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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

viernes, 29 de junio de 2018

Los porqués de mis cosas

Hola:
El de hoy se presenta como un día de despedidas.
Ha fallecido el escritor estadounidense Harlan Ellison. Más allá de sus trabajos literarios, probablemente hayas disfrutado de muchos de sus guiones cinematográficos o televisivos.

Por otro lado, hoy me he decidido a despedirme por el momento de este blog.
Han pasado casi diez años desde que abrí «Ven y enloquece». Y, sinceramente, estoy desmotivado para continuar blogueando. Tanto lo vivido como lo fantaseado aquí durante esta década son actos de ilusión de mi persona y actuaciones de ilusionismo de mi personaje. Pienso que, en gran medida, esa combinación entre Realidad y Deseo habla de cómo he vivido estos casi 3650 días de navegación en Internet: como un náufrago que nunca ha estado solo. Gracias por no haber hecho de las vuestras unas costas extrañas para este Gulliver.

Incluso en el caso de textos aparentemente livianos, si me fijo en la foto que los acompaña, en su título o en la fecha de publicación, veo matices muy personales. Y es que, a base de topetazos con la Realidad, este proyecto artístico se fue convirtiendo en un libreto expresivo de mis deseos: encontrar tranquilidad, aislarme de los excesos y dejar que mi personalidad ensoñadora —la que firma como Nino Ortea—diera cuerpo a su anhelo literario.
Atrás fueron quedando mis fantásticas intenciones para ese blog, impregnadas de la sinceridad que permite la inmediatez en Internet. Siempre vi en «Ven y enloquece» un valor instrumental: lo entendí como una mera herramienta de aprendizaje del proceso de creación literaria. Mi heterónimo no era del mismo sentir: él tenía para este blog grandes planes, de ahí que siempre que yo me proponía dejarlo atrás, él lograra que los dos acabáramos volviendo aquí. A este escenario que para él siempre ha tenido esa magia comunicativa que conlleva la ruptura de la cuarta pared y hace que el personaje se convierta en escritor, y los lectores en coautores. Muchas de sus “enninaciones” son resultado del efecto exultante que en él ha producido el privilegio de contar con la compañía lectora y recreativa de personas como Clarisa, Demiurgo, Carmen… O más recientemente Mujer Virtual, cuyos comentarios frescos en entradas que temía marchitas me han hecho darme cuenta de que, en gran medida, las decisiones que he ido tomado respecto a «Ven y enloquece» acabaron resultando acertadas.



Pero, es un hecho que —a medida que mi condición de ficcionador se ha ido asentando en el mundo del papel— me he ido alejando del universo digital. No miento cuando afirmo que, como persona, recelo de Internet; pero mentiría aún más si no admitiera que mi heterónimo es feliz aquí junto a vosotros, amables leyentes.
A mí —Nino— me gusta el mundo del papel, abordar el reto que conlleva la realización de un libro. La explicación es sencilla: a la parte creativa, se une el aliciente de solventar el enigma que supone el emprender cada autoedición. Elegir el tipo de paginación, la tipografía, la cubierta… No voy a cometer la boutade de comparar cada uno de mis libros con un hijo, pero han sido fuente de ilusión y lo son de esperanza.

En mi constante persecución del cambio, me había propuesto para este año el reto de lograr que una de mis novelas o antologías fuera editada por otros. Ésta es mi idea de profesionalización: lograr que un profesional literario muestre su interés por publicar mi obra. Y no desisto de ella, aunque soy consciente de que su materialización no depende de mí, sino de un capricho del destino. Pero soy tan caprichoso como tozudo, y no me llevo mal con el Destino. Por lo que me mantengo en la intención de que mi ficción sea editada por otro.

