Pero aquí en «¡Miau y enloquece!» es noticia
que Nino Ortea vuelve a las andadas,
enfundándose otra de sus siete vidas; en esa ocasión la del reportero felino Minino Gatea. Pasamos a reproducir las
que son sus primeras declaraciones al respecto:
“Nunca he sido un buen estudiante, quizá por
ello he necesitado diez años para completar un aprendizaje básico en el proceso
de escritura creativa. ¡Toda una década para asimilar conceptos que, imagino, se
imparten en un taller literario sencillo que dure dos semanas!
En
lo literario, como en la mayoría de actos voluntarios en mi vida, he hecho las
cosas a mi manera. Lo que en unos casos ha conllevado hacerlas mal; y en otros,
plasmarlas de una manera objetivamente mejorable, mejora que espero empezar a
aplicar, con agilidad felina, a partir de ahora.
Tras
dos meses de silencio en el blog, vuelvo a «Ven
y enloquece» con ánimo renovado. Si os soy sincero, mi intención no es la
de partir de cero: voy a usar lo aprendido del pasado para evitar repetir
errores pesados. Errores como los que me llevaron a acabar cansado de este
blog.
Reinicio
«Ven y enloquece» con más curiosidad
personal que inquietud literaria. No sé si alguna vez, amable leyente, te has
plantado qué ocurriría si volvieras atrás en el tiempo y pudieras revivir una
experiencia. Mi curiosidad me ha llevado a hacerlo. Sin haber estado muerto,
este bloguero renace con la inocencia y la terquedad de un niño diez años más
joven”.
No quisiera
concluir esta (re)entrada en el blog sin agradecerle a Carmen (sakkarah) su
compañía. Ella ha convertido en cálida esta larga ausencia.
Gracias por venir y enloquecer, amable leyente.
Y aquí y así concluye el primer
comunicado ninista.
Por parte de este columnista gatuno,
sólo recordarle a Nino que además de un mal estudiante es un gran desmemoriado;
dado que el título de este blog ya no es “Ven y enloquece” sino «¡Miau y enloquece!». Desde ahora en este noticiario digital,
la verdad siempre por delante.
¡Que no os den liebre por gato, mis
felinos lectores!
¡Miau!
Me alegra que vuelvas a ser un niño, que vuelvas a escribir y cuentes noticias divertidas.
ResponderEliminarBesos.
Estimada lectora:
EliminarEste reportero tiene un instinto felino para descubrir qué es noticia y cómo contarlo. La vida puede ser muy perra si le ladramos en lugar de maullarle. Y el saber que entre las destinatarias de mis maullidos se encuentra una humana tan atenta, hace que ronronee de satisfacción.
¡Miau!
Buenos días Minino Gatea , lo primero darte las gracias por pasar por mi blog y comentar y dejar allí tu cálido comentario , y también contestar a mi comentario que te deje en la última entrada.
ResponderEliminarQuería decirte , que me alegra mucho la decisión que has tenido y darle las gracias a Sakkarah por animarte a no dejarlo , en cuanto al nuevo nombre de tu blog , esta muy bien al igual que la portada de tu periódico en la entrada anterior , ya que se ve que eres todo un artista , así que ya somos dos .... Yo tengo a mi reportera bloguera flor y mi periódico " Chafardero News " pero por una metedura de pata , hace dos semanas borre todas las fotos de mi blog , así que esa del periódico no la podrás ver , cosa que lamento.
Con tu permiso , me quedo como abonada subscriptora a tu blog y periódico digital , me alegra mucho de que hayas decidido quedarte , por tu bien y el de tus lectores , te deseo un feliz martes , saludos y abrazos de flor.
