CA7RIEL & Paco Amoroso - PAPOTA (Short Film)
Hola, Demiurgo:
La curiosidad puede tener resultados trágicos, intentar desvelar el
misterio que hay detrás de la forma de anudar una corbata o de aflojar una
coleta puede acarrear la delación de una atención indebida.
Un abrazo.
https://eldemiurgodehurlingham.blogspot.com/2025/03/este-jueves-un-relato-escena-de-un.html
Hola, Erik:
Por suerte, casi todos “no somos muy así”. Pero sólo en privado o en
privacidad compartida. Tenemos peculiaridades que conforman nuestra identidad,
que a prejuicio ajeno suelen ser denigradas como ‘rarezas’. En privado, casi
todos nos alejamos del adocenamiento. Cuando nadie nos ve, “no somos muy así”.
Cuando conformamos multitud, nos conformamos con ser como nos toca.
La valía y el valor están en la peculiaridad pública, en mantener
criterios que nos identifican aunque otros intenten aislarnos en base a ellos.
Comprar una película, escribir una carta, consultar una enciclopedia… son actos
tachados de anacrónicos por la voz intachable del pensamiento unívoco.
Gracias por tu alta fidelidad a tu identidad.
https://noctambia.blogspot.com/2025/03/alta-fidelidad.html
Hola, Susana:
Quizá la relación entre PePé y paripé sea pura cacofonía, una disonancia
entre lo que se dice y lo que se airea.
Un abrazo.
https://historiademivida70.blogspot.com/2025/03/hacer-el-paripe.html
Hola, David:
Confío en que tu ausencia blogueante fuera resultante de tu deseo
caprichoso, no una imposición de la realidad.
Todo un aprendizaje y un divertimento el leerte. Y también un ejercicio
fiable de socialización, charla y lectura.
Aunque su final fue el peor, la historia de Eugene Izzi me parece la
mejor. Intentaré conseguir ejemplar de su poco ejemplarizante novela “El
criminalista”.
Un abrazo.
https://balasyestrellas.blogspot.com/2025/03/nunca-te-fies-de-un-escritor-de-novela.html
Hola, MARÍA:
Todos somos muy solidarios con lo que hace que no nos sintamos
solitarios, pero pocos sentimos la solidaridad que aireamos.
Puedo tener muchos defectos, pero no el abandono de ser vulgar: sé cuál
es mi lugar. Y mi lugar nunca está junto a los abusones. Mi cobardía, que no
prudencia, me impide combatirlos, pero no alejarme de ellos. Evito no ya
admirarlos, sino mirar lo que hacen. Ser espectador de sus abusos públicos.
También evito ser su marioneta o altavoz. De ahí que me niegue incluso a decir
o escribir su nombre. Les dedico el epitafio que Shakespeare escribió como despedida
para ‘Hamlet’: “The rest is silence”.
A diferencia de Odiseo frente a Polifemo, ellos airean su nombre. Somos
nosotros quienes debemos optar por hacer de su nombre ‘ninguno’.
No he visto la película sobre Bob Dylan, pero sí que fui a uno de sus
adormecimientos. Por suerte, en la plaza de toros estaba abierta la cantina; y
allí pude esperar a que mi huracanada desacompañada pasase a buscarme una vez
acabado el concierto.
Un abrazo conocedor del afecto, MARÍA.
Hola, Carlos.
Gracias por este poema en el que, de nuevo, das palabras a sentimientos
de todos.
Un abrazo.
https://lajorobadelcamello.blogspot.com/2025/03/mujer.html
Hola, Susana:
Las buenas personas pueden cometer algún mal acto y viceversa.
Y sí, hay personas malas por naturaleza; lo preocupante es la
fascinación que despiertan entre aquellos a los que desprecian.
Un abrazo.
Hola, MARÍA:
Vimos tiempos inciertos, en los que revivimos amenazas que creíamos
haber dejado atrás. Quizá la culpa de todo la tenga el bienaventurado
autoengaño que nos ayuda a querer seguir vivos en situaciones en las que lo
juiciosos sería finiquitarse.
Quieren que vivamos con miedo –no paran de aterrarnos con la inminencia
de una nueva pandemia, de una nueva guerra o de un nuevo cataclismo bursátil;
mientras no hacen nada para solventar los terrores ya existentes–. Nos culpan
de ser nosotros, los administrados, quienes posibilitamos que esos terrores se
hagan realidad: se individualiza la responsabilidad de catástrofes sociales.
Me temo que todos los tiempos son inciertos: mi madre quedó huérfana en
una España dictatorial antes de ser mayor de edad; mi padre casi nace en la
celda de una cárcel; mi hermana, mi amigo Antxón, tú o yo… la mayoría de
nosotros hemos afrontado amenazas de exclusión social o de muerte física. Y
aquí estamos los que seguimos estando: viviendo.
Por dos veces me han intentado matar, amiga MARÍA. En una de ellas logré
identificar al homicida potencial, pero no fue llevado a juicio. La otra fue
una paliza en grupo. Una en 1981, otra en 2002.
Mi respuesta ante los que quieren que viva con miedo es vivir a mi
manera. No hacerme eco de las bravatas de los abusones. Ignorar sus amenazas. Combatir
sus abusos. Vivo en la periferia del sistema, pero soy feliz con mi vida.
Un abrazo lleno de resistencia.
https://hablacontusamigos.blogspot.com/2025/03/de-que-se-trata.html
Hola, MARÍA:
Lo único que he aprendido de los violentos es a intentar evitarlos, pero
no siempre lo logro. Y cuando me acorralan sufro esa violencia.
Un abrazo.
Hola, Susana:
¿Por qué te leo? Porque escribes en libertad y desde el respeto al no
coincidente.
Un abrazo.
https://historiademivida70.blogspot.com/2025/03/por-que-escribo.html