera.
Leer tu blog es encontrarse en una tierra de abundancia, MARÍA.
Prince - Sometimes
It Snows In April (Live At Webster Hall - April 20, 2004)
Hoy domingo el día ha
amanecido frío y ventoso. Tú aún duermes, Frambuesa, así que nadie me hace sentir que es
primavera.
Quizá la primavera se ha
pasado de moda, como las americanas con hombreras o las inglesas sin tatuajes.
Quizá la primavera se ha
pasado de largo; por lo que no debemos quedarnos cortos al venir a buscarla,
fuera de los escaparates y dentro de nuestros corazones.
Quizá la primavera se sintió
timada como una “prima” a nuestra vera, al sufrir que la usábamos para vestir a
la moda y que no la aprovechábamos para sentirnos cómodos en nuestra piel.
Junto a ti he comprendido que
cuando el desánimo deja de invernar en nuestro ánimo, Frambuesa, llega la primavera.
El deshielo comienza si permitimos que nuestro sentir se temple con esperanza,
si dejamos que brote el fruto del afecto sobre una cotidianidad escarchada por
la desconfianza. Tal y como canta Prince, a veces nieva en abril, aun así es primavera. A
veces la vida no nos da lo que esperamos, aun así es vida.
Yo, que soy otoño, me siento
primavera al pensar en ti.
Afuera llueve y sopla el
viento, en mí no hay lágrimas y el aire templa mis pulmones.
Allí, puede que aun anide el
invierno; pero aquí es primavera: está dormida a tu lado. Tú encarnas el entretiempo
que disfruta mi ánimo. Tú, Frambuesa, me ayudas a encontrar la razón para
las nieves de abril.
En memoria de Prince Rogers Nelson, fallecido hoy hace 8 años a causa de
una sobredosis de fentanilo.
El regreso de Windsor-Smith a la historieta, se lo plantea el director de cine OliverStone, al encargarle unas tiras gráficas sobre el bárbaro “Mandro”
para la película «La mano» (1981), en la que Michael
Caine interpreta a un dibujante de cómics. Retorna a Marvel en 1984, con
números para “El hombre máquina”, “Iron-man”, “La Patrulla X” o la serie
limitada de “Lobezno” «Arma X». En esta época Smith ilustra sus propios guiones, resultando de la mezcla entre lo
detallado del dibujo y lo preciso del escrito algunos de los mejores cómics de
la década en Marvel.
En los 90, escribe, dibuja,
entinta y colorea trabajos para Valiant (“X-O Manowar”, “Unity”,...), Malibú (“Rune”),
Marvel (crossovers de “Rune” con “Estela Plateada” y “Conan”) o Image (“WildStorm
Rising”).
¿Quién mató al narrador?
En octubre de 1996 de la mano
de Dark Horse sale a la luz el que ha sido su proyecto más ambicioso: «Barry
Windsor-Smith Storyteller» (comercializado, con ciertas limitaciones,
en España como «Jóvenes dioses y amigos».
Nos encontrábamos ante una
serie, con la que buscaba realizar el cómic que despertase el interés de una
industria sumida en la redoma eterna de recontarnos la misma historia; y el de
un público hastiado de ese pertinaz más de lo mismo.
Bastó con observar el
impresionante nº 1 para ver confirmados todos nuestros sueños. Windsor-Smith firmaba un dibujo
afanado, cuya belleza intemporal y acertada narrativa atraían hacia su lectura
al más reacio de sus detractores. En cuanto al guión, se presentaban tres
historias narradas con desigual pulso por un BWS que mostraba su intención de mezclar lo heroico con lo mundano,
lo dramático con lo cómico.
