Hola,
el texto que vas a leer nació como correspondencia a un comentario que MaRía me dejó en la anterior entrada,
un abrazo
Éstos
son los blogs de MaRía
Buenas
tardes, MaRía;
Gracias
de nuevo, por esta renovada muestra de aprecio sincero.
Sin
entrar en muchos detalles, mi situación laboral es en gran medida resultante de
mis decisiones.
No
quiero aprobar o suspender alumnos –y reniego de nuestro sistema educativo– por
lo que nunca me he planteado trabajar de profesor en un instituto. He tenido trabajos tan diferentes que
hace tiempo que me aconsejaron llevar a las entrevistas una copia de mi vida laboral para
acreditar la verdad de mi CV.
Mi
actual trabajo de dependiente en una frutería es duro en lo físico y por su
horario en jornada completa partida, pero agradezco en lo personal el que un extraño confiara en mí para
ayudarlo en su negocio. Me gusta comprobar que inspiro confianza. Me ilusiona
ver que a mis 51 años, soy capaz de aguantar la demanda física de este trabajo
donde no nos sentamos en ningún momento y es todo actividad –la mayoría de mis
trabajos anteriores fueron sedentarios–. Me tranquiliza ver que aprendo cosas
nuevas, que controlo mi déficit de atención, que los clientes me saludan con
una sonrisa. Me reconforta sentir que aún vivo alejado de lo que no quiero ser,
o de donde no quiero trabajar.
Respecto
a mis experiencias en la industria cultural, tengo muy claro que han sido
decepcionantes. Pero no lo han sido sus resultados, mis trabajos creativos, pues al releerlos
siento la emoción que les dediqué.
Hay
mucho robaperas metido a promotor cultural. Sobran miserables que enarbolan
banderas de libertad creativa. En mis vivencias –ya sea escribiendo,
traduciendo o colgando exposiciones– me he encontrado con personas mezquinas
que buscan beneficio económico y son sustentados por serviles que se prestan a
ser abusados con tal de figurar.
Soy
tachado de engreído y egocéntrico por exigir que mi nombre salga siempre
acreditado, por demandar que mis colaboraciones sean tratadas con el mismo
respeto que reciben las demás, o por negarme a realizar un trabajo barato –lo
que hago es siempre lo mejor que puedo hacer, no cuatro líneas para salir del
paso–.
En
todo lo que hago hay parte de mí, luego todo lo que hago merece un respeto.
Ante la falta de respeto me vuelvo intolerante con los despreciables.
Al
igual que en lo personal prefiero la soledad al aburrimiento, en lo laboral
busco un trabajo donde se me reconozca mi valía, no uno donde se me trate como
una pieza de repuesto.
Gracias
sinceras y sentidas por tu compañía, MaRía.
Te
deseo lo mejor.
Nino.
Acertaada la osbsrvación de MaRía- No parece justo que alguien tan prepaarado, como para ser traductor, tenga que trabajar en una verduulería. Sin desdeñar a los que trabajan en una verdulería.
ResponderEliminarLo de hacer respetar tu trabajo, hacer que los demás lo respeten, no me parece egocentrico. Es respetar el trabajo de los demás, no sólo el propio.
Saludos
Buenas tardes, Demiurgo:
EliminarGracias por tus palabras de aprecio.
En ciertos contextos distendidos, cuando me preguntan “¿Cómo estás?”, suelo contestar “Desaprovechado”.
Sí, creo que es cuestión de respeto. Me respeto y respeto a los demás. Incluso lo hago con el lenguaje, pero al hablar con corrección, muchas personas creen que lo hago por mostrarme distante si les hablo con corrección (ya sabemos que lo vulgar, es lo mayoritario).
Un abrazo, Demiurgo.
Nino,
ResponderEliminarLa pena es que tal y como cuentas, no se nada nuevo bajo el sol encontrar personas como las que mencionas, que buscan su propio interés y beneficio son escatimar en palabras que resultan incumplidas.
Es lógico , a la par que triste, exigir lo que se deeria de recibir por naturaleza.
