Resulta
triste, aunque también lo encuentro curioso, el que ciertos actos que antes
eran cotidianos ahora estén idealizados. Si el mero hecho de escribir una carta
resulta inhabitual en nuestros días, ya nadie juicioso envía palabras de amor sencillas
y tiernas. Y ya nadie talentoso compone canciones de amor como las que compuso Joan Manuel Serrat… El romanticismo ha
quedado reducido a la Ficción, al igual que el heroísmo o la puntualidad. No en
vano, encuentro mucho heroísmo en quien se atreve a enamorarse a tiempo y confía
su corazón a intenciones ajenas.
En
la vida real, quien bien te quiere siempre te aconseja que evites meterte en
problemas. El sencillo acto de enamorarse lleva siendo el origen de muchas
complicaciones desde que Adán y Eva desataron la ira de un dios intransigente
ante el amor libre. Y es que a prejuicio de los cerebros más destacados —y de
sus corazones enlatados— ¡¡el amor es el juego más peligroso!! Tenle miedo,
mucho miedo, pues ese sentimiento hará de ti un tonto.
Creo
recordar que el contumaz Friedrich Nietzsche, en una de sus muchas
reflexiones misóginas, venía a decir que el amor a una mujer es una encarnación
de la pasión por el peligro que siente todo hombre de verdad. Para mí, que
siempre me había temido un verdadero cobarde, fue todo un descubrimiento el
saber que mi carácter enamoradizo no hablaba de mi debilidad ante la belleza,
sino que elogiaba mi poca pereza ante lo azaroso.
Imagino
que de haber leído esta reflexión intolerante de Nietzsche en su original alemán, el pavor de mi libido habría
dejado lívido a mi corazón—idioma curioso el germano, donde incluso cuando te
susurran parece que te están riñendo—. Pero, en mi bendita incultura, no sé alemán
ni hago ademán de aprenderlo. Y siempre he ojeado las máximas filosóficas con
una atención mínima, traducida en una búsqueda de ingenio mundano, no de sabiduría
filosófica.
Y es
que, atentoLector, luego de haber desoído las advertencias de tanto Zaratustra frustrado
con la vida, y de haber correteado por el edén junto a algunas de las hijas más
arrebatadoras de Eva, sólo puedo transmitirte mi experiencia mayéutica sobre el
juego más delicioso: Una vez acabada la partida, el peligro está en volverte
miedoso ante la oportunidad de empezar otro juego. Lo demencial está en no
saber perder.
Si
en algo coinciden mi persona y mi personaje, es por su pasión por el juego de
la vida. Y el juego más divertido es aquel que se disfruta compartido.
Also
sprach Ninortea. Ein Blog für Alle und Keinen.
Ich
grüße dich, meine Liebe!
Buena reflexión! En fin ¿QUién dijo miedo? siempre fue mejor que la apatía y desgana de no amar...
ResponderEliminarBss
Muy buenas, Sylvia:
EliminarGracias por tu lectura pronta y tu comentario atento.
Desde mi enninamiento suscribo tu opinión, sólo añadiría a tu “fue”, mis “es” y “será”.
Un abrazo con ganas, Sylvia.
`Lo demencial está en no saber perder' Apunto esa frase, Nino.
ResponderEliminarBesos!!
Buenos días, Ángela:
EliminarNo sólo encuentro demencial el rechazo a aceptar la voluntad ajena de dar fin a una reacción, también me desquicia esa gente que no sabe diferenciar un antojo de una relación.
Feliz martes, Ángela.
Tener miedo a amar por el riesgo de heridas o que te hagan/hacer daño, es tan absurdo como no vivir por el miedo a morir...
ResponderEliminarMe gusta cuando te pones a reflexionar.
Un beso y buen inicio de semana!!
Buenos días, Alma:
EliminarMe encanta contar con tu compañía.
No es inusual encontrarse con personas que no viven su vida, sino la de “el otro”, la de esa persona que se espera que sea. El miedo a la soledad –no sólo a sentirse solo, sino a que otros te vean solitario– explica muchas relaciones afectivas tan vacías como longevas.
¡Cuidémonos del amor zombi y de los mordiscos del desamor!
Feliz martes, Alma.
Explícale eso al corazón enamorado... no escucha, no razona... sólo late, y sí, se rompe y vuelve a sentir miedo hasta que otro latido lo envuelve y el juego vuelve a empezar. Es cierto que, hay que saber perder.
