Hola:
He acabado el borrador de mi próxima
novela.
Planeo autopublicarla en unos meses;
así que —si no se me va la cabeza a
pájaros— tengo tiempo de sobra para pulir el texto. Quizá la fiscalización de un
nuevo borrador, cuando tengo pendiente afianzar uno previo, pueda parecer una
nueva prueba de que soy un cabeza
loca. De hecho, no recuerdo que nadie me haya definido alguna vez como un tipo
cuerdo.
Sí que me han definido como tenaz,
terco o “cabezota”.
Y lo soy. Por ejemplo: esta “nueva
novela” es en realidad una cabezonería con un proyecto viejo. En ella
rescato los pecios de un naufragio creativo que me resisto a dejar que se hunda
en el océano del olvido. Por alguna razón, se me metió a la cabeza, hace casi tres años, escribir
una “trilogía francesa”. Un proyecto apasionante que me sirvió para descubrir un buen puñado de películas, novelas y tebeos
franceses. Proyecto que mi cabeza no
supo llevar a buen puerto. Pero me resistí a dejarlo varado, y retomé una de
sus tramas para convertirla en la “brevela” «La piel del diablo» –publicada en
la antología «Mirador»–. Los 5 capítulos de esa “brevela” forman parte de los
23 que, por ahora, conforman mi novela destitulada.
Mi novela tendría título de tener yo cabeza.
Normalmente mis proyectos no llevan
título hasta que finalizo su borrador. Entonces es cuando los encabeza un nombre, cuya disponibilidad
compruebo en Internet. Me conformo con que no sea semejante al título de otro
libro publicado recientemente —disfrutando como disfruto de un blog titulado «Ven
y enloquece» (referencia española para una obra antológica de Frederic Brown), encuentro redundante
reconocer mi falta de reparos a la hora de apropiarme de encabezamientos ajenos—. El caso es que se me despistó el comprobar
la disponibilidad del título que había pensado para este borrador recién
acabado, y después de haberlo registrado voy y me doy de cabeza con una novela romántica con un nombre casi similar.
Así que ahora ando rascándome la cabeza a la búsqueda de un nuevo
título.
Y esta búsqueda me trae de cabeza, atentoLector. Disculpa mi testarudez a la hora de no sacármela de la cabezota.
Gracias por tu compañía.
Espero con ansias tu nuevo trabajo!!!
ResponderEliminarBesos.
Buenos días, Alma:
EliminarGracias por todo el apoyo que me llevas mostrando durante estos años. Confío en lograr que la conclusión a tu espera no sea decepcionante.
Un abrazo cálido, Alma.
Que buena noticia, y esta bien ser cabezota, porque eso quiere decir que te gusta superarte y eso es muy positivo.
ResponderEliminarFelitaciones, Niño.
Besos y feliz día.
Buenos días, María:
EliminarLas noticias sólo son buenas cuando tienes con quien compartirlas. Y tu compañía convierte este aviso en un notición.
De cabeza y con corazón: Gracias, María.
·La piel del diablo· es una historia que puede dar mucho juego y estoy segura de que se lo vas a sacar.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leerla!!
Besos, Nino.
Buenos días, Ángela:
EliminarSí, ya me dijiste tras haberla leído que mi novela te parecía una historia que tenía que seguir contando. Gracias por tu ánimo, entonces y ahora.
Espero que esta novela te resulte, al menos, igual de amena.
Un abrazo cálido, Ángela.
Te felicito por no sacarla de tu cabeza. La insistencia puede ser un mérito. Esta muy bien lo de reescribir algo, lo de transformar un proyecto breve en una novela.
ResponderEliminarTe felicito y espero que te vaya bien con la autoedicion. Alguna historieta se ha publicado en un fanzine colectivo, que hemos vendido.
Saludos.
Muy buenas, Demiurgo:
EliminarFeliz me hace el que me dediques con insistencia tus palabras de ánimo.
Sí, hay que saber cuándo tras la persistencia se esconde un miedo a aceptar una realidad adversa.
Me encanta reescribir, en realidad puede que todo lo que publico sea una reescritura constante de un mismo sentir que adopta formas variadas.
La autoedición tiene sus ventajas, en mi caso no económicas pero sí anímicas.
Un abrazo cálido, Demiurgo.
