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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

jueves, 2 de noviembre de 2017

HALLOBLOGWEEN 2017: LO QUE NO SE VE

 

Teresa Cameselle –escritora de narrativa, histórica y romántica– tiene a bien convocarnos en su blog a un encuentro al calor de la luz creativa. Los presentes fabularemos sobre Lo que no se ve: hablaremos sobre los ausentes y lo que nunca muere, sobre esos ecos del viento que nos suenan a lamentos y sobre esos temblores del cuerpo que excusamos en el frío.


Aquí te dejo mi fabulación, atentoLector, no tengas miedo a leerla.
Gracias.


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37 comentarios:

  1. Que buen remato, Nino, es cierto que a veces no son enfermedades corporales solo de la mente, que juega un papel primordial en las personas y aún más creo en la infancia que la imaginación vuela.

    Besos.

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    1. Buenas tardes, María:
      Gracias por tus palabras de aprecio.
      Sí, en muchas ocasiones somatizamos nuestras inquietudes anímicas; y, como bien indicas, la infancia es un período en el que este proceso se da con mucha frecuencia.
      Un gran abrazo, María.

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  2. Muy bueno el relato. Está escrito de una manera muy bella.
    Me ha dejado con ganas de saber más sobre Lucía, su padre y ese monstruo. ¿Es posible?
    Besos!!

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    1. Buenas tardes, Ángela:
      La belleza está en la mirada de la observadora; lo mío son sólo palabras que, con suerte, he escrito sin cometer grandes despistes.
      Todo es posible en la tierra de los sueños, y el mío es el blog de un ensoñador; además, el relato está claramente abierto a un “continuará” en vuestra recreación lectora.
      Un abrazo cordial, Ángela.

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  3. Buen relato y deja que la imaginación divague sobre esa pluma, tal vez de ángel o tal vez no.
    El mundo invisible rige lo visible, o puesto de otro modo lo físico es el reflejo del espíritu, la mente y lo emocional.
    Un abrazo.
    Ambar

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    1. Buenas tardes, Ambar:
      Buen rato me hace disfrutar el leer tu comentario.
      Me temo que esa pluma no es de ángel, pues el de Lucía es un cuarto donde los ángeles no se atreven a morar. Pero ésa es mi impresión.
      Sí, creo en las fuerzas telúricas: hay lugares donde la fuerza de lo invisible me ha emocionado. Aquí en Gijón hay un lugar llamado “La Campa Torres” donde me revitalizo al pasear en soledad; y ello pese a que no lo asocio a ninguna experiencia infantil o juvenil que pudiera explicar el que me sintiera conectado con el lugar.
      Un abrazo agradecido, Ambar.

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  4. ¿Las pesadillas representan algún temor oculto o realmente hay algo siniestro?}Hay ambigüedad en tu relato, que lo hace interesante.
    Saludos.

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    1. Buenas tardes, Demiurgo:
      Ignoro el significado que tienen las pesadillas para mi persona, como creo haber comentado: no recuerdo mis sueños, pero nunca me he despertado sobresaltado, ni levantado acongojado.
      Para mi personaje, la pesadilla está en el acto cotidiano de irse a dormir. Ella sufre como reales esas visitas ¿irreales?
      Un abrazo, compañero Demiurgo.

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  5. EL MIEDO DE LOS NIÑOS Y SUS SILENCIOS, LO QUE IMPLICA QUE SE LOS TRAGAN ENTERITOS SOLOS...DEMASIADA CARGA PARA SERES PEQUEÑOS.
    SALUDOS.

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    1. Buenas tardes, Juliano:
      Gracias por tu lectura comentada.
      Sí, los humanos nos enfrentamos a miedos e inseguridades que, curiosamente, son comunes en culturas separadas por océanos. Imagino que el mayor miedo en la infancia es el de verte abandonado por tus padres.
      Hay silencios que son muestra de inteligencia, de ser consciente de que tu verdad va a ser negada por los ignorantes. Ése es el silencio de Lucía.
      Un abrazo con palabras, Juliano.

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  6. Buenas tardes-noches gracias por tu visita lo primero y decirte que tú relato me ha dejado con una intriga ..la pluma, no sé si es que quieres dar un giro a la historia o dejarnos pensando que es la pluma ...y no precisamente del edredón.
    Por otra parte el terror de los niños a las noches algunos lo manifiestan creando seres imaginarios aunque tal vez no lo sean tanto ..
    Me ha gustado así pues bravo .
    Un saludo y gracias por tu comentario.

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    1. Buenos días, Campirela:
      Las gracias a ti, por tu visita y tu cuidado comentario.
      Ésa era mi intención: transmitir intriga. Ya que es lo que siente Lucía: ¿algo extraño le está pasando o le está fallando su mente?
      Quizá por la noche liberanos los temores acumulados durante el día (el sistema educativo tiene parte/mucho de represivo, la familia puede ser la causa de inseguridades... Por la noche, solos y sin presiones externas, afloran las internas.
      Todo un placer leerte en tu blog, y un detalle el que te hatas acercado aquí.
      Un brazo, Campirela.