ResponderEliminarLeí una vez por la red: El corazón tiene razones que la razón no entiende... "Blaiese Pascal"
Mil besitos para tu comienzo de semana, amigo Nino.
Buenos días, Auroratris:
EliminarEncuentro difícil explicar a quien hace bandera de su desatención. Llegados a una edad, creo que quienes se empeñan en hacer una quimera de sus espejismos de amor no lo hacen engañados por sus sentidos, sino que guiados por el cerebro: el corazón nos avisa del peligro, pero nos recordamos orgullosos que vivimos en la época de “la razón”. Y para razones, las propias; que suelen estar dictadas por el orgullo, no por el raciocinio.
Por suerte, al cumplir años, uno ya se ha visto como cazador y como presa. De ahí que debería buscar lo divertido, no lo peligroso, en el juego del amor.
Un abrazo, Auroratris.
Yo no sé si el romanticismo habrá quedado reducido a la ficción, el caso es que a mí me sale del alma, sea como sea, quién es romántica no puede ser de otra manera distinta, se lleve o no se lleve, cada uno siente a su modo, aunque después se sufra, pero mientras has sentido has "vivido".
ResponderEliminarUn placer leerte, Nino.
Besos y feliz tarde.
Buenos días, María:
EliminarNo soy una persona romántica, ni en la realidad ni en la ficción. Pero sí que me atrae el ideal romántico cuando es friccionado con pasión, como haces en tu blog. Confundir a quien ficciona con sus personajes suele acarrear problemas para los recreadores pasionales. A quienes sus seguidores convierten en objeto/víctimas de sus obsesiones.
Internet está lleno de abusones y acosadores que se consideran enamorados/admiradores. Pervierten con sus actos los ideales que dicen seguir.
Feliz día, María.
es de madrugada y mientras tomo mi batido de cerezas te leo
ResponderEliminarmañana comento
abrazo enorme desde la madrugada
Buenos días, Mucha:
EliminarConfío en que el tuyo haya sido un despertar tan dulce y carnoso como lo es la textura de las cerezas.
Gracias por acercarte a hacerme compañía.
Feliz martes, Mucha.
Quando ci si innamora a volte si perde il senso della realtà si vive in un modo pieno di romanticismo, ma credo che sia meraviglioso, è il gioco dell'amore che forse negli anni è difficile da provare.
ResponderEliminarSempre un piacere leggerti complimenti per come hai reso questa lettura così piacevole. Un grande abbraccio mio caro amico.
Ciao, angeloblu:
EliminarSí, tienes toda la razón: cuando nos enamoramos nuestro sentido de la realidad se amplia, mejora, al añadírsele una nueva dimensión: la de la ilusión. Dimensión en la que nuestros sentidos mejoran. Vemos, oímos, olemos… con más intensidad y reparamos en detalles que nos dan una perspectiva diferente de lo que nos rodea.
Habitualmente, el tiempo no transcurre igual para los dos enamorados: normalmente uno avanza en él, busca que la relación también avance, y el otro se queda en ese momento en el que se enamoraron, en ese momento que quiere prolongar eternamente. De ahí que los enamorados se acaben distanciando.
Me ilusionan mucho tus visitas y los bellos comentarios que me escribes.
Un grande abbraccio, mia cara angeloblu.
ResponderEliminarPues que mal que se deje del lado el romanticismo, con lo que a mi me gusta... Al igual que también me encanta Serrat.
Si, confiar el corazón a otra persona, si tiene bastante de heroico...
Bueno... puede que haga el tonto uno; pero... es encantador ser un tonto
Sentir debilidad por la belleza es lo mejor que le puede pasar a uno... y tener poca pereza para lo azaroso, también lo mejor. O sea que tienes mucha, mucha suerte por ser como eres.
Jajaja, que cierto lo del habla de los germanos, que duro es...En cuanto a las máximas, aunque no sean sabiduría filosófica a mi me encantan, creo que ayudan...
Qué verdad donde pones el peligro. Me da pena la gente que no se quiere volver a exponer a amar... Y sí, hay que saber perder, en la vida muchas veces nos tocará perder en cualquier cosa, por ley natural...
Que nunca te deje esa pasión y sí, compartir el juego es lo mejor que hay.
Veo que se te da bien el alemán, eh? Jajaja.
Muchos besos, Nino, me ha encantado lo que has escrito.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarQuizá el romanticismo está esperando a que concluyan estos tiempos difíciles para el conocimiento humano. Tiempos de prisas y de “Tinder”, en los que las cartas de amor han sido sustituidas por órdenes de sumisión, en los que no se busca compartir deseo, sino dominar.