Jajaja, perdona que me ría, amigo mío... pero en tu redundancia con la palabra me viene a la "cabeza" ese mosqueo descomunal que cogemos cuando algo ya dado por terminado... se malogra por no tener cabeza... pero déjame decirte... que sí, que vamos a disfrutar de tu novela y será gracias a tu cabeza... el título... verás como también lo sacas de ahí y con éxito.
ResponderEliminarTe felicito una vez más, compañero.
Mil besitos para tu tarde.
Sonriente Auroratris:
EliminarEl eco de tu risa endulza en su punto un segundo café que habitualmente tomo sin azúcar.
Disculparte por hacerme feliz no tiene sentido.
Entre mis innumerables superpoderes está el del “mega despiste”. Y, aunque unas veces la situación resultante sea de chiste, en más de una ocasión me ha llevado a soltar un improperio hipohuracanado.
El título está pendiente de un cara o cruz, lo he sacado de la cabeza y dependerá de dónde caiga la pieza.
Feliz día, de risas y estímulos, Auroratris.
Es bueno eso de ser tenaz y cabezota, porque así te has empeñado en terminar esa novela y lo has hecho :)
ResponderEliminarMe alegra mucho que hayas terminado, eso es que estás muy trabajador e inspirado. Y con seguridad será todo un éxito.
En la foto sales muy guapo, se te ve feliz y no es para menos :)
Muchos besos y enhorabuena.
Mi querida Carmen:
EliminarEres una experta en tenacidad, tus muestras de afecto son continuas, por lo que agradezco tu valoración positiva de mi cabezonería creativa.
Para mí lo difícil no es escribir un borrador, sino corregirlo. Suelo escribir con soltura y emocionado, pero al releerme me llevo un chasco con bastante frecuencia, ya que descubro que mi ilusión ha volado tan alto que se ha alejado del terreno comunicativo. Confío en que esta vez no me llevaré un nuevo castañazo a lo “ícaro”, sino que volaré cual “pegaso2.
Gracias por prestarme las alas de tu ilusión.
¿Guapo? Está claro que la ilusión no está sólo en tu corazón, también brilla en tu mirada.
Salgo a la calle. Feliz y sonriente tras haberte leído.
Un abrazo, Carmen.
No sé... A lo mejor crees que te alejas del terreno comunicativo y realmente no es así...
EliminarSeguro que volarás como pegaso. Que no te falte la ilusión nunca.
Jajaja, claro que estas guapo. Me alegra si sonríes.
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarSí, cuando no controlo el embelesamiento escritor me alejo del terreno comunicativo. Acabo atrapado en el placer de la escritura (jugar con palabras, incluir guiños literarios, encabalgar párrafos…) Y el resultado de esas “enninaciones” me resulta divertido, pero soy consciente de que son textos muy digresivos, cercanos a la “literatura del delirio”. Mi antología «Nada ha sido probado» contiene bastantes “delininos”.
Sin ilusión no hay diversión, y aburrirse es algo tan vulgar que ni me lo planteo.
Tus palabras me hacen sonreir, Carmen.
Gracias.
Puede que esas enninaciones también le puedan gustar al lector... No sé. Imagino que eso tú sí lo controlas bien :)
EliminarMe alegra que ni te plantees aburrirte. En realidad hay tantas cosas en la vida... que es triste aburrirse.
Gracias por sonreír :)
Muchos besos, Nino.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarEstá claro que toso y todos tenemos nuestro público, de entre las muchas bendiciones que me ha acarreado la apertura del blog es comprobar que textos que considero que sólo pueden funcionar en mi mente, son disfrutados por otros. Aunque te pueda sorprender, Carmen, ese aspecto prefiero no controlarlo cuando escribo “enninaciones”, sí que lo hago en textos de encargo.
Aburrirse conlleva para mí un problema: se me enfría el ánimo y busco la fuente de calor más fácil que esté a mi alcance. De ahí que evite aburrirme estando siempre con planes o, incluso, dejando inacabadas cosas.
Gracias por compartir tu sonrisa, Carmen.
Feliz domingo.
Seguro que no se aburre nadie contigo :)
EliminarSí, es malo aburrirse, está bien eso de evitarlo. Yo dejo muchas cosas inacabadas... eso sí es un problema... A veces no soy perseverante.
Gracias, a ti, muchos besos.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarPues, sinceramente: nadie se ha quejado al respecto. Es más, en varias ocasiones me he sentido usado como un mero entretenedor.
