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martes, 25 de abril de 2017

Cuentos de Perrault



Buenas tardes:

Encuentro una metáfora cruel de la manera en que muchas editoriales tratan a los creadores en el hecho de que muchas veces usan el nombre de un autor como si fuera una marca registrada, no una persona creativa.




Siguiendo con el tema de los libros infantiles, uno de mis favoritos es este «Cuentos de Perrault» (Ediciones Susaeta, 1975): libro en el que en ninguna de sus 142 páginas aparece acreditado el nombre de Charles Perrault como adaptador literario de los cuentos populares, mientras que sí que lo hace el de su ilustrador, Paul Durand.

Tampoco figuran reconocidas la traducción o la coordinación editorial; pero es que por no llevar, ni siquiera lleva un índice con su contenido: “La bella durmiente, “Piel de asno”, “El gato con botas”… .



Quizá la abundancia de esta presentación apócrifa y caótica entre mis sucesivas lecturas, llevó a que –tal y como ya os he comentado– creyera que Alfred Hitchcock era quien escribía los libros de «Los tres investigadores» y que Petete era el orondo autor de su “libro gordo”.



Por suerte, pese a mi vejez, aún conservo cierta inocencia de la niñez.

¡Feliz martes!

16 comentarios:

  1. ¿Guardas todos estos libros de tu infancia? Me dejas pasmada!!
    Besos

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    1. Buenas tardes, Ángela:
      Por suerte, tengo un gran número de los libros que he ido consiguiendo a lo largo de mi vida. Es tal el volumen de mi biblioteca que en mi testamento he dispuesto su destino, pues me fastidiaría que acabaran en la basura. De hecho, acabo de regalar unos cuantos cientos a una ONG que atiende a ancianos.
      Un abrazo, Ángela.

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  2. Me parece que no es una edición completa. Debían mencionar al autor, sobre todo cuando es parte del título. No es poco mérito del autor haber adaptado esas historias. Tal vez haciendolas literarias, ya que las historias originales tienen detalles más bien oscuros, como lo que hizo el principe para despertar a la bella durmiente, eso del beso es un aporte de Perrault.

    ¿Leíste el libro gordo de Petete? Que curioso detalle.

    Saludos.

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    1. Buenas tardes, Demiurgo:
      Por desgracia ese maltrato es una práctica habitual: yo he visto cómo mi nombre desaparecía de créditos editoriales, o a otras personas recibir crédito por un trabajo que había hecho yo. Al protestar ante el agravio y negarme a su repetición, la respuesta de los señores editores fue tildarme de egocéntrico y recurrir a los servicios de personas más agradecidas.
      Aquí en España se emitió el programa televisivo de Petete y se publicaron fascículos de su libro.
      Creo que si accedes a este enlace leerás la primera vez que menciono a Petete en este blog.
      Un abrazo, Demiurgo.

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    2. https://venyenloquece.blogspot.com.es/2009/09/el-libro-gordo-de-ninete-001.html

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  3. Nosotros los blogueros usamos imagenes sacadas de la net, sin saber muchas veces quien ilustró eso que usamos, quien sacó tal foto: Me parece que con los textos somos (o por lo menos soy) mas cuidadosa, siempre nombro el autor cuando transcribo un texto. ¿acaso es mas facil recabar el nombre de un artista escritor que el de un artista ilustrador o fotógrafo? La unica constraprestación a este latrocinio es dejar mi propia producción sin copywrite, alguien tal vez use un poema mio sin nombrarme y tal vez sea justicia.

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    1. Buenas tardes, Nilda:
      Gracias por tu lectura comentada.
      Encuentro muy interesante el tema que suscitas sobre el uso/abuso de obras gráficas ajenas para los textos que escribimos. Voy a intentar resumirte mi actitud en este blog:
      Siempre que puedo, acredito el autor u origen de una ilustración; el problema me surge en que habitualmente las encuentro desvirtuadas, privadas de título u acreditación numérica, e identificadas por una sucesión alfanumérica, lo que me lleva a identificarlas con la clave de búsqueda por la que accedía a ellas. Por ejemplo, no tengo ni idea del origen ni autoría de la foto que figura últimamente como imagen de cabecera en este blog, pero como la encontré tras la búsqueda “straight jacket woman”, así es cómo la identifico acompañada de un número.
      Respecto al tema de acreditar mi autoría: siempre lo hago. Sé que quien quiera va a usar mis textos, y que lo hará probablemente sin avisarme (sin que suene vanaglorioso, varias editoriales han utilizado párrafos de mis textos para promocionar libros y cómics) De hecho, no protejo mis textos en el blog para que no puedan ser copiados y pegados, y los libros que edito en Amazon no llevan protección anticopia. Pero no por ello dejo de acreditar mi autoría o de registrar las novelas: son mis trabajos de amor confiados al aprecio lector ajeno.
      Gracias por tu compañía, Nilda.