Buenas tardes, Flor:
EliminarMi nombre literario es Nino Ortea, aunque de manera temporal publique como Minino Portea. Te agradezco, en lo personal, toda la cercanía que me muestras. Creo que lo mínimo que debo hacer es corresponder a tu confianza y contarte un breve lo que sé de mí:
Llevo 10 años en la blogosfera. Son tres las veces que he dado por finalizada mi experiencia en este blog, pero siempre he acabado volviendo a él. Habitualmente firmo como Nino, aunque recurro a otros pseudónimos. El de Minino tiene que ver con la trama de una novela que autopublicaré en octubre en Amazon.
Lamento que hayas perdido las fotos de “Chafardero News”. Como soy dado a cometer errores y a sobrevivir a los despistes, de manera rutinaria suelo descargar una copia del contenido del blog. Gracias por considerarme un “artista”. Soy simplemente una persona con muchas inquietudes y poca vergüenza.
Ahora me vuelvo a pasar por tu blog.
Un abrazo cordial, Flor.
¿Debería alegrarme por tu regreso o darte la bienvenida a blogosfera? No tengo mucha experiencias con blogeros con personalidades múltiples. ¿Sería algo como las regeneraciones de Doctor Who, que tienen personalidades diferentes, siendo el mismo?
ResponderEliminarBien por agradecer a Sakkarah, es una gran escritora, también lectura.
Saludos.
Apreciado Demiurgo:
EliminarNo estoy en posición de decirle lo que debe hacer. Permítame que le transmita mi alegría ante su regreso a este blog a fin de darme la bienvenida. Aunque ya ayer ha tenido usted el detalle de acercarse a saludarme.
Para suerte de todos, tanto los que lo degustaban como los que lo detestaban, Nino ha vuelto pero encarnado en mí, en Minino. Lo cual para él ha sido toda una evolución ya que ha pasado de zopenco a felino, lo cual supone una mutación digna de figurar en los anales de los X-Men.
En esta evolución han influido beneficiosamente sus viajes a Hurlingham, donde ha aprendido que se puede ser innovador sin dejar de ser uno mismo.
Encuentro muy acertada su comparación con la figura del Doctor Who, ideal longevo que se presenta en encarnación lozana.
Respecto a Sakkarah, es una persona muy generosa y una escritora muy sugerente.
Saludos y admiración, Demiurgo.
Estaremos atentos a los maullidos.
ResponderEliminarSaludos.
Buenas tardes, Pitt:
EliminarMuchas gracias por tu atenta visita comentada.
Feliz tarde.
Gracias... Qué detalle tan bonito has tenido; pero que sepas que ha sido un placer pasar por aquí y charlar contigo. Eres un buen conversador y y siempre aprendo algo :) Muchas gracias!!!
ResponderEliminarMe alegra mucho que retomes el blog y que lo hagas renaciendo con esa inocencia y terquedad.. Que nunca te falten en el camino.
No es lo mismo prepararse en 10 años que en un cursillo corto... La diferencia tiene que ser tremenda.
La única manera de aprender es haciendo las cosas. El que no hace nada, nunca se equivoca, pero tampoco aprende.
La curiosidad siempre es buena. Espero que nunca nos falte :)
Un beso muy grande y gracias de corazón...
Buenas tardes, Carmen:
EliminarLos detalles son siempre tuyos, ya que parten de ti unos gestos de aprecio que me limito a corresponder.
La blogosfera tiene mucho de feria de vanidades, de pasarela donde los fatuos se exhiben junto a las engreídas. Sois pocas las personas que latís y sentís bajo los personajes que os identifican (que no ocultan) en este mundo de éter.
Mi renacer blogueístico tiene una parte de corte radical con toda esa falsedad social de la que también entré a formar parte. Sois pocas las personas a las que me apetece leer y con las que me gusta conversar. Una buena conversación siempre es resultado del diálogo acompasado entre dos iguales. Tú y yo somos dos iguales. Quizá nos iguala una actitud curiosa ante la vida que lleva a que aprendamos y disfrutemos a la para que creamos y compartimos.
