Algunas arritmias que sufre el corazón brotan cuando el pensamiento deviene en conciencia de que la vida no nos emociona como antes, conciencia que nos impele a aceleramos hacia la añoranza de un pasado en que nuestro corazón latía más fuerte. El corazón no tiene freno ni marcha atrás. De ahí que sus choques frontales con la Realidad tengan consecuencias letales. Nuestra Fantasía tiene el recurso protector de enloquecer cuando la Realidad se vuelve demencial. ¡Gracias por venir y enloquecer!
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Este comentario es un agradecimiento sentido a ti, atentoLector, por rescatarme de la zona muerta creativa.
ResponderEliminarGRACIAS.
Me gusta como narras, todo muy bien situado.
ResponderEliminarSeguramente el era muy bueno escribiendo, pero no se valoraba y pensaba que los relatos de sus amigos eran mucho mejores... A veces sucede eso...
Qué sorprendente desenlace, los mataba realmente o solamente en sus libros? Mataba para después escribir sobre ello?
Tuvo que sentirse muy angustiado para terminar así :)
Me ha gustado mucho, muchos besos.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarComo siempre, eres muy generosa en tus palabras de aprecio.
En lo personal, te agradezco el comentario. En lo profesional, lo valoro muchísimo, pues al transmitirme tu opinión lectora, me ayudas a ver cómo funciona esta ficción una vez que es recreada en tu imaginación. Justo por respeto a tu interpretación, disculpa que no te dé la mía, pues podría llevar a que quien no sienta lo mismo que yo, no ha entendido la historia.
Me maravilla tu capacidad de suspensión de la realidad a la hora de leer una ficción, y más en el caso de un relato tan poco atmosférico como éste. Admiro tu habilidad recreativa. Y me honra el saber que he podido compartir contigo este paseo ilusorio por Maine
Todo un estímulo el leerte en tu blog y el corresponder a tus comentarios.
Un abrazo, Carmen.
Es muy fácil que yo no sepa interpretar lo escrito, me podías dar tu interpretación para comprenderte mejor, si quieres :)
EliminarMuchas gracias por tus palabras que son siempre muy bonitas.
Muchos besos.
Buenas tardes, Carmen:
EliminarComo ya me has leído en más de una ocasión, hago mío el dicho: “La belleza está en los ojos del observador”. Mis palabras no son bonitas, lo que las embellece es tu corazón lector.
Encantado con compartir mi interpretación lectora del relato, al hacerlo no es que la considere mejor o peor que la tuya; simplemente es la mía, y te agradezco tu interés por conocerla.
Este relato contiene mi reflexión actual sobre mi proceso de escritura: soy el Steve incapaz de escribir ficción si me mantengo aislado; pero si contacto con vosotros, si me alimento de la energía de otros, revivo esas vivencias como fantasías –eso sí, a diferencia de Steve, no voy a hachazos por la vida–.
La semana que viene, si te parece oportuno, colgaré un texto en el blog donde compartiré una reflexión manera detallada el proceso. Quizá, como escritora, compartas enfoques.
Un abrazo cálido, Carmen.
Estaré encantada de leerte, Nino. Muchas gracias por explicármelo.
EliminarEres humilde... La belleza está en tus palabras que salen de tu interior; por eso me gustan.
Yo no soy escritora, solo mato el tiempo; pero si me encanta leer a los escritores como tú, que son profundos y amenos.
Muchos besos.
Buenos días, Carmen:
EliminarDesde el respeto: no comparto tu opinión.
Pienso que TODOS los que escribimos literatura por ansia comunicativa, somos escritores. Otra cosa es que la Literatura es un arte reservado a unas pocos sensibilidades, y una ambición que nos tienta a bastantes soñadores. No querer ser literata no impide que seas una escritora.
Sorprendido y halagado con tu interés. Si no surgen imprevistos –estoy en una época de fácil distracción–, escribiré esa introspección. Además, creo que me ayudará bastante el hacerlo.
Un vez más: gracias, Carmen.
Muchas gracias...
EliminarLa espero.
Montón de besos.
Gracias a ti, Carmen.
EliminarFeliz tarde.
Un abrazo.
Es fascinante el homenaje que le has brindado Stephen King ..pero tú relato es muy bueno , hay que ver lo que es capaz el ser humano de hacer para conseguir aquello que anhela ..,.
ResponderEliminarUn placer leerte ..un buen día te deseo .
Buenas tardes, Campirela:
EliminarGracias por tu lectura comentada, compañera juevera.
Sí. Más que cuidado con lo que yo deseo, mantengo precaución respecto a lo que otros anhelan, pues no sería la primera vez que me he visto convertido en pieza de cambio en una conjura de necios.
Escribir ficción tiene mucho de alimentarse de vivencias ajenas. Al menos lo tiene para mí, que con Stephen King sólo comparto su debilidad ante los excesos; por lo que mis creaciones ilusorias son habitualmente recreaciones de vidas ajenas.
Un abrazo, Campirela.
Me ha aterrado tu relato, Nino! Muy, muy sorprendente. He leído poco a King, es tu relato un homenaje especial a alguna obra suya?
ResponderEliminarBesos!!
Valiente Ángela:
EliminarHay que ser muy valerosa para escribir/compartir la sinceridad de lo que una siente respecto a las fantasías compartidas por otro: donde yo doy fabulaciones, tú me devuelves ilusiones.
Salgo ganando.
Gracias, Ángela.
