Quizá la peor
consecuencia del Horror sea la pérdida de la Inocencia.
Puede que la peor
consecuencia de cualquier guerra sea el sufrimiento de los inocentes.
Tal vez la nuestra
pudiera ser una tierra maravillosa si la/nos respetáramos.
Toda guerra es un
horror, aunque muchos parezcan no tenerle miedo. Estos fanfarrones
supremacistas, que ven las guerras como una simple “incidencia” en su camino
hacia la independencia de la solidaridad humana, malinterpretan
nuestra tierra común como una fronterización de minifundios.
«Wonderland» es el título de un video corto –realizado por Erkan Özgen – que se centra en Muhammed, un niño de trece años que huyó de la ciudad siria de Kobanî con su familia cuando las fuerzas del Estado Islámico la atacaron en 2015. Cruzaron la frontera turca y se refugiaron en Derik, en el sureste de Turquía, ciudad natal de Özgen. Allí el artista turco conoció y se hizo amigo de Muhammed. A diferencia de cualquiera de los otros refugiados que se encontraron con Özgen, Muhammed estaba dispuesto a comunicar lo que había presenciado. Dado que es sordomudo, Muhammed usó su cuerpo para transmitir un relato de primera mano de estos eventos traumáticos.
Erkan
Özgen le pidió a Muhammed
y sus padres permiso para hacer un video,
«Wonderland», del que te invito a
ver un fragmento. El artista explica su motivación para hacer el trabajo: "Este niño vivió una atrocidad que
muchos de nosotros ni siquiera pudimos soportar imaginar. Mientras que una
parte del mundo enfrentó la devastación y la destrucción causadas por la
guerra, la indiferencia mostrada por la otra parte me afectó
profundamente... Se me ocurrió que tal
vez solo Muhammed podría realmente
comunicar esta brutalidad invisible e inaudita... El poder de su lenguaje
corporal hizo que cualquier otro lenguaje fuera insuficiente e insignificante".
Özgen
espera que el mensaje de Muhammed "motive a las personas a crear una voz
fuerte contra las guerras".
Sí, amable leyente, es
Navidad. Tiempo de amor y esperanza. Tiempo para desear el fin de todo horror
que los humanos provocamos en nuestros iguales y sobre nuestros diferentes.
Sí, amable leyente,
es Navidad. Hoy, como siempre, me acuerdo de mi madre: una mujer que todos los
días mostraba con sus actos el amor y la esperanza que muchos exhiben con
impostura en Navidad. Hoy –dia en el que en España se celebra el sorteo de la
lotería de Navidad– he recordado cuando en este día del año 1986 estaba yo en
un bar de Alicante y en el televisor del local veo a mi madre celebrando que le
había tocado un “pellizco” del premio gordo. Ella destinó parte del dinero del
premio a ayudar a personas necesitadas.
Te deseo lo mejor a
ti y a los tuyos. Con una ilusión que hace que muchos me tomen por iluso, deseo
que los humanos empecemos finalmente a tratarnos con humanidad. Deseo de
corazón que todos los Muhammed del
mundo sonrían. Que el arte de todos los Özgen
pueda reflejar la Belleza y verse movido a denunciar el Horror.
El fragmento del
video «Wonderland» no es una visión cómoda. Pero no hay que tomar una
posición cómoda, sino que combativa, frente al Horror.
Paz. Ya. Alza tu voz.
Sí Nino, es Navidad... pero las guerras y las enfermedades no entienden de eso. Gracias por esta entrada que nos hace recordar que la vida sigue y el horror... también.
ResponderEliminarMil besitos navideños y muy felices fiestas para ti y los tuyos, amigo mío.
Gracias a ti, Auroratris, por impedir que la soledad creativa me convierta en horror antisocial.
EliminarUn abrazo navideño, compañera.
Hola Nino , yo pienso lo mismo que Auroratris , ya que como siempre las guerras , no las sufren las grandes esferas , ya que es el pueblo civil , el que las sufre en sus carnes , si las cosas se hiciesen las cosas de otra manera , yo creo que no habrían guerras , ni hambre ni pobreza en el mundo , una entrada muy interesante, yo también te deseo una feliz navidades , para ti todos tus seres queridos y amigos , te mando un fuerte abrazo compañero , besos de flor.
ResponderEliminarUna vez más, Flor, al leerte siento que trasmites amor por la vida y esperanza en los que vivimos.
EliminarUn abrazo navideño, compañera.
Hola, Nino.
ResponderEliminarMe ha sorprendido el tono de este texto, aunque probablemente la melancolía que encuentro en él sea la que yo siento durante estos días. No soy anti navideña, pero sí que rezo para que pasen pronto estos días.
