Ahora que el tiempo aún no nos quema, Sidonie, permíteme
que te escriba con palabras que puede que tú llegues a sentir en un futuro que ojalá no nos
alcance.
Espero que al llegar tu entonces sin
mí, tus demonios no se aviven al pensar en el pasado y te lleven a avergonzarte
de haber sentido sobre tu cuerpo la piel de este diablo. Mantener de adultos la
capacidad para emocionarse, comprometerse o soñar, es algo maravilloso. El que
esa ilusión nos la activen pequeñas cosas —las cuales convertimos en grandes
pasiones—, habla mucho y bien de nuestra fertilidad ante el germen de la
esperanza. No te arrepientas de haberme amado. Soy éste que sientes que soy
ahora, no aquél al que maldecirás entonces.
© Eurythmics_When_Tomorrow_Comes_cover
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Quizás porque todos somos materia en
constante evolución, al echar la vista atrás nos sorprende o sonroja lo sentido
por alguien a quien, con nuestra nueva mirada evolucionada, vemos desde otra
perspectiva. Pero, si ese alguien nos emocionó fue porque —quizás por un solo
segundo— nos ilusionó. Y eso siempre se lo debemos reconocer.
De ahí que te asegure ahora, que, en
mi caso, nuestro presente de miel no se amargará en hiel al convertirse en
recuerdo. Confío en que harás del mío nuestro caso. Y en que —una vez superado
el olvido y desarmado el desdén—, los recuerdos nos hablarán de buenos tiempos.
De estos tiempos que ahora, mientras los compartimos, los sentimos como los
mejores. Aunque, cuando llegue nuestro entonces, sentiremos que lo mejor aún
está por llegar.
Tuyo por siempre, Sidonie; incluso
entonces.
Nino
Nino, amigo mío, qué declaración más bonita y sincera. Después de todo, debe perdurar la ilusión que se generó en un primer momento, aunque la realidad va tomando forma poco a poco hasta instalarse.
ResponderEliminarMil besitos para tu semana, compañero.
Buenos días, Auroratris:
EliminarConfío en que tu mañana no se esté presentando muy fría, la mía se ha vuelto reconfortante al calor de tus palabras.
“Declaración”, ésta es la palabra que debía haber titulado esta enninación. Gracias por proponérmela.
En general, salvo tras mis casuales encuentros con momias, siempre guardo un buen recuerdo de mis compañeras afectivas. Aunque nuestro encuentro haya sido breve, mientras transcurrió fue sincero e intenso.
Un abrazo cálido, Auroratris.
Hay algo en la forma que escribes que me lleva a pensar que es real. Ese es tu don como escritor. Besos.
ResponderEliminarBuenos días, Ángela:
EliminarEncuentro en tus palabras el más cálido de los aprecios. Lograr que una fabulación resulte creíble es el mayor reto para mi heterónimo. No voy a negarte que él parte de mis sentimientos, pero busca reconvertirlos en sensaciones descritas de manera abierta a que otros ánimos las recreen.
Un abrazo efusivo en esta mañana gélida, Ángela.
Creo que mantener de adultos la capacidad de emocionarse, comprometerse o soñar es maravillo y además suele ser una realidad.
ResponderEliminarNo creo que tenga que maldecir pasado el tiempo, sino que con seguridad guardaría unos recuerdos preciosos en lo íntimo de su ser. Aunque bien es verdad que en algunos casos puede pasar lo que dices, que al haber evolucionado no entendamos como pudimos haber querido a una persona en particular...
Me parece precioso y profundo tu escrito. Analiza una realidad.
Estas palabras son una joya especialmente: "una vez superado el olvido y desarmado el desdén" Me han llamado la atención, y me han encantado.
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarLa joya de tu comentario ha coronado mi ánimo.
No sabes cuánto me ayudan estas indicaciones sobre partes que funcionan o no dentro de lo que escribo. Acabo de anotar la frase que has anotado. Con suerte, será el inicio de una historia.
Esta entrada tiene su despegue en otra sugerencia: tras leer la antología “Mirador”, mi actual debilidad me animó a que publicara algún texto poético. Mi intención era la de seguir su indicación, pero pensando en ella mi heterónimo escribió esta perplejidad que refleja mi sentimiento eterno. Obviamente, mi actual “Sidonie” esperaba leerme a mí y no a él.
Sí, al perder su influjo el hechizo del amor suele pasar que la luz de la realidad nos haga ver lo vulgar en Dulcinea o lo esperpéntico en Quijote. Pero la vida se siente al vivirla a contraluz, deslumbrados por una sonrisa, una voz o un gesto sencillo.
