Mi admirado Juan Marsé
ha reunido en "Colección particular" nueve de los
contados cuentos que lleva publicados en su estimulante trayectoria literaria.
"Colección
particular" consta de un prólogo escrito por Ignacio Echevarría,
nueve relatos seleccionados y revisados por Marsé para su inclusión en
esta antología, algunas piezas periodísticas que ofrecen pistas sobre algunos
de los lugares y personajes más relevantes de las obras del autor, y un texto
inédito que abre nuevas puertas a la lectura de su obra –a la vez que sirve de
broche final al libro–.
Durante la presentación de "Colección
particular", Juan Marsé confesó que su principal interés al
escbtibir es el de "ser capaz de hacer creíble una historia que no es
real. La autoficción no me interesa, ni en cine, cuando se dice 'basado en
hechos reales', ni en literatura. De hecho, todo está inventado en el
Quijote".
Marsé
afirma nunca haberse sentido un escritor. "Sigo siendo un aprendiz,
cada vez que me enfrento con un proyecto nuevo, tengo la sensación de partir de
cero, de que todo lo que he aprendido para el libro anterior no sirve para el
nuevo, porque batallas siempre con lo mismo, con expresar mejor lo que quieres
expresar".
Tras confesar que es un
"rematado gandul" y un perfeccionista, no tiene una
explicación lógica de por qué se ha dedicado tan poco al cuento, si bien les
atribuye un mismo origen –que quizá sea también la causa de su desapego a la
narrativa breve–: "Casi todos los cuentos provienen de un encargo".
Al margen de la "pereza
inicial", Marsé ve en sí mismo cierta "desconfianza",
porque siempre ha pensado que podía conseguir algo positivo de su texto si
dejaba pasar el tiempo, algo que no veía en el relato.
Además, para alguien que ha
trabajado siempre con la memoria, la extensión y complejidad de la novela
parece ser la salida más natural, el escenario ideal para "desarrollar
ese mundo de la infancia de posguerra, con ese paisaje de ruina moral, y esa
presencia impresionante del cine como vía de escape".
Preguntado sobre la
posibilidad de que venza a la pereza y escriba nuevos cuentos, Marsé responde sin dar muchas pistas:
"Estoy esperando acontecimientos históricos, por lo que no sé qué
pasará".
Marsé se
declara un lector de cuentos, "desde Maupassant a los
latinoamericanos, pasando por 'Los relatos del padre Brown' de Chesterton,
unas historias divertidas e inteligentes".
Además de "Noches
de Bocaccio" y de los primeros cuentos que Marsé escribió
en los años 50, han quedado fuera de "Colección particular"
sus textos periodísticos que discurren por "ese género fronterizo de la
sátira costumbrista".
Puedes leer más al respecto en
Lo "vendiste" muy bien, Mupassant, latinoamericanos y Chesterton son aguas de las que suelo beber, por lo que Marsé resultará interesante, seguramente.
ResponderEliminarAbrazo Nino!
Buenos días, Frodo:
EliminarGracias por darme tu conformidad en esta prueba laboral como agente comercial, ¿cuándo empiezo?, ja ja.
Juan Marsé es un gran escritor; más allá de sus excelencias narrativas está su acertado uso de los diferentes niveles de lenguaje (por ejemplo, representa ambientes sociales degradados sin necesitar vulgarizar su lenguaje, algo que muy pocos escritores realizan)
Reconozco que quizá mi debilidad hacia él se ha convertido también en una influencia creativa: ya que en mi escribir juega un papel importante la memoria elaborada y el lenguaje visual influido por el Cine.
Un abrazo, compañero Frodo.
MARAVILLOSO
ResponderEliminarSER UN APRENDIZ DE LA VIDA Y LAS LETRAS
Hermoso
un beso
Buenos días, Mucha:
EliminarLa maravilla está en tu capacidad para emocionarte ante lo que son meras palabras, y hacer con ellas imágenes evocadoras y sugerentes.
La maravilla está en cómo me lees, Mucha, no en lo que yo escribo.
Feliz martes que despide a la primavera.
Sabes? soy de las que suelo vincular un nombre , un lugar, un libro, un instante, un paisaje , una música a una persona querida , amada
ResponderEliminarNada más leer el título de tu entrada me has traído a la memoria a mi padre ( ya sé , dirás que tiene que ver? ) ... el libro que tenía en su mesita de noche, antes de morir de accidente, era uno de Juan Marsé, justo lo tengo casi delante de los morros , Si te dicen que caí
... disculpa no comente más esta entrada, seguro la leeré en otro momento con más calma
Te doy las gracias por todo lo que en este momento me hace sentir un nombre y un amor , el de quien llevo en las venas y en mi alma de hija
un abrazo Nino
Gracias, MaRía, por compartir de manera comentada esta experiencia vital. Tus palabras dicen que el recuerdo de tu padre no ha caído en el olvido.
EliminarCreo vivamente que mientras los evoquemos en nuestros actos cotidianos, nuestros seres queridos pueden estar ausentes en lo monótono, pero no en lo estimulante: son muchas las veces en las que el pensar en mi madre me ha dado la energía necesaria para seguir viviendo con ganas.
Quizá por eso, en mis escritos ficticios hay tanto de evocación de los vivido, aunque esas vivencias que literalizo sean experiencias de otros. Todos somos uno en la tradición de un recuerdo que no traiciona lo querido.
Os deseo lo mejor a ti y a tu hija, MaRía.
ay no no, lo de hija iba por mi !! Nino
Eliminarnenas no tengo
eso sip cuatro hijos que ya volaron del nido
abrazos y sonrisas !
Buenas tardes, MaRía:
EliminarDisculpa mi error lector.
Os deseo lo mejor a ti y a tus cuatro hijos.
Un abrazo.