Con suerte, algún día en cualquier esquina, te cruzas con alguien con quien acomodas el ritmo vital.
Alguien junto a quien estos tiempos difíciles que vivimos se transforman en memorables, al compartir experiencias de azúcar o de sal.
Junto a ella procuras compartir la magia de lo cotidiano, buscas tu reflejo en su sonrisa, te empapas de su perfume en cada amanecer compartido, le levantas la falda si se deja…
Y, ante todo, sigues aprendiendo y disfrutando.
Escena del episodio 107 de la serie "Don Gato". |
Nino
Cuando pulsé algunas de tus entradas anteriores, inconscientemente volví al punto focal de mi desamparo, [31 de agosto de 2015], no me di cuenta hasta después que regresé a leer tus respuestas que había vuelto la vista atrás, lo hice aún con dolor pero si ira.
ResponderEliminar"No nos damos cuenta de que esos atajos son, en realidad, las paredes del laberinto que nos lleva al corazón de las tinieblas".
Un beso, Nino, esta entrada la he comprendido y me ha gustado mucho la reflexión
Muy buenas, Mujer Virtual:
EliminarTe agradezco mucho estos comentarios lectores que estás realizando en entradas que no son novedosas en lo temporal pero siguen vigentes en lo emocional. Con tus comentarios me estás ayudando a comprobar lo acertado o equivocado que estuve al tomar ciertas decisiones sobre el estilo y enfoque de los textos que blogueaba. Ahora estoy en otro momento de toma de decisiones creativas, confío en no equivocarme en exceso.
Por ejemplo, a mediado del año 2012 decidí dejar de compartir este tipo de textos con una temática sociopolítica muy marcada (comprendí que no era lo mío, ya que mi fuerte está en la expresividad desde el yo, no en la reflexión desde el “nosotros”). Además, mi gusto por personalizar el lenguaje al escribir creación literaria, hace que la realidad que busco comentar aparezca deformada.
Muchas gracias por tu compañía mayéutica, Mujer Virtual.
Aquí detengo un poco, parece que la tormenta de recuerdos se avecina.
ResponderEliminarEdito:
"lo hice aún con dolor pero si[N] ira.", que se me había perdido una letra
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarY vuelvo al mismo punto, Agosto es el mes en que di por finalizado mi matrimonio de cientos de años y aunque no me pesa la decisión que tomé en su momento, siguen pasando los "Agostos" y me sigo cuestionando en los "por qué"
ResponderEliminarCosas que pasan, supongo
Te envío un beso, Nino ya lo ves, prefiero moverme en tus recovecos que en tus más recientes publicaciones
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarDe agosto a diciembre son tiempos de desastre mental para mí, intento superarlo pero me doy cuenta que no funciona.
ResponderEliminarLas personas a mi alrededor creen conocerme mejor que yo, creen que quiero volver atrás, de querer hacerlo podría, no volver al pasado, sí volver a lo que era, no comprenden que mi desamparo es por la herida de la decepción y que por nada volvería a lo mismo. Tengo claro eso, pero no comprendo por qué sigo estancada en el mismo sitio, sin avance ni retroceso, mi mente es caótica
Buenas tardes, Mujer virtual:
EliminarSomos cíclicos, como lo es la vida. Si la Naturaleza se repite en estaciones, es natural que nosotros repitamos estados de ánimo.
Cada decepción vital deja una herida que no cauteriza, ni el paso del tiempo ni la muerte de los sentimientos logran que ese tajo deje de agrietar nuestra piel sentida.
Nuestro estado natural es el caos, ser fiel a nuestro sentir conlleva entregarnos al caos.
Un abrazo, Mujer Virtual.