Nico juraba palabras sentidas; sin presentir que al disentirlas lo apalabrarían como perjuro. El tiempo convirtió promesas en renegaciones.
“Fue el mejor de los tiempos... Fue la era de la sabiduría... Fue la época de la fe... Fue la estación de la luz... Fue la primavera de la esperanza...” (1)
“It was the best of times… It was the
age of wisdom… It was the epoch of belief… It was the season of light… It was
the spring of hope…” (1)
Nubia aseguraba su presentir futuro; sin tener presente que el mañana olvidaría un hoy que se convierte en ayer con la fragilidad de un suspiro. El tiempo trocó lo vivido en olvido.
“… (no)Fue el peor de los tiempos… (no)Fue la era de la necedad… (no)Fue la época de la incredulidad… (no) Fue la estación de la oscuridad… (no)Fue el invierno de la desesperación”. (1)“…It was the worst of times … It was the
age of foolishness …It was the epoch of incredulity …It was the season of
darkness … it was the winter of despair.” (1)
Nubia
y Nico buscaron la manera de alejar la sensación de fracaso cuando su tiempo
llegó al ocaso.
"Lo
que hacemos es mucho, mucho mejor que lo que hemos hecho nunca; es un descanso
mucho, mucho mejor al que vamos de lo que jamás hemos conocido"
"It is a far, far better thing that
I do, than I have ever done; it is a far, far better rest that I go to, than I
have ever known."
Nubia
y Nico jamás se reconocieron.
Nico
dejó de sentir persona a Nubia.
Nubia
empezó a definir como personaje a Nico.
Fue
tal la distancia que se asentó entre ellos que cuando la casualidad los
acercaba no hacían caso a sus sentidos y sí a sus sentimientos: en caso de verse, no se reconocían; de oírse, no se percibían.
En
su corazón amurallaron dos ciudades.
De
su historia compartida elucubraron una histeria inducida.
Y
se exteriorizan felices de haberse dejado con un palmo de narices.
(1) Fragmentos
de la novela «A Tale of Two Cities / Historia de dos ciudades» de Charles Dickens.
Portada para "Historia de dos ciudades" -novela de Charles Dickens- en su edición por Debolsillo |
Dedicado
al artista gijonés Danny Daniel.
Recuerdo
las innumerables veces en que tarareé su canción «Por el amor de una mujer» junto
a mi madre.
Hoy
un juzgado le ha desestimado su demanda de autoría sobre una canción que es
suya y que hemos sentido nuestra todos los que la hemos oído.
Tienes
todo mi apoyo y agradecimiento, Danny.
La legalidad
no vive en la misma ciudad que la justicia.
Danny Daniel es el
compositor de «Por el amor de una mujer»
Hola, amable leyente, gracias por tu compañía.
ResponderEliminarConfío en que estés bien.
No leas, por favor, este criptograma como un mensaje cifrado.
Es un pasatiempo sobre el efecto del paso del tiempo.
Es un canto a la alegría de las perdices cuando los finales no son felices.
Es una deliranza septembreada de añoranza.
Por todo lo que has contado, tu madre es memorable.
ResponderEliminarMe gustó tu ejercicio de fusionar fragmentos de Dickens con una historia de desencuentros.
A veces, los finales no son felices. Incluso pueden no serlo los inicios ni los desarrollos.
Bien contado. Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarGracias por tu valoración positiva sobre la figura de mi madre.
Hay relaciones que se desarrollan a trompicones, a muletas de un destino que parece querer impedir que decaigan. En esas relaciones el final suele llegar de improviso, cuando sobre la realidad hace efecto la gravedad.
Un abrazo, Demiurgo.
No hay que hacer promesas, pesan demasiado y nos acaban arrastrando cuando toca cumplirlas...
ResponderEliminarHola, Beauséant:
EliminarGracias por tu comentario.
Son muchas las veces en las que lo prometido no es deuda, sino cadena.
Un abrazo, Beauséant
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
EliminarQué bonito ese recuerdo perdurable... También me pasa que los recuerdos amados vuelven al escuchar una música o leer de nuevo un libro. Tu madre está siempre presente en todos tus actos, viviendo contigo. Esa belleza de su alma está en ti. Cuando escribes trasmites esa belleza...
ResponderEliminarY ya ves, un relato que habla de finales no felices y "colorín colorado" frustrado, en tu forma de exponerlo, resulta épico, casi tierno y poético con ese "amurallar cada uno su ciudad".
El símil es tremendamente fuerte. Decía una canción que " para no rompernos, a veces, necesitamos alejarnos o "amurallarnos" (por seguir tu comparación) de lo que más queremos"... No todo viaje acaba en la Ítaca soñada, pero como decía Kavafis: lo importante es la aventura que el viaje ofrece... Las vivencias extraordinarias que pudimos sentir en el trayecto.
