Disfruto de calidad de vida.
Dada mi vida sin excesivas
obligaciones, disfruto de bastante tiempo cualitativo. Para protegerlo he
tomado decisiones vitales que hacen que mi vida muestre limitaciones en lo
material y en lo social. Escribir es uno de los actos más placenteros a los que
dedico mi tiempo cualitativo. Para mí, escribir es un deleite; no un
sufrimiento. Por eso me alegra saber que otras personas disfrutéis con lo que
escribo. GRACIAS.
Playa de San Lorenco. Gijón. 03-VI-2018
Me disgustan las esperas impuestas.
Mi disfrutar tan personal del tiempo
hace que su paso me queme cuando me veo forzado a una espera impuesta por actos
fortuitos; y que me desespere al sentir cómo otros vampirizan mi tiempo. Pocas
situaciones me alteran tanto como el que otros no le den importancia mí tiempo
y que encuentren en el que yo sí lo haga una muestra más de mi ¿“egocentrismo”?.
Quizá por ese valorar mi tiempo,
también valoro el ajeno. De ahí que no me guste hacer que otras personas lo
malgasten conmigo. Me suelen acusar de ser desapegado o descortés, por no
andarme con rodeos en lo personal, o por no enredarme en los formalismos de las
redes sociales. Pero mi inexistente descortesía, es una simple exteriorización
de mi aprecio por el tiempo. De ahí que agradezca tanto tu tiempo de lectura,
amigo lector.
LO que algunos llaman egoísmo, creo que podría llamarse ser asertivo. Un interesante concepto, defender el propio punto de vista, la propia opinión, sin dejarse llevar por delante, sin ser prepotente. Es un equilibrio entre lo pasivo y lo agresivo, algo en lo que se puede cambiar abruptamente.
ResponderEliminarBien planteado tu punto de vista.
Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarCoincides plenamente con la opinión que tengo de mi actitud social, me considero un hombre asertivo. De hecho, bastantes personas afirman que mi lenguaje corporal transmite seguridad.
Sin embargo… es esta consciencia de mi asertividad lo que también bastantes personas consideran una muestra de egocentrismo —me llevaría mucho entrar en detalle—.
Curiosamente, mi personaje literario no tiene tanta asertividad, Mi heterónimo es bastante inseguro en aspectos públicos y sí que busca un grado de aprobación ajena a sus actos. Esta diferencia con “mi otro” me lleva ocasionalmente a situaciones desquiciantes con personas que no distinguen entre mis rasgos como persona y los que perfilan a mi personaje,
Para mi suerte, compruebo que otras personas como tú sí que no tenéis problemas en discernir lo asertivo de lo invasivo.
Gracias, Demiurgo.
Cualquiera que te lea sabe que no eres descortés, eres muy amable en tus comentarios. Una compañera de trabajo, que también te lee, me pide que te diga que piensa lo mismo. Se llama Beatriz.
ResponderEliminarNo dejes de escribir, Nino!!
Besos.
Buenos días, Ángela:
EliminarGracias por tus palabras de aprecio. Aunque apenas hemos hablado en persona durante tus visitas a Gijón, te agradezco el afecto personal que siempre me has prestado. Obviamente, también te agradezco todo el aprecio creativo que me muestras. Por cierto, aprovecho para saludar a tu compañera Beatriz.
No me planteo dejar de escribir, ni tan siquiera de publicar. Disculpa si alguna frase en esta entrada te ha llevado a esa conclusión. Tal y como le acabo de comentar a Demiurgo, mi heterónimo siente y trasmite inseguridades que yo no siento, de ahí que al leerlo encontréis como posible lo que yo ni me planteo.
Muchas gracias por tu (vuestra) compañía, Ángela.
Das calidad a la vida de otros, eres muy buena persona.
ResponderEliminarUn beso, Nino.
¡Muy buenos días, Noemí!
EliminarMuchas gracias, mi agraciada.
Esa calidad es respuesta simple a la compañía cálida.
Un beso, Noemí.