Respecto a dejar cosas inacabadas, tengo mi propia teoría, ya que debo admitir que muchas veces “inacabo” a propósito (por ejemplo, esta tarde he encendido el pc con la intención de avanzar en la depuración del texto de mi novela y llevo horas seleccionando temas de Prince para grabarle un dvd a mi aristogata)
No soy finalista, sino disfrutador: no hago las cosas de principio a fin, sólo mientras me entretienen. Me bajo del tren cuando alcanzo la parada deseada, no la estación término. Es más, incluso dejar algo inacabado, da un aliciente para tener algo pendiente que hacer. Es guardarse una as emocional en la manga. Completar sentimientos lleva a acumularlos, prefiero apreciarlos.
Aprecio cada conversación que mantenemos, Carmen, en nuestro diálogo sin fin.
Gracias por tu amabilidad infinita, compañera.
Muchas gracias a ti por tus palabras y por tu tiempo.
EliminarEs el corazón el que da las prioridades, o sea que la depuración del texto podía esperar :)
Es difícil completar sentimientos, es como cerrar caminos.
Muchos besos, Nino.
Todos tus proyectos los recibo con alegría. Y a sabes que admiro tu constancia y tus "cabezonería", porque al final, es gracias a ella que, vas creando una obra interesante. Como ya te comenté, "En la piel del diablo" me pareció sobria, elegante y muy bien escrita, entre otras cosas. Supongo que en esta parte que has continuado (sea cual sea su título definitivo) estoy segura que no defraudarás a tus lectores.
ResponderEliminarSiempre atenta a tus letras.
Abrazos, estimado Nino. (Nos leemos).
Además de profundizar sobre el concepto de une solitude peuplée”,
EliminarMi alegrante Clarisa:
Me alegra saber de ti: las alegrías son recíprocas.
Sin ser “el rayo que no cesa” sí que soy una “tortuga terca”: a mi ritmo y a su tiempo voy cumpliendo mis propósitos.
Sí, me habías trasmitido tu valoración positiva de la “brevela” que aparece en nuestro «Mirador». Me alegró el recibir de nuevo tus palabras de ánimo (no oculto mi admiración por tu excelencia literaria). De hecho es el haber recibido vuestras muestras de interés hacia las posibilidades que presentaba esa “brevela” lo que me ha animado a retomar esa historia e incluirla dentro de una nueva.
No sé lo que quedará de «La piel…» en la futura novela. Ya he cambiado aspectos y me queda el proceso de convertir el borrador en texto. El proceso de asentar las ideas que aparecen en el borrador me suele costar, pues tiendo a expandirme y a “enninarme”, lo que aleja mis ideas del proceso comunicativo.
Además de profundizar sobre el concepto de “une solitude peuplée”, en esta novela escribo por primera vez pasajes románticos, recurro a notas al pie explicativas o incluyo como narradores a seres vivos no humanos. Ya te iré contando cómo logro convertir ese flujo de ideas en un caudal narrativo, compañera.
Bueno, confío en que estéis bien.
Gracias por la luz que siempre me traen tus palabras, Clarisa.
Lo mejor. Siempre.
Bueno pues titule usted bien jajaja seguro que encuentras un título estupendo :)
ResponderEliminarLo importante (y lo difícil y lo complicado) es escribir la novela... así que adelante! continúa siendo cabezota que los demás lo disfrutaremos leyéndote :)
Bss
Muy buenas, Sylvia:
EliminarGracias por tus buenos deseos.
Es curioso: los títulos se me ocurren por azar, pero una vez me vienen al corazón se quedan en mi cabeza. El que iba a usar para esta novela sigue aquí, y de alguna manera dará título a alguna de mis “enninaciones”.
Como le acabo de escribir a Clarisa, ahora abordo la parte en la que novelizo el borrador. Esta travesía siempre es azarosa y no siempre concluye en buen puerto: una vez me lleva a adentrarme sin fin en el océano creativo y en otras encallo en las rocas de mis limitaciones. Pero la singladura creativa es siempre una experiencia refrescante y más cuando cuento con el viento en las alas de vuestras palabras de aliento.
Un abrazo, Sylvia.
Felicidades por tu perseverancia, Nino y por esa cabecita especial que tienes.
