Yo soy el primero que desatiende las problemáticas ajenas, así que entiendo muy bien a los que hacen de sus excusas razones para centrarse en lo suyo. De ahí que no sólo me está sorprendiendo vuestra respuesta, si no que en algunos casos me ha emocionado.
Más allá de agradeceros la firma del escrito, quiero reconocer vuestra ayuda a mantener viva mi esperanza en que, con el tiempo, llegaré a ser una persona desprendida como vosotros.
Salud y suerte a todos.
Nino