Nino, amigo mío... te vendes muy mal pero yo que algo te conozco, sé que eres una persona muy amigo de sus amigos y un ser excepcional con un corazón que no te cabe en el pecho.
ResponderEliminarMe da envidia esa imagen... una de las cosas que más me gusta es sentir las olas en los pies. Caricias.
Mil besitos compañero, y muy feliz martes.
Buenos días, Auroratris:
EliminarGracias por no considerarme un vendido, me regalo o me comparto; pero no me entrego ni me vacío.
Gracias sinceras por tus palabras de afecto. Ya ves, con ellas incides en el aspecto sobre el que llevo conversando con vosotros en estos comentarios: mi persona ante mi personaje.
Soy plenamente de que esas diferencias pueden ser marcadas —de hecho, me gusta mantener esas diferencias entre este Nino y ese Nino Ortea—, y llevar a confusiones. Ésa es la razón por la que, cuando reabrí este blog lo configuré de manera que no se publicaran comentarios: los textos son de mi heterónimo, los comentarios de mi persona.
Créeme que te agradezco todo el afecto que me muestras (sin afecto me deshumanizo) y la valoración creativa que me dedicas (sin esa valoración él no existiría)
Hoy iba a ir a la playa, pero la migraña me lo ha impedido. ¡Me encanta caminar por la playa, bañarme a ratos y secarme sin tumbarme al sol (a veces aquí sale el sol)!
Un gran abrazo, compañera.
Sé por qué desde que te descubrí vengo cada vez que puedo y cuando no puedo comentarte, te leo e imagino que así, como me sucede a muchas personas les pasa.
ResponderEliminarTu tiempo es de calidad y eso es de valorarse, por cierto, la fotografía es encantadora.
Un abrazo, Nino
Muy buenas, Mujer Virtual:
EliminarTe agradezco la afabilidad que me regalas.
Sí. Entiendo que no toda persona que me lee encuentra apropiado comentarme. De hecho, como te ocurrirá a ti en tu blog, hay lectores tan fieles como silentes. Suelen ser personas que por timidez, prudencia o discreción prefieren no apalabrar su sensación lectora.
Sí, aciertas de nuevo: valoro mucho mi tiempo. Tanto que creo que me pasa como a esos millonarios que se obsesionan con el dinero: me duele perderlo. Me encanta aprovecharlo para conversar con otros o dialogar conmigo. Disfruto percibiéndolo en soplo de aire, en un trago de vino o en el eco de una sonrisa. Cuando escribo me gusta sentir que mis sensaciones o ilusiones, se alían con mis ideas y sentimientos. Pese a que estoy casi siempre trabajando sensaciones, ese tiempo no es productivo desde una valoración social. Es curioso; mientras que mi personaje literario es considerado como prolífico –voy a por el octavo libro en tres años— mi persona es considerada como improductiva —mi consumo es minúsculo y gano dinero para sobrevivir con lo mínimo—.
La fotografía está tomada este domingo. Acababa de salir de darme un chapuzón (literalmente, sólo uno) y estaba tiritando de frío.
Gracias por el encanto de tu compañía, Mujer Virtual.
Valorar cada minuto de nuestra vida, es algo tan personal, que no todos pueden comprender.
ResponderEliminarCada persona distribuye su tiempo como mejor le parece, yo dedico parte del mío visitando a personas que dicen, que sienten y exteriorizan sus sentimientos y hacen que me lleguen al corazón.
Hay algo que no me gusta, es que me hagan esperar, será porque yo también respeto muchísimo el tiempo de los demás y siempre soy muy puntual, demasiado puntual.
Si de algo peco, es de pensar siempre en los demás antes que en mí, a la larga es un error, pero ya soy mayorcita para cambiar.
Como siempre, ha sido un placer visitarte y leerte, ha sido una buena inversión el compartir este ratito contigo.
Cariños.
kasioles
Buenos días, Kasioles:
EliminarCuando leo tus comentarios encuentro un sentimiento de fraternidad que me reconforta y anima. Gracias por ellos.