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  7. Nino, ojalá todos los niños fuesen felices y no tuvieran pesadillas. Terrible tu relato. En el mismo, además, se palpa el eterno problema de la falta de comunicación con los padres pensando en que no se les va a creer. Para educar a un niño hace falta toda la tribu. Por desgracia en los tiempos que corren, en algunos casos, la tribu está muy ocupada. Eso siempre genera miedo que puede abocar a pesadillas nocturnas. En fin. Que lo mismo me he ido por las ramas pero es a lo que me ha llevado tu texto.
    Enhorabuena por tu aportación.
    Un abrazo.

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    1. Buenos días, Alicia:
      Gracias por este comentario tan estimulante.
      El míedo forma una parte importante como herramientea (de)formativa: es decepcopnante el que lo usemos para ayudar a nuestros seres queridos.
      No es raro el ver cómo un adulto amenza a un niño con dejarlo sólo si no deja de hacer lo que lo entretiene, o con que el perro que va a acariciar lo va a morder. La desconfianza en los extraños preconiza el recelo hacia el diferente, hacia el que no encaja en los estereotipos de la tribu.
      Hay veces en las que la peor pesadilla nocturna es el saber la realidad que te amenaza al despertarte.

      No te has ido por las ramas, Alicia, has escrito con el corazón en su sitio.
      Un abrazo.

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  8. Este bocado nos invita a querer devorar toda la merienda. Una trama muy atrapante.
    Es un excelente relato, amigo Nino, te felicito.

    Mil besitos para tu noche.

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    1. Buenos días, Auroratris:
      Gracias por tu compañía estimulante.
      Tiendo al exceso, y lo mismo le pasa a mi heterónimo: los relatos cortos, se le quedan pequeños. En su versión original, con 200 palabras de más, este relato es diferente, pero su sobrepeso en palabras no garantiza un mayor vigor narrativo.

      Es mucho lo que tengo que aprender. Gracias a vuestros comentarios lo voy haciendo.
      Un gran abrazo para tu día.

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  9. El miedo no debería rozar a los niños, si los mayores nos produce tanta ansiedad, ni te digo a los más pequeños...
    Original tema.

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    1. Buenos días, Tracy:
      Comparto tu opinión: mis padres me hicieron crecer sin miedos, aunque también crecí demasiado protegido.
      Tal y como le acabo de escribir a Alicia, es aterrador el ver cómo muchos adultos incorporamos el miedo a nuestras interacciones con los niños: imagino que es más fácil asustar que explicar. Uno de los abusos cotidianos más inhumanos es el de decirle a un niño que se le va a abandonar en un sitio si no hace lo que le ordenamos, y lo hace deprisa.
      Un abrazo, Tracy.

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  10. Me creas la duda de si la niña realmente tiene pesadillas o realmente algún ser maléfico le realiza ese ritual macabro que le produce tanto terror, en cualquier caso, el sufrimiento de la niña es real y eso es lo peor de todo. Pasé mucho miedo cuando era niña por las noches y tampoco podía dormir, tu relato me ha recordado esos momentos de angustia.
    Un beso

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    1. Buenos días, Charo:
      Gracias por tu atención lectora.
      Aunque suene muy “hitchconiano” mi intención con este relato es la de proyectar la sombra de una duda, ligera y grácil como una pluma: ¿es el miedo algo real o le damos vida con nuestrso sentimientos?
      En la época pre teléfono móvil he llegado a sentirme mal físicamente por mi preocupación ante la tardanza de una persona, el miedo a que algo le estuviera pasando a alguien querido me daba alas para alejarme de la realidad y tardar en volver a ella, hasta que hubiera pasado tanto tiempo que mis temores se hubieran revelado como ciertos o infundados.
      Un abrazo, Charo.

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  11. Lo explicas de una forma tan acompasada que hasta lo más terrorifico parece bello. Felicidades, besos.

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    1. Buenos días, Molí:
      Muchas gracias por tu aprecio.
      Me sorprende tu valoración. En lo personal estoy en un momento acelerado, no sé la razón, lo que se transmite, por ejemplo, en un aumento en mi déficit de atención. Quizá mi heterónimo escribe despacio para contrarestar mi celeridad.
      Un abrazo, Molí

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  12. Un relato lleno de sensibilidad, amor y preocupación de un padre por su hija. Describes a la perfección lo que no se ve, pero, sin duda, puede ser.
    Enhorabuena

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  13. Un relato lleno de sensibilidad, amor y preocupación de un padre por su hija. Describes a la perfección lo que no se ve, pero, sin duda, puede ser.
    Enhorabuena

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    1. Buenas tardes, Rhodea:
      Hay palabras que se quedan cortas en su expresividad, y que quizá parezca que son meras formas de cortesía, pero créeme que te agradezco tu comentario.
      Sí, ese padre sin nombre es mi personaje en el relato: él cuida a su hija; yo, mi historia.
      Grcias por el aprecio que le muestras.
      Un abrazo, Rhodea.

