No
sé cuándo convertí a Nino Ortea en mi amigo invisible, pero creo que fue en
algún momento de mis primeros años de (de)formación escolar básica.
Por
entonces no tenía sueños creativos y mi ilusión era sobrellevar las duras horas
de escuela: un alumno que no hace lo que se le impone, será siempre tachado de
“problemático” y “rebelde”; un niño que no juega el fútbol ni encuentra un
juego en violentar a los compañeros más débiles, es un “marica”, un “raro”…
Imagino
que Nino Ortea nació en alguna de esas horas que me pasé encerrado sin luz en
el sótano situado bajo el despacho del director del Colegio Público Jovellanos.
Imagino
que Nino Ortea empezó a caminar a mi lado cada vez que me alejaba de quienes me
castigaban, insultaban o escupían por no intentar ser como ellos querían imponerme que fuera.
Ser Nino Ortea, fue y es mi ejercicio de libertad. Gracias por acompañarme en este paseo, atentoLector.
Ser Nino Ortea, fue y es mi ejercicio de libertad. Gracias por acompañarme en este paseo, atentoLector.
Qué bien encontrar el camino para ser sujeto, e identidad, siendo uno. Mis respetos, amigo. Carlos
ResponderEliminarHola, Carlos:
EliminarGracias por tu comentario.
Mi identidad es, hasta el momento, firme y fértil: tras las experiencias vitales que llevo vividas he comprobado que tengo varias personalidades que se amoldan o erosionan con el tiempo (la personalidad pública, la familiar, la efectiva...), y que mi persona se conformó a los 15 años, con pocos cambios desde entonces (mi vida ha sido tranquila); a la parte de mi persona que activa mis mecanismos de supervivencia y a la que me lleva a disfrutar de la vida, es a la que llamo “Nino Ortea”.
Un abrazo, Carlos.
Creo que se puede esperar algo de los problemáticos y rebeldes, de los raros. Sospecho que son lo que tienen potencial creativo.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarNos venden la vida en sociedad como una supresión de la individualidad en pro del “bien común”. Tanto las sociedades capitalistas como las comunistas establecen desde los sistemas educativos un proceso de masificación, a quien supera esa normalización se le concede el certificado de “normal” (quizá en este aspecto, el sistema capitalista sea más falso, ya que luego intenta vendernos una falsa sensación de individualidad basada en modismos y consumo)
Ser problemático lo considero una condición innata que te lleva a un conflicto constante y a la autodestrucción: pienso que se da tanto en la vida social como en la individual. Opino que en el campo creativo la vanguardia está formada por personas “problemáticas”, cuyo conflicto interno los suele avocar a dudar de su valía y a no compartir su creatividad, sino a destruirla.
La rebeldía, en mi caso, es una actitud de autodefensa frente al intento de normalización social. En lo creativo lleva a que uno busque su impronta dentro de movimientos artísticos compartidos con otros.
Un abrazo, compañero Demiurgo.
No sabes cuánto me alegro de que seas tú. Lo he sufrido en mis carnes y lo he visto en mis hijos, los raros, parecemos una especie en extinción que en vez de proteger hay que exterminar.
ResponderEliminarMil besitos para tu domingo, amigo Nino.
Buenos días, Auroratris:
EliminarDebe de ser bastante descorazonador el comprobar que tus hijos sufren injusticias que la sociedad dice haber abandonado.
A mis padres les costaba creer que, por ejemplo, en el colegio público al que yo asistía se nos hiciera cantar el “Cara al sol” ya muerto el dictador Franco, o que a mí se me castigara a estar en pie durante todo un día por quedarme sentado cuando el director entraba en el aula.
La sociedad es intransigente frente a quien no se avergüenza de su condición diferente, y sin exhibirla, la mantiene firme en los aspectos de su vida individual. El otro día conocí a una chica bastante más joven que yo, le llevo 15 años, pues bien a ella, que es zurda, la obligaron incluso en casa a hacer todo con la mano derecha. Me confió que eso ha llevado a que sea una persona con una gran inseguridad en su valía.
Me alegra que tus hijos te tengan por madre, Auroratris.
Un abrazo.
creo que yo soy yo A esta altura del partido me da lo mismo....Me gustan tus escritos
ResponderEliminarBuenos días, Mucha:
EliminarSí, aunque la vida siempre nos da la sorpresa de autodescubrirnos en ciertas situaciones (yo, en la situación que vive mi país he descubierto que me identifico como “español”), sí que tengo asumidas, aceptadas y disfrutadas bastantes partes de mi persona.
A las estimulantes y a las resilentes las agrupo bajo el nombre de “Nino Ortea”.
Un abrazo, Mucha.
tu amigo imaginario se hizo carne en vos... nosotros lo queremos eh! saludos a los dos entonces....
ResponderEliminarHola, JlO:
EliminarGracias por tu comentario.
Confío en que no encuentres irreverente mi correspondencia:
Se hizo carne... y habitó entre nosotros.
Gracias por tu querer más que demostrado en numerosas ocasiones.
Un abrazo, compañero JLO-
No sé si me gusta más tu textos o tus comentarios.
ResponderEliminarBesos!!
Buenos días, Ángela:
EliminarTe agradezco tu comentario.
Comom sabes, suelo pensar que él (Nino Ortea) es quien escribe las entradas del blog y que yo (Nino) correspondo a vuestros comentarios; pero está claro que en ocasiones nuestras voces se unifican, así que creo que la autoría de en este caso corresponde a Nino.
Un abrazo, Ángela.
Hola mi apreciado escritor, no dejes de escribir. Siempre es un placer venir y enloquecer. Un abrazo Nino.
ResponderEliminarHola mi apreciado escritor, no dejes de escribir. Siempre es un placer venir y enloquecer. Un abrazo Nino.
ResponderEliminarBuenos días, MaR:
EliminarGRACIAS.
No sólo por esta lectura comentada, sino que por todo el afecto que le muestras a mi persona y tu aprecio hacia mi personalidad literaria.
Te deseo lo mejor.
Un abrazo cálido en esta mañana intempestiva, MaR.