Normalmente no busco que otros me comprendan, pero sí que me respeten. No entiendo ni tolero que otros prejuzguen comportamientos que no les afectan, ni les preocupan, sólo por el hecho de que no son los esperables en un hombre adulto de mi edad. Mi vida es desaconsejable en otros, pero a mí me gusta. Las sensaciones que me produce mi disfrute del tiempo las prefiero a las limitaciones que me causa mis carencias económicas. Entiendo y acepto que mi vida no es la que otros esperaban de mí; pero mi vida es mía, no de otros.
Por ponerte un ejemplo, Kasioles. Creo que te costará entender la indiferencia que provocó en mi círculo de allegados mi vocación literaria. Publicité tanto como pude la publicación de mi primer libro (incluso regalé ejemplares a quien consideré que podía estar mínimamente en darle una oportunidad lectora) Pues bien, sólo uno de los obsequiados se hizo eco del libro en sus redes sociales. ¿Y qué decirte, en plena era de dependencia tecnológica, de los que adujeron lo difícil que era comprar el libro en Amazon, o comentaron que el precio de 3,99 € les parecía alto?
Respecto a quienes te mantiene a la espera, es un acto de falta de aprecio que no tolero en quienes son tan persistentes como selectivos en su práctica.
En mi caso, no peco de pensar mucho en los demás. Llegado el momento de tomar una decisión sobre algo que me incumbe, pienso en mí dentro de un grupo o, si la situación lleva a sentimientos confrontados, sólo en mí. Pero siempre me tengo presente. Tengo capacidad de reacción, no me ahogo en las formalidades. Salvo a quien quiere ser salvado, no en quien se empeña en quedarse a escuchar la música un poco más mientras el trasatlántico se está hundiendo.
Gracias por convidarme a disfrutar de tu tiempo invertido.
Te deseo lo mejor, Kasioles.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs cierto, mi estimado amigo, esta reflexión que nos compartes, es cuestión de respeto. Siempre me dijeron que hay que respetarse a sí mismo para poder respetar a otros. Es un principio, aunque no todos interpretemos con equidad. Porque ahí entra la maldita indiferencia, esa de la que unas veces somos sus víctimas y en otras, sus verdugos. Ser comprendidos y no dejarnos atemorizar por la indiferencia de otros, puede ser tarea difícil, pero pierde peso cuando dejamos de darle importancia. Y haces bien, uno aprende a no dejarse la energía en cosas o hechos que no nos aportan nada o casi nada. Al final, como mejor se está (a ratos, je) es con uno mismo.
EliminarTus experiencias con la literatura me recuerdan un poco a las mías. El mundo de ávidos lectores que se interesan por nuestra humilde creatividad, aún no ha despertado, pero despertará... (No pierdas el entusiasmo; yo tampoco). Aunque como bien cuentas, a la gente lectora le cueste invertir en 3,99€ en tu libro, o 2,84€ en uno mío. (Sonrío). Pero ya ves, si lo miras por el lado positivo, la ingenuidad nos hace libres.
Te admiro, escritor y humano, persona entrañable: Nino.
Al leerte, siempre aprendo o más bien comprendo. Comprendo algo de esas cosas que no están escritas, y que nadie lee...
Pero siempre nos quedará París... (je,je). Bueno, ya tengo ganas de leer esa nueva novela "parisina" que nos has prometido para Octubre. Para mí cuanto escribes es un regalo que recibo con buen ánimo.
Es bonito llegar hasta aquí, leer y ver cómo con letras se puede dibujar la piel...
"Si la mente no está recubierta de viento y de olas, siempre vivirás entre montes azules y árboles verdes. Si tu verdadera naturaleza tiene la fuerza creadora de la Naturaleza misma, dondequiera que vayas verás peces que saltan y gansos que vuela". ( Palabras de Hung Tzuch'eng).
Abrazos, estimado amigo. Feliz día para ti.
