De nuevo me ha (re)animado recibir el afecto de Clarisa Tomás Campa: hay voces que hacen más nítido el silencio de otras, hay personas que humanizan lo que en otros es vanidad…
Quizá el mundo de la creación artística sea el campo apropiado para plasmar la disyuntiva entre “La irrealidad y el deseo”. Aunque, sin ningún quizá, son muchos los vanagloriosos que viven en la irrealidad de sentirse amados/queridos/aceptados sólo por acumular gestos vacíos en las redes sociales.
La realidad es esto: el aprecio real.
Por eso agradezco tanto el aprecio que se me muestra con actos que van más allá de una pulsación en Internet.
“La irrealidad y el deseo” es otra entrada transmutada de cara a su inclusión en la antología «Vuelta a las andadas».