Pero Nino Ortea necesita este blog. Y si quiero que esté contento no puedo quitárselo. He llegado al siguiente acuerdo con él: nos tomaremos unas semanas alejados de Internet. Sólo me conectaré por motivos personales al correo electrónicos. Durante este tiempo, buscaremos una nueva manera para bloguear de acuerdo con nuestras inquietudes —el blog no es sólo suyo, también es mío y vuestro—.
Tanto mi heterónimo como yo nos reconocemos fascinados por el “decadentismo”—embellecemos una vida afeada por la Realidad— y coincidimos en querer evitar la decadencia de «Ven y enloquece».
Hace casi diez años, la entrada “El porqué de las cosas” supuso el punto de arranque de este blog. Hoy, estos porqués suponen un punto y aparte.

Gracias por venir y enloquecer, amable leyente.

Te deseo AMOR, te deseo El CIELO.


Y ahora comienza el silencio loco.


jueves, 21 de junio de 2018

Recortes de Junio, 2018 I


Buenas tardes, Mujer Virtual:

Gran poema. Gracias por compartirlo.
La entrega a la soledad no conlleva ninguna rendición (más bien es un acto de reafirmación personal), ni abandono (solemos acudir a nuestro encuentro). Si todos alabamos “el deseo”, sería lógico que todos disfrutáramos con la soledad deseada. Pero, como bien sabes, no es así: son muchas las personas que no soportan estar solas y no toleran que otros busquemos estarlo.
Feliz domingo, Mujer virtual.


Buenos días, Clarisa:

Me ha emocionado profundamente la lectura de tu poema. Gracias por poner palabras a esos sentimiento tan íntimos como universales.
Por suerte, envejecer no mata al niño que hay en nosotros. Por desgracia, tampoco mata esos temores que nos atenazan desde la infancia. Al leerte, ahora y siempre, me siento un niño, pues tus palabras hacen que vea las cosas con la naturalidad y sienta las sensaciones con la naturalidad de un niño. Tienes el don de enlazar emociones universales en tu uso personal de nuestro lenguaje común. Eres una gran humanista, Clarisa: tus reflexiones nos abarcan a todos como personas, independientemente de nuestros condicionamientos sociales o de las casualidades que acompañaron nuestro nacimiento.
No hay nada peor que el temor a uno mismo. Y yo lo padezco. Temo mi tendencia al caos, a mi capacidad para entregarme al desorden. Al hacerlo me siento energía, pero no persona. Realzo mi individualidad y me aisló.
Me fuerzo a mantenerme en el orden. A imponerme una rutina. A leer y escribir. Me hace bien sentirme persona. Me hace bien leerte, clarisa. No puedo ni quiero negar que admiro tu brillo literario, pero ante todo me atrae tu calidad humana. Leerte ayuda a que retome el contacto con mi “yo” que es “nosotros”. Leerte me ayuda a ser consciente de mis temores e impedir que permita que me aíslen. Leerte me ayuda a sonreírle a la pantalla mientras te escribo.
Un abrazo agradecido, Clarisa.

Muy buenas, Kasioles:
Pues sí, estamos viendo una primavera loca. Pero quizá con su locura busca inspirar textos tan sentidos como los que compartes y naturaleza tan salvaje como la que te rodea.
Es siempre una delicia el leerte.
Te deseo lo mejor.
Feliz miércoles.

Muy buenas, Alma:
Es de agradecer el cuidado con el que desarrollas este tipo de entradas cíclicas, a las que dotas de una plena personalidad a la hora de tratar cada apartado.
Uno puede compartir o no tus recomendaciones, pero siempre disfruta con tus delicadas valoraciones.
Por cierto, a ver qué te parece “Dark Crimes”. Me sorprendió la interpretación de Jim Carrey, lo encontré brillante.
Un gran abrazo, Alma.

Buenas tardes, Carmen:
Coincido con tu reflexión. No lo hago desde la certeza, sino que desde la intuición, pues mi natural despistado hace que, habitualmente, se me olvide aprender.
Además, creo que la curiosidad es lo que nos hace humanos. Después de todo, nacemos y morimos en la más completa ignorancia de lo que nos espera al cruzar esos umbrales.
Me alegra tenerte de vuelta, Carmen.
Un abrazo.