Muchas gracias, Carmen. Un abrazo muy fuerte.
Pues no dejes de escribir textos poéticos, me encantan.
EliminarTu actual Sidonie seguro que estará encantada con cualquier cosa que escribas :) Primero porque son escritos preciosos en verdad, y segundo, porque el amor hace ver las cosas bonitas siempre.
"La vida se siente al vivirla a contraluz" Bello...
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarGracias por tus nuevas palabras de ánimo. He vuelto a escribir prosa versada por puro entretenimiento, así me alejo por un rato de la escritura de prosa de ficción.
Sidonie es un encanto de por sí, su canto de sirena siempre me invita a acercarme a costas creativas.
Sí, la luz marchita, seca y erosiona, anula toda perspectiva y volumen. En días de migraña como el de hoy, agradezco el gris y el frío.
Gracias por tu compañía, Carmen.
Pues espero que te entretengas de vez en cuando :)
EliminarQué bonito lo de Sidonie...
Pues ya somos dos los de las migrañas, hoy yo tuve migraña; pero yo no agradezco los días grises y fríos... Me gusta el sol y el calor :)
Muchos besos, Nino.
Buenos días, Carmen:
EliminarGracias por tus buenos deseos. Para mi suerte, me entretengo con mucha facilidad, y lo hago con actos sencillos: mismamente, dar un paseo u observar rutinas ajenas avivan mi imaginación.
Sidonie es bonita. Siempre lo ha sido y será.
Sí, me temo que no hay dos migrañas iguales. La mía es crónica, la sufro como molestia a diario. El neurólogo me recetó un tratamiento de por vida, yo no quise tomar una medicación de por vida. Él me sacó de del programa médico. Yo no he vuelto a su consulta. Cuando me araña la migraña, me protejo de todo estímulo externo: la luz y el calor son dos agentes muy agresivos para mí.
Un gran abrazo, Carmen.
Pues quizá deberías haber tomado ese tratamiento...
EliminarPuede que con el tiempo te disminuyan...
A mi también me entretienen las cosas sencillas.
Un beso grande.
Buenos días, Carmen:
EliminarLo habría hecho, de hecho suelo hacerlo, pero era un tratamiento muy agresivo con el hígado y tengo problemas hepáticos. Para mi pasmo, el neurólogo me afirmó que ya se ocuparía el hepatólogo de los posibles efectos secundarios. Mis migrañas son constantes, pero rara vez incapacitantes. He aprendido a convivir con el malestar diario si apenas medicarme.
Sí, las cosas sencillas son las que más llenan. Por ejemplo: vengo de una consulta médica; y me entretuve intentando adivinar por su lenguaje corporal quiénes acudían por primera vez a la consulta y quiénes repetían.
Un gran abrazo, Carmen.
Eso es bueno, aprender a convivir con ello y medicarte lo menos posible. Seguramente con el tiempo irán disminuyendo...
EliminarCreo que es muy interesante el estudio de las personas, a mi me gusta mucho intentar comprender el por qué del comportamiento humano.
Muchos besos, Nino.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarSiéndote sincero, he tardado en aprender a convivir con mis limitaciones. Pero al aceptar la idea de que quiero envejecer, me he ido adecuando a ellas.
En este momento, lo importante es que no aumenten con el tiempo. El llevar una vida retirada me ayuda a ello.
Me fascina observar a los demás en sus actividades públicas. Esta mañana estuve muy entretenido viendo desde mi mirador cómo algunos intentaban imponer su terquedad a la voluntad del viento. En las cinco situaciones que observé, todas las personas miraron a su alrededor tras ser derrotadas. Es triste la importancia que damos a la opinión de desconocidos.
Gracias por tu asidua compañía, Carmen.
Feliz tarde de sábado.
Pues sí, damos demasiada importancia al que dirán. Ha personas que incluso cambian su forma de ser para quedar bien ante alguien...
EliminarMás besos y gracias a ti por aguantarme :)
Buenos días, Carmen:
EliminarSí. Y por desgracia ese depender de la aprobación ajena, o el limitar tu vida a lo establecido como “normal”, es un acto muy común entre personas que pertenecemos a la extracción humilde. Nos acomodamos al patronaje social que instauran las clases altas, cuando entre ellas se relacionan según unas normas diferentes a las que a nosotros nos limitan. Por ejemplo en su estrato a nadie se le margina por “loco “o “asocial; sus “diferentes” son siempre etiquetados como “extravagantes” o “bohemios”.
“¿Aguantarte?”. Créeme, Carmen, valoro tu opinión y te agradezco tu compañía. Eres generosa en tu aprecio y sincera en tus reflexiones. Cualidades escasas en esta feria de las vanidades en la que muchos han convertido la comunicación en Internet.