Serrat tenía una habilidad sentida para cantarle a lo natural del amor sencillo. Su música es tan inmortal como lo son los sentimientos a los que canta.
Hoy en día, ya vivido, cuando confío mi corazón, lo mejor que mi puede pasar es que no me lo devuelvan muy magullado. Quienes me confían el suyo suelen luego quejarse de que nunca lo hice mío. Pero yo siempre cuido lo que se me deja, nunca me lo apropio.
La belleza me atrapa, hasta el punto de que mientras la observo son casi los únicos momentos en los que concentro mi atención, habitualmente dispersa. Curiosamente, al quedarme tranquilo y atento ante ella, las beldades desconfían de mí: les incomoda el que alguien que no mira a nadie, las observe a ellas.
Gracias por tus palabras de aprecio hacia mi forma de ser. No soy persona de mala suerte, ni con gafe. Lo que me ocurre en las relaciones afectivas es que los rasgos por los que atraigo acaban decepcionando. O, en mi caso, la rutina en la relación me acaba aburriendo.
Respecto al idioma alemán, te comento una anécdota, Carmen:
Durante el otoño-invierno en que se produjo la caída del "muro" de Berlín estaba enredado con una gozosa fräulein. Era hermosa y delicada. Su voz en inglés sonaba acompasada, y en español, suave. Pero cuando se ponía a hablar en teutón con sus otras compañeras erasmus: parecía que estaba rodeado de ogras que discutían cuándo comerse a aquel aborrecible humano.
Sí, las reflexiones ajenas siempre nos ayudan a encontrarnos en sus palabras, a reconocernos y a aprender de la experiencia ajena (aunque soy bastante impermeable a esto último).
Vivo la vida con pasión; y, cuando la comparto, la vida se convierte en una fiesta. Ninguna fiesta es eterna, pero si algo me da pereza es la eternidad.
Encantado con tu encanto, Carmen.
Gracias por tu compañía.
Feliz tarde.
EliminarQué bonito es dejarse atrapar por la belleza... No creo yo que tengas tú una mirada que pueda incomodar, con seguridad tu mirada es muy limpia y ellas sabrán de sobra que es de admiración.
Todo acaba, lo tuyo y lo de los demás también. Sí, la rutina y el tiempo pueden hacer que uno se aburra, por eso hay que intentar siempre no bajar la guardia y seguir ilusionando.
Me ha hecho gracia tu anécdota, yo creía que tenían esa voz fuerte en todos los idiomas :). Vas a tener que escribir: “ Nino entre las ogras” Jajaja.
Creo que es muy interesante saber de los demás, pero... las cosas hay que vivirlas uno mismo para aprender… Es bueno ser apasionado en todo, es la mejor manera de vivir de verdad. Y que bonito que la vida se pueda convertir en una fiesta.
Nada es eterno...
Muchos besos y muchas gracias.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarLa belleza me fascina. No me refiero al componente estético, pues los criterios formales son siempre discutibles. Hablo del componente sensorial, el sentirte desbordado por una sucesión de estímulos que provoca la cercanía de la belleza. De hecho, muchas veces me atrapa el encontrarme en un espacio abierto y observar la mar o el cielo.
Gracias por tus palabras de aprecio, pero no es raro que mi mirada sea calificada de descarada o de desafiante. Sé que es expresiva, y, según dicen, viva. Mi mirada es atenta con lo que me atrae, que no siempre es lo que tengo delante o a quien se supone que debo mirar.
Casualmente hoy he tenido un encuentro casual con lo que podíamos definir como un “antiguo gran amor”. Rechazó mi propuesta de compartir un café. Sé que es una de esas personas que han quedado decepcionadas conmigo por no ser como ellas esperaban. Pero uno se entrega al amor, no a las esperanzas ajenas.
“Nino entre las ogras”… ¡Es genial! Al leerte, me he acordado de la “Ilíada” y me he sentido como Ulises. Mi vida fue liada, el contarla fabulada haría de ella una odisea con final feliz.
Nuestra entonación no es siempre la misma. Dejando a un lado el factor anímico, nuestro tono no es el mismo, por ejemplo, cuando conversamos que cuando hablamos en público o cantamos. Al hablar otro idioma entonamos según la cadencia propia de esa lengua. En mi caso: en español tengo una voz cálida; en asturiano, grave; ¡y en inglés, algo aguda.