Por suerte, no he llevado una vida mala o sufrida, lo que hace que no sienta amargura y si inocencia al abordar lo cotidiano. Además, desde los 16 años me he ido acercando al mito de “El buen salvaje”. Me he ido alejando de ritos sociales, de actitudes gregarias o de despersonalizarme en la masa. Mi inocencia tiene mucho de ignorancia, ya que ignoro en todo lo que puedo a quienes me son indiferentes. He aprendido a vivir en la autarquía económica y, mientras mi salud física y mental resistan, seguiré recurriendo a la inocencia para evitar la indolencia vital.
Pero mi inocencia se está desmenuzando: me hago viejo, me siento cansado y temo que no podré seguir siendo Nino por mucho tiempo. Confío en que la metáfora de transmutarme en un gato me dé una nueva vida.
Disculpa el tono introspectivo de mi comentario. Esta mañana me he encontrado con un espectro del pasado y me ha entrado miedo por mi futuro.
Gracias por el ánimo y la energía que siempre me transmites, Carmen.
Un abrazo cálido, compañera.
No, no, siempre tienes tú muchos más detalles.
EliminarSí es cierto que hay personas que forman parte de esa feria de vanidades que dices, meno smal que no todo el mundo. A mi también me gusta la gente de verdad... Tú eres muy auténtico y por eso es bonito charlar contigo y aprender.
Sí, yo soy muy curiosa, los dos somos curiosos :)
Pues si tu inocencia tiene que ver con la ignorancia... Viva la ignorancia! La inocencia para mí es un valor muy importante.
Todos nos hacemos mayores, pero no hay que cambiar por ello. Debes seguir siendo Nino siempre, hasta el día final. Lo del gato es divertido y también se trata de divertirse :)
No temas al futuro... deja fluir la vida que todo te irá bien. Ten confianza, eso es muy importante.
Muchos besos, Nino.
Te commpartí en google este escrito :)
EliminarBuenas tardes, Carmen:
Eliminar¡¿Me has compartido por Google?! Detallazo. Siento mucha curiosidad, en cuanto acabe de corresponderte voy a leerlo.
El funcionamiento de las redes sociales como feria de las vanidades es algo pasmoso. Al pavonearnos no sólo estamos evidenciando nuestras limitaciones (escritores ágrafos, padres desmadrados, bellezas cubistas…) sino que estamos alimentando a todos los carroñeros que se nutren con nuestros datos personales.
Hay momentos en los que la belleza es un mero reflejo (la luna respecto al sol). En las conversaciones ocurre lo mismo: una persona habla a la par que otra, yo soy el pareado a tu ritmo.
Sí, creo que soy bastante autentico (soy lo que ves/lees)
La ignorancia es el azuce de la curiosidad intelectual e incluso puede serlo de la emocional. A mi perezosa ignorancia intelectual (sería muy aburrido saberlo todo de todo), se une mi voluntaria desmemoria emocional, que lleve a que emprenda con ánimo novicio ritos y ceremoniales en los que he comulgado de manera repetida.
Fuera de todo condicionamiento moral, la inocencia no es algo que se pierda por el uso de la experiencia o el recurso al placer. Se pierde al hacerlo sin emoción curiosa.
No sé cuánto durará la vida de mi encarnación gatuna en este blog. De momento es un recurso creativo a la vez que un reto. Sí que creo que Nino Ortea ya no tiene su sitio aquí. Él debe buscarse la vida en contingencias literarias.
Sería muy largo de explicarme, pero la confianza me lleva a la soledad: a confiarme en que el destino me acercará lo que busco sin saber que existe.
Muchas gracias, Carmen.
Sí, tengo comprobado que a veces si que es una feria de vanidad, y las personas más vanidosas suelen ser las personas más mediocres.
EliminarYo estoy convencida que eres muy auténtico :)
Es bueno eso del ánimo novicio, porque ninguna experiencia es igual, nada en la vida se repite. Quizá la inocencia se pierda a base de repetidos palos de las personas...
Me gusta ese recurso creativo del gato :)
Yo creo que sí, que la vida acerca las cosas en el momento oportuno. Pero yo tengo el defecto de ser muy impaciente, y eso no es bueno. Yo debería tener más confianza.