Buenas tardes, Clarisa:
EliminarCréeme que me ofende más el rechazo literario que tú sufres, que el mío.
Admiro tu valía creativa, pero a la vez tengo criterios objetivos que sustentan mi valoración de tu estilo literario como fluido, expresivo y sugestivo. Me resisto a crear que la escritora Clarisa Tomás Campa no encuentre un sitio destacado en las letras en español. Sinceramente, eres lo mejor que le puede pasar a una persona con ánimo lector: cada uno de tus textos es un semillero para que crezcan en nosotros sensaciones, ideas, percepciones…
Como bien escribes: “la ingenuidad nos hace libres”. Pues logra que no damos importancia a las miserias que buscan transmitirnos los miserables. A tu afirmación yo añado que la autoconciencia en nuestra valía nos hace fuertes. Sin ser un rayo, nuestra voz no cesa y es electrificante: transmite vida, da energía y rocanrolea a los trostélidos y a las petardas.
La vida puede no ser justa, pero los vivos debemos esforzarnos en ser hacer justicia con nuestros actos, adecuarlos a lo que sentimos, creemos y propugnamos. El mostramos respeto es hacernos justicia. Ni lo imponemos ni lo imploramos, lo esperamos como respuesta al trato justo que brindamos a los demás. Quien no nos respeta, que no nos espera a su lado.
Si yo te contara, querida Clarisa, las sandeces que se ha esperado que escuchara en relación a qué lleva a los analfabetos funcionales que dicen apreciarme a no interesarse por lo que escribo… Me temo que al leer sus sinrazones pensarías que he entrado en tu cerebro, pues algunas serán parejas a las que te dirigieron. En mi caso hay una variante orientada a mi condición de libertino, centrada en mamotretas que afirman sin desparpajo preferir correrse una juerga a mi lado a comprar uno de mis libros. “Si necesitas dinero, te lo doy, Ninin. Pero no me hagas leerte”. ¡Fuego, camina conNino!. Me voy, quemo mi nave, y no vuelvo a vadear esas costas.
No sabes lo mucho que me enorgullecen y enaltecen tus palabras de aprecio. Hago de ellas bandera de “hermano de la costa” y me hago a los siete mares sin miedo a corsarios ni patibularias. Contar con tu aprecio es el mejor viento para mis velas, Clarisa.
Mi minina novela parisina está ya acabada en su primera versión. Confío en no decepcionaros a sus lectores. Como sabes, parte de su trama es exactamente la que recojo en mi aportación a nuestro “Mirador”.
“Es bonito saber que hay navegantes indelebles, y que sus historias nos motivan también a navegar, sin perder la ilusión por nuevas aventuras.” (Clarisa Tomás Campa).
Bon voyage et bonne croisière, mon amie généreux.
Buen dia Nino
ResponderEliminarRecién me levanto ...ayer terminé con retazos de mi vida ...dejándolos en una caja.. que luego tiré al lago
Hoy me siento liviana con menos peso en mi mochila...
Me gusta leerte sin analizar nada ...las palabras van entrando....
que tengas un dia con luz
abrazos
Muy feliz tarde, Mucha:
EliminarMe encuentro a punto de preparar la cena, y el recuerdo de tus palabras afectuosas me hará compañía.
“La dama del lago”… como bien sabes, la leyenda Artúrica seña la dama como la fuente de vida y la protectora de la isla brumosa de Avalon. Tu gesto desprendido, ese deshacerte de lo que ya te sobraba me parece de una gran belleza formal y plástica, a la vez que es una sensación arrebatadora la que trasmite.
Me reconforta el saberte liviana, Mucha; y sobre todo el leerte con ánimo para mantener la marcha a tu ritmo.
Te deseo un feliz viaje y un mejor regreso, compañera.
Aquí tienes tu casa.