El ser apasionado tiene la desventaja de que hace que te lleves decepciones vitales. Pero, por suerte, la pasión hace que pronto encuentres otros estímulos.
Gracias a ti por tu agradable compañía, Carmen.
Feliz tarde.
EliminarCreo que te entiendo en lo de que la belleza te fascina porque me pasa a mi algo parecido.
Es una pena que rechazara el café, es bueno quedar bien con las personas que se han querido. Me ha gustado mucho eso que dices que uno se entrega al amor, pero no a las expectativas ajenas... Pienso que tienes toda la razón.
Aunque uno se lleve decepciones, creo que en la vida hay que ser apasionado, si no, no se vive con intensidad y es como estar perdiendo siempre.
Muchos besos, Nino, felices sueños.
Hola, Carmen:
EliminarEspero que hayas vivido con intensidad el día de ayer.
Sí, por suerte la fascinación por lo natural en la belleza es algo que no se pasa de moda para muchos de nosotros. De hecho, son muchas las obras de arte que deben su inmortalidad a su acierto a la hora de recrear la belleza en lo cotidiano. Si vemos a dos niños desnudos jugando con las olas en un cuadro de Sorolla, la belleza de su libertad es fresca, aunque el lienzo acumule 100 años. Los cánones de belleza pueden cambiar, pero la humanidad con que sentimos lo naturalmente bello, no.
Entiendo su rechazo. En primer lugar: un encuentro fortuito siempre conlleva que puedas estar interrumpiendo a una persona de la que se encamina a un destino. Pero ya sabes que son muchas las personas que con el fin del amor, ponen fin al afecto que se supone que te acercó a tu capricho. Es más, creo que ese cortar todo trato con tus ex, es una conducta muy recomendada por los cuerdos y las juiciosas.
Curiosamente, en esa misma mañana me acabaría encontrando con un conocido con el que ya apenas quedo, y con una antigua relación afectiva, de hace ya unos años, con la que no quedé contento con la manera en la que me desenvolví en nuestra relación. No sé si el cielo estaba intentando mandarme algún tipo de mensaje con tanto reencuentro casual. Yo llegué a la conclusión de que a todos nos gusta caminar por las calles soleadas para combatir el frío.
Opino como tú sobre la conveniencia de ser vehemente en contextos donde no prima la mente. Pero, hay ocasiones en las que me gustaría ser más hierático, o tener mano izquierda.
Gracias por tu compañía, Carmen.
Muy feliz viernes.
EliminarMuchas gracias, Nino
Me has ido a nombrar a Sorolla, a quien adoro… La semana pasada volví al museo, su casa. A ver Sorolla y la moda.
Bueno, puede pasar que llevara prisa… Los cuerdos dirán eso; pero… quizá valga para los primeros momentos en que se rompe una relación, hasta que uno se ve curado. Después no hay problema en la amistad y debería haberla, porque se han compartido muchas cosas.
Que casualidades hay en la vida, pero... nada sucede sin una razón de ser...No creo que fuera por la conclusión que dices :).
No, no cambies, sigue siempre como eres
Muchos besos.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarYa ves, otra casualidad. Por mucho que cuestiono y recelo de Internet, está claro que es un espacio de encuentro para (des)iguales como nosotros.
Comparto tu admiración por Sorolla, aunque en mi caso no es tan profunda como lo es en ti. Si lo nombré fue por la polémica con la que desde ciertos púlpitos de la ideología de género se está criticando su obra, como bien sabes. El nuestro, teórico tiempo de comunicaciones instantáneas, amenaza con verse convertido en un tiempo peligroso para quien comunica lo que siente y no sólo retuitea lo que es “tendencia”.
La verdad es que abordar el tema del desamor como atajo al desafecto me llevaría a escribirte un “sin parar”. Respeto toda actitud hacia mí, siempre y cuando no se me vilipendie. Es más, acepto el desprecio cortés como forma de mostrar el sentimiento que despierto. Lo que me parece triste es que tengo la sensación de que ese desprecio no es muchas veces algo sentido, sino un comportamiento autoimpuesto.
Je je, no creas. ¡Quién sabe! Quizá los dioses me están mandando algún mensaje, pero se equivocan al mandármelo con mensajeras endiosadas.
Muchas gracias por tus palabras de comprensión, Carmen.
Es siempre un placer conversar contigo.
Feliz tarde, compañera.