ResponderEliminarUn enorme abrazo
Buenas tardes, Mujer virtual:
EliminarPerseverar tiene muchas facilidades cuando la práctica es un placer nada severo.
Al leerte mi cabecita está especialmente alegre y mi corazón, feliz.
Gracias por tus palabras de afecto, Mujer virtual.
Felicitaciones por todos tus logros
ResponderEliminaremocionales
de escritor
hombre
y ser humano
abrazos siempre
Mi querida Mucha:
EliminarLa felicidad es esquiva cuando la buscas en lo superfluo o en lo que te deslumbra, no es bueno andar por la vida a ciegas guiado por lo efímero.
La felicidad es encontradiza cuando te la acerca quien viene a tu encuentro, siempre, con palabras de afecto como las que tú me dedicas.
Saberse querido lleva a sentirse feliz.
Gracias por tu felicidad, Mucha.
Cuanta rapidez...
ResponderEliminarFelicitaciones.
Saludos!
J.
Muchas gracias, José A.:
EliminarMi rapidez tiene su truco, casi un 20% de la novela procede de una “brevela” que publiqué a principios de año. Fueron las valoraciones positivas que recibió esa historia las que me animaron a revisitar el París que había creado.
Muchas gracias por tus felicitaciones, José A..
Muy bien! Yo estoy navegando en las aguas de Nada ha sido... y vengo lento, pero hay algunos relatos que me han gustado mucho.
ResponderEliminarUno no imagina a victor Hugo (por ejemplo) poniendo el título "Los miserables" y luego empezando a escribir la primera línea y luego la segunda... lo imagino escribiendo diferentes partes que se van juntando (algo así como la construcción de la muralla china) y pasado un buen tramo de todo lo escrito apareciendo el título.
En tu caso es extraño que el título sea el final, pero vale!
No me había percatado de lo de Frederic Brown
Abrazo grande!
Mi rocanroleante Frodo:
EliminarGracias por adentrarte en las aguas procelosas de “Nada ha sido…•. Imagino que a estas alturas de tu singladura ya te habrás encontrado alguno de mis pecios narrativos. La antología es delirante, ese es el criterio para la selección de los textos, por lo que la lectura de alguno de sus pasajes puede resultar mareante. Te agradezco tu atención lectora.
No he cursado ningún taller literario, ni frecuentado cursos de lectura. De ahí que mi escribir sea tan personalista como mi vivir. Parto de una idea, que de hecho también titula el proyecto: “sobre el deseo”, “amor y gatos”. Y me pongo a escribir. Lo hago abstrayéndome de todo y siguiendo un flujo de sensaciones que me van surgiendo. Al acabar el borrador, es cuando pongo en orden mi discurso narrativo y, habitualmente, me planteo un título. Mi tiempo narrativo no es lineal, y suelo redistribuir los capítulos. Por ejemplo, en esta novela fagocito una “brevela”. Pues bien, esos capítulos que canibalizo no aparecen en el mismo orden que en ea versión ya publicada.
“Ven y enloquece” fue un título dado en España por la editorial Bruguera a un cuento (Come and Go Mad) y a una antología de Brown, imagino que en argentina lo disfrutáis bajo otro epígrafe.
Un abrazo bíblico, Frodo.
cada uno de nosotros continuamos escribiendo desde un libro un pensamiento
ResponderEliminaruna foto
un momento
Y seguimos unidos por palabras
que nos mantienen activos hasta el alma.
Escribir es dejar un poco la vida misma
para encerrarse en esto que llamamos letras
Un abrazo inmenso
compañero
y te mando luz verde de seáaforo como esperanza para todo lo bello que te pase y hagas
Hola de nuevo, Mucha. Buenas tardes, esperanza.
EliminarSoy consciente de que la esperanza tiene en mí gran parte del motor del autoengaño, del espejismo de ensoñar oasis en un desierto. Pero, si ensueño oasis es porque éstos existen, y en ellos me esperan personas reales con vidas reales, compañeros de travesía y compañeras de tránsito. Personas como tú, Mucha, generosas en sus muestras de aprecio y que, además, me regaláis historias sentidas de vivencias estimulantes que me hacen desear ir a esas ciudades de las que habláis, bañarme en la lluvia que os moja o sentarme a mascar caramelos en vuetra compañía.
Gracias por hacerme mejor, Mucha.