Parecía clara la apuesta de
Dark Horse por la colección. Formato tipo álbum europeo de calidad cercana a la
de nuestras ediciones rústicas, no aparecía ningún tipo de publicidad en sus 32
páginas. Su importe de 4.95 dólares –el precio medio de un comicbook era por
entonces de 2.99 $– afirmaba la intención de sacar un producto digno a un precio
asequible. A esto se unía el que la empresa asignase al proyecto a parte de lo
mejor de su plantilla. Diana Schutz,
editora de “Bacchus”, “Sin City” o “Grendel” era el enlace editorial. Mike Richardson, encargado de la
colección, añadía a su valía como editor —demostrada a lo largo de su
fructífera vinculación con un artista tan personal como Bryan Talbot en «La historia de una mala rata», «The
Adventures of Luther Arkwright» o «Heart of Empire»– su condición de
admirador confeso de Barry Windsor-Smith.
Sin embargo algo transformó a
este sueño en una pesadilla. La cadencia mensual de la revista se vio alterada
en el nº 7, retrasado en un mes. En el nº 9 se nos anunciaba el cierre de la
colección al llegar al nº 12, cuando en realidad la novena entrega fue la
última publicada.
Windsor-Smith
califica a Richardson de inútil
incapaz de aportar ninguna idea ni solución ante los problemas que surgían.
Limitándose a enviarle mensualmente la escuálida lista de presolicitaciones de
ejemplares. El creador se sientr traicionado ante la letanía de promesas
convertida en mentiras. Culpa a Richardson
de la depresión que sufrió tras el cierre de la colección y de la irremediable
desconfianza que ha desarrollado hacia sus editores.
A Dark Horse los considera
tan impresentables como sus adaptaciones basura de éxitos cinematográficos.
Cree que el trato y la publicidad de su producto no fue la adecuada, llegando a
tener que ocuparse personalmente de ella desde su estudio en Inglaterra.
Richardson
asegura que BWS cambiaba constantemente
de opinión respecto a sus necesidades para la obra, a la vez que el tamaño del
álbum dificultaba su distribución, y venta. El que Windsor-Smith concibiera sus tres historias como series río de
desarrollo irregular, impedía sacar un tomo recopilatorio. Dark Horse perdió
dinero en una aventura que cuidó con el máximo esmero, mientras que el arte del
que se siente tan orgulloso Barry
Windsor-Smith, no atrajo al número de lectores que se esperaba, aunque se
le concedió la máxima libertad creativa. Se llegó a acceder a que su nombre
formara parte del título de la publicación, mientras que el logo editorial no
aparecía en la portada.
El caso es que en su nº 9, el
narrador enmudeció. La defunción de la serie, que BWS se comprometió a continuar en cuanto recuperase fuerza anímica,
fue consecuencia de la triste situación del mercado del cómic. Es
decepcionante el que un producto con un trabajo tan afinado y un acabado tan
esquisto, no llegase a vender la reducida cantidad de 50.000 ejemplares en
todo el mundo.
Barry no
debió de quedar tan decepcionado, pues en vez de recurrir a la autoedición como
otros creadores descontentos con el trato dado a su obra, continúa trabajando
para editoriales. Fantagraphics ha distribuido dos de sus frutos: el «B.W.
Smith: Opus» —trabajo de cadencia anual que agrupa sus creaciones
gráficas—, y la novela gráfica «Adastra in Africa» —en la que
revisita su trabajo «Muerte viva» desarrollado en 1987
para “La Patrulla-X”, ocupando “Adastra” el lugar de “Tormenta”—. A esto se
unen sus proyectos inconclusos con DC: la novela gráfica, que editaría el sello
Vertigo, «The Monster» –reflexión relacionada con la influencia de la
ingeniería genética nazi en la Norteamérica de postguerra– y un trabajo sobre “Superman”
y “Lois Lane”, centrado en su relación. Los entramados editoriales en torno a
personajes y temáticas, frenaron la materialización de ambos proyectos.
¿Y todo esto para qué?
Puede que a algunos os
sorprenda que dedique estas páginas a un proyecto no reciente, inacabado y republicado
en nuestro país.
Creo que «Storyteller»
refleja esa realidad en la que vivimos gran parte de los aficionados. Nos
quejamos del carácter iterativo de los títulos que compramos, deseamos unas
obras que demuestren claramente la condición del Cómic como arte pleno; pero
cuando esos deseos cobran vida se la quitamos porque su tamaño dificulta su
almacenamiento, su temática no es innovadora y el otrora genio se ha
transmutado en un “mero garbancero, que busca vendernos una penosa muestra de
lo que antes fue su arte”.
