Hola, amable Leyente:
Entiendo
tu sorpresa al saber de la existencia de este blog iterativo.
La
verdad es aún que no consigo explicarme por qué, a mis 55 años, me ha dado por reabrir
un blog en lugar de abrir un plan de pensiones. Y es que pasados catorce años desde
que vine y enloquecí, aún me da cosa no saber el porqué de mis impulsos. Me
mantengo ignorante de qué me lleva a seguir adelante en esta vida vulgarizante.
https://venyenloquece.blogspot.com/2008/07/el-porque-de-las-cosas.html
Ignorancia
que resulta de que soy demasiado perezoso como para ponerme a leer toda la
matraca freudiana sobre el
“Yo” y el “Superyó”. Inopia que se beneficia de mi tener el buen gusto de evitarme
el disgusto que acompañaría la lectura del mesiánico Paulo Coelho.
Las pocas cosas que, a 1 de marzo de 2022, mantengo claras son:
a) Que con la burocracia no hay quien
pueda.
b) Que ante las mujeres no hay quien se
resista.
c) Que las tropas homicidas rusas deben abandonar Ucrania.
d) Que la vida canónica o me viene grande
o me aburre.
e) Que —parafraseando al gran escritor
colombiano Gabriel García Márquez— en estos tiempos de cólera
vírica, el dolor de las noticias amargas me recuerda el destino de los amores
contrariados.
f) Que en estos tiempos de muerte,
escribir me sigue acunando en el ensueño de ser inmortal.
Gracias por encabezar otra página de nuestro cuaderno viajero, sugerente Leyente.
ŋinO.
Gijón. 2022.
Serán pocas en número (o no), pero son cosas importantes las que tienes claras.
ResponderEliminarUn beso.
Buenos días, Carmela:
EliminarQuizá lo importante no sea su número, sino su uso. Y, sin duda, lo vital es recibir ánimo como el que me dedicas, Carmela. Gracias.
Las que tienes claras las tienes clarísimas, así es que... ¡Tira P'ALANTE con el blog...
ResponderEliminarHola, Tracy:
EliminarHago caso a tu consejo y tiro hacia adelante (de hacerlo hacia atrás, tiraría la vida).
Un abrazo, Tracy.
Tiene mucho mérito tener algunas cosas claras, aunque digas que son pocas.
ResponderEliminarY me parece que tienen mucho sentido.
Buena frase la que citás de García Márquez.
Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarEl mérito lo tienen tu constancia creativa y tu constante mantener un ánimo solidario en la Blogosfera. Créeme que te admiro por ello, Demiurgo.
Me alegra tanto que vuelvas a escribir!!! De que libro es la cita de Márquez? Maite.
ResponderEliminarGracias, Maite. La frase está inspirada en una que creo recordar de la novela "El amor en tiempos del cólera".
EliminarUn abrazo.
Está bien tener las cosas claras.
ResponderEliminarYo soy negao'
Salud
Buenos días, Erik:
EliminarQuizá yo tenga las cosas menos claras de lo que las “blogueo” y tú más de lo que crees.
Un abrazo, Erik.
Me sonrío al leerte, amigo mío... lo importante es tener la idea clara para poder reflexionar sobre otras. El plan de pensiones está bien, pero escribir es otra mundo.
ResponderEliminarMil besitos llenos de cariño y un abrazo grande, NIno.
Sonriente Auroratris:
EliminarLo importante es reflexionar junto a otros, lo fundamental es poder hacerlo junto a ti.
Las pensiones y las posadas son planes de descanso para espíritus viajeros.
Un abrazo muy grande, compañera.
Gracias por esas claras tuyas, porque entre ellas también hay alguna mía. Coincidencia o cercanía...
ResponderEliminarUn abrazo. Y cuántas cosas que tengo aún que aprender, comprender, clavar en el imán del frigorífico... ¿Estás bien? Me alegra leer tus reflexiones.
Buenos días, hoy y siempre, para ti y los tuyos, любий друже Clarisa:
EliminarEstamos bien, Дякую. Bajo techo caliente, con provisiones y con ánimo de superación.