Muchos besos y gracias a ti.
Buenos días, Carmen:
EliminarLos mediocres, como buenos hombres sin alma, se agrupan en legiones. Esos legionarios de la mediocridad hacen del número su fuerza. Ya he conocido a muchos y me quedan, confío, bastantes por conocer. En cuanto reconozco su condición vampírica me alejo de ellos (soy miedoso y evito a los monstruitos). Tachan como desprecio hacia ellos lo que por mi parte es un mero desinterés. Y mi notoriedad como engreído vuelve a aumentar.
Sí, hay muchas personas dañadas por los abusos que han sufrido durante la convivencia con sus teóricos iguales. Por suerte, mis heridas convivenciales cicatrizan pronto. Pero hay personas que pierden la gracia vital a causa de los ataques sufridos por envidiosos, insidiosas o imbéciles.
Confío en que el recurso felino se muestre ágil. Gracias por confiar en él. ¡Remiau!
Mi carácter tiene un componente impulsivo. Lo que le aporta cualidades. Por ejemplo: soy resolutivo. Mi impulsividad se vuelve en mi contra en ciertos aspectos asociados a las normas sociales. Pero, y no exagero, es uno de los rasgos que me ha mantenido vivo. Eso sí, la impulsividad es un rasgo que nuestra sociedad tolera más en un hombre que en una mujer.
Si la autoconfianza es necesaria. Se ejercita en las pequeñas cosas de nuestro día a día: no dejando que se te cuelen en el supermercado, no tolerando que me mantengan a la espera, diciendo “si” o “no” cuando ésa es la respuesta que sientes… Pero claro, el ejercicio de autoconfianza está muy demonizado en esta sociedad de legionarios mediocres.
Un gran abrazo, Carmen.
Te deseo lo mejor.
A veces es mejor apartarse de algunas personas. Así uno es más feliz. Los engreídos en realidad son ellos.
EliminarEso de cicatrizar pronto es bueno. Es tontería pasarlo mal para nada y por mucho tiempo...
Confío plenamente en la agilidad del gato :)
Yo también soy impulsiva y resolutiva, creo. Tengo claro enseguida lo que tengo que hacer o lo que quiero hacer. Para mí lo que tiene de malo el ser impulsiva es que me adelanto a los acontecimientos, y no dejo nada para que lo haga la vida... Y a veces es bueno no hacerlo todo y esperar.
En lo de la autoconfianza, creo que ando flojilla. Es verdad que es bueno. Hacerse respetar, no hay por qué ser borde para ello.
Muchos besos, Nino.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarAlain se me ha adelantado a la hora de contestarte en el anterior comentario, pero ya le he dado un lápiz para que se ponga a dibujar ninerías y nos deje tranquilos a los adultos.
Ya sabes que los gatos tienen notoriedad de ser muy suyos, hasta el punto de que hay palurdos que los desaconsejan como animales de compañía. Y es que el ser autónomo está mal visto entre los serviles. Yo me aparto del paso de los engreídos, no vaya a ser que tropiecen y se me caigan encima (son muy pesados).
Siento con intensidad: las heridas me duelen mucho (y me quejo muchísimo). Pero tengo buena encarnadura y una mollera muy dura.
Dentro del mundo felino, Minino es el gatuno más ágil (y el más orondo desde que lee las palabras que le dedicas)-
En los aspectos placenteros, como puede ser la escritura, procuro no hacerlo todo. Me gusta que mis fabulaciones estén abiertas cuando las comparto, para que así cada lector las haga suyas (por eso, por ejemplo, no suelo describir en detalle el físico de mis personajes) En las relaciones personales, tampoco soy absolutista: no busco ser el rey de corazón ajeno. El componente impulsivo aflora en mis reacciones ante lo que percibo como agresiones: ahí me convierto en Kincón, y puedo acabar despeñándome desde rascacielos de ira.
