Este
jueves es Alfredo quien, a través de
su blog La plaza del diamante, nos propone
un nuevo tema para un relato en 350 palabras: “El Jardín”.
En
esta entrada en su blog encontrareis recogidos los enlaces a todos los textos
escritos por mis compañeros jueveros.
Gracias
por tu inspiración, Alfredo.
Este texto lo encontrarás publicado en mi antología «Nada ha
sido probado», a la venta en Amazon
El cuento cuenta con 367 palabras contadas, 17 más de las aconsejadas. No me decidí a podarlo por miedo a meterme en un jardín de reescrituras.
ResponderEliminar¡Feliz jueves!
Siempre acompañando tus escritos con humor. Es imposible aburrirse leyéndote. A la vez es todo un compendio de psicología de las personas, todas diferentes y todas posibles.
ResponderEliminarLa foto y el tema es super original, no todo el mundo deja restos humanos tirados por ahí… Estudiaría medicina o sería la de la casa del terror, de Loquendo?
Los refranes y frases hechas, no siempre son ciertas, no siempre sirven y no se deben utilizar como apoyos. A mi me gustan mucho las citas, pero eso no quiere decir que siempre esté de acuerdo con lo que dicen. A veces son buenas para debatir. La autoayuda tampoco sirve de mucho, porque cada uno somos diferentes; pero si te puede llevar a pensar en el por qué de tus posiciones, incluso a reafirmarte en ser como eres a pesar de todo el que diga lo contrario.
Has sido muy poético al describir a Tamara… Me gusta tu comparación con la margarita…
Nos ha quitado un problema de encima con lo de Jueves :)
Muchos besos
Buenas tardes, Carmen:
EliminarAunque no falta quien me cree en soledad al verme solitario, es un burdo rumor que no me acompañe el buen humor. Eso sí, también me escolta el genio rápido, me acaricia la curiosidad desvordada y me abraza una imaginación fantasiosa. Lo que hace que tenga varias personalidades dentro de mi persona. Vale, lo reconozco, estoy un poco chifladín, pero mi locura tiene cura en vuestra compañía.
Mi señora suegra es la primera en recordarme que no es muy normal el dejar los restos tirados, pero es que a mi natural despistado se une la innatural costumbre de Tamara de hablarme blandiendo el hacha, con lo que me da el tembleque y se me caen algunos despojos.
El doctor Loquendo está practicando una nueva operación a la inmaculada Isabel Preysler, a diferencia de Tamara el corta y saja día y noche.
A mí me gustan las citas que no acaban en plantón; y las frases las prefiero hechas, por eso de ahorrame el escribirlas. Mi madre era una persona muy refranera, me hacía gracia escuchar cómo adaptaba el dicho a la situación.
En mi caso, la autoayuda es algo instintivo (me cuido y me quiero, sin descuidar a los que quiero); son trucos y métodos unipersonales; es más, no lo aconsejo a quien no está en mi pellejo. Otras cosa es la ayuda que supone el que las personas te cuenten sus experiencias o reflexiones, normalmente me llevan a pensar en mis cosas y me ayudan a comprenderme y a no demonizarme. Por ejemplo me courre mucho al leerte, Carmen: en tu blog encuentro palabras que me gustaría haber escrito, me ayudan a pasar del “yo” al “nosotros”. Al compartir tus textos me ayudas a no sentirme solo o raro.
Gracias, Carmen.
Muchas gracias :)
EliminarSinceramente te las doy a ti, Carmen.
EliminarTu descabellada ironía siempre me hace reír y la foto primera no se sabe por donde va a salir Jajajajaja
ResponderEliminarBuenas tardes, Tracy:
EliminarComo buen calvo, imagino que es lógico que mis pensamientos sean descabellados, ahora que mi vida ya no puede ser un desmelene.
Sí, la foto es desconcertante; y resultó apremiante: la sacó mi señora suegra para demostrale a Tamara que soy un descuidado y no recojo bien sus despojos.