La vida pesa a veces cuando las almas no se juntan y el desbalance comienza y el corazón late fuertemente por algo que en realidad no vale la pena ....(:
ResponderEliminarSiempre en desbalance se me agota el estómago y el corazón late de prisa
Toda mi vida he sido así.Y si bien antes no me molestaba hoy prefiero caminar en armonia sin ser equilibrista de un alambre
El tiempo es importante y me agrada gastarlo usarlo y remendarlo a mi manera. De ahí viene la soledad que amo con la naturaleza y el fumar de los árboles en las noches frescas
Muy buenas, Mucha:
EliminarNuestro tiempo es nuestra mayor riqueza intangible, la riqueza tangible es la salud. Aprovechar el tiempo, hacer de él un caudal de ingresos satisfactorios es la mejor inversión vital. El tiempo de calidad, tanto el compartido como el autodedicado. Se traduce en amor y comprensión. También aviva la curiosidad y las ganas.
No se pude vivir eternamente en el alambre, en un equilibrio forzado. Unas veces hay que dejarse caer, en otras simplemente debemos bajarnos y poner los pies en la tierra, para que nos impregne la armonía que sólo da sentirnos en contacto con la madre tierra.
Un gran abrazo, Mucha.
Gracias por compartir tu tiempo, palabra y talento Nino!
ResponderEliminarMi abrazo y admiración siempre
Buenos días, AtHeNeA:
EliminarGracias a ti, por tu afecto personal y tu aprecio creativo.
Es una suerte el contar con tu compañía.
Lo mejor. Siempre.
Es sorprendente la foto de cabecera, mirando el cielo con el zeppelin, cómo difiere de la de la entrada, vos observando tus propios pies, el suelo.
ResponderEliminarSigo con "Nada ha sido probado", vengo lento porque no sigo los consejos de Nino y sigo acumulando obligaciones.
Abrazo!
Muy buenas, Frodo:
EliminarMe ha sorprendido mucho tu comentario, pues lo centras en un aspecto que creí que era un guiño privado a mi situación personal.
Ambos fotos reflejan cómo me siento en este momento; con la cabeza en el cielo (lleno de planes e ilusiones) y con los pies en la tierra (consciente de que mi situación no es sólida en lo material) De hecho, tomé ambas fotos a lo largo de una misma mañana.
Me alegra el que sigas con la lectura de “Nada…” No es una lectura rocanroleante; sino, delirante. De ahí que los fantaceúticos recomienden un uso moderado de ella, pues un consumo acelerado puede convertir sus fantasías en incongruencias.
Últimamente, estoy acumulando más satisfacciones que obligaciones. Quizá esa primavera que es esquiva en lo meteorológico, está acariciando mi ánimo.
¡Rocanrol, siempre!
Es bonito escribir y sobre todo disfrutar con ello y además que nosotros tengamos la suerte de leerte.
ResponderEliminarA mi tampoco me gustan las esperas impuestas... Es tan valioso el tiempo, que esas esperas lo hacen perder porque suelen ser improductivas... Valorar el tiempo no es ser egocéntrico, es apurar la vida porque ser la valora.
Y nosotros agradecemos tu tiempo...
Muchos besos, Nino.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarGracias por la gentileza que siempre me dedican tus comentarios, tienes un trato afable y muy humano, compañera.
La suerte es mía al contar con vuestra compañía. Sois la razón para mis casi 10 años de venir y enloquecer.
Creo que quien somete a otros a una espera a su voluntad no es persona que merezca mi tiempo. Mi reacción ante estas imposiciones es negarme a esperar, me voy. Eso sí, a diferencia de los retrasados, aviso de mi marcha y cumplo mi palabra: no vuelvo.
El tiempo está de nuestro lado, Carmen.
Gentileza la que te mereces :)
EliminarMe parece muy bien lo que haces. Veo que tienes una personalidad muy acusada, que suerte, yo soy algo más blanda... y eso es peor.
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarSí, tengo una personalidad bastante definida. No estoy seguro de que sea mejor que tenerla más moldeable, imagino que va con las necesidades de cada uno.
Mi carácter perfilado hace que muchas personas me consideren un extremista, o , lo que es peor, un estrafalario. Soy excéntrico, lo admito; pero no cuestiono el que lo natural sea converger.