El que encuentres tiempo para acercarte a esta orilla es algo que te agradezco. No sólo vuestra situación es apurada, también vuestro ánimo está resentido. De ahí que te agradezca tanto tu compañía.
Este texto es un eco de lo que antes definía como “A vuelablog”: escrito rápido y con sentimiento. También descuidado en lo formal (he corregido ahora una serie de despistes como el de situarme en el año 2055 en lugar del 2022).
Bueno, no quiero restarte más tiempo, amiga.
Мої найкращі побажання тобі і тобі, хоробрий друже Clarisa.
Estimado Nino, amigo nuestro, me acerco hasta aquí como quien, sediento, busca una fuente, porque sé que tú me comprendes, quizá porque sabes de guerras, aunque no te hayan ametrallado el hogar, sí el alma. Ingenuamente la gente cree, que si una guerra no te toca de cerca, "pelillos a la mar", que no hay ocupar pensamientos en ello ni perder energías inútiles. En parte estoy de acuerdo, pero si me siento humana y parte de la humanidad, necesito demostrarme a mí misma que no soy un ser carente de empatía hacía mis semejantes.
EliminarPero comprendo que ante la inutilidad de nuestros pensamientos o gestos, ante una barbaridad mundana, optemos por dar la espalda. Siempre me ha ocurrido al contrario, quizá porque me han envuelto mis circunstancias, supongo, pero cuando más feliz me siento es contándole un cuento a un niño que llora.
Me acerco hasta tu "cuaderno de viaje" porque me siento identificada con ese propósito de escritura de viaje, del viaje de la vida en la que estoy agradecida por haberte encontrado, porque realmente siento que en tu espacio, también caben otros; otros como nosotros, seres que invisibles, que buscamos paz. Gracias.
Jamás me restas tiempo, estimado Nino. Abrazos.
Estimada amiga Clarisa:
EliminarGracias por tu compañía. Confío en que pronto recibáis noticias positivas de ese amigo que ha marchado a Ucrania a alistarse.
No soy belicista. De niño no veía películas “de guerra” y me quitaba las plantillas del calzado para que mis pies planos me impidieran ser reclutado para el servicio militar. Sin embargo, tal y como me describes, no sé de guerras, pero sí de luchas constantes para frenar a quienes quieren enderezarme a golpes.
Nuestro sentido de la solidaridad humana es un sinsentido: lo es ahora y lo ha sido siempre. Son muchos los bocazas que se escandalizan ante la “actual guerra en el continente europeo”: ¿Acaso las que se producen en otros continentes no matan? O quienes aseguran que la actual es la mayor amenaza (para Europa) desde el final de la II Guerra Mundial: se les olvida los conflictos balcánicos, los ataques de organizaciones terroristas o que esta guerra “actual” lleva luchándose desde 2014. ¿Y qué decir de la “paz social” que articula nuestras sociedades pacifistas? El acuerdo básico de esa “paz social” es el de demonizar a quien piensa/actúa diferente: al zurdo se le vuelve diestro; al homosexual se le mete en el armario; y a quien se aleja del destino impuesto, se le impone marginación.
No podemos dar la espalda a la realidad, nos acabará alcanzando. Hay que plantar cara a los problemas propios y los ajenos. Pues todos somos “los otros” ante el prejuicio ajeno. Incluso nuestro escribir no es ignorar la realidad, sino que la embellecemos, la humanizamos.
Los actos sencillos y sentidos son los que nos humanizan: sonreírle a un anciano, corresponder al saludo de un mendigo, llorar ante el dolor ajeno…
Mí apreciada Clarisa: has enriquecido mi vida desde que llegaste a ella.
Gracias, amiga.
Feliz reincorporación al mundillo del blog ^^
ResponderEliminarMuchas gracias, Malindha.
EliminarUn abrazo.
Bueno comparto casi todo lo que te queda claro.
ResponderEliminarQué gusto volver a leerte, saludos
El gusto es mío al contar con tu compañía, Sindel.
EliminarUn abrazo.
Tenemos la misma edad y amo escribir aunque sean garabatos.
ResponderEliminarBuenos días, coetánea Frases Bonitas.
EliminarGracias por tus palabras, que no son meros garabatos.
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