Gracias por tu compañía sonriente, Tracy.
Ostras! no debería haberlo leído en el trabajo, ahora me preguntarán el motivo de aguantarme la risa.
ResponderEliminarTengo que poner freno a la imaginación que enloquece con tus letras.
feliz jueves, aunque sea a trocitos en el jardín.
una lluvia de besos
Buenas tardes, Maduixeta:
EliminarEntiendo a tus compañeros, a mí también me fastidiaría el tenerte cerca y no verte sonreir.
Mi imaginación desbocada (bueno.., vale, alocada) no conoce freno, que para pantanosa ya está la relidad, más horrorosa que mi suegra fermosa.
Un abrazo de los de lazo, Maduixeta.
Célebres anónimos, que hallazgo. Como eso de que sea gente que esté cansada de ser mencionada en refranes.
ResponderEliminarTodo un hallazgo.
Según wikipedia, es de temer esa Tamara.
Coincido con Carmen Magia sobre eso de las frases hechas.
Felicitaciones.
Buenas tardes, Demiurgo:
EliminarGracias por tus palabras de aprecio.
Sí, la película de Tamara es temible, por no escribir “risible”, aunque reconozco mi debilidad por las pelis con señorias excasas de ropa y sobradas de maldad.
Mi nombre burocrático es “Marcelino”, estoy más que harto de la originalidad de los graciosos que al oirlo añaden “pan y vino”, tras lo que se me quedan mirando en plan “jo jo, mi dieta de mucosidades me lleva a decir estas genialidades”. Con lo que el club “Celebres anónimos” me tiene como socio y no de los pacíficos (me gusta sacar a diario mi hacha contra lo ordinario)
Un abrazo, Demiurgo.
Jajajajaja me hizo mucha gracia lo del nombre de Picio, porque hay un refrán, y no sé por qué estará asociado a ese nombre que dice: "Eres más feo que Picio" y yo me pregunto ¿tan feo será?
ResponderEliminarMe encantan tus locuras que llevan siempre tanta gracia, siempre me hacen sacar sonrisas, y hoy me atrapó éste jardín con tu relación con Tamara que... tendrás que tener mucho cuidado con ella, y jajaja con el jueves que está en trozos jajajaja.
Un beso.
Buenas tardes, María:
EliminarCasualidades de este pasear por el mundo de éter: acabo de visitar tu jardín y deleitarme con la flor de tu poema, y aquí nos volvemos a encontrar.
Lo del pobre Picio es puro estropicio, lo llaman feo por vicio; el de la envidia, que convierte en ciegos a los que van de listos.
A estar horas, mi temida Tamara está dormida; tiene muy mal despertar, así que mejor me voy por un rato antes de que se levante y me encuentre frente al teclado.
Un abrazo, risueña María.
ResponderEliminarLlegó Tamara: su piel blanca de orquídea, su rebelde melena girasol y sus ojos de menta, contrastaban son la carnosidad del clavel de sus labios: tan enigmática como una margarita que deshojas con incertidumbre; y tan linda como una rosa inglesa.
Increible la descripción de tu texto
Maravilloso el color y sabor que le das a las palabras
Y por supuesto que veo tus encantados que no solo estan metidos entre tus maravillosas letras
Mientras masco chicle de menta puedo olerla y percibirla
.Bella fresca como un fresa
Y avos como el doctor Alex....Sensualmente maduro
Gracias querido
Eliminarpor tu comentario en recomenzar
Tan amplio
tan vos
tan locamente
único
GRACIAS
Buenos días, Mucha:
EliminarRecomenzar el día a su lado, mientras usted masca un fragante chicle de menta,. Convierte una mañana gris en el entreacto de escenas dignas de vivir y ser compartidas.
Mientras Nino baila desacompasadamente una melodía de palabras, me adelanto a saludarla y a disfrutar de su compañía.
Me iba a servir otra taza de café, ¿le apetece acompañarme?
Sería un placer disfrutar un instante más de su compañía.
