No reniego de mi pasado
personal ni creativo. Es más, en lo general acepto como propios los aciertos y
errores que me afectan, aunque no me corresponda su autoría.
Soy dado a hacer, no a
intentar; de ahí que acumule tantas pruebas de vida. Pruebas que demuestran que
las vidas de este ensoñador no han sido una sucesión de espejismos, sino que un
encadenamiento de realidades.
En lo literario, he
probado mi valía como articulista y como traductor. Me pagaron por ello, por lo
que en ambos campos alcancé la “profesionalidad”. Y la adquirí pronto. Casi tan
rápido como dejé ambos campos. Sentía que me faltaba libertad.
Tras once años, aún no
he probado mi valía creativa como novelista. Y, objetivamente, me considero
demasiado viejo para ser un fabulador novel. A este hecho, a este cúmulo de
trabajos añejos –son diez las obras que llevo autoeditadas en Amazon–, se une
la consciencia de que mi actitud creativa ha sido iterativa. Prueba simple de
ello es este blog simplón, donde el repetitivo canto a mí mismo lo disimulo
como “ninismo. Básicamente soy el que era cuando abrí «Ven y enloquece»: un
enloquecido que pasa desapercibido salvo para cuatro gatos y cinco gatitas que
tienen el buen gusto de frecuentar este tejado.
Mi vida personal ha
sido más rica que la creativa, he ganado matices vitales. Me fastidia constatar
que mi personalidad literaria no le ha sabido sacar provecho a toda una serie
de experiencias que me han enriquecido como persona. En lugar de agilizarse, mi
manera de escribir se volvió diletante. Cada dos por tres he acabado
escribiendo sobre las seis mismas cosas: yo, mi, me, conmigo, de mí y sobre mí.
Lo mío no ha sido un caso de esquizofrenia, sino un ejercicio de vanidad. Creía
que al hablar de mi heterónimo, de mi personalidad literaria, me convertía en
un escritor. Pero me convertí en un “ninotauro” que mora en un laberinto de
palabras.
Para mi suerte, durante
todo este tiempo no han faltado personas que me han trasmitido su aprecio como
creador. Por fortuna, sus actos y palabras siempre han impedido que mis miedos
e inseguridades me recluyan por mucho tiempo en el autoaislamiento recurrente.
Quizá tenga que ver con
que se acaba el verano, o que como buen virgo soy metódico. El caso es que
llega un nuevo septiembre y me siento de nuevo con fuerzas para seguir la
estela de mis sueños creativos. Me encuentro con ganas de mandar al “ninotauro”
a su laberinto y de embeberme en tinta como antes hacía con el tinto. Me noto
con ganas de salir –de nuevo– a tu encuentro, amable leyente.
Gracias por ser la
estrella en mis noches oscuras.
When You Wish upon a Star es una canción escrita por Leigh
Harline y Ned Washington en el año 1940 para la película de Disney Pinocho. La
versión original estaba cantada por Cliff Edwards en el papel del personaje
animado Pepito Grillo, y es escuchada en los créditos de apertura y en la
escena final del film.
Y qué te puedo decir yo, compañero?? Me confieso ser una apasionada de tus letras y de tus ideas creativas. Supongo que todos nos vaciamos un poco a la hora de escribir, ya sea desde un plano exterior o, como siendo el mismo protagonista de la historia. Siempre aparecemos en algún capítulo o frase... porque no podemos dejar de estar-nos y ser-nos parte de esta nuestra vida y vivencias.
ResponderEliminarAsí que... yo te espero para leer (con ganas)
Mil besitos que te abracen con cariño y feliz domingo, compañero.
Lo que tú me digas, será. Tu encanto va más de las frases y lo trasmites con tus gestos. Leerte apalabra como posible lo que –reducido a palabra– la experiencia parece relegar a improbable: el afecto, la generosidad, la bondad… Eres sustantiva para mí, Auroratris. Gracias por verbalizar tu afecto.
EliminarUn abrazo, compañera.
Septiembre de te dice que no puedes dejar de escribir, porque con las letras respiras, eres. Por eso el aliento de un septiembre que te pone alas de palabras e imaginarios creativos. Un abrazo desde mi cubil colombiano, NIno. carlos
ResponderEliminarSeptiembre es en Asturias un mes fresco, en el que incluso el asfalto abanica nuestros pies tras los rigores de agosto.
EliminarLeerte, Carlos, siempre hace que me sienta en septiembre. Gracias por la brisa fresca de tus palabras.
Un abrazo, compañero.
EliminarCon el móvil doy un desastre, llevaba muchísimo escrito y lo he perdido todo.
Pienso que es bueno hacer, es vivir una experiencia completa, es adquirir tablas para los siguientes pasos.
Nunca te consideres viejo para nada, nunca tengas en cuenta el tiempo. Haz todo a lo que te lleven tus impulsos y siempre fiate de ti mismo Porque la vida es tuya.