Lo antinatural son las esencias adulteradas en busca de luz ... Intentando atrapar la ajena.
María tiene toda la razón en sus palabras.
Un abrazo a ambos .... De luz
Buenas tardes, AtHeNeA:
EliminarAl principio pensaba que mi torpeza hacía que aceptara como “promotores culturales, a “trileros”. Mis decepciones en la Semana Negra o con Dude me llavaron a creer que Asturias era loa patria querida por los robaperas, pero luego he visto que la diáspora de miserables investidos de prohombres es mundial.
Sí, es tristemente curioso el que en esta época de libertades, está mal visto rechazar que te optiman.
Un abrazo lleno de afecto, AtHeNeA,
Como bien dice Demiurgo, a mí tampoco me parece egocéntrico hacer respetar tu trabajo y que los demás lo respeten.
ResponderEliminarUn besazo.
Buenas tardes, María:
EliminarSiempre me ha llamado la atención el ver cómo hay tanto mendigo de cariño/aprecio/reconocimiento que se conforma con que le arrojen contadas migajas.
Centrándome en lo cultural, he visto cómo ofertas que yo rechazaba por considerarlas mal pagadas, eran aceptadas por otros que sólo aspiraban a que su nombre apareciera en la lista de agradecimientos.
Un abrazo, María.
Buenas noches Nino
ResponderEliminarTe doy las gracias, de nuevo, sabes? no me gusta el postureo, ni callarme lo que de verdad siento, y sé de sobra que por ser como soy a veces me he metido en jardines de los que no supe salir o me quisieron encerrar, aún así prefiero pecar por decirlo que omitir sentimientos, o sensaciones .
El paripé esta muy de moda hace ya tiempo, como el callar ante las injusticias por miedo, o no gritar a los cuatro vientos lo que es de uno, uno y uno por propio derecho
Y hablo de esta sociedad en general, en que para ser breve las palabras se confunden y los derechos se olvidan, así como el compañerismo y el pedir perdón no en la sombra si no a la luz del día
Lo más hermoso es trabajar en lo que a uno le gusta y sobre todo sentirse libre en lo que se hace, no todos pueden permitirse ese lujo o no quieren, porque les gana el poder del dinero, que a nadie le sobra es bien cierto pero uno se amolda , a la calidad del alma que es mucho más que la calidad de vida
Te dejo un abrazo y una sonrisa pues se agradecen detalles así de hermosos y sinceros
Buenas tardes, MaRía:
EliminarGracias por ser la musa de mi desnudez verbal.
Sí, la nuestra es en su mayoría una convivencia entre imposturas. Creo que la gente no busca engañar al otro, sino lograr su aprecio. Al igual que hay muchas personas que no se apuntan a un gimnasio por cuestiones deportivas, sino que para hacer amistades, hay muchas personas que no buscan conocerse a través de sus actos, sino que el ser aceptados. De ahí que no se muestren/actúen como son, sino que de la manera en que creen que lograrán integrarse.
Creo que mi trabajo ideal habría sido el de “locutor de radio”, pero no pudo ser. Estudié una carrera llevado por mi curiosidad por las mujeres, no por la Ciencia. Mi vida no tiene un rumbo prefijado, más allá de ser feliz al máximo, pero no por eso voy sin dirección.
He cambiado innumerables veces de oficio (aseguran que ése es un rasgo de hiperactividad), el actual tiene un componente físico alto e incluso veo un aliciente en que aguanto el ritmo. Me animo (o quizá me autoengañe) al pensar que me adapto a situaciones cambiantes y aprendo nuevas cosas.
Bueno, ahora tengo que irme.
Gracias sinceras, MaRía.
Locutor de radio? Pensaba que tu trabajo ideal sería el de escritor. Besos.
ResponderEliminarBuenas tardes, Ángela:
EliminarBueno, es que escribir no lo considero un trabajo. Quizá si lo considerar, lograría convertirlo en algo productivo.
