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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

lunes, 3 de febrero de 2014

La culpa es de la educación (2 de 3).


Más allá de mi opinión, están los hechos. Sin echar mucho la vista atrás, por eso de la tortícolis, fue a principios de esta semana en que pudimos comprobar cómo un maleducado puede llegar a ministro gracias a sus modales de fistro. Sin economizar en improperios, no fue ningún misterio, sino una epifanía, la manera en que un excelentísimo plenipotenciario vulgarizó su vocabulario al mandar a tomar por donde le meten guindas al pavo a una periodista que desempeñaba eficientemente su trabajó.

Si lo que hizo después mi cofrade en la hermanad de la alopecia fue pedir disculpas, debió de ser de una manera real, aunque a mí me pareció que lo suyo era puro teatro. Muy en la línea escenográfica de una zarzuela de ésas en las que un regio Don Hilarión –encaprichado con una rubia aunque matrimoniado con una morena– verbenea el chotis “Lo siento mucho. No volverá a suceder”.

Ya ve usted, estimado lector, si tamaños temerarios han llegado al grado de doctor, para horroris causa de sus administrados, ¿a qué espera llegar usted temeroso de Hacienda y respetuoso con su parienta? A súbdito o a gobernado; y con suerte a jubilado pensionado.

Pues yo no quiero eso. ¡Que no me la den con queso!. ¡¡Que me lo canten con canciones como la del fascinante David Bowie en la que asegura que yo puedo ser rey, tú puedes ser reina y todos podemos ser héroes!!

Ejercicios de comprensión lectora:
  1. ¿De qué sirve la educación cuando nos aleja de nuestra vocación?
  2. ¿Hay mayor desatino que amargar nuestro destino?
  3. ¿Para qué aprender lo que sólo sirve para hacernos siervos?
Puede usted enviar sus respuestas a nuestro cuestionario a la dirección de correo inamovible en el lateral de este blog.

Le recuerdo que está al llegar una tercera narración de esta apasionante exposición de lo desaconsejable de la buena educación.
Si no la lee, no dudaré en matar a este lindo gatito.

2 comentarios:


  1. Sí ( manda hu....) !!
    Pero ¿ no ves que esa masa incómoda de pueblo que somos, no merece otro tipo de lenguaje ?
    on fera un domaine
    où l'amour sera roi
    où l'amour sera loi
    où tu seras reine ( Brel)
    Tampoco pedimos que nos quieran, pero un pelín de respeto ( o consideración ) no estaría de más.
    ( Tendremos que hacerlo ley ? )

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Hola, Juncal:
      Gracias por el comentario y esa cita de Brel; como buen anglosajonizado cuando no desconozco, ignoro, la cultura del idioma de Simenon.
      No estoy muy a favor de leyes para temas que afectan a nuestras actitudes; ahí está el abismo entre lo legal y lo justo.
      Creo que es cuestión de darse cuenta de quemo es lo mismo ser educado que sumiso (hay que admirar a quien tiene “la razón” y no “el poder) Así, en la vida adulta, no nos encontraríamos ante tanto servil en lo cotidiano y revolucionario en lo feisbukiano.
      Nos leemos, Juncal.

      Eliminar

Gracias por tu lectura comentada.

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