Más de uno saludó la
publicación de «Storyteller» con una salva de necedades. Considerando las
series como mediocres refritos de algo ya existente: los “Freebooters” eran un
fallido intento de atraer a nostálgicos de “Conan”, mediante una historia que
se perdía entre lo épico y lo pueril; los “Young Gods” eran un fusilamiento de
los “New Gods” de Jack Kirby, sin su gracia y frescura; “ParadOxman” reflejaba
el grado de autosuficiencia de un BWS
empeñado en contarnos una historia incomprensible, cuya temática paranoica ya
había sido abordada en innumerables obras de Ciencia-ficción. Por no hablar de
un dibujo de técnica anquilosada y estilo manierista.
La lectura de «Storyteller»
(«Jóvenes
dioses y amigos») nos proporciona el placer de encontrarnos con un
trabajo sumamente agradable.
BWS confirma
su atracción por temas dramáticos y sobrenaturales, sorprendiéndonos con un uso
acertado del humor y la ironía. Mantiene su estilizado concepto de belleza
humana, la intensidad expresiva con que entremezcla elementos realistas con
abstractos y la riqueza cromática que desborda su dibujo. A través de la pureza
de formas de su trazo transmite una sensación de emoción y de ensoñación. Su
composición en las viñetas, apretada en algunos casos por la riqueza de
detalles y acentuación de los elementos decorativos, tosca cuando la narración
lo requiere, se muestra brillante y atractiva. Su trabajo con la figura humana
refleja unas formas muy naturales, alejadas de las desproporciones anatómicas y
formales de otros creadores.
El tamaño del cómic —similar
al que adoptaba un tebeo en nuestras manos infantiles— permite apreciar el gran
acabado del dibujo. Rara vez encontramos más de 8 viñetas por página, siendo
numerosas las ilustraciones a toda o doble página. A esta sensación de
encontrarnos ante un producto que busca una humanización del mundo de la Historieta,
contribuye la coloración, si no la más perfecta técnicamente sí la más
expresiva, junto con el uso de sus propios esbozos en la tipografía y realce de
letras.
Su actual sello, Windsor-Smith Studio, firma el aspecto
creativo de la obra. BWS desarrolla
la totalidad del dibujo, salvo en contadas páginas donde cuenta con el
entintado de Alex Bialy. TomVicent, al que se unen EricHope y MicheleWrightson desde
el nº 7, colabora en el coloreado. Salvo en el caso de la serie “Young Gods”,
la cual desarrolla Barry en
solitario. JoonKostar firma la rotulación con una tipografía diseñada por Smith; quien, autoproclamado maestro
creativo, rubrica todo lo relativo al diseño en la serie, ilustrando las
portadas y 6 contraportadas, apareciendo en las 3 restantes una fotografía del modesto artista.
El aspecto que más dudas
suscita la hora de apreciar la obra es el del guión. La brusca cancelación de
la obra, provoca que el desarrollo de las historias quede abruptamente
abortado. No en vano BWS planeaba
unas series de larga duración. De los 3 relatos, la aventura de “ParadOxman”
era la más corta en número de páginas, estaba pensada para desarrollarse en 14
capítulos. Aunque incluía al principio de cada episodio una sinopsis de lo
narrado, en algunos momentos la comprensión de la historia se hacía dificultosa
y al buscar BWS acercarnos la
psicología y motivaciones de sus personajes, la narración presenta secuencias
lentas.
En “Freebooters”, la
intercalación de pasajes de aventuras con momentos costumbristas e incluso con
situaciones cómicas convierte a la serie en la de más amena lectura. El uso de
un idioma inglés en algunos momentos sumamente farragoso dificulta el disfrute
de la obra. Aspecto que ha siso solventado en su edición traducida al español.
