Siempre
quise ser un mago.
Pero
no uno tipo “Harry Potter”, pues mi vértigo me impediría montar en escobas
voladoras, y mi cobardía –disfrazada de prudencia– me llevaría a desmayarme
antes de animarme a asumir ningún papel de héroe. No, lo que yo quería era ser un
ilusionista como Houdini: alguien
que supiera escapar con ilusión elegante de la realidad afeante.
Siempre
me atrajo lo distinguido del porte escénico de los magos, con esos esmóquines
cortados a medida y su porte grácil sobre el tablado de los sueños. Además no
voy a montar un espectáculo para ocultar que, desde pequeñito, fantaseo con
estar rodeado de creciditas voluptuosas que me inviten a hacer magia compartida
con nuestros cuerpos mientras me susurran: “Ven
y enloquece, Ninín”.
Lo de
hacerse el sueco ante la ocasión de escenificar gritos y susurros, lo dejo para
genios como Ingmar Bergman. Tú y yo
hacíamos magia, no Arte.
El
problema está en que los magos itinerantes no tenemos buena fama, pues se nos
tilda de escapistas de la fidelidad cuando lo que somos es asustadizos ante la
fealdad. Además, lo de empeñarse en ser ilusionista a la edad de ser
pensionista, suena a ser un gran iluso; y de iluso a tonto hay menos distancia
que la que acerca mi corazón a tu olvido, Sidonie.
Curiosa
la facilidad con la que la realidad convierte en artificio lo que antes se
percibía como hechizo. Los mismos trucos que hasta antes de ayer se disfrutaban,
desde ayer han pasado a ser prejuzgados como trampas. De ahí que ya no sea tu “mago”,
sino un vago que a sus 53 años responde a un nombre de niño, lo mismo que mi
comportamiento corresponde al de un inmaduro.
Pero
bueno, no debo entregarme a la melancolía. Tengo que retomar la ilusión. La
magia volverá. Será sobre otro escenario, con otra partenaire y con las mismas
ganas.
Además,
si uno no persigue sus ensueños, lo acaban azuzando sus demonios. Así que: adiós
pereza. Reconozco que me sentía cómodo adormecido en tus brazos indolentes. Pero
tu frialdad, al igual que la del invierno, ha llegado a su fin.
Hoy mismo
he desempolvado mi caja de “Recursos literarios
Ninoniani”, y me dispongo a enredar con la varita mágica de la escritura.
Con suerte dentro de un tiempo sacaré un conejo de la chistera creativa. Para
ello debo practicar a diario entre bambalinas. Y debo hacerlo con
humildad hacia mis ideas presentes y respeto hacia mis lectores futuros.
Volveré
al escenario. Lo haré con Esperanza. Lo haremos sin hacer secreto de nuestro
matrimonio, Inspiración.
Si no surgen contratiempos, amables
leyentes, espero haber autopublicado un nuevo libro antes de que finalice este
año.
Gracias por la magia de vuestra compañía.
La idea
03: Humildad
y respeto
Las imágenes que embellecen este texto
pertenecen al corto «Presto» –realizado en 2008 por Doug Sweetland para Disney-Pixar–. Te
invito a que lo veamos juntos, amable leyente.
Nino, amigo mío... me ha encantado tu entrada, mora la añoranza entre renglones desenfadados, pero la he visto y sentido. Te felicito por esta gran noticia... Enhorabuena, compañero.
ResponderEliminarMil besitos que te lleguen y muy feliz día.
Hola, Auroratris:
EliminarGracias por tu complicidad.
Sí, en hora buena nos conocimos, compañera.
Felicidad.
Eres mágico hasta en tus nombres, mago Ninonianni Lo que no me parece es que seas perezoso. Si estás publinado cada poco!
ResponderEliminarNo te exijas tanto, Nino.
Besos.
Hola, Ángela:
EliminarLa magia está en tu manera generosa de ilusionarme con tus comentarios.
Salud.
uh que difícil el tema de la magia, nunca me gustó, ni de niño... pero la escritura/lectura si y es verdad, ahí también se puede demostrar magia... espero que tu próximo conejo sea blanco y reluciente como vos lo crees... abrazo!!!
