-->La vida sigue.
Ojala la muerte sea sólo una forma de evitar volver a sentir miedo.
¿Cómo olvidar aquellos días en el Colegio Público Jovellanos, junto a Carlos, mientras aprendíamos de los que no sabían enseñar?
¿Cómo olvidar aquél primero de los muchos conciertos de Los Locos?
Nochevieja de 1983.
Edificio semiabandonado donde ahora se alza el Café Diario, en Gijón.
Rodeado por muchos; pero sólo pendiente de mi amor de instituto, Ammeg Émolotarb, me rodeara con sus brazos.
Comenzó el concierto.
La confusión fue una forma de olvidarla.
Mientras otros podrían anhelar estar en Nueva York, yo disfrutaba bailando en Gijón.
Tras acabar el concierto, me preguntaron por ella.
Miré y no la vi.
Pensé que se había ido.
De repente, una corazonada me hizo ir a buscarla.
Recordé haberla dejado recostada y embebida, en un sofá donde ahora se apilaban abrigos.
Me había dicho que tenía frío.
Le ofrecí mi cazadora. Tras adivinarla dormida, me desenredé de su melena y me trencé al escenario.
Ahora entreveía sus botines violetas.
Al segundo, la desenterré del túmulo.
Al día siguiente me desterró de su corazón.
Creo, Carlos, que nunca te había contado esta anécdota en la que tu voz fue el cebo para otros brazos.
© Nino Ortea Gijón, 10-VIII-09
¿Dejaste olvidada a tu novia bajo un montón de abrigos?
ResponderEliminarNo me negarás que eso es muy de Woody Allen
Besos de sol
Fue una pena la muerte de Carlos Redondo. Los Locos tenían unas canciones muy buenas, no recuerdo la de veces que habré escuchado Nubes de tormenta...
ResponderEliminarIsa
Hola, Medea:
ResponderEliminarPues sí, como tenía frío (la fiesta era en un local sin calefación) la tapé con mi abrigo. La gente la acabó cubriendo y a mí se me olvidó que estaba con ella.
A ella no le pareció de Vudi, si no de cabrón. Vamos de la opinión de allen que tiene Mia Farrow.
Helados de ron con pasas.
Toda muerte es un mazazo, Isa.
ResponderEliminarHoy hace 5 años que murió mi madre.
Yo también me he descubierto canturreando eso de "Hoy las nubes de tormenta, dicen que vas a volver..."
Cuídate.
Una canción muy triste Nino, pero inevitable no haberla escuchado alguna vez. Una historia muy agridulce, muy de Woody Allen como dice Medea. Siempre es triste perder a alguien, deja un pequeño (o grande, depende) vacío que es difícil volver a llenar.
ResponderEliminarSaludos
Nos leemos. Cuídate
Hola, Crowley:
ResponderEliminarPues sí, hay canciones que, independientemente del estado anímico con que las escuches, siempre resuenan tristes; al igual que hay sábanas que, por mucho que las laves, siempre te hablan de amor.
Lo de olvidarme a mi embebida bajo los abrigos lo pagué caro: ¡me había pasado 2 años rondándola desde que la conocí camino de Venecia!
Y cuando por fin parecía estar convencida de que yo no era el pendón que fantaseaba, ¡voy y dejo que la conviertan en un perchero!
Por cierto, no sé nada de ella. Voy a ver si la encuentro por La Red.
Hoy no hay helado, pero sí café con hielo para preparar la noche.
Nos leemos.