Buenas tardes, AtHeNeA:
Puede que lo único cierto en nuestra vida sea que trascurrirá en un caudal de incertidumbres, de nuestro ánimo depende el nadar o hundirnos en ellas.
La Poesía va tan unida a la exaltación como a la intimidad. Puede que por ello las lágrimas sentidas sean un acto involuntario de Poesía, ya que exaltan algo íntimo.
Un abrazo cálido, AtHeNeA.

Buenas tardes, Mujer virtual:
Por suerte, hay puertas que no aceptan que se les eche el cerrojo, y recuerdos que se rebelan a convertirse en olvido.
El pasado en Internet, quizá por la inmediatez con la que llega, está de alguna manera eternamente presente, convertido en gotas de un océano sin tiempo. Acabamos volviendo a lo que fuimos, pues, en esencia, somos lo que siempre hemos sido. Sentir nostalgia es agradecer lo que nos hizo sentir vivos.
Feliz tarde, Mujer Virtual.

Buenas tardes, Auroratris:
A diferencia de los sueños, el material del que están hechas las fotografías envejecen. Incluso las pieles tersas se cuarteaban al encogerse el telefilm.
Apenas guardo fotografías de mi pasado. Incluso ahora, con la profusión de posibilidades para hacer y guardar imágenes, las concibo como un algo efímero. Un refuerzo ocasional cuando dudo si lo que recuerdo fue un sueño.
En la adolescencia me aficioné a hacer fotografías ausentes, en las que no aparecía nada o nadie que pudiera ser identificado. Esas imágenes desenfocadas no buscaban capturar la realidad, sino demostrar que había estado cerca de ella.
Disculpa el tono ebrio de mi comentario, la cuidada crianza de tu relato me ha embriagado.
¡Salud, compañera!

Buenas tardes, Demiurgo:
Creo que John William Waterhouse se sentiría satisfecho al comprobar que su arte sigue inspirando arte, como el que tú escribes.
La belleza es algo natural, nunca resultante del artificio. Por eso el lenguaje debe ser natural y sencillo para representar la belleza. Lo artificioso puede resultar deslumbrante, pero es tan vació como esos poemas, relatos o novelas que están escritos con artificio, no con alma.
Tú escribes con alma, Demiurgo. Eres fiel a lo que sientes.
Gracias por compartir tu perspectiva.

Buenas tardes, Frodo:
Me gusta, la que más, la composición de Nilda: expresiva, sencilla y elegante.
Me llama la atención la cantidad de cartas que usan como tapete el suelo, quizá como metáfora de cómo están nuestras vidas cuando las confiamos al azar.
Un abrazo rocanroleante, Frodo.

miércoles, 20 de junio de 2018

20 de junio, luz en un día gris


De nuevo me ha (re)animado recibir el afecto de Clarisa Tomás Campa: hay voces que hacen más nítido el silencio de otras, hay personas que humanizan lo que en otros es vanidad…

Quizá el mundo de la creación artística sea el campo apropiado para plasmar la disyuntiva entre “La irrealidad y el deseo”. Aunque, sin ningún quizá, son muchos los vanagloriosos que viven en la irrealidad de sentirse amados/queridos/aceptados sólo por acumular gestos vacíos en las redes sociales.

La realidad es esto: el aprecio real.

Por eso agradezco tanto el aprecio que se me muestra con actos que van más allá de una pulsación en Internet.



La irrealidad y el deseo es otra entrada transmutada de cara a su inclusión en la antología «Vuelta a las andadas».

martes, 19 de junio de 2018

Junio 19, llueve

La voz humana es una de las entradas que más he cambiado de cara a su inclusión en la antología «Vuelta a las andadas».