Pues a mi, haya las tendencias que hayan y digan lo que digan, me gusta la luz de Sorolla y le tengo cariño a su obra :)
EliminarPues es una pena que se convierta en un tiempo peligroso, porque cada persona tiene que tener su espacio para poder ser como es, sin tener que seguir a nadie. Las tendencias son lo que cada uno se marca :)
Puede ser un comportamiento autoimpuesto, pero esa persona pierde mucho más por no dejarse llevar del sentimiento.
Bueno espero que los dioses te manden el mensaje de manera que lo puedas leer :)
Muchos besos, el placer es mío.
Hola de nuevo, Carmen:
EliminarPor suerte, en nuestra sociedad hay personas como tú: ajenas a los modismos y fieles a sus convicciones.
Reniego de los revisionistas que le confieren al Arte su interpretación interesada. Por desgracia, esta vuelta al pensamiento único está muy consolidada en nuestra sociedad occidental, teórica guardiana de las libertades humanas.
Como te acabo de escribir en el anterior comentario, hoy estoy con el ánimo alterado, te pido disculpas si encuentras en mis palabras un tono airado.
Te escribo totalmente en serio cuando te afirmo que estoy en guerra con los dioses. Con sus designios, con sus silencios, con sus promesas de un futuro mejor… A mí me interesa el presente, el futuro no lo viviré.
Como ves, hoy estoy en guerra con mis demonios. Encuentro injusto escudar mi lucha en tu compañía.
Eres muy humana, Carmen. Leerte apacigua mi ánimo salvaje.
Un gran abrazo, compañera.
Gracias.
Pues muchas gracias, si es así, Nino.
EliminarEstán haciendo muchos días seguidos malos, de ahí que uno se pueda alterar...
No es tan malo estar en guerra, así no te dejas avasallar :) Sí, tienes razón, es bueno vivir en el presente, del futuro no sabemos nada, o sea que hay que aprovechar cada instante.
Muchos besos.
Hola, apreciada Carmen:
EliminarSinceramente, tras leer el texto que acabas de colgar en tu blog, se ha asentado mi ánimo. Gracias por escribir una reflexión que ayuda a tus lectores a tomar conciencia de lo fácil que es dejarse cegar por nuestro ego.
Soy uno de esos ciegos.
Soy guerrero frente a toda agresión, o lo que siento como una agresión. Pero no me gusta estar en batalla. Ya no. Hace años que limito mis luchas. De ahí que, para evitar malentendidos y situaciones incómodas, soy de los que cortan por lo sano o se alejan de lo que les incomoda.
Aunque suene muy punk, nunca me planteé mi futuro y ahora ya estoy viejo para replanteármelo. Por suerte tengo un pasado que me ayuda a afrontar el presente.
Un gran abrazo, Carmen.
Muchas gracias a ti.
EliminarA veces quizá sea lo mejor, cortar por lo sano o alejarte de lo que te incomoda o hace infeliz.
Es bueno no plantearse el futuro, el viene solo a nuestro encuentro.
Muchos besos.
Buenos días, Carmen:
EliminarLa consecuencia que acarrea esta actitud es la notoriedad infundada de engreído que acompaña a la decisión de preferir estar solo a estar mal acompañado. Es muy difícil hacer entender a un ánimo ofendido por lo que malinterpreta como un rechazo que tu conducta resulta de la falta de aprecio hacia él, no del desprecio.
Sí, el futuro nos alcanza al convertirse en presente, y ocasionalmente lo hace en forma de regalo.
Como son regalos cada uno de tus comentarios, Carmen.
¡Gracias!
Jajaja, muchas gracias, Nino.
EliminarRegalo es leerte.
No creo que nadie te pueda tildar de engreído. Eres una bella y sencilla persona.
Muchos besos.
Buenas tardes, generosa Carmen:
EliminarSí, suelo ser condecorado como engreído por “la legión de hombres si alma” y por “la brigada de mujeres sin dignidad”. Distinción que luzco con satisfacción, pues pocas cosas me alegran más que ser diferente a los vulgares.
En nuestro caso, más que una persona soy un espejo: y las cualidades que ves en mí son tu reflejo. No soy bello ni sencillo, ni en lo físico ni en lo anímico. Quizá por eso son dos rasgos que me fascinan en otros.
Un gran abrazo, Carmen.
No es un espejo, eres así :) y yo te veo así. Y muchas personas más también.
EliminarOtro beso.
Buenos días, Carmen:
EliminarGracias de nuevo por tus palabras de aprecio.