Por suerte tengo autoconfianza y la transmito físicamente, lo que ayuda a que muchas veces no sea objeto de abusadores. Por lo que me ahorro el arrebato Kincón y el previsible despeñamiento.
Muy feliz fin de semana, Carmen.
:) O sea que tienes bastante de gato. Haces bien en apartarte de los engreídos.
EliminarSentir es bueno, es señal de que hay corazón y late fuerte.
Está bien dejarle parte al lector para que el construya su película. Es difícil no ser absolutista en el amor; pero evidentemente es lo deseable.
Jajaja, un Kincón. Eso nos suele pasar a muchos, pero es mejor no perder la calma, al otro le hace más daño la indiferencia.
No te dejes agredir, no hagas oídos a quien te quiera mal...
Qué suerte :) yo creo que soy bastante frágil.
Un beso grande, Nino.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarSí, tengo bastantes de los rasgos de carácter que se asocian a un gato. De vivir de otra manera, tendría uno en casa. Pero como soy un desastre, tengo miedo a que se fugue de mi casa en un par de semanas.
Sí, coincido contigo: la capacidad de sentir ratifica que vivimos la vida, que no nos limitamos a sobrellevarla.
Me gustan las historias que no están desarrolladas hasta el último detalle, así me ficciono en las ficciones.
El absolutismo es una forma de gobierno que no va conmigo, soy de corazón republicano. Nunca he sido infiel a una pareja, pero le crea mucha inseguridad el que les dejes vivir su vida en libertad total. Tristemente, un mínimo de celos son interpretados como una muestra de amor por muchas personas.
Mi lado Kincón me ha sacado de bastantes líos. Así mismo, me aleja de la ira, ya que libero el enfado a tiempo. El problema está en que mi enfado es real y, cuando cesa, prefiero despeñarme a descender a donde nadie me espera.
Gracias por tu consejo, Carmen. Créeme, lo aplico sin vaguedades ni perezas.
No soy frágil en lo emocional, sin ser una roca tengo un carácter firme y una autoestima sana.
Un abrazo refrescante, Carmen.
:)
EliminarSí, no hay nada más bonito que sentir.
Esta bien eso de ficcionarse en las ficciones. Yo me meto mucho dentro de lo que leo, lo vivo :)
Si les crea inseguridad, quizá sea porque sientan que te dan igual. El amor es complicado. Lo cierto es que los celos son una falta de seguridad, pero es muy raro que alguien esté totalmente seguro de si mismo y no tema perder lo que quiere, aunque es mejor no temer.
O sea que eres orgulloso, eh?
De eso se trata de tener una autoestima sana, eso es como un seguro para una buena vida.
Muchos besos.
Buenos días, Carmen:
EliminarTu capacidad para sentir lo que otros sienten, aunque los sintientes sean personajes, habla mucho y bien de tu humanidad.
Funcionamos por estereotipos, por patrones despersonalizados confeccionados según medidas sociales. Se asocia el amor con posesión (mi mujer) Incluso en la seducción se recurre a crear inseguridad en quien deseamos (hacerse de rogar) Yo no soy así. Soy consciente de mis limitaciones económicas, de mi restringido atractivo físico, de mis exiguos logros sociales… Soy consciente de que la mujer que está conmigo, lo está porque quiere, que las calles, los bares y las iglesias están llenas de hombres más llamativos, resultones y buenos que yo. No sé si eso me hace ser orgulloso, creo que lo que soy es consciente de algunos de mis fallos y aciertos. Como ves, Carmen, mi autoestima se sustenta en un autoconocimiento constante.
Un gran abrazo, compañera.
Es bueno conocerse y sobre todo es bueno ser conscientes de nuestras realidades. Aunque creo que eres muy crítico contigo mismo. Quizá es que seas muy perfeccionista :)
EliminarSí, quizá funcionemos de esa manera y es difícil desaprender... Aunque siempre hay que intentar hacerlo.
Muchos besos, Nino.