ResponderEliminarHola, JLO:
EliminarMe gusta la magia que busca alejarnos de la monotonía y hacernos confiar en que, por una vez, puedo ocurrir aquello que otros tachan de imposible.
El conejo será blanco, o no será.
Pasión.
Alguna vez comparé la historieta con el ilusionismo, usando lápices, plumas y pinceles, como varitas.
ResponderEliminarHay algo de especial en esos espectáculos que describís, con esas bellísimas ayudantes, al que los magas juegan con ponerlas en peligro, con espadas, contarlas por la mitad. Le atribuí a algunos de mis personajes secundarios el interés por la magia y esas asistentes.
Sidonie podría ser parte de un buen espectáculo de magia.
Me gusta eso de la autoedición. Suerte con eso.
Hola, Demiurgo:
EliminarPara mi, tu habilidad para estructurar tus historias es magia pura.
Sí, el dibujo tiene bastantes similitudes con la escenificación de un acto de magia.
Afabilidad.
Querido amigo Nino, la magia es toda tuya.
ResponderEliminarPues hay que diferenciar al mego ilusionista del escapista, aunque puede que se dediquen a ambas cosas, Nino Houdini a fin de año nos haría creer que no pudo autopublicar su libro y que por eso se suicida.. y luego reingresaría al escenario desde nuestras espaldas trayendo en sus manos EL LIBRO
Buen corto, no lo conocía
Rocanroleante abrazo Camarada!
Hola, Frodo:
EliminarLa magia es nuestra. Está en nuestra capacidad para maravillarnos con lo sencillo.
Buena escenificación houdiniana la que ideas, camarada. Habrá que pensar en cómo puedo ninearla.
Inteligencia.
Bonjour, querido Nino.
ResponderEliminarDesde que conozco tu blog y tu persona a través de tus palabras hechas historias, la magia ha sido una constante al leerte. Eres mágico, en los finales, en los intermedios... Porque así deduzco que es esta entrada tan preciosa y sentida: un intervalo. Un breve receso para tomar perspectivas. A veces es interesante, "Mirar desde una atalaya, observar la inmensidad de la locura", como dijera Erasmo de Rotterdam en su obra "Elogio de la locura".
Este blog es un referente de esa "bendita locura" tuya y, que,como ya nos cuentas, volverá de nuevo; tal vez con otras flores temporales, tal vez con el reverdecer nuevo, pero será "ella", la tuya, mi estimado amigo de traje literario interminable.
De "Elogio de la locura" de Erasmo de Rotterdam (fragmento).
HABLA LA LOCURA:
Hable de mí como quiera el común de los mortales, pues no ignoro lo mal que se habla de la Estulticia, incluso entre los más estultos, pero yo soy la única, sí, la única -digo- que, cuando quiero, lleno de regocijo a dioses y a hombres. [...]
Un cariñoso abrazo.
J'attends tes nouveautés, mon ami.
Bonsoir, querida Clarisa:
EliminarCreo que hay alguien ahí arriba que me protege y ayuda, y ella fue la que hizo que nos conociéramos. La magia llegó a continuación. Y sigue aquí, entre nosotros. Es leerte y convertirme en ilusionista.
La magia de la comunicación es el mayor de los espectáculos, o quizá más bien: es la base de cualquier espectáculo. Una película, un disco, un libro… son sólo un gasto de celuloide o de celulosa si no logran comunicar con su interlocutor.
Si leer(te) supone un espectáculo de magia, escribir es un ejercicio de autohipnotismo. En otro momento, si es de tu interés, te contaré el porqué de mi percepción hipnótica del ponerme a ficcionar. Creo que mis comentarios son habitualmente divagantes.
Aciertas: me tomo un breve receso en el blog. Mi padre acomete reformas en su casa a lo largo de la próxima semana y voy a estar liadillo con ese guirigay.
Salvo la opinión que tengáis de mí unas pocas personas, no creo que lleguéis a 10, no me importa la percepción pública de mi persona. Sé que la mayoría se quedan en su interpretación de mi personaje público y, tal y como ocurre con los magos, me prejuzgan dando por sentado que lo mío es todo truco.