El mismo autor, a lo largo de
las historias, se muestra disconforme con el desarrollo de la narración. Tanto
en “Young Gods” como en “ParadOxman”, Barry
aparece como un protagonista más, intercambiando dudas, información y
peticiones con los personajes. En una suerte de guiño pirandelliano BWS surge en el 5º capitulo de “Young
Gods” pidiéndoles permiso para vincularlos en tramas románticas o su licencia
para mostrarlos desnudos, lo que provoca las burlas de “Adastra” ante un
estirado “Príncipe Heros” obligado a mostrar su regia pilila en nombre del
arte, o su sugerencia de mostrarla desnuda en un póster central cual conejita Playboy.
En “ParadOxman”, BWS mantiene en el 8º episodio una
conversación con “Tristan” sobre la conveniencia de elipsis narrativas en el
desarrollo de la historia, o el escaso placer que para un personaje ficticio
supone fumar falso tabaco y beber vodka adulterado en tinta. La disparidad de
opiniones entre creación y creador, en una conversación mantenida en un
decorado sacado de la serie “Los Supersónicos”, provoca la airada marcha del
personaje.
BWS no
utiliza textos de apoyo en ninguna de las historias, dejando que sean los
personajes, que en muchos casos actúan como narradores, los que marquen el
discurso narrativo de las obras. A su vez esto evita los pleonasmos que produce
la coincidencia entre lo escrito y lo dibujado.
En “Freebooters”, asistimos a
una búsqueda iniciática, en la que el púber “Aran Ana-Kashan” llega a la mítica
ciudad de Shahariza buscando al mítico “Axus The Great”. Antaño un joven héroe
que salvó al mundo y actualmente un maduro seboso que actúa como atractivo
turístico de la ciudad. De vez en cuando, para revivir viejas experiencias y
mantener su leyenda, ataca a los hombres de “Kalif-Anuk” señor de la ciudad, el
cual consiente sus tropelías a sabiendas de los ingresos que “Axus” supone para
la ciudad y también como resultado de una enemistad pública que oculta una
amistad y gratitud privada por ambas partes.
“Aran” solicita la ayuda del
antiguo héroe para enfrentarse al renacer del diablo “Uta-prime”. “Axus” ya se
enfrentó y derrotó al demonio, pero ahora todo da a entender que el fondón
guerrero y sus maduros guerreros, los “freeboteers”, no podrán evitar el
advenimiento invocado por el gran sacerdote “Ammon-Gra”.
Agrada la preocupación de BWS
por dar un matiz coral a la obra, dotando a los personajes de voz propia, lo
cual se traduce en la creación de varios idiomas para los personajes. Usa
diferentes tonos narrativos: cómico, romántico, heroico,... dependiendo del
pasaje. Destaca la desmitificación de los personajes, “Aran” es desmontado nada
más llegar a Shahariza, “Axus” recurre a la aerofágia para vencer a sus
enemigos. Intercala la narración directa de las poco heroicas aventuras
actuales, con el uso de juglares que glosan lo épico del pasado de “Axus”.
“The ParadOxman” cuenta las
desventuras de “Tristan Caine”, presuntamente un hombre de nuestra época
perdido en el tiempo. En todo momento se juega con la noción de realidad-irrealidad,
presente-pasado-futuro. Las primeras páginas de la historia marcan el concepto
rupturista de espacio-tiempo en la serie, un hombre subido en una moto viaja en
el tiempo hasta la prehistoria donde es abducido por alienígenas.
Asistiremos a una narración
fragmentada en la que se nos hará dudar sobre la capacidad de juicio de un “Tristan”
sometido a estudio psiquiátrico por una fría doctora. Habla de un futuro
inhóspito donde el desarrollo de la realidad virtual resultará en una 3ª guerra
mundial. Pinta un presente deshumanizado, en el que el contacto humano es
inexistente y fumar es ilegal. Refleja un pasado en el que los seres vivos son
cobayas de un gigantesco laboratorio extraterreno. Con todo hay aspectos
positivos como la existencia de la amistad incluso en tiempos difíciles y la
posibilidad de mantener la cordura en las situaciones más desquiciantes.
