La
escucha de diferentes programas de radio acompaña a los protagonistas de mi
novela Buscando el olvido.
Ecos
de espacios radiofónicos como España a
las ocho, Esto no es Hawái o La saga de los Porretas resuenan tanto
en viejos receptores a válvulas en las cocinas como en novedosos “walkmans” en
las calles.
Ya he
acabado la segunda corrección del texto, ahora a dejarlo reposar por un rato.
Gracias
por tu interés.
Espero que tu proyecto acabe muy exitosamente. Yo también estoy envuelta en uno semejante, escribiendo el primer libro de mi vida adulta. Yo no voy tan avanzada como tú, aún estoy en proceso creativo.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte :)
Hola, Sara:
EliminarGracias por tus buenos deseos..
¡Mucha suerte con tu libro!
Disfruto mucho durante el proceso creativo, con la capacidad de sorprenderme según voy ideando la historia. Escribo sin una idea cerrada de cómo voy a contar la historia, lo que me lleva a muchas veces acostarme con la intriga de cómo continuará un relato del que estoy siendo el primer lector.
Luego, los procesos de corrección y mejora no tienen esa emoción; pero son muy necesarios para alguien tan despistado como yo.
Un abrazo y mucho ánimo, Sara.
ResponderEliminarPosar , dejar templar y volver sobre ello.
Sería interesante conocer ese proceso porque imagino que lo que descansa será la tecla o el boli más que la cabeza, embarazada de proyecto ...
Atentamente
Juncal
Atenta Juncal:
EliminarGracias. Imagino que cada proceso de escritura que se prolonga en el tiempo es diferente. De hecho, de volver a empezar esta novela, la escribiría de manera diferente.
En enero me decidí a escribir “Buscando el olvido” como forma de refugiarme de mi realidad. Para ello, la escribí de manera disciplinada: nada de boli y todo a teclado. Esa técnica hizo que en el texto me aflorara una voz diferente. Disfruté mucho escribiendo así y sorprendiéndome con lo que me iba dictando mi imaginación.
La primera reescritura fue entretenida, ya que en gran medida fue mi primera lectura de los capítulos unidos como novela. Esta segunda ha sido cansada y algo decepcionante. Necesito mejorar el texto, pero no sé cómo hacerlo.
Ahora estoy demasiado inmerso en el mundo ficticio de palabras que creé y necesito salir de él, para juzgar con perspectiva lo que he escrito. Lo ideal, sería irme de vacaciones: me encantaría pasar una semana en Londres. Pero, mi situación es la que es, por lo que al menos le daré vacaciones a mi obsesión novelista. Para ello, escribiré un artículo de encargo y traduciré capítulos sueltos de alguna novela.
Cuando me vea preparado, empezaré la tercera revisión.
Un abrazo, Juncal.
Muy interesante todo lo que comentas de dejar en "reposo" ese texto... Es cierto que es bueno (así pienso también), dejar lo escrito y mirarlo luego con una perspectiva más distante, desde donde quizá podemos mejorarlo, o en cualquier caso, definir la idea que hemos creado y darle ese toque" que lo haga una obra especial...
ResponderEliminar¡Buena cosecha!
Que tengas un buen verano. Saludos!
Buenas tardes, Clarisa:
EliminarMe cuesta mucho en general frenar mi impulsividad, a lo que se une que me gusta compartir en este blog textos no muy tamizados para así capturar el momento en que los escribí.
La creación literaria saca mi tendencia al desequilibrio, pues me atrapa la inmediatez y corregir requiere una atención de la que tengo déficit. Por otro lado, me avergüenza leer mis faltas y me sonroja encontrarme los despistes.
A todo esto se suma mi dificultad para autocorregirme, lo que me lleva a preferir reescribir un texto antes de profundizar en su mejora. De hecho, noto que la novela está mal articulada en su desarrollo y la solución que más me apetece es reescribirla en vez de profundizar en la mejora de lo escrito.
Un abrazo, Clarisa. Te deseo también un feliz verano.