Muchas veces somos víctimas de nuestros propios prejuicios, a los que vestimos de sentido común o disfrazamos con estereotipos.
Normalmente, asociamos el proceso de creación litearia a la redación de novelas, poemarios o relatos cortos. No nos damos cuenta de que algo tan cotidiano como teclear un sms puede ser el texto más importante que nunca haya sido escrito.
Habitualmente pensamos que un escrito es algo estático, rodeado de naturaleza muerta atrapada en papel.
Traducir es refranado como “Traicionar”, y su práctica sólo es justificable como una actividad que nos permite ganarnos los garbanzos.
Sin embargo:
Hay mensajes en los que he puesto más alma que en el más extenso de mis textos.
Parta escribir hay que haber vivido, pues lo impeortante no es lo leido si no lo sentido.
Pese a que me considero un creador, me encanta traducir.
A continuación os dejo mi traducción nada traicionera del texto de un gran escritor, denostado por su vinculación a algo tan pueril como el mundo del Cómic.
Cada una de las veces que traduje un texto de Jamie Deleno, fue mucho lo que aprendí y más lo que disfruté.
Pese a los nueve años que tiene mi versión, he preferido dejarla tal cual. Pues soy un incorregible en todo lo que hago y siento.
El original en Inglés podéis encontrarlo en esta dirección.
Las fotos e ilustraciones que acompañan este posteo, las he tomado prestadas del blog de Eddie Campbell.
Y ahora, sin más berborrea fácil, os dejo con mi interpretación de un comentario que Jamie Delano escribió sobre el proceso de documentación seguido por Alan Moore para sustentar el guión de la novela gráfica From Hell.
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