No sabía que Danny Daniel fuera gijonés ni de su lucha por el reconocimiento de su trabajo. Un detalle hermoso tu dedicatoria para él, Nino. La canción es muy bonita.
También estoy contigo en tu anterior entrada para el tema del suicidio en España. Es terrible, terrible.
En Europa es una lacra que no se sabe por dónde atajarla... En tasas por cada 100.000 habitantes, España está en el 7, 7; Francia el 13,8; Alemania el 12,3; Austria el 14,6; Países Bajos el 11, 8. Está claro que es un problema exponencial y que los gobiernos deben y tienen que dotar con medios y presupuestos para afrontarlo en la parte inicial del problema que suele ser la niñez. Mucho por hacer... Gracias por generar conciencia en este tema tan delicado y triste, pero real.
Gracias por tu escritura, escribir te refuerza; nos refuerza.
Un gran abrazo, querido amigo. Te deseo lo mejor y muchas sonrisas para ti. 🌞🍀🌞
Hola, compañera Clarisa:
EliminarSiempre tienes palabras enaltecedoras hacia mi madre, lo cual te agradezco. Al igual que ella te agradece el afecto que me demuestras y el beneficio que tu amistad tiene en mí (sí, tal y como escribes siento que parte de su alma sigue guardándonos a mi hermana y a mi).
A mis padres les gustaba cantar y los dos eran fieles oyentes de radio; yo la escuchaba habitualmente con mi madre, pues ella oía programas variados (imagino que algunos los escuchaba sólo para amenizar a sus hijos). La canción de Danny Daniel (al que ella conocía en persona) “Por el amor de una mujer” era una de nuestras favoritas: pese a su letra trágica, la cantábamos alegremente a grito pelado.
El final de “los cuentos infantiles” (que la mayoría sí que contenían letras trágicas) no siempre me parecía feliz, solía resultarme brusco. Pero dado mi natural comilón, lo de ser feliz comiendo me resultaba un final ideal. Eso sí, recuerdo la primera vez que comí perdices en un restaurante de Valencia de Don Juan: ¡menuda decepción al ver lo pequeñas que eran!
Respecto a lo de “amurallarse” tras un final no trágico de una relación afectiva, es uno de los primeros consejos que recibes de los expertos en nada que siempre aconsejan sobre lo cotidiano. Recuerdo que cuando me divorcié, personas que aún no estaban casadas me aconsejaban –sin que yo lo pidiera– sobre cómo manejar esa situación. Y el que nos lleváramos bien era algo desaconsejable, que casi nadie entendía. Lo “normal” (palabrita que me irrita) era que nos ignorásemos, que aparentáramos vivir en 2 ciudades pese a hacerlo a apenas 5 minutos de distancia.
El suicidio es una realidad inquietante. Por suerte, no la he sufrido en mi entorno íntimo, aunque sí en el cercano. Aborrezco a quienes la tachan de actitud “cobarde”. ¿Y qué decirte de los deleznables que están siempre chantajeando emocionalmente con suicidarte? Una y no más.
Escribir me refuerza y leerte me emociona, al ser persona emocional: leerte me refuerza emocionalmente.
Un abrazo con lazo, Clarisa, para ti y todos los tuyos.
¡Gloria a Ucrania!
Disfruto leyendo tus deliranzas, me resultan muy naturales en lo que cuentas. Besos!!
ResponderEliminarHola, Maite:
EliminarMuchas gracias, ahora y siempre, por tus palabras de aprecio.
un abrazo, Maite.
Hola, Nino.
ResponderEliminarMe aconsejas leer a Dickens en inglés?
Gracias.
Soy Ángela, Google me está dando problemas.
ResponderEliminarHola, Ángela:
EliminarGracias por tu exfuerzo por leer y comentar.
En principio, intento leer toda obra escrita en un idioma que pueda entender. Dickens es un autor prolífico, apenas habré leido 10 obras suyas. Si te refieres a "A Tale of Two Cities", la he leido en inglés; pero antes la había leido en español.
Un abrazo, Ángela.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarHola! He mirado un blog que había en otro blog, y así muchas veces hasta que he llegado aquí. Me encanta tu blog, ya me he hecho seguidora. Yo tengo un blog muy nuevo sobre libros de editoriales pequeñitas https://granlibroeditorialchiquita.blogspot.com/ Todavía no me ha dado tiempo a subir mucho contenido pero prometo poner cosas muyyyy chulas. Y suelo comentar casi todas las entradas de mis seguidores. Así que si te animas, ya sabes dónde estoy. Un beso.
ResponderEliminarHola, Sanhoycal:
EliminarGracias por tu visita comentada.
Un saludo.