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  4. Habia una vez una princesa....y ¿sabes por qué me gustan?

    Porque siempre se sufre y terminan a pesar de todo bien
    abrazos de Cenicienta

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    1. Buenas tardes, Mucha:
      Me gusta que las historias que escribo acaben bien, tal y como a ti te gusta el final de los cuentos infantiles.
      De siempre, una de las características en estos cuentos que más me ha gustado es que incorporan lo extraordinario al mundo de lo cotidiano. Y también esos finales felices en los que se comen perdices.
      Un abrazo, Cenicienta.

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  5. Suele cometerse esa injusticia, y como dice Nilda en internet con las imágenes es mucho mayor (igualmente me gustaría ver alguna de mis pinturas utilizadas por ahí sin autorización... hasta ahora no me enteré).
    Siempre que se habla de Perrault me acuerdo de su adaptación de Barbazul. Porque es un cuento tremendo, con un personaje verídico en que se basó, y porque hay una canción ya clásica de los Redondos que tiene su correlato.
    Abrazo!

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    1. Buenas tardes, Frodo:
      Respecto al uso/abuso de imágenes ajenas no acreditadas, te remito a mi conversación con Nilda.
      A mí no me importa en exceso que alguien reproduzca un fragmento de cualquiera de mis textos sin avisarme, siempre y cuando no reordene mis palabras para que digan lo contrario a lo que escribí. Y mucho menos me importa que me pirateen las novelas que publico en Amazon, lo considero una muestra de aprecio; de hecho no establezco ningún beneficio sobre el precio mínimo que establece Amazon. Aunque debo reconocer que quizá si tuviera un mínimo de ventas pensaría de otra manera y sí que protegería las ediciones electrónicas frente a su copia y marcaría un porcentaje de beneficio sobre el precio que marca la editorial.
      Muchas gracias por tu compañía, Frodo.

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  6. La falta de respeto por el autor. Si. He visto, especialmente en libros de cuentos para niños, donde resalta mayormente, la ilustración, que el texto. Si no es porque uno conoce la procedencia del cuento, diría que el ilustrador (antes decían iluminador) es el autor del cuento. Amigo, NIno. El afán del capital. Un abrazo, y mi aprecio indeclinabale. Carlos

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  7. La falta de respeto por el autor. Si. He visto, especialmente en libros de cuentos para niños, donde resalta mayormente, la ilustración, que el texto. Si no es porque uno conoce la procedencia del cuento, diría que el ilustrador (antes decían iluminador) es el autor del cuento. Amigo, NIno. El afán del capital. Un abrazo, y mi aprecio indeclinabale. Carlos

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    1. Buenas tardes, Carlos:
      Me gustan los libros ilustrados, de ahí que mi primera autoedición fuera un relato juvenil con iluminaciones (no conocía el uso de “iluminador”, gracias por la información). Ese gusto por la narrativa “ilustrada” tiene sus raíces, creo, en mi admiración por dibujantes y pintores, de hecho soy un lector fiel de historietas y cómics.
      Y sí, tal y como figuran las cubiertas de bastantes libros, muchas veces parece que el “iluminador” es el autor de la totalidad de la obra, lo mismo que los coordinadores de obras antológicas suelen ser tomados (y acreditados) como los autores de libros escritos por varias personas.
      Creo difícil que te respeten si tú no te valoras, y conozco a muchos creadores “posibilistas” que aceptan cualquier abuso con tal de figurar en un proyecto.
      Gracias por tus muestras constantes de aprecio, Carlos.
      Un abrazo.

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  8. ¿Habrá algún descendiente y/o heredero de Perrault que quiera hacerles juicio?

    ¿No? Entonces lo dejamos así.
    Distinto es el caso de Cervantes, que se volvió el autor nacional de España...

    Saludos,

    J.

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    1. Buenas tardes, José A.:
      Me resulta inviable resumir aquí mi opinión sobre “los derechos de autor” legados como herencia familiar; pero intentaré sintetizarla en una oración: no entiendo que en una sociedad que defiende la propiedad privada, los derechos sobre la creación literaria se conviertan en públicos pata beneficio de especuladores envestidos como editores.
      Si aquí en España la figura de jefe de estado es de carácter hereditario, ¿por qué a los descendientes de Cervantes se les ha privado de su herencia?
      Feliz lunes, José A.

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Gracias por tu lectura comentada.

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