Lo más evidente es el cambio en su título, que ha pasado a ser Sin noticias de Dios. También he eliminado todos los corta/pegas de la canción Ma quale idea? del disfrutante Pino D'Angiò. Y quitado ciertas referencias que eran un mero maullido a una gatita.

lunes, 18 de junio de 2018

Vuelta a las andadas (literarias y personales)


¿Tiene sentido autopublicar un libro que, de corazón, esperas que nadie, salvo tú, compre?
Sí, cuando confías en que algunos lo lean.
Este aviso de edición no lo iba a bloguear, pero tras escuchar a Auroratris he comprendido que mi actitud estaba equivocada: no puedo prohibir que se lea lo que pongo en oferta pública y, cualquier persona, puede comprar.


Acabo de autopublicar en Amazon «Vuelta a las andadas» —colección de treinta y tres entradas publicadas en “Ven y enloquece” entre octubre de 2010 y abril de 2012—. 
https://venyenloquece.blogspot.com/search/label/II

Textos que puedes leer de forma gratuita en este blog, donde se encuentran tal cual los publique´, sin que haya rectificado en ellos las faltas y despistes que he detectado al corregirlos para esta edición.
La etiqueta “II” agrupa estas entradas.
Esta antología es un mero ejercicio de estilo y un nuevo ejemplo de mi “caprichosidad”. De ahí que no espere de nadie que se gaste dinero en comprar el libro. Y menos en su edición electrónica, ya que no la he supervisado y he permitido que Amazon comercialice la versión que crea por defecto.

Como “ejercicio de estilo”, «Vuelta a las andadas» es una comprobación, una “galerada”, de las variaciones en formato y tipografía que he decidido usar para dar cuerpo mi anticipada “novela parisina” —la cual aparecerá este mes octubre, y que sí que os agradeceré que adquiráis si la propuesta os parece interesante—.
Como exaltación de esta vuelta a las andadas de mi “caprichosidad”. ¿Qué puedo contaros que no me lleve a la digresión? Quizá todo se resuma en admitir que estoy en un momento de crisis creativa: la idea de profesionalizarme no la acabo de acoger con ganas, de ahí que esté optando por el refugio de la autoedición, mientras decido si me atrevo o no a medir mi valía dentro del mercado editorial.

En su mayoría, las “enninaciones” que he seleccionado para «Vuelta a las andadas» se agrupan en tres grandes líneas temáticas.
Por un lado están algunas “deliranzas” —composiciones inspiradas por la “Literatura del delirio”, en las que lo escrito es resultado del flujo de sensaciones resultantes de ponerme frente al ponerme ante el teclado, no de una intención redactora previa—-.
Por otro lado, figuran varios textos en los que se aprecia la consolidación de mi idea de dar por concluido el blog “Ven y enloquece”, al que veía como una obra literaria y, como tal, necesitaba ponerle un punto final —aunque mi decisión de aquél 3 de julio de 2011 resultó ser un punto y aparte—.
Y por último, aparecen una serie de entradas marcadas por una reflexión —fronteriza con “el esperpento”— sobre la situación económico-social que vivía (¿vive?) mi país, España. Textos que en su mayoría publiqué en el espacio, ya desaparecido, “Vivimos tiempos difíciles”.

Ésta es la segunda antología que publico de contenido del blog. A diferencia de la miscelánea anterior —«¡Bloguea o revienta!»—, no he reescrito los textos, ni aporto ningún comentario o fotos que los acompañen. En «Vuelta a las andadas» me he limitado a corregir los errores o despistes presentes en los textos y a eliminar las partes en su contenido que lo anclaban a la condición de entradas para blog —acondicionamiento editorial que ha forzado el que dos de los títulos de los textos no se correspondan con los que presentan en el blog—.
Mi intención al autoeditar «Vuelta a las andadas» es la de ofrecer una manera diferente de leer estos textos: poder disfrutarlos sin los condicionamientos que presenta el acceso a Internet; y a la vez abordarlos como una lectura personal.
Gracias, amable leyente, por tu aprecio.