Al alternar la narración en
1ª persona con la directa, podemos comprobar la veracidad de lo narrado. La
doctora de la que desconfía “Tristan”, proyecta una sombra de insecto aún
cuando éste no está. Es ésta la serie más experimental, intercalando diversas
técnicas de narración y de dibujo. En el capítulo 6 todos los diálogos son en
idioma alienígena, en el 8º vive en un mundo de dibujos animados, donde su vida
es una serie televisiva.
“Young Gods” es una serie de
guión sencillo y dibujo claramente deudor del de Jack Kirby, al que dedica el
proyecto. Nos encontramos ante una especie de mezcla de los mundos de “Thor” y
de “los Nuevos Dioses”. La trama era en un principio muy sencilla. El príncipe “Heros”
animado por su primo “Strangehands” y su futura cuñada “Adastra”, se dispone a
correr una última juerga cazando dragones la noche antes de su boda. Un enlace
no deseado pero necesario por cuestiones de estado.
Su decisión provoca la furia
de su padre “Otan” y la rabia de su suegra “Organa”, señora de Orgasma. Esto es
aprovechado por el insidioso visir, que quiere ser califa en lugar del califa,
para establecer un pérfido plan que podría desembocar en la llegada del
Ragnarok.
De todos sus personajes BWS centra la atención en “Adastra”. Es
presentada como una diosa guerrera, juerguista y muy humana. Repudiada por su
madre a causa de su pérdida de virginidad a manos de lujurioso “Aragon”, se
refugiará en la Tierra donde al perder todos sus poderes, incluido el del
vuelo, convivirá con los terrestres que le influirán totalmente. Su
preocupación por la celulitis o su referencia a “Star Trek” —Bean me up, Scotty!—, muestran su
humanización.
En su momento la editorial Planeta
DeAgostini publicó el volumen de «Adastra en África», y parte de la
colección de «Storyteler» dentro del pretigio «Jóvenesdioses
y amigos». Decisión que ha reproducido la editorial Dolmen.
Antes de que te plantees la
compra de este título –que ronda los 30 €– te aconsejo que le eches un buen
vistazo, bien en tu librería habitual o en tu biblioteca de referencia, amable
leyente.
A “coeur plein” te agradezco la publicación de textos expresivos como
éste, que transmiten la impresión lectora de que la visión reproducida de la
belleza provoca sentimientos oníricos en su lector/espectador.
Respecto a la gestión política de todas las medidas implementadas para
combatir la pandemia –y a nuestro comportamiento social e individual– debo
admitir provocaron en mí un desencanto del que no he sido capaz de salir.
Me fascina Alexandra Jiménez, su presencia en cualquier película o serie
hace que me interese verla –interés que rara vez se ha convertido en
decepción–. Y si a ella le sumamos tu valoración, anticipo que disfrutaré con “Menudas
piezas”.
Imagino que Bilitis no estaba hecha para ser cantada en poemas ajenos,
sino disfrutada en versos propios. Cuando el arte imita a la vida suele
funcionar de pleonasmo respecto a lo sustantivo de vivir.
Un texto ingenioso y brillante, una brisa fresca que despeja la niebla
que nubla ánimo al alejarlo de la realidad y acercarlos al deseo. Desearía
estará allá, allá lejos, donde anida esa ave que vuela solitario y no en
manada.
Gracias por esta invitación instantánea a hacer lo inesperado: a volar
como peces, a disfrutar como humanos. La rutina reconforta en momentos de
desconcierto. Los humanos y los peces somos seres rutinarios, es más cómodo
vivir a favor de corriente. Pero cuando nos toca remontar en el río de la vida
es cuando quizá demostremos lo más maravilloso de nuestras especies.
Reaccionar ante lo inesperado, improvisar frente a lo imprevisto, nos
reaviva. Todos lo sabemos, todos sabemos de las ventajas que conlleva no
transitar siempre por el camino concurrido. Pero, se nos olvida.
