El otro día, mi amigo Larry propugnaba la necesidad de una
reacción activa popular frente al desmantelamiento –por parte de los poderes
públicos– de las mínimas estructuras sociales de igualdad y protección con las
que nos hemos podido dotar en este entretiempo de democracia.
No comparto esa línea de
reacción, pese a creer firmemente en la idoneidad de la acción directa y
descreer en delegar mi protección en cargos públicos electos u
opositados.
En mi opinión, el actual clima de incitación a una airada protesta
ciudadana frente a la desaprensiva política social del PP – reacción propugnada
por partidos políticos como el PSOE o IU, o por medios de información como la
cadena televisiva La Sexta– sólo beneficia los intereses cortoplacistas
de estos partidos políticos y medios de comunicación.
Como ciudadano de Gijón, he visto llevadas a la práctica las políticas reales de esos teóricos partidos progresistas
–las mismas que las de los conservadores ahora en el poder estatal–; y como espectador,
tengo muy claro que la citada cadena televisiva pertenece al mismo grupo
empresarial que está detrás de medios de comunicación tan carpetovetónicos como
La Razón o Antena 3.
Creo que la herramienta que
tenemos los humildes es la solidaridad entre iguales y el apoyo a los que están
en una situación más apurada que nosotros.
Nino.