Pese a mis
reticencias y retintines respecto a Internet y las Redes Sociales, es mucho lo
que le debo en lo vital a esta maraña formada por cables y sentimientos.
No sé si los
androides sueñan con ovejas electrónicas; pero sí creo que muchos humanos nos
comportamos como borregos al balar nuestros sueños eléctricos en Internet. Como
suele ocurrir sobre el asfalto o entre las sábanas, también aquí –al otro lado
de las pantallas– es el uso que hacemos de las herramientas comunicativas lo
que las llega a convertir en cachivaches –al ser usadas por manos torpes–, o en
cachiporras –al ser blandidas por pezuñas viles–.
Más allá de mi
impericia en un medio que desaprovecho con la tenacidad de un vanidoso, me
resulta inevitable sentir cierto recelo ante lo incierto del celo cibernético,
pues me consta que nuestros datos están tan inseguros como un cable parcheado
con celofán.
Sin embargo, debo
admitir que ya hace un tiempo que he encontrado en La Red a otros navegantes
que me han ayudado a sentirme más humano. El aprecio, el cariño y la
comprensión pilotan a mi lado desde que empecé a surcar este mar de bites y
emociones, en las singladuras de este blog. Muchos de los que me acompañaron,
ya no están. No hubo ningún motín; simplemente desembarcaron en cualquier
puerto amigo, descontentos con mi pilotaje caprichoso.
Esta nueva singladura
creativa –que emprendo en este 3 de octubre de 2016, a la espera de que amainen
ciertos vientos desarbolantes que me mantienen varado en tierras extrañas – me
permitirá el reencuentro con otros navegantes a los que creía perdidos en las
brumas del tiempo. Así mismo, me posibilitará el abarloar con naves amigas con
las que últimamente comparto singladura.
Cubierta para el semanal Trueno Color, realizada por Antonio Bernal (1969). |
Gracias amigo lector
por permitir que mis ensoñaciones formen parte de tu flota de ilusiones.
Gracias
por venir y enloquecer.
Por mi parte, digo que me encantan todas y cada una de tus ensoñaciones, es un placer leerlas, leerte…
ResponderEliminarA por más Nino, siempre!
Un beso y excelente inicio de semana.
Buenas tardes, Alma:
EliminarPese a mi carácter solitario, prefiero el placer compartido; de ahí que busque compartir mis ensoñaciones creativas y me ilusione el compartirlas con compañías tan atentamente sugerentes como la tuya, Alma.
Feliz martes otoñal.
Gracias amigo escritor por permitir que tus ensoñaciones formen parte de mi flota de ilusiones.
ResponderEliminarBuenas tardes, Ángela:
EliminarQuizá uno de los mayores misterios “ninoskeros”, uno de ésos que pese a repetirse no deja de maravillarme, es el de saber qué os lleva a alentar mi creatividad con vuestra compañía.
Gracias, atenta Ángela.
Yo diría que las aprovechas bien, cuando las usas, esas herramientas.
ResponderEliminarComo toda ese texto con la metáfora de navegar, algo bien logrado. Algunos se bajaron, tal vez yo no haya sido el piloto que se merecían. Me gusta que tengas planes de seguir.
Saludos.
Buenas tardes, Demiurgo:
EliminarMe alegra el saber que encuentras acertado el uso que hago de las herramientas comunicativas que ofrece Internet. Y me anima el contar con tu compañía en esta travesía, pues sin ella esto de bloguear sería más aburrido.
Un abrazo, Demiurgo.
Tu reflexion es muy buena
ResponderEliminarpero quien te aprecia no se va de tu puerto , siempre guarda su plaza en el pantalán .. no lo dudes
ah la foto de la cabecera me encantó
un abrazo
Buenas tardes, MaRía:
EliminarMis dudas se deben a mis muchas inseguridades, no a vuestros aprecios generosos. Alcanzar el pantalán de vuestra compañía es el mejor fondeadero para una travesía que temía al ciento de una soledad sin fondo.
Muchas gracias por hacerme llegar tu encanto, MaRía.
Athenea se pone el traje de aguas para superar cualquier temporal. Al refugio de la palabra, esa que sabes que sostiene la lealtad.
ResponderEliminarY ante todo...sabes que A. Está.
Un abrazo de luz
Gracias Nino!
Athenea se pone el traje de aguas para superar cualquier temporal. Al refugio de la palabra, esa que sabes que sostiene la lealtad.
ResponderEliminarY ante todo...sabes que A. Está.
Un abrazo de luz
Gracias Nino!
Hola de nuevo, AtHeNeA;
EliminarSí, me has demostrado de sobra que estás cuando se te necesita. Una vez más, te agradezco todo el ánimo lector y el afecto personal que me muestras; son impermeables a cualquier vía de agua emocional.
Un abrazo tan fresco como la brisa que a estas horas entra desde la mar.
Es cierto, lo de "bloguear" sin internet, un poco difícil... Este puerto creo que ya es tuyo por méritos propios, y nuestro, por complacencia pura. Es bonito saber que hay navegantes indelebles, y que sus historias nos motivan también a navegar, sin perder la ilusión por nuevas aventuras. Motivos para buscar los tiempos de ese verbo que no sabía que existía; ya ves, cuánto enseñas, además de a navegar...
ResponderEliminarSaludos, Nino. (Me sacaste una sonrisa, y hoy no tuve muchas)
Hola de nuevo, Clarisa
EliminarSomos marineros en los mares del Destino, dependiendo de las aguas que crucemos unas veces nos sentimos capitanes intrépidos y, en otras, grumetes impresionables. Prefiero lo segundo a lo primero.
Cada vez pongo menos mis pies en tierra firme; y cuando lo hago procuro evitar tierras ingratas y hacer puerto en muelles pinchantes. Prefiero el cabotaje y acercarme a calas como la tuya, donde siempre experimento lo estimulante.
Gracias por abarloar por un rato a mi lado, Clarisa.