Hola, Carlos:
Leerte vuelve a dejarme asombrado y sin penas.
Un abrazo.
https://lajorobadelcamello.blogspot.com/2024/11/blog-post.html
Hola, MARÍA:
Me temo, sin por eso ser miedoso, que las personas siempre hemos llevado
vidas reducidas –el virus del miedo siempre se ha ocupado de ello–. Dejando a
un lado el terror desplegado por instituciones ajenas, los individuos nos
ocupamos de no despegarnos de nuestros miedos internos. Quizá, amiga, nuestro
mayor miedo es a vivir en plenitud –llevado a nuestra sociedad, ya ves cómo
vamos relegando ciertas experiencias para cuando estemos jubilados, en vez de
experimentarlas mientras tenemos júbilo–.
El sobrevivir reduciditos nos da la sensación de pasar desapercibiditos,
de que los problemas nos pasaran por alto: los monstruos son gigantes y no
estamos tan locos como Quijote para embestir contra ellos.
Además, está el eterno dorado de la búsqueda del equilibrio, no hay
quien se libre de escuchar eso de “La virtud está en el equilibrio” y siempre
preferiremos que nos valoren como virtuosos a que nos señalen como
desequilibrados,
Por otro lado, sólo puedo felicitarte por el bestiario que has confeccionado,
es toda una devoción.
Una abrazo.
https://hablacontusamigos.blogspot.com/2024/11/nadie-es-inmune.html
Hola, Miguel:
Me parece muy interesante la propuesta de esta película. Sus
limitaciones en el diseño de producción no limitan su efectividad narrativa. Al
final, en las películas, como en las personas, lo que cuenta es que nos entretengan,
no que nos deslumbren.
Un abrazo, Miguel.
https://www.cineycriticasmarcianas.com/2024/11/borgo-el-hilo-del-bien-y-del-mal.html
Hola, Susana:
Lamento el que en nuestra sociedad temas como el de “el aborto” que
definen nuestra humanidad, sean reducidos a meros trámites burocráticos.
Un abrazo.
https://historiademivida70.blogspot.com/2024/11/entierro-obligatorio-para-los-bebes.html
Hola, Demiurgo:
Para comunicarnos con otros usamos mayormente palabras de otros,
imposiciones semánticas que convierten garabatos y gorgoritos en signos
lingüísticos. Ocasionalmente nos liberamos de esas imposiciones al recurrir a
la invención de “palabras” o al errar en su escritura/pronunciación. La dislexia
y el despiste son los grandes innovadores léxicos, unidos a la vagancia y a la
petulancia.
En tu caso, tal y como vuelve a apalabrar este relato, personalizas la
afección de las palabras gracias al afecto con el que las usas.
Un abrazo.
https://eldemiurgodehurlingham.blogspot.com/2024/11/este-jueves-un-relato-palabras-de-otros.html
Hola, Francesc:
Quizá uno de los problemas de saciar el hambre sea que podemos pasar del
desengaño al desencanto. El autoengaño llena nuestras tripas de esperanza
frente a la bilis de la realidad.
En mi caso, el engaño me permite vivir. Recurro a aislarme y pensar que
fuera de mi laberinto ocurren finalmente cosas maravillosas que me maravillarán
cuando salga.
Un estímulo el leerte, Francesc.
https://francesccornado.blogspot.com/2024/11/un-nivel-positivo-de-escepticismo.html