Las guerras y los horrores siempre han estado ahí, pero me uno a tu deseo iluso de que se acaben ya.
Me ha emocionado la mención a tu madre y el gordo de la lotería.
¡Feliz Navidad, Nino!
Creo que trasmito melancolía de manera inconsciente –de ahí que, por ejemplo, evite escribir por las noches–, por lo que probablemente esta introspección la trasmita, Ángela.
EliminarNo soy antinavideño, mi mayor recelo personal hacia este periodo está en los excesos asociados a él. Pero, por otro lado, me gusta el barniz de humanidad que impregna nuestros actos durante estos días.
Gracias por tu detalle hacia mi madre.
¡Feliz Navidad, Ángela!
Te deseo una Feliz Navidad en compañía de tu familia, llena de amor, paz y felicidad, y que el Nuevo Año 2019 sea generoso contigo en todos los aspectos y se cumplan todos tus deseos.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias por compartir tus buenos deseos, María.
EliminarOs deseo lo mejor a ti y a los tuyos.
Un abrazo navideño, María.
Sí, cierto. Tu tono es el adecuado a quien siente empatía hacia el resto de seres vivos. En fechas como estas, es cuando más se acentúa, si cabe, las carencias de otros; los otros sufrimientos...
ResponderEliminarUno/una no puede pasar ante esta realidad sin conmoverse, pero lo triste es que sea solo en días señalados. Hay 365 días de sufrimientos para una mayoría de vivientes del mundo y bien poco podemos hacer. También me entristece. Si Navidad significa, despertar; despertemos, despertemos...
Gracias por estas palabras hermosas, sensitivas, directas al corazón y al entendimiento. Comprensión que se hace necesaria para este convivir.
Abrazos, querido amigo.
Toujours sous le soleil et la clarté...
Mí querida Clarisa:
EliminarSoñar y vivir.
Quizá la vida sea sueño; pero no debemos vivirla adormecidos, sino vivaces. De manera intensa, como esos sueños de los que al despertarte corres a escribirlos para intentar ya nunca olvidarlos.
Creo que la vida es curiosidad, al menos lo es para mí desde que tengo recuerdo. De hecho, es la curiosidad la que me mantiene vivo ahora. Hubo un tiempo para los excesos adormecedores. Época que duró más de dos décadas, en la que los vapores de los efluvios me mantuvieron en un estado de vigilia hipnótica. Mi curiosidad estaba aguijoneada por comprobar mi capacidad de resistencia, entre otras cosas a caer dormido. Algo en mí despertó y me alejó de la vigilia narcoléptica. Ahora, vivo de manera consciente en un ensueño. Ya no siento curiosidad hacia mi resistencia, sino que hacia nuestra persistencia: ¿seguiremos siendo humanos o acabaremos siendo espíritus en la máquina de Internet?
Vuelvo a plantearme abandonar este sueño de éter que es Internet. Pero me resisto a ello. Entre otras razones por mi curiosidad por las cosas buenas que puedo encontrarme aquí. Regalos como el de tu amistad.
Leerte ayuda a despertar mi conciencia humana, leerte también me lleva a ensoñarme tal y como me describes. Me sé individualista, pero eso no me deshumaniza. Al contrario de lo que escribió John Donne: éste hombre sí es una isla, pero se sabe parte de un archipiélago.
Si Navidad significa “despertar”, ¡despertemos! Hagámoslo con las ganas de quien emprende una excursión compartida, no con la desgana del recorrido rutinario.
Te deseo lo mejor, compañera argonauta.
Un gran abrazo, Clarisa.
Qué tristeza producen las guerras, muy buena esta entrada tuya...
ResponderEliminarUn beso grande.
Las guerras deben ser frente a lo que nos deshumaniza, no contra lo que nos diferencia. Debemos combatir el odio, no el contraste.
EliminarUn abrazo fraternal, Carmen.
Me uno a tus deseos, Nino.
ResponderEliminarDicen que para tener la paz hay que crear la guerra, creo que todo debería ser diálogo, humanización, respeto, tolerancia, todo lo que a muchos hace falta.
Mas besos
Pacificadora Mujer Virtual:
EliminarCreo que toda paz es resultado de un combate, no la consecuencia de una guerra.
Tú y yo, todas las personas decentes del mundo, combatimos a los miserables, pero no los guerreamos.
La guerra conlleva la eliminación del enemigo, convertir sus campos en salinas y reducir su recuerdo al olvido. La guerra necesita del odio al enemigo.
Hay que combatir la injusticia, sin eliminar a los injustos. El combate requiere una lucha activa frente a la agresión, no contra los agresores. Al final, ellos y nosotros somos iguales. El combate se sustenta en el respeto al contrario.
Paz, Mujer Virtual.