Mañana será lunes. Volveremos a la rutina. Y lamentaremos no haber
aprovechado un rato de este fin de semana para hacer lo que nos dé la gana,
para improvisar una nueva forma de holgazanear o empezar a dejar de quejarnos
por lo rápido que pasa “el finde·. El lunes retomaremos las rutinas, entre
ellas la de porfiar en que este fin de semana por fin nos sentiremos como pez
en el agua.
(Reedito mi comentario anterior, ante lo sonrojante de misdespistes gráficos)
Gracias por este ensayo, como todos tus textos es un asesino del
aburrimiento.
Este lunes iré a mi biblioteca pública habitual (los domingos cierra a
las 14:00 y ando liado oficiando de cocinillas) e intentaré sacar ésta o
cualquier otra novela de Isaka, o cualquier autor japonés (no recuerdo haber leído
“noir” escrito por alguien de esa nacionalidad).
Mis gustos de los años 80, década en la que transcurrió mi paso de la
adolescencia a la juventud, han conformado en gran medida mis criterios
artísticos. A lo que se une que mi precariedad económica me lleva a convertir
la adquisición de un libro, película o disco nuevo en un acto que me censuro.
Por suerte tengo una buena biblioteca y una mala memoria, lo que me permite
recuperar obras que releo con la curiosidad de una primera vez. Ahora estoy
releyendo en cómic la “Liga de la Justicia” de Giffen y DeMatteis (en su
edición de Zinco) y en libro “The Grifters” de Jim Thompson.
Gracias por compartir tus dos poemas. Su lectura es reconfortante ante
las nubes de tormenta con las que los señores de los elementos se empeñan en
atenazar un cielo libre e infinito.
Como bien escribes, las nubes “agitan banderas blancas que van marcando
la paz” de nuestro ánimo al observarlas y fantasear con ellas.
Tras
tanto mareo provocado, llega el momento avocado de bailar abrazados.
Sin entrar en muchos detalles —que luego me
desoriento y convierto mis reflexiones en laberintos— debo reconocer que mi más
preciada creación, lo más cercano que nunca he tenido a un hijo, es mi
personaje de Nino Ortea.
Cual Gepetto, me gusta tallar figuras con mis
palabras e insuflarles vida con mis ilusiones. A falta de madera —que aunque
haya sido un pirata malo, no tengo ninguna pata de palo— me baso en
experiencias ajenas y propias para repujar escenarios ficticios recubiertos del
barniz de la realidad. Un poco de esto, un algo de eso, sombra aquí, sombra
allá, unos polvos mágicos y, en lugar de un conejo, saco un personaje de mi
chistera.
En el caso del asombrosamente menguante Nino Ortea,
su nombre es resultado de la nada original conjunción de mote por el que me
llamaba mi madre –ni cuando me reñía me llamaba por mi patronímico– con mi
apellido paterno. La idiosincrasia de mi heterónimo, su vita operandi y su
modus vivendi son un mero juego de espejos y humo, articulado sobre las
fallidas percepciones de quienes creen conocerme bien, y como mucho me
prejuzgan por mis apariencias o sus carencias. Habitualmente es él quien viene
al rescate de mi persona en desiertos de misantropía. Ocasionalmente, soy yo
quien acudo al rescate del personaje en naufragios en tierras extrañas al
afecto.
Gustaf Adolf Tenggren - Pinocchio & Geppetto
Del King Kong virulento con que me animalizan
quienes me violentan, al Peter Pan irredento con el que fantasean las Wendys
que me niegan. Del pendón irredento –enamorador de damas de alta cuna– al
romántico irredento –enamorado de lozanas de cama accesible–, hay una
diferencia basada en que el latido de quien me atienda de corazón lo haga al compás
de una sístole o al destiempo de una diástole.
Pinocho es el mismo, lo que varía es la percepción
ajena. En ti, afable leyente, está ese toque vital –como el de un hada azulada–
que le confiere su vida anhelada.
Lo
que debe pasar, pasa. Y un día, ya no estamos
Cuidado al reproducir este clip, contiene la
escena final de «Pinocho» –Guillermo del
Toro (2022)–.