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  14. Esa pluma conecta de una forma inquietante la razón y la sinrazón, la cordura y la locura, la realidad con lo desconocido (que no tiene porqué ser menos real). Mientras tanto, Lucía seguirá sufriendo y sin dormir, presa del miedo. Un hermoso relato, Nino, sin duda alguna.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Buenas tardes, Pepe:
      Te agradezco sinceramente tus palabras.
      Sí, esa pluma es un puente entre dos mundos (el de éter y el de asfalto). El Destino se ocupa de demolerlo al ofrecer la posibilidad de cruzárselo al padre, de haber encontrado Lucía esa pluma, se habría adentrado al otro lado a combatir sus miedos, pero se ve obligada a quedarse en éste, sufriéndolos.
      Un abrazo, Pepe.

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  15. La adolescencia es una edad en la que todo puede suceder, incluso que un monstruo te acose en sueños. Bella metáfora.

    Un abrazo.

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    1. Buenas tardes, José Antonio:
      Gracias sentidas por tu comentario.
      La belleza está en tu habilidad para crearla a partir de lo que son meras palabras.
      Sí, creo que la adolescencia es un estado de vigilia vital: una fase del sueño que, sin dejar de ser vida, se puede convertir en pesadilla.
      Un abrazo, José Antonio.

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  16. A veces nos cuesta conocer a nuestros hijos, y en ellos puede que se encuentre un desconocido, al que cuando descubrimos nos quedamos de piedra. En este caso el padre prefirió no preguntar a la hija por temor de que le mintiera.
    Bien contado.
    Un abrazo

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    1. Buenas tardes, Carmen:
      Gracias por tu comentario.
      Sí, muchas veces los más cercanos se revelan como grandes extraños: la familia, y no el espacio, es para muchos el universo a descubrir. Pero no lo hacemos, preferimos quedarnos a flote, agarrados a silencios y suposiciones, antes que profundizar en preguntas que nos hagan adentrarnos en abismos negros afectivos.
      Un abrazo, Carmen.

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  17. Un relato espeluznante de parasomnias. Me ha recordado mi niñez tu magnífica elaborada narración. Parece que la chiquilla seguirá deteriorándose hasta que llegue la edad en por fin se defienda del dueño de esa pluma. Original y terrorífico relato.
    Un saludo

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    1. Hola, Yessy kan:
      Muchas gracias por tus palabras de aprecio.
      Hoy sufro un ataque de migraña, leve pero lo suficientemente intenso como para afectarme: mis sentidos se intensifican, mi trastorno por déficit de atención se mitiga y mi imaginación descansa.
      La migraña me hace menos diferente en mi comportamiento ante el juicio ajeno. Desactiva mi condición de ensoñador. Es lo más parecido en mí a un estado de conciencia. Este relato lo escribí y corregí mientras sufría migraña. Es un deseo de volver a mi vida ensoñadaa, con sus miedos y sus inseguridades. No me gusta la vida sin sueño.
      Un abrazo, Yessy kan.

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  18. Muy bueno Nino! La mirada incrédula del que observa un detalle y piensa en lo más mundano. Esos son los que en las películas de terror terminan mal.

    Es bien diferente, pero ¿Leíste alguna vez "el almohadón de plumas" de Horacio Quiroga? Te lo recomiendo.

    Abrazo!

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    1. Buenas tardes, Frodo:
      Muchas gracias por tus palabras de aprecio, compañero.
      Sí, en ese detalle que menciones intenté reflejar la actitud de un padre: una persona que da por supuestas las cosas y que éstas se acomodan a lo normal (la pluma de un edredón, que yo sepa, es blanca)
      Quiroga es uno de mis autores favoritos; eso sí, lo descubrí por casualidad ya que su figura es ignorada aquí en España (incluso cuando estudié Filología, sólo se le hacía mención como porta)
      Feliz día, Frodo.
      ¡Rocanrol!

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  19. Miedo real o miedo psicológico, tu relato mantiene al lector en la duda y en la curiosidad de saber si todo terminará con el cambio de colcha. Gracias por participar en el Halloblogween.

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    1. Buenas tardes, Teresa:
      Gracias a ti por tu trabajo coordinación en esta convocatoria creativa. Es todo un detalle el que te hayas acercado a este blog.
      Salud y suerte, Teresa.

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Gracias por tu lectura comentada.

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