No eres simple, por eso, nada de lo que has hecho es simple. A mí me encanta y le encantará a todos los gatitos y gatitas que aun no te conocen.
Tu vida personal siempre se dejará sentir en tus letras.
Mando esto y sigo antes de perderlo de nuevo
Estimado y creativo Nino, un nuevo mes comienza y con él, nueva cosecha y no importa si de éxitos, serán de vida preciosa narrada al compás de ti mismo y de todos los que te parecíamos tal y como eres. Si te digo que lejos de nuestro país natal común, leerte me conmueve.
EliminarAbrazos desde Ucrania. (recuerdos de Ihor para ti, escribo desde su móvil)
Clarisa (sin lugar fijo)
Mil soles para ti...
Mi querida Adelina:
Eliminar“Desastre” nunca será un adjetivo que te califique, eres una mujer “de arte” (las "eses" las dejamos para las fricativas y los sordos). ¡Hasta escribiendo desde tú móvil conservas tu impronta!
Quizá más que de vejez, lo mío sea un problema de envejecimiento, de que me veo obsoleto y paleto. Ya ves, no uso el móvil para acceder a internet.
Valoro mucho el tiempo, dado que coincido contigo en sentir que la vida es un viaje por el tiempo en el que hay que dejar huella (no como en nuestro ecosistema, por el que procuro pasar de puntillas como gatito sobre tejado quebradizo)
Encantado con tu encanto personal, compañera.
¡Remiaú, Adelina!
Mi querida Clarisa:
EliminarHe concluido la lectura de “Cuando fuimos ojos de lluvia”. Gracias a haberlos publicado, todos esos momentos versados no se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de vivir; y de hacerlo con la mirada fresca y el corazón inmarchitable que contagia la lectura de tu libro.
Te agradezco el esfuerzo comunicador y tus generosas palabras. Me emociona el leer que te conmuevo, compañera replicante frente a la tiranía de la monotonía.
Mi más cordial abrazo a Ihor.
Todo mi afecto, Clarisa.
Quizá haya que empezar a escribir sobre uno mismo, para después poder escribir sobre personajes q viven en tu imaginación. Quizá solo tengas q dejarte llevar, salga lo que salga, ya después le darás sentido y forma.
ResponderEliminarNunca te aisles, con eso nosotros perdemos.
Me alegra mucho que tengas ganas de seguir creando.
Un beso muy grande
Hola de nuevo, Adelina:
EliminarEscribir, aunque sea de manera hiperbólica, sobre lo que uno conoce suele ser el consejo básico que recibe cualquier fabulador. En mis ficciones hay mucho de mi sentir, pero no de mi tiempo vivido: no sé escribir ficción sobre mi tiempo presente.
Mi tendencia al aislamiento es natural. La vida es un río caudaloso, en unos momentos soy afluente pero necesito ser riachuelo. Seguir siempre el mismo cauce, diluirme en un gran caudal y confluir al unísono son opciones que me dejan seco.
Muchas gracias por oxigenar mis aguas vitales, Adelina.
Muchas gracias por tus palabras. Ni site ocurra volver a decir lo de absoleto y paleto, eh? Eso no te califica, para nada, eres todo lo contrario.
EliminarNo sé lo que dices no saber escribir, pero escribe sobre lo que se te da bien, sobre lo que te sale o haciendo caso a esa creatividad que te mueve a hacer cosas. No la desatiendas.
No pretendo que te quedes seco, sigue como río rebelde. Peor de vez en cuando déjate ver.
Un beso enorme.
Buenas tardes, Adelina:
EliminarLeerte es siempre un estímulo y el atender a tus indicaciones lo es más, ya que veo en ellas una muestra de afecto.
Siguiendo con la metáfora de los ríos, soy como el Guadiana: estacional.
Gracias, compañera.
Hola, esta vez he tardado un poco, espero no volver a hacerlo.
ResponderEliminarHe visto que hay varios post que no se puede comentar, verdad? A ver si es que soy yo que no encuentro el lugar...
Siento ser un poco mandona, pero te lo decía por tu bien, ya sabes que te quiero mucho.
Muchos besitos
Siempre llegas puntual, Adelina.
EliminarLa lectura no es un tren de única salida, sino que un paseo en compañía.
Sí, hay y habrá entradas sin comentarios. Suelen contener referencias a artículos ajenos y no me parece apropiado comentar sobre ellos (sería como apropiarme de su autoría).
Te agradezco la indicación, mi despiste me lleva a olvidos, como bien sanes.
Un abrazo, Adelina.
Muy bien, siempre disfruto con tu lectura y estoy feliz porque estás escribiendo. Mil besos y nunca dejes de hacerlo.
ResponderEliminarEl disfrute es mutuo, Adelina.
EliminarConfío en que a mediados de noviembre habré autopublicado mi próxima novela. gracias por tu ánimo, animosa Adelina.