Eres una persona amable, creativa y despierta. Esos rasgos son mucho más valiosos que el ser terco como yo.
Un abrazo, Carmen.
A mi me gusta el carácter más definido, pero... soy así... jajajaja.
EliminarSer estrafalario o excéntrico no es nada malo.
Gracias por tus palabras para mí.
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarCreo imprescindible ese querer mejorar que trasmites. Conformarse con cómo uno es me resulta aburrido. Y lo de creerse lo más de lo más, es algo preocupante.
Creo que la condición de excéntrico es una decisión personal —decides alejarte del centro—; pero la de estrafalario te la imponen los demás, es injusta.
Gracias a ti, compañera.
Feliz miércoles, Carmen.
Estrafalario es una persona que llama la atención, y como decía el quijote..."Sancho, si los perros ladran es señal de que avanzamos"
EliminarEstamos de acuerdo con lo de mejorar y lo de creerse lo más de lo más...
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarGracias por tus palabras de aprecio, con las que incluso me mejoras en mis propias apreciaciones.
Sin entrar en si son “galgos o podencos” en lo relativo a la denotación de la palabra “estrafalario”, para mí tiene connotaciones negativas —algo similar a lo que me ocurre con “raro”, adjetivo que no acepto para definirme—. En mi caso, acepto que me vean mi comportamiento como “excéntrico” y sé que mi personalidad es “extravagante”.
Sí. Uno es como es. No tiene sentido pasarse la vida acomplejado, comparándose con los demás. A los demás hay que respetarlos en sus diferencias, apreciarlos en sus coincidencias y evitarlos en sus envidias.
Un abrazo, Carmen.
Pues si no te gusta, me parece muy bien que no permitas que nadie te lo llame :)
EliminarEs malo compararse, cada uno somos seres únicos... Me ha gustado como lo has dicho, es como dices, sobre todo evitarlos en sus envidias :)
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarGracias por tu comprensión.
Por desgracia, no todo el mundo es igual de respetuoso al respecto. Como sabes, vivimos en una sociedad en la que se utiliza el insulto como muestra de aprobación o incluso de admiración. Siempre me he negado a ello. Nunca me oirás llamar a alguien que aprecio recurriendo a una grosería. Esa decisión personal, con la que trasmito respeto y afecto, es a veces prejuzgada como una muestra de altanería (Asturias es una región donde la gente se saluda insultándose)
Sí, hay que evitar a los envidiosos. Aunque ello conlleve alejarte de personas que cuentan con una aprobación social basada en que los “tiñosos” suelen ser sutiles.
Un gran abrazo, Carmen.
Pues creo que haces bien en lo de no insultar. Es mejor el respeto, y por eso es mejor respetar para que a su vez te respeten.
EliminarBueno, pueden aparentar se sutiles; pero la apariencia no suele durar mucho... Siempre aflora la verdadera cara de la persona...
Muchos besos.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarEn el hecho de que no recurra al insulto, salvo en situaciones en las que mi respuesta a un abuso es la ira incontenida, es una cuestión de respeto a mí mismo. El abuso del “insulto” como interjección, epíteto o vocativo me parece una vulgaridad. Me expreso de manera que no falta quien me acusa de ser un “finolis” o un “sacristán”, pero a mí me gusta cómo hablo, compruebo que soy claro expresándome y, con el uso de la entonación apropiada, mis palabras son fieles a mis sentimientos.
Un abrazo, Carmen.
Jajaja, con eso de sacristán me has hecho reír.
EliminarCreo que es mejor expresarse como lo haces :)
Muchos besos, Nino.
Hola, Carmen:
EliminarMe alegra haberte provocado alegría, te agradezco el que la compartas.
Sí, reconozco que mi uso del lenguaje oral/escrito es resultado de la educación personal más que de la institucional.
Un abrazo, sonriente Carmen.
