Todo
indica que pasará tiempo antes de disfrutar de una nueva entrega de esta
epopeya. A diferencia de otros colegas devenidos en creadores totales, Frank
prefiere tener el conjunto del trabajo finalizado antes de comenzar su
publicación. Y dado que a la altura de la tercera entrega de este arco
argumental, ya necesitó ayuda en el entintado para avanzar en su desarrollo,
probablemente el nuevo ciclo narrativo tarde un tiempo en ver la luz, pues ha
manifestado su intención de firmar la totalidad del dibujo.
© Gary Frank & Top Cow. |
Esta
dilación ha desatado críticas de parte de los lectores, pesimistas al ver como Descent
of Man concluía con sus subtramas abiertas. Sorprende comprobar que la
paciencia y confianza que depositamos en otras manifestaciones artísticas, se
la negamos a la Historieta; arte donde muchos aficionados parecen más bien
acumuladores de papel, prefiriendo la garantía editorial del continuará
mensual, a la promesa creativa de ofrecer lo mejor de uno mismo en el momento
adecuado. Realidad aplicable a nuestras vidas cotidianas, donde muchas veces
optamos por la seguridad de lo rutinario, y desechamos promesas sinceras que
vemos como quimeras.
El
planteamiento inicial de la serie parte de la ucronía de plantear la
pervivencia de especímenes de la raza neandertal en la actualidad. Estos se
encuentran lejos de la imagen que tenemos del cavernícola, y han desarrollado
una civilización muy avanzada, basada en una relación de equilibrio con la
Naturaleza y la Materia que la forma. La posibilidad de apoderarse de esta tecnología
ajena, y el deseo de aniquilar a todo aquél que es diferente, tan
característico de los descendientes de los hombres de cromañón, hacen presa en
los dirigentes de una de esas organizaciones supersecretas del gobierno
estadounidense, tan eficaces en las fabulaciones y tan incompetentes en la
realidad.
Las
vidas de Bob, quizás el último neandertal libre, Elizabeth Leakey,
probablemente la única deportista olímpica británica reconvertida en guarda
forestal en Alaska, y de Trey Mcaloon, seguramente el último hombre honrado en
una agencia corrupta, se entretejen como resultado de una sucesión de caprichos
del destino y decisiones personales.
Es un poco irritante quedar esperando la continuación de una historia, que tiene las subtramas abiertas. No sólo en el comic, sino en las series, como Lost. Sobre todo cuando los autores no tienen una idea de como cerrarlas. Como en las últimas temporadas de X-Files. No estoy diciendo que sea el caso de esta historieta, sí lo es de mi saga de Duality. Que nunca sé para donde irá en un futuro. De paso, acepto sugerencias.
ResponderEliminarLo que plantea esta historieta es lo que la ciencia ficción define como ucronía, que pasaría si hubiera pasado tal cosa en lugar de otra. Es interesante eso de los neardenthal, porque se haya llegado a plantear que tal vez eran más inteligentes, por la capacidad cerebral. Aunque esas teorías son cambiantes. Como la teoría que los cromañon-sapiens los exterminaron.
Un interesante planteo.
Buenos días, Demiurgo:
EliminarComparto cada palabra de tu opinión: creo que es una tomadura de pelo el basar una trama en artificios que luego descuidas. El recurso “Deus ex machina” funciona en las fabulaciones bíblicas, pero en las ficciones narrativas se requiere un mínimo respecto a la coherencia narrativa. Por respeto a tus lectores y a tus personajes.
El caso que mencionas de “Lost” es paradójico: tanto empeñarse en que TODO tendría una explicación, tanto incluir a reputados estudiosos entre sus consultores para luego salirse con ese remedo del río de la vida y la fuente de la eterna juventud. Sinceramente, Demiurgo, es mucho más acertada tu ficción de Duality.
Gary Frank no comete la desatención de descuidar la trama, lo que ocurre es que deja ciertas subtramas abiertas: probablemente confiando en retomar una historia (sus bajas ventas lo hacen difícil) y quizá por confiar en la inteligencia y libertad lectora de sus lectores.
Un abrazo, Demiurgo.
El hecho de pedir más es porque gustan, porque son buenas; pero… tienes razón, preferir el continuará mensual, siempre será una mengua para este arte. Me ha encantado la comparación que has hecho con la vida real, es como dices… Y optar por la seguridad de lo rutinario, de alguna manera empobrece mucho nuestra vida y a nosotros mismos.
ResponderEliminarQue pena aniquilar lo diferente…
Muchos besos
Buenas tardes, Carmen:
EliminarImagino que la rutina es algo necesario en nuestra vida, nos sirve para dar nombre al tiempo y para ocuparlo con variaciones de actos reiterativos.
El problema creo que está en hacer de la rutina nuestro todo, dejar que la seguridad que da recorrer siempre el mismo camino nos impida transitar por nuevos lugares. Como bien escribes, la primera consecuencia de esta monotonía es que nos empobrecemos.
La creación artística tiene su componente rutinario (incluso en procesos que buscan reflejar el caos), e incluso un creador se convierte en “artista” cuando desarrolla una impronta propia, que no deja de ser un conjunto de rutinas que identificamos en él.
Un abrazo, Carmen.