Hola de nuevo, Carmen:
EliminarNo me considero un perfeccionista. Es más me gusta dejar las cosas un segundo antes de que concluyan, poder volver a ellas o dejarlas abiertas a que otros las finalicen. Por ejemplo: no me gustan números perfectamente definidos como el “0” o el “1”, me gusta el “2”, ya que se presta a alargar o contornear su trazo.
Respecto a la autocrítica: sí, la practico; me ayuda a mejorar en mi interacción.
Desaprender resulta sorprendente cuando es un acto involuntario (enamorarse es desaprender). También es eficaz como herramienta frente al aburrimiento y para aumentar la autoestima (en mi caso es un recurso habitual)
Un abrazo refrescante, Carmen.
Es curiosa tu forma de utilizar desaprender. No sabía yo que enamorarse era desaprender, ni tampoco que fuera eficaz para el aburrimiento o autoestima... Es algo sobre lo que tendré que pensar...
EliminarMuchos besos, Nino.
Hola, Carmen:
EliminarAciertas; mi desaprender voluntario es resultado de mi curiosidad innata (y también de mi déficit de atención, ejem, ejem).
Enamorarse es un acto de desaprendizaje, de olvidar lo compartido y renacer ante el espejismo de que este nuevo oasis dará fin al desierto emocional. Hacer algo de manera diferente (usando la mano izquierda en lugar de la derecha, pensándolo en un idioma que no es el materno…) ayuda a ver esos procesos desde otra perspectiva; y entretiene a la vez que anima. Son pasatiempos muy reafirmantes: abrir la puerta con la mano izquierda, configurar un dispositivo en otro idioma, caminar marcha atrás por el pasillo…
Un gran abrazo, Carmen.
Bueno... muy interesante, quizá intente ponerlo en práctica. Estoy aprendiendo contigo :)
EliminarMuchos besos, Nino.
Hola de nuevo, Carmen:
EliminarEl aprendizaje es compartido y mutuo.
Lo mejor. Siempre.
Gracias :)
EliminarBesos.
Gracias a ti, Carmen.
Eliminar¡Un abrazo con sabor a helado de tocinillo de cielo!
Jajaja, otro para ti.
Eliminar¡Pues entonces, que sea doble!
Eliminar¡¡¡Qué alegría!!! ...yo que en este período estoy bastante ausente (más de lo que ya estaba habitualmente...), haber leído tu comentario en mi blog ha hecho que sonría; y ahora volver aquí y encontrarte, con tan buenos ánimos y energías...hacen que me den ganas de 'volver' a mí también (en mi blog todas las últimas entradas y las que vendrán están programadas) ...lo pensaré.
ResponderEliminarGracias Nino... por volver, por tu forma -que aunque no lo creas, sirves de inspiración-, por tu sinceridad en cada palabra, por tu cariño... por ser Nino en definitiva.
Besotes y hasta prontito!!!
Buenas tardes, Alma:
EliminarMe reconforta tu alegría. Te agradezco la vitalidad que me regalas con cada palabra de aprecio que me dedicas.
No somos piedras, para estar siempre en el mismo sitio. No somos recuerdos, para estar siempre presentes. Nuestras ausencias y debilidades hablan de nuestra humanidad, de nuestra condición sintiente. Hoy, por ejemplo, tengo el ánimo algo decaído. Pero por suerte no me entregué a la melancolía, sino que me forcé a conectarme a Internet. Gracias a ello he tenido la suerte de encontrarme tu comentario o el de Carmen. No sabes lo que me alegra el leer que te produje alegría. La sinergia en los blogs está más allá de su contenido creativo, está en el intercambio de emociones vitales que trasmitimos y recibimos. De no haber leído vuestros comentarios estaría meditabundo; ahora estoy animado, estoy pensando en cómo corresponder a vuestro afecto.
