La publicación y autoedición de mis obras es un ejercicio de individualidad. Ejercicio que se convierte en acto comunicativo gracias a tu interés, amable leyente, por (re)leer mis publicaciones en este blog o en formato impreso.
Gracias por ayudarme a mantener vivo el recuerdo de «Donde
vive el recuerdo», cumplidos diez años de su gestación como “historia
fantasmal” y ahora autoeditada por vez primera en tapa dura.