Feliz miércoles.
En el fondo, el Romanticismo no ha muerto y creo que nunca morirá. Puede que en las apariencias por eso de los tiempos, pero en el interior, todos llevamos un "romántico" dentro. Para mí, es otra forma de mirar la vida, y no apurarse por los sentimientos en un momento dado. Eso sí, me gusta el romanticismo natural, no el que toca por seguir fechas señaladas y demás banalidades sociales.
ResponderEliminarTambién creo que nos hace mejores personas, quizá más libres.
Vivir la vida con pasión es un acuerdo inteligente para disfrutar de si brevedad y te admiro por ello. También por hacernos partícipes de tu alegría. Significa que tienes bienestar interior, que sabes quién eres y lo que quieres. Sabes dejar las cosas a tiempo y tomar las que se presentan; aprendes, olvidas y nos regalas textos llenos de lucidez y belleza. Parece la forja de un escritor, experimentando la alegría de las palabras y eso me encanta.
Y sí, el miedo mejor dejarlo para los cobardes...
Abrazos, Nino. Siempre es un placer leerte. ;)
Buenas tardes, Clarisa:
EliminarMi difunto amigo Agustín, al que dedico la trilogía “Donde habita…” solía presentarme como ´”el último romántico”. Sin embargo, no me considero romántico y dudo que cualquiera que hay compartido una relación afectica conmigo me califique así. Aunque admito que mi imagen pública es una fuente de eternas sorpresas, y que no estoy muy pendiente de cómo me perciben los demás. Así que, cuando me describen, suelo llevarme sorpresas.
Por ejemplo, me ocurre aquí en el blog al leer vuestros comentarios. Tardé en entender que la mayoría iban dirigidos a mí, no a mi heterónimo. Mi error llevó a que en bastantes ocasiones mis respuestas estuvieran desenfocadas.
Sí, tienes razón: el sentimiento romántico nos mejora y libera. En su idealización nos hace aspirar a la belleza, nos aleja de lo burdo y aburrido. En su plasmación nos hace sentir vivos, pues el corazón late con intensidad. Al recrearlo, nos hace libres de los miedos a las limitaciones sociales o materiales.
Vivir la vida con pasión no es para mí una elección. Es la forma de seguir vivo. Incluso ahora, que ya no estoy atrapado en el arrebato, dentro de lo que puedo hago siempre lo que quiero. De ahí que muchas veces me pregunte si querré seguir viviendo cuando el futuro me alcance y amenace con convertir la pasión en inercia.
Gracias por tus constantes palabras de ánimo y, sobre todo, por el respeto que muestras hacia mis ilusiones apalabradas, Clarisa. Pese a muestras diferencias vitales, gracias por hacerme sentir tu igual.
Al miedo le tengo auténtico terror, por eso procuro mantenerme alejado de él.
El placer está en tu compañía.
Lo mejor. Siempre.
Debí de nacer sensible, enamorada de la vida y del amor, romántica en este sentido ya que, en este caso a tratar, el romanticismo no tiene nada que ver con la rebelión.
ResponderEliminarPero, en el fondo, puede que se asemeje en algo ¿Es que el amor no es esa fuerza mayor que se rebela ante la razón?
Hay quien ha dicho que el enamoramiento es el perfecto estado de imbecilidad, pero transitorio.
He de confesar que me siento imbécil hasta la médula, para mí el amor es el motor de la vida, algo por lo que merece la pena vivirla, te proporciona la ilusión necesaria para seguir caminando y te ayuda a soñar cada día.
Hay muchas formas de amar, la pasión, ese despliegue de hormonas (dopamina, serotonina etc)que surgen en el primer momento cuando Cupido lanza la flecha, entiendo y hasta es beneficioso que vayan desapareciendo con el tiempo (de seguir con esos estimulantes tan potentes seríamos incapaces de centrarnos en nuestro trabajo)pero ese amor que surge sin pedir permiso, que te lleva a situar a la persona que quieres bajo esa luz tan favorable que sus gracias más recónditas se hacen patentes (Ortega y Gasset) a mí todavía me dura aunque, lamentablemente, sea tan solo un recuerdo.
Me encantan tus escritos, en una misma entrada tocas tantos temas que invitas a reflexionar.
Soy de las que me encanta recibir cartas y contestarlas ¡lástima que ya se hayan pasado de moda!
Hoy está de actualidad es la "taquigrafía "minimizada y yo, que ya no pertenezco a esta generación, voy a necesitar un intérprete para entenderla.