Por cierto: a día de hoy vuelvo a las andadas.
Me voy a tomar unas semanas para decidir —confío en que esta vez lo haga con firmeza— cómo orientar tanto mi trayectoria personal como mis inquietudes literarias. Sucesos recientes pueden ser una señal de que he retomado conductas que creía abandonadas. O, la confirmación de que mi cambio no conlleva mi abandono. Fui, soy y seré “Nino”.
Estoy bien.
Por favor, no te preocupes por mi silencio.
¡Salud y suerte, amable leyente!

jueves, 14 de junio de 2018

Logran reducir la metástasis cerebral con terapia basada en el cardo mariano

Investigadores españoles crean una nueva terapia que aumenta la esperanza de vida de pacientes con metástasis cerebral.

Manuel Valiente, jefe del grupo de Metástasis Cerebral del CNIO, ha liderado este ensayo preliminar, de uso compasivo, que supone una prueba de concepto de que este compuesto podría ser una nueva alternativa para tratar la metástasis cerebral.
Está basado en una sustancia natural llamada “silibinina”, presente en el cardo mariano.


Su ensayo preliminar ha sido un éxito en 18 pacientes: el 75% reaccionó positivamente y sin efectos secundarios.
Los autores insisten en que no es una cura para el cáncer, pero sí aumenta la supervivencia.


Para leer información detallada, visita este enlace:
https://www.cuentamealgobueno.com/2018/06/logran-reducir-la-metastasis-cerebral-con-revolucionaria-terapia-basada-en-una-sustancia-del-cardo-mariano/



Gracias.

domingo, 10 de junio de 2018

Un nuevo test molecular permite identificar qué mujeres se pueden librar de la quimioterapia


Os invito a leer esta entrevista esperanzadora que el periodista  Daniel Mediavilla realiza a Joan Albanell —jefe del servicio de oncología del Hospital del Mar de Barcelona— para el diario El País.




La entrevista tiene lugar tras la presentación de un amplio estudio, financiado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE UU, muestra que, aplicando el test molecular Oncotype DX, es posible librar de la quimioterapia y sus efectos secundarios al 70% de las mujeres que sufren el cáncer de mama de mejor pronóstico (hormonodependiente, sin extensión a los ganglios de las axilas y negativo a la proteína HER-2).


martes, 5 de junio de 2018

Disfruto de calidad de vida



Disfruto de calidad de vida.

Dada mi vida sin excesivas obligaciones, disfruto de bastante tiempo cualitativo. Para protegerlo he tomado decisiones vitales que hacen que mi vida muestre limitaciones en lo material y en lo social. Escribir es uno de los actos más placenteros a los que dedico mi tiempo cualitativo. Para mí, escribir es un deleite; no un sufrimiento. Por eso me alegra saber que otras personas disfrutéis con lo que escribo. GRACIAS.

 Playa de San Lorenco. Gijón. 03-VI-2018

Me disgustan las esperas impuestas.

Mi disfrutar tan personal del tiempo hace que su paso me queme cuando me veo forzado a una espera impuesta por actos fortuitos; y que me desespere al sentir cómo otros vampirizan mi tiempo. Pocas situaciones me alteran tanto como el que otros no le den importancia mí tiempo y que encuentren en el que yo sí lo haga una muestra más de mi ¿“egocentrismo”?.

Quizá por ese valorar mi tiempo, también valoro el ajeno. De ahí que no me guste hacer que otras personas lo malgasten conmigo. Me suelen acusar de ser desapegado o descortés, por no andarme con rodeos en lo personal, o por no enredarme en los formalismos de las redes sociales. Pero mi inexistente descortesía, es una simple exteriorización de mi aprecio por el tiempo. De ahí que agradezca tanto tu tiempo de lectura, amigo lector.

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