Algunas arritmias que sufre el corazón brotan cuando el pensamiento deviene en conciencia de que la vida no nos emociona como antes, conciencia que nos impele a aceleramos hacia la añoranza de un pasado en que nuestro corazón latía más fuerte.
El corazón no tiene freno ni marcha atrás. De ahí que sus choques frontales con la Realidad tengan consecuencias letales. Nuestra Fantasía tiene el recurso protector de enloquecer cuando la Realidad se vuelve demencial.
¡Gracias por venir y enloquecer!
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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre
Mi principal plan de futuro es
perfeccionar el presente.
Más que viejo de cuerpo, estoy
desgastado de órganos vitales; pero en lo vital en el ánimo, estoy fuerte y con
ganas.
Estoy volviendo a vivir mi vida, a la
que renací sin haber llegado a morir. Lo que debo evitar no son las adicciones,
sino los vicios. Después de todo, la mayor adicción es la que siento a la vida
y me aferraré a ella hasta mi último suspiro.
Este blog es una fuente de vida: no debo
abandonarlo, sino mantenerlo vivo.
Gracias, amable leyente
venyenloqueciente, por tu estímulo vivaz.
Entre otras muchas cosas, soy caprichoso. Rasgo que llevado a la cultura
hace que en mis valoraciones prime la subjetivo frente a lo objetico.
En el caso de esta película, de la que casi todo el mundo decís
maravillas, no me planteo verla: la presencia de Luis Tosar es una kriptonita
para mi capacidad de suspensión de la realidad.
Con lo complicado que es entenderse, como para esperar que nos entiendan
otros: a nuestras peculiaridades siempre les pondrán trabas, motes o castigos.
Lo suyo, sus cositas, son genialidades.
Muchas de esas peculiaridades que nos definen son tan inofensivas que
dan risa en la lista de filias y fobias que provoca la interacción humana. Lo
que convierte esas peculiaridades en penalidades es que hay mucho listo que se
ríe de nuestros despistes –imagino que se cree un máquina, ajeno a todo factor
humano presente en nuestras ausencias de perfección–. El problema no está en
sufrir dislexia, sino en sufrir tanta burla. El problemón llega al comprobar
que esos burlones cuentan con alto aprecio social. Nunca entendí la fama de
fuerte en quien abusa del débil, nunca entendí el prestigio de listo para quien
ridiculiza al torpe.
Nunca canunca nun, me reí de sus burlas a otros ni coreé sus abusos.
Siempre he preferido ser uno a ser legión. Y es que a mí del Tercio no me
atraen ni los tríos, aunque me hayan signado el papel de tercero en discordia.
Un abrazo.
Hola, MARÍA:
Digamos que el que sufre nunca olvida; y mi cursar EGB en un colegio
público fue una tortura, por culpa de las constantes afrentas de los maestros
que malinterpretaban mi despiste como una muestra de deficiencia intelectual:
me consideraban un retrasado.
Dados tus vínculos con Asturias, quizás conozcas el Sanatorio Marítimo
de Gijón –centro privado donde se ayuda a personas que padecen discapacidad–,
por dos veces presionaron a mis padres para que me ingresaran allí. Al acabar
8º de EGB, en mis notas escolares estamparon un texto con una recomendación
para que no siguiera estudiando bachiller (nunca había repetido curso, ni
pasado con asignaturas pendientes). No sé lo que pusieron en mi expediente
académico, pero puedo imaginármelo ya que en la primera evaluación de primero
de BUP suspendí 8 asignaturas y me expulsaron una semana del centro. Cuando mis
padres fueron a ver a la tutora, ésta les pregunto directamente si yo era
“tonto”.
En esta entrada de mi blog reproduzco ese estampado de esos espantosos.
Gracias por este poema, por las sensaciones que acunas y las que
despiertas. Entre ellas las de unos recuerdos que quizá sean en mi caso falsos
recuerdos oníricos: a los autores que citas, uno por ejemplo a Woody Allen y su
película ‘Stardust Memories’. Recuerdo haberla ido a ver en los multicines
Hollywood. Recuerdo verla junto a una compañera de porte similar al de Charlotte
Rampling. Teníamos unos 16 años, han pasado 43 desde entonces, quizá durante
todo este tiempo he hecho de esas estrellas fugaces un falso sistema planetario
de recuerdos del que me ensueño como su sol.
Sólo puedo felicitarte por el ingenio que muestras en esta historia y
por tu generosidad al compartirla.
No conocía el personaje de ‘Sally the Sleuth’, ahora buscaré alguna de
sus historietas. Respecto a ‘The Spirit’, es una obra tan sugerente como
laberíntica. El que compartes es un paseo estimulante por su senda creativa.