:) Un beso
EliminarUn beso, Carmen :)
EliminarGrazie per scrivere e condividere i tuoi pensieri,
ResponderEliminarè un piacere poterli leggere, un sincero abbraccio e tanta stima caro Nino
Muy buenas, angeloblu
EliminarSoy yo quien debe estaros agradecido por el tiempo que le dedicáis a leer mis textos, y por el detalle de compartir vuestras opiniones comentadas.
Este agradecimiento es aún más grande hacia quienes, como tú, realizáis un esfuerzo más que evidente por leerme (aunque me temo que entre las imperfecciones de los traductores online y mi español enninado, el texto que lees en italiano debe de tener un componente marciano, je je)
Un gran abrazo, compañera.
El tiempo que no se disfruta es tiempo perdido.
ResponderEliminarSaludos y suerte!
J.
Muy buenas, José:
EliminarCoincido con tu valoración “proustiana” del tiempo. Además, creo que ni tú ni yo afrontamos la escritura como una búsqueda del tiempo perdido, sino que como un encuentro con tiempos reconfortantes.
Mis mejores deseos, José.
Nino, escribir debe satisfacer el placer y el anhelo profesional. Es muy loable de tu parte de que te dediques de fondo a la escritura literaria más profesionalmente. En mi caso la he tenido que alternar con el trabajo de bibliotecario, el teatro, y las asesorías literarias de ensayos, tesis y monografías, porque por estos lares es difícil vivir de ella.Pero no ha sido óbice, para la publicación de mis cuentos, poemas y novelas. Lo profesional debe estar también en la vocación, y la ética de escribir con oficio, para no desmayar.Y tú, Nin o tienes esa fuerza y convicción para darle sostenibilidad, a lo que más te gusta: escribir. Siempre mi aprecio y mi afecto. Carlos
ResponderEliminarMuy buenas. Carlos:
EliminarTe agradezco la sinceridad con la que siempre me escribes, el que compartas tus experiencias y precepciones sobre tu vida, tu literatura o tu sentir.
Mi dedicarme profesionalmente a la escritura tiene una explicación sencilla: afronto sin riesgos un reto personal.
No tengo una historia personal que contar, ni soy un genio de las letras. Pero tengo curiosidad e ingenio, los tengo en cantidad suficiente para lograr hacer de una vida monótona una experiencia estimulante. Súmale, Carlos, el valor del autoengaño para animarme a tirar para adelante y no tirarlo todo al suelo. Mi propósito está en lograr que alguien me pague por publicar una de mis “enninaciones”. ¿Lo lograré? He coronado cumbres más altas y solventado retos más arduos.
Lo de vivir de la “literatura” es difícil. Curiosamente, yo tenía el camino trazado como ensayista/articulista/traductor pero me salí del camino. No sé si fue una decisión acertada. Sé que la tomé y no me arrepiento de haberlo hecho.
Agradezco, de nuevo, tus palabras de aprecio. No sabes el bien que me hacen. El que un escritor de tu valía me las dedique, es un aliciente más para mis ganas de no decepcionaros.
Un abrazo fuerte, Carlos.
Pues yo (aunque tarde, muyyyyy tarde... básicamente porque tengo un mes de locura -llamaré a mi jefa "vampira del tiempo" en tu honor jajaja-) me encanta estar tiempo leyendo tus letras. Me gusta visitar las "casitas virtuales" cuando merecen la pena y el tiempo es bien invertido.
ResponderEliminarBss ;)
Buenos días, Sylvia:
EliminarSiempre es buen tiempo para conversar, nuestras charlas surgen de manera espontánea, no marcadas por cadencias temporales.
¿Tu jefecilla es una vampirilla? ¡Pues a estacazos con ella! No tientes en su corazón, probablemente no le tenga. Arremétele con tu capacidad para ser tú misma: a la vez que eres una gran profesional, eres una persona con fuerza creativa. Ella se creará la jefa de tu tiempo laboral, pero tú sabes que eres la dueña de tus ilusiones.
Un abrazo sin tiempo ni prisas, Sylvia.