Imagen tomada de https://www.emocionalymente.com/
No reniego de mi
pasado. En general acepto como propios los aciertos y errores que me afectan, aunque no me corresponda su autoría.
Soy dado a hacer, no a intentar; de ahí que acumule
tantas pruebas de vida. Pruebas que demuestran que las vidas de este ensoñador
no han sido una sucesión de espejismos, sino un encadenamiento de realidades,
de ahí que mis vivencias tengan
mucho de variaciones.
Prueba simple de esto es este blog simplón, donde mi repetitivo canto a mí mismo lo disimulo como “ninismo”.
Básicamente soy el que era cuando abrí «Ven
y enloquece».
Mi manera de escribir se mantiene diletante.
Cada dos por tres escribo sobre las seis mismas caras
que conforman el dado vital con el que pongo a juego mi destino y envido con desatino: yo, mi, me, conmigo, de mí y sobre mí.
El mío no es
un caso de esquizofrenia venyenloquecida,
sino un ejercicio de vanidad bienacompañada.
Gracias
por el bien de tu compañía, amable leyente.
ResponderEliminarCasa de España en Manitoba
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"Ven y enloquece"
EliminarEl blog de Nino Ortea.
Gracias por visitarme.
https://venyenloquece.blogspot.com/
Yo soy dada a dar besos!! 😘😘
ResponderEliminarY eres delicada al transmitir ánimo, Maite.
EliminarUn abrazo,
Me gusta tu dado. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, Susana.
EliminarUn abrazo.
Es interesante el dado. El enojo, enfado, puede contrarrestar el miedo.Y la alegría es una emoción positiva.
ResponderEliminarLo que llamás Ninismo podría ser definido como un manifiesto.
Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarDisculpa el juego de palabras, pero el “ninismo” sería el manifiesto dadaísta de este dado dudado.
Y sí, tal y como escribes las emociones se contrarrestan. ¿Mi problema? Al igual que un dado nunca mantiene el equilibrio sobre una arista, siempre caigo sobre una cara.
Un abrazo.
A mi los dados me los trajo una amiga de Las Vegas.
ResponderEliminarNo hay mejores dados que los cargados de amistad, Erik.
EliminarUn abrazo.
Un ejercicio de vanidad seguro que bienintencionado y con la notable perspicacia de interesar al lector con tus juegos de palabras y con los dados de la suerte.
ResponderEliminarLas emociones, como en Inside Out, dan mucho, pero que mucho juego.
Abrazos, Nino!
Hola, Miguel:
EliminarMás que ejercitada, mi vanidad se siente halagada por tus palabras.
Sí, de dentro a fuera, del derecho o del revés, el juego de las emociones conlleva una buena partida de dados o de hockey.
Un abrazo.
Creo que todos somos dados en manos del destino y no creo que sea vanidad reconocerlo. Saludos. Pedro.
ResponderEliminarQuizá el paso de la edad ayuda a reconocer el peso de la vanidad en ciertas acciones.
EliminarGracias por tu comentario, Pedro.