Cariños y buen fin de semana.
Kasioles
Hola, Kasioles:
EliminarGracias por tu cuidado comentario.
Quizá el hecho de que el Romanticismo como movimiento artístico cobrara nombre en un momento histórico de revueltas sociales, y de conformación política de muchas naciones en Europa, lleva a que se asocie esa palabra con la de “rebelión”. Pero, al igual que las palabras tienes diferentes afecciones y se adecúan al contexto, las personas tenemos diferentes personalidades que se activan en diferentes situaciones.
Sí, tienes razón: el amor es una fuerza, una pulsión, que se impone a la razón y nos acerca a lo extraordinario. El ejemplo más grandioso de la ilógica del amor está en quien arriesga su vida por amor a su(s) semejante(s). En ese dar lo que necesitas a otros que lo necesitan desesperadamente, pues más allá de un bien material, les estás dando esperanza.
Sin hacer de nuestra conversación un concurso de tontos, Kasioles, somos muchos los que reincidimos en la bendita locura de enamorarnos. En lo ilógico de abandonar la seguridad del “yo” para adentrarnos en la incertidumbre de “nosotros”.
Temo al olvido, a la enfermedad de Alzheimer. De ahí que, desde niño, ejercite el recuerdo. Recordar no me ancla en puertos pasados; me anima a salir a la mar, pues soy consciente de que no toda travesía será tortuosa y, además, está siempre la posibilidad de que en alguna tierra extraña se encuentre ese amor que mi corazón extraña.
Gracias por tus palabras de aprecio hacia mi manera sinuosa de escribir, de divagar, y de abordar el proceso comunicativo. Es un recurso creativo que se acerca mucho a mi resolución vital. Muchas personas piensan que pierdo el tiempo, o que desperdicio oportunidades, pero a mí me gusta vagabundear por la vida, callejear por sus aceras, pasear por sus orillas… Siempre temo que este tipo de escritura introspectiva no me va a llevar a ninguna comunicación lectora. Y me impongo dedicar el tiempo a escribir textos literarios. Pero, por suerte, escribo lo que siento. Y al leer vuestros comentarios, me siento aún más feliz. Prefiero ser profesional en el disfrute a serlo en la Literatura. El cielo puede esperar.
Creo que hace 11 años que no franqueo una carta de amor. Escribirlas las escribo, pero me las quedo como memoria de mi capacidad de ilusionarme ante lo nuevo de un sentir tan viejo como vital.
Y sí, reconozco mi torpeza y desapego hacia las redes sociales. Más allá de su capacidad de enredo, temo que al abusarlas estamos deshumanizándonos.
Gracias por tu compañía, Kasioles.
Un gran abrazo.
Las gracias te las tengo que dar yo por tu maravilloso comentario como respuesta al mío.
ResponderEliminarHe de confesarte que me enamoré de unas letras, de una carta que recibía cada semana y aquello, que era más espiritual que pasional (no era ni mucho menos el amor del Arcipreste de Hita que, bajo el titulo de Buen amor, se escondía ese erotismo descontrolado en la que Trotaconventos era su cómplice), fue despertando en mí, una serie de sentimientos completamente desconocidos en aquella temprana edad para el amor, hoy en día no tan temprana.
Cuando logré hacer realidad el sueño de mi vida, unir lo espiritual con lo pasional, sin entender nada de misticismos ni lo que pudo sentir Santa Teresa o San Juan de la Cruz al pasar todas las vías para acercarse a Dios, yo, simple mortal, he creído que estaba en el cielo.
Vivo un presente rodeada de hijos y nietos, querida y respetada, pero he de reconocer que aún sigo enamorada de un pasado que me ha marcado el corazón y el alma.
La verdad, es que ha sido un placer leerte, ahora sólo me falta hacerme con alguno de tus libros.
Cariños.
kasioles
Buenas tardes, Kasioles:
EliminarComo le acabo de escribir a Carmen, uno de los grandes valores de Internet es su utilidad para establecer comunicaciones entre personas de vidas diferentes pero con sentimientos parecidos.
No tienes nada que agradecerme, me limito a corresponder a la amabilidad que me mostráis en vuestros comentarios. Por lo poco que te he leído, eres una escritora con impronta, tu manera de narrar estimula mi atención, algo que no ocurre con frecuencia tanto en el cibermundo como en lo mundano.