Mi más sincero agradecimiento por tu compañía, Carmen.
Feliz domingo.
Muchas gracias a ti...
EliminarCreo que es muy cierto lo que dices y es una pena; pero en nosotros está saltarnos eso a la torera.
Muchos besos, Nino.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarNo sabes cuánto disfruto con nuestras conversaciones blogueadas. No ya como 2escritor”, ante todo lo disfruto como persona.
Sí, lo está. Pero, desde pequeños, el sistema educativo se ocupa de inculcarnos el temor a ser suspendidos si hablamos cuando no es nuestro sitio, si no nos sentamos donde se nos ordena o, lo más cruel, cuando nuestra respuesta a una pregunta es acertada, pero no es la esperada.
Un gran abrazo, compañera.
Una carta como gran llamada a la esperanza, de los adultos y de los que saben vivir.
ResponderEliminarEsa musa está trayendo buenos sentimientos, espero siga por ese camino
Abrazo
Buenos días, Frodo:
EliminarSí, encuentro decepcionante la prepotencia adulta al valorar ciertos comportamientos, denostándolos como “adolescentes”. En la pasión carnal quienes no son eternos adolescentes, son resabiados precoces. Y las coces, se las dejo a los burros y a las pollinas.
¡Adolescentes como el rocanrol!
¡Simpatía por Los Stones!
Sidonie sigue siendo una musa para todos esos textos de evocaciones.
ResponderEliminarY la ilusión que estuvo, que estuvo sostenida por emociones, es algo válido de ser reconocido sin vergüenza.
Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarSí, los susurros de Sidonie se convierten en evocaciones apalabradas a la vida sentida.
Tienes toda la razón. Y es que falsear los recuerdos de lo sentido conlleva calumniar la memoria compartida.
Un gran abrazo, compañero.
La capacità di sognare, come dici tu è meravigliosa, connettersi, avvicinarsi con qualcuno tramite le emozioni, forse sono illusioni ma è straordinario. Un bellissimo ricordo nel tempo.
ResponderEliminarGrazie per il saluto sul blog carissimo e sempre il piacere immenso di leggerti,
un abbraccio
Ciao, angeloblu
EliminarGracias por tus palabras de aprecio.
Sí, el recuerdo de lo vivido, la consciencia de que puede producirse un final abrupto, no debe impedirnos volver a entregar nuestro corazón al sentimiento ajeno. Creo que cuando es útil la experiencia es durante el tiempo de desamor, pues esa experiencia debe ayudarnos a superar pronto el desencanto emocional.
Un gran abbraccio.
Si persiste la emoción de un recuerdo, el recuerdo vive. Lo bello, aquello que nos hizo vibrar de algún modo, será bueno llevarlo como un ánimo, una llave; porque quizá somos vivos gracias a esos momentos que provocaron que nuestros huesos se hicieran más fuertes.
ResponderEliminarLeo tu carta e intuyo días inolvidables; días que siempre están cercanos, al escuchar una música, o al ver cómo pasan las hojas y dejan su perfume transeúnte. Y Sidonie tan viva, tan fresca y sublime entre tus letras.
Es ilusionador saber que "lo mejor está por llegar" y que el desencanto sólo es flor de un día.
Leerte es un alivio, estimado Nino. También un placer y un constante disfrute.
Ráfagas de vida...
Abrazos. Feliz día!
Buenos días, Clarisa:
EliminarVivo con intensidad los recuerdos, también reconozco que los adapto al momento anímico en el que los recupero, de ahí que soy consciente de que lo mío son evocaciones, no testimonios fidedignos.
Llevo una vida tranquila, que se desarrolla en coordenadas de espacio y de afecto muy estables. Por eso, cada pérdida me desorienta en lo vital. Hay veces en las que me puedo quedar parado por un buen rato delante de un edificio derrumbado (vivo en la parte vieja de mi ciudad, y no sólo las personas desaparecen).
No necesito hacer ningún acto consciente para recordar, mis recuerdos y mis fantasías forman parte de mi día a día, conviven de manera pacífica con mis percepciones de la realidad. Probablemente, de no ser así, mi vida habría sido más productiva y brillante. Pero no sería mi vida. Me gusta callejear por la rutina con una mirada recreadora.
Tienes toda la razón: Sidonie vive en mi recuerdo y en mis emociones. Es una superviviente al desamor y al desencanto. Siempre nos acabamos reencontrando en un tono de voz, en un brillo de mirada o en una sonrisa sugerente.