Respecto a mi locura, sólo es bendita cuando es compartida. Y ahora es cuando entre palmas te canto: “Y solo sé que no puedo estar; si tú te vas, mi casa voy a quemar”.
Para qué quiero elogios teniendo tus palabras, compañera.
La magie est toujours vivante en toi, Clarisa.
Tú eres un mago de verdad y lo serás siempre. Tu persona tiene magia porque tu alma es preciosa.
ResponderEliminarTodo pasa, de todo se sale e incluso, quien sabe, se puede recomenzar. Hay enfados pasajeros en todas las parejas...
Que sea lo que mejor venga a tu vida, que tengas siempre tantas cosas bonitas como mereces.
Querido mago, muchos besos!!
EliminarBuenas tardes, Carmen:
Si tus palabras siempre me reconfortan, aún más lo hacen en contextos como éste, ya que eres una persona mágica (“Magia” es una palabra que pasó de “apellidarte” a definirte).
Por suerte somos pasajeros en la vida y en los humores, quedarse estancado no es propio de personas que vamos allí donde el corazón y la curiosidad nos llevan. Mis enfados son pasajeros e intensos, reconozco que no es fácil la convivencia conmigo ya que cuando me enfado, no lo tamizo.
Las cosas más bonitas son aquellas que compartimos y que vemos embellecer en otros: ¿hay algo más hermoso que el que un bebé te devuelva una sonrisa?
Espero que no te parezca más el que incluya aquí tu indicativo en la red social MeWe para que quien quiera te pueda leer https://mewe.com/i/sakkarahmagia
Un gran beso, Carmen.
Muchas gracias por tus palabras. Yo soy intensa tambien en mis enfados. Lo bonito es quesiempre se puede arreglar todo y mas cuando ya te conocen. Gracias por dejar mi sitio... un beso grande
ResponderEliminarBuenas tardes, Carmen:
EliminarSon bastantes los rasgos de personalidad que compartimos, la intensidad sensitiva es sólo uno más.
Leerte es siempre una experiencia intensa, gracias por ofrecernos la posibilidad de leerte en MeWe.
Un abrazo intenso, Carmen.
Gracias a ti, por leerme y por escribir. Un beso
EliminarNo me agradezcas, apreciada Carmen, el que haga aquello que en mí es instintivo. Buscar la belleza, disfrutar con lo sencillo y sincero, pensar en las impresiones ajenas… todo ello está en tu comunicarte de manera creativa, compañera.
EliminarUn abrazo cálido.
Te lo tengo que agradecer a la fuerza y me siento muy orgullosa de ser tu amiga. Un beso enorme.
EliminarMe haces orgullosamente feliz, amiga Carmen.
EliminarUn abrazo cálido.
Un abrazo cálido y un beso. Gracias...
EliminarOtro abrazo y otro beso, Carmen.
EliminarLo mejor.
Esos magos son los que encantan. Tan cercanos a nuestra alma de niños. UN abrazo, Nino. Carlos
ResponderEliminarHola, Carlos:
EliminarSí, sois muchos los magos que mantenéis vivo el encanto por la vida gracias a vuestros recursos creativos. vuelvo a felicitarte por tu último microrrelato.
Un gran abrazo, Carlos.
Te leo... disfruto cada una de las palabras de tu tiempo...
ResponderEliminarAlways Siempre
Tus lecturas me reconfortan. Tus disfrutes me estimulan. Tus siempres me dan esperanza.
EliminarGracias por reconfortarme, estimularme y esperanzarme, Mucha.
Estimado escritor de lectores afortunados, solo paso a saludarte y a dejarte mi reiterada admiración por tantas cosas buenas que has dejado en mi humilde orilla literaria, desde hace mucho.
ResponderEliminarBonne journée pour toi mon ami!
El afortunado soy yo, Clarisa. Vuestra atención es mi riqueza y vuestra compañía, mi fortuna.
EliminarEl mucho se convierte en poco a la hora de trasmitirte mi aprecio. Como bien sabes, compañera, las palabras se quedan cortas a la hora de empalabrar una estima amplia.
Buena fortuna, compañera.