La novela «Intemperie», del escritor español Jesús Carrasco, fue galardonada el pasado 19 de noviembre 19 con el premio de los lectores en el Festival de Literaturas Europeas de Cognac (Francia).
En la actualidad estoy leyendo esta novela, así que me ha animado el saber que ha recibido este reconocimiento.
A continuación copio, pego y edito una noticia sacada de la web de la Agencia EFE/Archivo
La obra, que obtuvo el favor popular en las votaciones realizadas en bibliotecas públicas francesas, era una de las finalistas junto a "The panopticon", de Jenni Fagan(Escocia), "Défaite des maitres etpossesseurs", de Vincent Message (Francia), "Das Ungeheuer", de Terézia Mora (Alemania), e "Eastern", de Andrea Salajova (Eslovaquia).
En declaraciones a Efe por teléfono desde Cognac, Carrasco se mostró muy agradecido por el reconocimiento que su primera obra ha tenido en Europa -fue el gran fenómeno literario en la Feria del Libro de Fráncfort en 2012- y en especial a la labor de los autores de las 25 traducciones que lleva ya "Intemperie".
"He descubierto que puedo aprender muchas cosas de mi y de mi escritura gracias a los traductores. Revelan partes de mi que ni siquiera conocía", dijo a Efe, antes de explicar que con algunos de estos ha trabado relaciones de amistad.
Carrascoestá ampliando su formación lingüística en inglés para poder también traducir "aunque sea como un hobby, y tampoco sé si me dará tiempo en esta vida...".
Para indagar en lo acertado de una traducción, se deja guiar por las preguntas que le formulan los lectores cuando viaja a diferentes países, y que le permiten ver si el libro se ha entendido.
"En principio, pienso que me afecta poco lo que me dicen los lectores (...), pero sería absurdo creer que nadie te espera. No escribo para gustar, pero escribo para alguien. Mi motivación no es escribir para mi mismo, sino para que me lea otro", reflexionó.
Celoso de su tiempo y crítico con la obsesión productivista de la sociedad, Carrasco asiste "con cierta distancia" al fenómeno editorial de "Intemperie" y de su segunda novela, "La tierra que pisamos", consciente de que en unos años ha pasado "de cero a cien", mucho más lejos de lo que sus sueños alcanzaban.
"Este trabajo tiene sus servidumbres, pero si venir a Cognac a recibir un premio es una servidumbre, ¡bienvenida sea!", se congratuló.
Para el novelista y antiguo redactor publicitario, la posibilidad de entrar en contacto con sus lectores extranjeros es "como encontrar a alguien que habla tu lengua aunque no lo haga", y agradece especialmente el trato con el gremio de libreros.
Atribuyó el éxito de "Intemperie" en Europa a que "hay algo esencial en la novela que es típicamente humano, reconocible por cualquiera, en cualquier lugar y momento de la historia".
Y ello pese a que el lenguaje y la prosa utilizados en el libro presentan grandes particularidades.
"El estilo es irrenunciable. No me apeo de él, porque hacerlo sería como renunciar a respirar. Para mi es tan importante la forma como el fondo. Y además el castellano tiene una plasticidad muy amplia", consideró.
Para ello, la labor de eliminar partes de lo escrito adquiere importancia capital, porque Carrasco se decanta "por que el texto sea escueto".
"Alguien me dijo ayer que en el libro había muchos silencios elocuentes. Eso tiene que ver con el estilo", añadió.
El escritor se halla en la actualidad "pergeñando" una novela, pero "muy al principio", en la que intentará ante todo seguir una consigna autoimpuesta: "Voy a intentar que esta vez no me haga sufrir, después de dos novelas en las que he sufrido bastante escribiendo".