Gracias por tu confidencia, Kasioles. Por suerte, aún somos humanos. Por suerte, nuestro espíritu, o alma, aún está abierto a eso que llamamos curiosidad, o libre albedrío. Por suerte, aún podemos reconocernos al conocernos en otras personas que nos hacen sentir que la plenitud personal sólo la alcanzamos compartiendo lo sencillo. El amar y ser amado es una maravilla eterna, aunque a veces temamos que nos llega muy temprano o demasiado tarde.
Creo que el habernos sentido amados y reconocerlo en nuestros recuerdos es algo fundamental para asentar nuestra autoestima, y para darnos cuenta de que la vida es algo más que un combate contra la erosión del tiempo. Lo desaconsejable es recrear esos recuerdos en una persona ajena a esas experiencias compartidas. Lo execrable es convertir a alguien en una sombra de un fantasma del pasado.
El placer es mutuo, compañera.
Te deseo una feliz tarde, Kasioles.
Un gran abrazo.
Tiene sus riegos entregarse a emociones pero evitarlas tiene sus consecuencias. Y tremendas.
ResponderEliminarNo soy racionalista todo el tiempo. Creo que no que otra jugarse si se presenta una hija de Eva o una hija de Lilith (Por alguna razón tengo una fascinación por Lilith).
Saludos
Buenas tardes, Demiurgo:
EliminarSí, comparto tu opinión: una vida sin emociones tiene consecuencias tremendas.
La emoción de sentirse vivo es sencilla de obtener. Yo tardé en volver a comprender esto. Desde los 14 años me pasé tres décadas desviviéndome en excesos. En junio de 210 sentí, y luego comprendí, que esa vida podía parecer atractiva, pero era sólo adictiva. Desde entonces, he vuelto a disfrutar con lo sencillo.
Las fascinaciones tienen un alto componente inexplicable, al menos las que uno siente. Y no cabe duda de que la figura de Lilith es diabólicamente tentadora.
Un abrazo fuerte, Demiurgo.
Qué bien definido el amor como el juego más peligroso, muy acertado. Creo que tiene esa particularidad de que todo lo que es color de rosa en un segundo se puede pintar de negro... y ahí se acaba el juego.
ResponderEliminar¿por qué tantos dramas como el de Romeo y Julieta? Si no fuera ficción, el amigo de Romero le diría, "¿para qué te metés con esa? no te enganches, si tus viejos están peleados con los de ella?... no seas idiota, metete con aquella otra que no te gusta tanto pero que también siente algo con vos, vive cerca, y tus viejos se llevan bien con su familia"
Ja! Que triste sería ese drama
Perdón por divagar
Abrazo y Rocanrol!
Buenas tardes, Frodo:
EliminarAunque el amor es beneficioso para el cutis y el corazón, no faltan equivocados que afirman que es un acto de sin razón. ¡Más gente mata el trabajo! El peligro está ya en el mero hecho de vivir: siempre amenazados por virus, bacterias o el aburrimiento. Ponerle un poco de emoción a la vida me parece de lo más recomendable para quien quiere saborear la vida, no sólo gastarla.
El amor es el juego más divertido si lo practicas con espíritu olímpico: lo importante es participar. Si lo abordas como un borde, o como un plusmarquista, siempre te quejarás de que es una práctica muy sudada o comprobarás que hay alguien mejor.
Respecto a Romeo y Julieta, es evidente la fascinación que despiertan los amores sufridos. Lo puedo entender limitado a la ficción, pues quizá produzca el consuelo de que más te vale tu vivir con quien puedes en lugar de con quien quieres. Pero llevado a la vida afectiva, me dan bastante repulsión estas personas que viven con el corazón en un puño y los ojos lacrimosos. Yo, cuando quiero llorar como picante, no me obsesiono por la que no me quiere ver delante.
Encuentro imperdonable no disfrutar con tus divagaciones: si la vida es un camino, recorrámosla a nuestra manera y con clase.
Un abrazo rocanroleante, Frodo.
Te leo, releo y necesito pensar sobre ello. VolVeré.
ResponderEliminarMi abrazo siempre de ida y vuelta
Hola, AtHeNeA, gracias por la luz de tu compañía.
EliminarEsta tarde estoy de ánimo levantisco. Como bien sabes, el de hoy no es un día de buenas noticias ni de gratos recuerdos.
La realidad hace difícil el seguir soñando. Hoy me apetece volver a ser el que fui, un maestro en evasiones y fugas de la realidad ajena.
Un gran abrazo, compañera.