Sí, tengo un gran amigo, Fernando (el real, no el personaje fabulado en mi trilogía) que siempre me dice que le maravilla mi capacidad para recuperar el optimismo una vez que me he dejado llevar por la desolación.
Leerte, Clarisa, es siempre una caricia para el ánimo y un estímulo para el intelecto.
Por favor: nunca silencies tu voz.
Un abrazo, compañera.
Siempre habrá un entonces para el amor, cuando en el amor de dejan huellas. Ah, y felicitaciones por tu brevela. La literatura te sonrie. Un abrazo. carlos
ResponderEliminartu comentario este el último
ResponderEliminartu forma de enfrentar tus momentos
de
re - creearlos- recrearlos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
de nuevo.
Me gusta tanto...
no hay sufrimientos
ni dolores
en tus palabras
te sientes como me siento yo
PLENA.....Pleno
Recordando lo que no fue y no podrá ser Más....
la maravillosa idea de poder ser así
sin sufrimientos y el
te extraño vida mia!!!!
no hay bolero en tus letras sino una realidad maravillosa de los momentos
Es así como ahora
cuando te veo pleno
como escritor
y hombre de acero
me encanta este escrito un abrazo sincero
Buenas tardes, Mucha:
EliminarYa hace años que nos leemos, pese a ello no deja de sorprenderme el raudal de tus muestras de aprecio. Y más, cuando éste va dirigido hacia mi correspondencia a vuestros comentarios. Como bien sabes, ésta es la parte que escribe mi persona, mientras que mi personaje se ocupa del contenido literario del blog. Al valorar mis comentarios, me estás apreciando a mí, a Nino, lo cual me hace muy feliz.
Sé que mi personaje funciona fuera de lo literario —Nino Ortea es el nombre que le doy a la parte de mí que busca establecer contacto exterior—, pero mi persona no encaja muy bien. De hecho, es habitual el que lleguen a mi vida personas atraídas por mi personaje (ingenioso, seguro, activo,…) y les decepcione mi persona (tranquilo, distraído, diferente,…) El que mis palabras, mi verdad fuera de la ficción creativa, te hayan gustado es algo que me reconforta el ánimo.
Me siento expectante. Siempre lo estoy. De hecho sitúan en mi estar a la expectativa como la causa de mi déficit de atención: estoy atento a lo que va a pasar, no a lo que está pasando (de ahí explican el que tenga muy buen oído o el que calcule con precisión el paso del tiempo, pues estoy a la espera).
El ser diferente a la mayoría es un fastidio. Y, aunque debería estar acostumbrado, me produce ocasionalmente una frustración que me lleva a renegar de ser cómo soy. Al intentar llevar una vida “normal” acepto trabajos que me machacan, parejas que me aburren, tratos que me vulgarizan…
Leer tus palabras, Mucha, recibir tu afecto me inyecta ánimo, pues admiro la forma en que vives y compartes tu vida.
Gracias. Mucha.
Me llevo tu comentario a mi blog es tan lindo y sincero
ResponderEliminarBuen Día de nuevo
Buenas tardes, Mucha:
EliminarHonrado y feliz. Así me siento ante tus constantes muestras de aprecio. Sólo puedo darte las gracias por hacerme sentir feliz.
Un gran abrazo, compañera.
Pasaba, de casualidad, y me he quedado prendida largo rato en la lectura de tu texto.
ResponderEliminarTe acabo de conocer y descubro, no creo equivocarme, que eres una persona profunda. que no pasa de largo por la vida con prisa como solemos hacer la mayoría de los mortales, me encanta como piensas y me identifico en muchas cosas contigo, volveré a leerlo, tengo tema para reflexionar sobre él y te doy las gracias por tus apreciaciones, me harán mucho bien.
Saludos y buen fin de semana.
kasioles
Buenas tardes, Kasioles:
EliminarGracias por tu lectura comentada.
Acabo de pasarme por tu blog, y sólo puedo felicitarte por su contenido: el tuyo es un blog muy personal.
Tengo tiempo, y en gran parte lo disfruto. Por suerte, apenas tengo obligaciones, lo que hace que incluso tenga que imponerme ciertas rutinas para no pasarme el tiempo absorto en mis pensamientos sentidos.
Las relaciones sociales tienen para mí cierta parte de rutina, me obligo a mantenerlas hasta que me hacen sentir incómodo. Las relaciones afectivas son siempre novedosas, no son meras variaciones del tema clásico “chico conoce a chica”. Son versiones renovadas de una melodía inmortal. Las dejo en cuanto se convierten en rutina. Mi corazón es fiel a mi sentir, a mi cerebro lo puedo engañar.
Gracias por tu compañía, Kasioles.