Más
allá de mi opinión, están los hechos. Sin echar mucho la vista
atrás, por eso de la tortícolis, fue a principios de esta semana en
que pudimos comprobar cómo un maleducado puede llegar a ministro
gracias a sus modales de fistro.
Sin economizar en improperios, no fue ningún misterio, sino una
epifanía, la manera en que un excelentísimo plenipotenciario
vulgarizó su vocabulario al mandar a tomar por donde le meten
guindas al pavo a una periodista que desempeñaba eficientemente su
trabajó.
Si
lo que hizo después mi cofrade en la hermanad de la alopecia fue
pedir disculpas, debió de ser de una manera real, aunque a mí me
pareció que lo suyo era puro teatro. Muy en la línea escenográfica
de una zarzuela de ésas en las que un regio Don Hilarión
–encaprichado con una rubia aunque matrimoniado con una morena–
verbenea el chotis “Lo siento mucho. No volverá a suceder”.
Ya
ve usted, estimado lector, si tamaños temerarios han llegado al
grado de doctor, para horroris
causa
de sus administrados, ¿a qué espera llegar usted temeroso de
Hacienda y respetuoso con su parienta? A súbdito o a gobernado; y
con suerte a jubilado pensionado.
Pues
yo no quiero eso. ¡Que no me la den con queso!. ¡¡Que me lo canten
con canciones como la del fascinante David
Bowie
en la que asegura que yo puedo ser rey, tú puedes ser reina y todos
podemos ser héroes!!
Ejercicios de
comprensión lectora:
- ¿De qué sirve la educación cuando nos aleja de nuestra vocación?
- ¿Hay mayor desatino que amargar nuestro destino?
- ¿Para qué aprender lo que sólo sirve para hacernos siervos?
Puede usted
enviar sus respuestas a nuestro cuestionario a la dirección de
correo inamovible en el lateral de este blog.
Le
recuerdo que está al llegar una tercera narración de esta
apasionante exposición de lo desaconsejable de la buena educación.
Si
no la lee, no dudaré en matar a este lindo gatito.
ResponderEliminarSí ( manda hu....) !!
Pero ¿ no ves que esa masa incómoda de pueblo que somos, no merece otro tipo de lenguaje ?
on fera un domaine
où l'amour sera roi
où l'amour sera loi
où tu seras reine ( Brel)
Tampoco pedimos que nos quieran, pero un pelín de respeto ( o consideración ) no estaría de más.
( Tendremos que hacerlo ley ? )
Un abrazo.
Hola, Juncal:
EliminarGracias por el comentario y esa cita de Brel; como buen anglosajonizado cuando no desconozco, ignoro, la cultura del idioma de Simenon.
No estoy muy a favor de leyes para temas que afectan a nuestras actitudes; ahí está el abismo entre lo legal y lo justo.
Creo que es cuestión de darse cuenta de quemo es lo mismo ser educado que sumiso (hay que admirar a quien tiene “la razón” y no “el poder) Así, en la vida adulta, no nos encontraríamos ante tanto servil en lo cotidiano y revolucionario en lo feisbukiano.
Nos leemos, Juncal.