Querida Mucha:
EliminarTú tienes las gracias y las compartes.
Entre otras tienes la soltura de una escritura sincera y sentida, de fantasía en tu capacidad comunicativa.
Con tu brillo no buscas deslumbrar, sino iluminarnos en momentos oscuros y darnos calor en la fría soledad. Quizá sea inevitable que las alimañas de la envidia acechen desde la penumbra, lo que es seguro es que tu luz de llama propia seguirá ardiendo, mientras ellos se llevarán su acechar a sombras más propicias.
Un abrazo, Mucha.
Me gusta la asociacion esa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenos días, Fabián:
EliminarSí, era una gran asociación, una pena que haya quedado descabezada. Y es que Tamara es muy sensible, no debieron sugerirle que dejara de ulular a la luna durante la reunión.
Gracias por tu compañía, Fabián.
Un gran humor el que has utilizado para hablarnos de ese particular jardín que describes.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenos días, Carmen:
EliminarEn principio había escrito otro texto, pero me quedó muy largo y no quería editarlo o colgarlo por entregas. Escribí de manera apurada este cuento, del que lamento los despistes ortográficos que contiene resultantes de mis prisas.
El humor cobra vida con vuestra lectura, es algo que existe en el lector no en las palabras, que pueden ser vistas por otros como un sinsentido.
Gracias por tu sonrisa, Carmen.
Un relato muy florido, Sr Ortea,
ResponderEliminarBuenos días, doña Ángela:
EliminarMi relato luce más engalanado por su comentario.
Feliz sábado.
Me ha encantado todo el texto, pero es que el que lo comenzaras con esa oreja perdida en un jardín del fotograma de Blue Velvet (genial película) ya daba pie a que el relato iba a ser del estilo loco e irónico (aunque podria haber sido terrorífico, jaja)
ResponderEliminarEl grupo de Célebres Anónimos te harán un monumento por sacarles en los papeles (o te perseguirán por intromisión en su oculta intimidad)
Un abrazo.
Buenos días, José Vte:
EliminarGracias por tu abrazo, tu tiempo de lectura y tu comentario.
Sí, “Blue Velvet” es una película que incluso hoy en día me crea cierto desasosiego por su capacidad para fascinarme con su recreación de un mundo tan cruel como sórdido.
Me sorprende y agrada que veas un regusto irónico en el cuento; imagino que es una muestra de tu esfuerzo lector, pero a la vez me satisface ver que personas que no nos conocemos nos leemos con interés y sentimiento.
Ayer noche vino a visitarme Yocasta, celebramos en la intimidad su salida del anonimato.
Un fuerte abrazo, José Vte.
Hola, Nino.
ResponderEliminarMe has dejado deslumbrada con tu estrambótico jardin y tu hermosa protagonista. Un juego de palabras de lo más completo, divertido y muy ágil. Me encantó esa relación de espinas.
Un beso
Muy buenas, Yessy Kan:
EliminarNuestro jardín, pues es tan mío como de quienes lo remodeláis al recorrerlo con vuestra imaginación, tiene el encanto de lo raro por escaso y diferente. No es normal el sentirme objeto de tantas muestras de cariño y aprecio. Lo agradezco y me estimula; y más viniendo el deslumbramiento de personas con una luz como la tuya, Yessy, capaz de iluminar sentimientos a contraluz del ingenio.
Quizá lo bueno de las relaciones espinosas está en que al recordarlas usamos palabras que embellecen los sufrimientos.
Un abrazo, Yessy Kan.
Genial... y no sé porqué me extraña, a estas alturas no debería sorprenderme. Tu texto invita a continuarlo en un reto divertido e inconsciente, pero yo, que todavía pertenezco a esos Célebres Anónimos, me resisto si no se me da la cancha que me corresponde... ¡Faltaría más!