Un abrazo, Ángela
Me parece que has adquirido sabiduría en ese aprendizaje tan especial que te dio la vida. Así aprecio de cuánto escribes, y en tu trayectoria de vida que nos vas dejando entrever. Eres afortunado: tú eliges. Creo que es el máximo grado de "libertad" al que se puede llegar. Nos educan para estar atados a lo que sea: trabajos, fortunas, modas, ideas, convencionalismos... Ser uno y poder ser el dueño de esa elección, es casi ser un héroe. Sí, como esos que tanto admiras, y que se echan de menos en ciertos momentos en los que... Siempre se aprende contigo, no hay manera, je.
ResponderEliminarQuien no toma conciencia de sus pasos, como no sé donde escuché, mas vale que no ande. Al final, se encuentra el que se busca ¿no?
Un detalle precioso para MaRía, como todos los tuyos hacia tus lectores.
Un abrazo.
Buenas tardes de nuevo, Clarisa:
EliminarTardé mucho en animarme a observar mis actos con perspectiva. Imagino que es consecuencia de la vejez.
Mi comportamiento siempre fue bastante inconsciente: vivía de manera despreocupada por el futuro o por las consecuencias de mis actos sobre otros. Digamos que desde los 15 a los 45 años viví en el autoengaño de que, al no ser malintencionados, mis actos eran siempre buenos en esencia. Pero desde el verano de 2010 dejé de confundir la intensidad, con la autenticidad. Poco a poco, y con un retraso de décadas, fui tomando conciencia de mis errores habituales. Continuo equivocándome de manera ocasional, pero mi vida se ha vuelto más equilibrada. Diría que la clave de esta mejoría está en mi opción por alejarme de la vida social, pues comprendí que no soy capaz de sentir la empatía que requiere la amistad sincera, y a la vez no tengo ninguna gana de disimular la desgana que me provoca lo vulgar.
Mi libertad tiene mucho de soledad. En gran medida, mi trilogía “Donde habita el recuerdo” tiene mucho de reflexión sobre si soy un solitario o estoy solo. Yo soy ese Fernando Rivas que se pregunta si debe vivir la vida que se espera de él, aunque la tema como una condena.
Es curioso, pero según mi cuerpo envejece mi ánimo se vuelve más efervescente. Siento menos angustia y más indiferencia había los lances vitales. Mis planes siguen sin ir más lejos de una semana, pero ahora ya no tengo miedo a que no se cumplan. Ya no me planteo lo imposible, mi límite está en lo improbable.
Confío en que no sea improbable, Clarisa, el que algún día lleguemos a conocernos y pueda trasmitirte todo el agradecimiento que siento hacia ti, a la vez que poder charlar de manera calmada sobre nue3stras impresiones respecto a las cosas sencillas.
Un abrazo, Clarisa.
Sabias palabras Nino. Lo que dijiste acerca de la industria cultural es para colgarlo en un cuadro.
ResponderEliminarSeguí por ese camino, el más largo y sinuoso, pero el único que te puede dar satisfacciones verdaderas, reconocimiento verdadero y la tranquilidad de que estás eligiendo bien.
Abrazo!
Buenas tardes de nuevo, Frodo:
EliminarEs decepcionante el comprobar que los miserables gangrenan la industria cultural en cualquier país. Es esperanzador saber que sus abusos no frenan las ganas creativas.
Internet ofrece un reflejo tenebroso de ese abuso de las ilusiones creativas (Google es propietario de los textos que se publican en sus blogs), pero a la vez ofrece la luz de la autoedición gratuita y el milagro de la distribución universal.
En mi perfil de Blogger me defino como “paseante”: estoy siempre (des)haciendo camino. En lo creativo tengo dos planes para la primera mitad del próximo año, uno ya lo tengo muy avanzado –publicar en papel una antología de entradas del blog–y el otro me llevará algunos meses, pues quiero también escribirlo en inglés.
Muchas gracias, compañero de camino.
Un abrazo, Frodo.
bueno conozco tu CV ahora
ResponderEliminarFeliz diciembre Muchacho
Buenas tardes, Mucha:
EliminarMuchas gracias por tu interés en mi CV.
Feliz domingo, Mucha.