No quiero ser tu inspiración, Alma –gracias sinceras por el honor de otorgarme ese atributo. Quiero ser tu compañero, tu colega y que tú lo seas para mí. No escribo para tener seguidores, sino que para formar parte de universo de valientes que, como tú, buscan embellecer una realidad que no niegan, pero que sí que creen desilusionada.
Hasta cuando quieras, Alma.
Todo mi aprecio, compañera.
Ya veo la razón de mi descoloco, quise respetar el espacio que necesitabas para reforzarte y me alegro que volvieras.
ResponderEliminarMe alegra tu vuelta, un abrazo
Buenas tardes, Mujer virtual:
EliminarGracias por ese tiempo atento de espera.
Sí, el descoloco es una manera de poder continuar la partida creativa con solo barajar las cartas que ya había puesto sobre la mesa.
Un abrazo, Mujer Virtual.
Hola, Nino, me alegra muchísimo tu vuelta a las "andadas" y con tu clásico "maullido" que tanto nos gusta. No sé si esta será otra de tus muchas "vidas gatunas" o será una de incógnito que nos cueste desvelar... O quizá todas tus vidas juntas en un nuevo espíritu escritor, que nos arrebate por completo. El entusiasmo con el que vuelves es bueno, así con esa premisa encantadora, todo lo que venga de ti en este nuevo "adelante" será un regalo para nuestro sentido lector. Los que apreciamos tus cualidades de buen entretenedor literario, lo sabemos bien.
ResponderEliminarMe gusta tu "universo de valientes", tu embellecer esa realidad que otros creer desilusionada. Crear algo de belleza y música con las palabras. Gracias, amigo entrañable, por tantas cosas buenas que nos das.
Nos leemos. Abrazos.
Y ya sabes, si hay alguna duda, el viento la disipa...
Buenas tardes, Clarisa:
EliminarLa alegría es contagiosa (no así la fealdad, pues de serlo me tendrían encerrado cual “Hombre de la máscara de hierro”)
No hierro al afirmar que me hace feliz el leerte (aquí y en todas las ocasiones, cual bebida refrescante) No miento al escribir que me aristogatéan nuestras conversaciones: que unas veces me llevan al arrebato sensorial y en otras a pensarme por un buen rato. El aprecio sincero no tiene precio: por muchos ceros que le quieran poner a un cheque, el cariño no se compra. Es un sentimiento tan indescriptible como sencillo. Entre tú y yo brotó con la naturalidad con la que brotan las rosas: tú aportaste la primavera; yo, el otoño.
Aunque sea poniéndome a gatas, me resisto a que la realidad me lleve a rastras. Me aferro a mis sueños con uñas y dientes. Cuando mi piel no admite más remiendos en sus jirones, me envisto en una nueva. Ventajas de ser un minino y contar con siete vidas contadas.
Creo que Nino Ortea no volverá a ser el titular de este blog. Su voz humana busca desdecir a Jean Cocteau, y hacer del amor un acto de comunicación. Nino Ortea será escritor, o no será nada. Ya no será un blogueador.
El periodista Minino Gatea puede darnos mucho juego, si este redactor deja libre su imaginación. Mañana publicará una nueva noticia sobre los crímenes de la calle L’Atalante. Y más adelante entrevistará a Nino Ortea. Con la llegada de octubre, tras autoeditar mi novela, haré un consejo de redacción para decidir la nueva línea editorial de este noticiario felino.
Formas parte importante de la ninosfera, Clarisa, desde que un buen viento cálido hizo de puente entre nuestras costas creativas. Esta tierra es fértil, sin duda, en parte gracias al aire fresco que insuflan tus palabras de aprecio y tus actos de afecto.
Miau, miau, remiau; miaumaiu requetemiau, compigata.
Volvía de bajón por el fin de las vacaciones, pero me alegra que vuelvas a ser un nino!!
ResponderEliminarBesos!!1
Hola de nuevo, Naomi:
EliminarYa ves, nuestras vueltas han coincidido.
confío en que tu regreso a lo cotidiano no se vuelva rutinario.
Un abrazo refrescante.