ResponderEliminarUn abrazo solidario y, lo leeremos en el Encuentro. (Te pongas, cómo te pongas)
Buenos días, Alfredo:
EliminarMientras te leo suena en mi pc la pieza “End Titles for Balde Runner” de Vangelis, música exquisita para la sensación de ensueño que me invade. Al igual que Rick Deckard no me preocupa la eternidad, sino la intensidad de lo que siento.
Aprovecho para dar las gracias en tu nombre a todo el grupo “juevero” por todo el afecto personal que mostráis y por todo el estímulo creativo que me supone el leeros.
Honrado y sonrojado, pero encantado de saber que os acompañaré en el encuentro.
Feliz fin de semana, Alberto.
Un abrazo a ti y a todos nuestros compañeros.
No más la primera línea aunada a la imagen y ya me dibujaste una tremenda mueca en el rostro LOL
ResponderEliminarCreepy!!!!
No dije nada, Tamara...
Mouth wide shut...
Hv a great weekend, Nino :)
Hi, my beloved Nicky:
EliminarBetter to creep than to stand still! Some find me creepy, other scary; but the point lies on always being on the run at my pace.
By the way, right now I’m listening to En Vogue and their “Hook on Your Love”, somehow the sweetness of your voices reminds me of yours.
Mantén esa mueca sonriente, su brillo el faro que guía a tierras de esperanza.
Time never ends, that’s why I try and make of life an everlasting Saturday.
A pleasure, Nicky.
Historia macabra la de Tamara, aunque con un dejo de humor no muy fácil de digerir...eso de encontrar una oreja en el jardín, solo es gracioso cuando uno sabe que es ficción jejeje
ResponderEliminarSaludos
Buenos días, Mónica:
EliminarEs curioso: mi suegra asegura que estoy como una cabra cuando le comento la conducta macabra de Tamara. Ella asegura que su hija es demasiado barco para tan poco marinero y que “su nena” tiene un pronto fuerte que pronto pierde fuerza.
Sí, las desgracias se convierten en gracias cuando es otro el que las sufre: tras encontrar esa oreja, lo primero fue llevarme la mano a la cabeza; al comprobar que no era mía, me entró una risa tonta acompañada de una baile a lo “San Vito”.
Un abrazo risueño, Mónica.
No me cansaré de decirtelo nunca...
EliminarTienes mucho arte Nino.
La descripción de Tamara es sublime y el conjunto resulta óptimo.
Gracias por tu luz ✴
Buenas tardes, AtHeNeA:
EliminarGracias a ti, no sólo por este comentario, sino que por todo tu aprecio en lo personal y apoyo en lo creativo. Es importante saberse apreciado, y más serlo por personas de tu valía humana y artística.
Un cálido abrazo, AtHeNeA
Gracias por tus palabras Nino.✴
EliminarGracias a ti,siempre, AtHeNeA.
EliminarJa, ja, ja ! Qué bueno Nino! Como para contradecir a Tamara...quita, quita...Eres buenísimo con los juegos de palabras. Ayer leyeron tu relato en la sobremesa de la comida de la reunión juevera aquí en Aranjuez, te aseguro que hubo muchas risas.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenos días, Charo:
EliminarHay palabras que compartimos de manera repetida en ciertos contextos, quien lea los comentarios en este blog habrá reparado en que escribo mucho la palabra “gracias”: no lo hago por cortesía, sino que con sentimiento.
Agradezco los comentarios lectores: aportan el elemento comunicativo que falta en mis textos, habitualmente centrados en mi ninismo. El leer vuestras reescrituras sentidas de mis aportes me ayuda a comprenderme, sentirme querido y apreciado.
En ese aspecto, Charo, para mí ha sido muy importante el que me acogierais en el “Grupo juevero”. Lo es en lo humano, por verme acompañado por personas acogedoras, y en lo creativo, al verme estimulado por vuestras sensibilidades. Sinceramente: Gracias a ti y a cada uno de nuestros amigos jueveros.
Para mí es todo un honor el que este cuento haya sido una de las lecturas compartidas en el encuentro. Confío en que lo pasarais estupendamente.
Un abrazo, Charo.