Disculpa, Ángela:
EliminarEl relato no contiene guiños especiales a ninguna obra concreta de S. K. –más allá del título y la imagen, que pertenecen a la película “Cuenta conmigo”. Bastantes obras de S. K. recogen reflexiones sobre la canibalización en el proceso creativo y la figura del escritor como alguien que mata (no siempre a sus personajes) para seguir creando.
King es él mismo con sus aciertos y sus adicciones. Pero un escritor genial, y muy especial tu homenaje.
ResponderEliminarAbrazo
Buenas tardes, el oso:
EliminarGracias por tu comentario, compañero juevero.
Admiro a Stephen King como creador: más allá de su ingenio literario –indudable, para mí–, creo que nadie puede quitarle constacia, cuidado y riqueza a su universo creativo. Es decir, S. K. es un gran trabajador en el oficio de escribir.
Con todas las diferencias, el Demiurgo de Hurlingham me lo recuerda: en su cuidado universo y en su viva imaginación.
Un abrazo, el oso.
Buenoooo menudo cuento de acampada!
ResponderEliminarSí señor al más puro estilo King (lo cual me encanta)
Bss
Buenas tardes, Sylvia:
EliminarCréeme, prefiero tu cuento: tiene un ritmo más mantenido. Pero gracias por tus palabras.
¡Uy! ¡Si te lee el señor King, se pone hecho un Kong!
Feliz fin de semana, compañera.
Jolines pues en este caso como en otros la realidad supera la ficción....muy bueno, besos.
ResponderEliminarBuenas tardes, Molí:
EliminarMuchas gracias por tu muestra de aprecio.
Opino que la ficción es una mentira verosímil, por lo que cuando la supera la realidad, ésta se convierte en un hipérbole hiperrealista. ¡Cuánto me gustaría ser un hiperbólico inenarrable!
Gracias por hacerme creer un sueño, Molí.
wommm !!!
ResponderEliminarvaya relato me sorprendió bastante, buen final que deja los pelos de punta, me a encantado
Buenas tardes, María:
EliminarMe ha encendido el poema que compartes en tu blog.
Te agradezco el que me digas que te ha gustado el final. No estaba muy seguro de él (primero escribo un relato y luego lo voy reduciendo hasta alcanzar las 350 palabras jueveras, siempre me queda la impresión de que mis ficciones jueveras quedan deslavazadas)
Gracias, compañera.
Final inesperado, después de una acampada.
ResponderEliminarAbrazo de hoguera.
Buenas tardes, Fabián:
EliminarCuando campa lo descampado de la frustración, todo final es el principio de algo cortante con la compostura.
Gracias por tu comentario, compañero.
A veces los alter ego resultan más reales de lo que creíamos jeje.
ResponderEliminarSaludos jueveros
=)
Buenas tardes, Mónica:
EliminarAunque mi debilidad son las “altas, ellas”, admito que encuentro creídos a los “altos de ego” –lo que no ocurre con mi “alter ego” de ahí que se llame “Modesto Servil”
Muchas gracias por tu compañía insustituible, compañera.
Gracias a tu relato me han entrado muchas ganas de leer a King. ¿Cuándo caerá entre mis manos el Rey de las historias de terror? Huuum... Por el momento, tus palabras sirven ya como una buena dosis (las hachas son mi debilidad, será por los Vikingos)
ResponderEliminar¡Besos!
Buenas tardes, Dafne:
EliminarNo sabes cuánto agradezco tus palabras de aprecio, me hacen sentir junto a una buena hoguera y en la mejor de las compañías en esta tarde de viento y agua nieve en el exterior.
Lo del hacha y los vikingos ha avivado mi curiosidad.
Gracias por tu comentario, compañera juevera.
¡No me lo esperaba! La verdad es que tu relato es un alarde de originalidad y de estar enamorado de la escritura hasta llegar a sus últimas consecuencias, sin importarle los medios utilizados para tener la inventiva que admira en otros.
ResponderEliminarBuenas tardes, Tracy:
EliminarMe alegra haberte sorprendido, pues conoces muy bien la técnica del relato (sólo basta con leer el que compartes en esta convocatoria).
Creo que la literatura es un acto caníbal frente a la realidad feroz. Nos alimentamos de ideas vivas, fagocitamos lo que nos gusta en el menú (aunque, en mi caso, suela atragantárseme, pues no suelo digerir de manera calmada y me domina el ímpetu).
Un abrazo, compañera.
Sorprendente relato, Nino, muy bueno, y además, con ese final.
ResponderEliminarTe felicito, Nino.
Un beso enorme.
Buenas tardes, María:
EliminarMe quedo gratamente sorprendido con tu sorpresa.
Gracias por acercarte con tu fuego creativo a este relato, María.
Un abrazo cálido.
Muy buen relato y sorprendente final.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenas tardes, Carmen:
EliminarPues sí, está demostrando ser un buen final, ya que está cumpliendo con su fin: el de que os sentéis alrededor de esta hoguera creativa a conversar.
Gracias por avivar el fuego creativo, compañera juevera.
Todo un homenaje a las historias de Stephen King. Que suelen tener a escritores como protagonistas.
ResponderEliminarEstoy tentado de decir que la profesora se lo tenía merecido.
Digno de ser mencionado como ejemplo de los 10 ositos del miedou
Saludos-
Apreciado Demiurgo:
EliminarSiempre encuentro difícil escribir la admiración que en mí despierta el cuidado que le confieres a tu producción literaria. Tal y como le he comentado a “el oso”, en ese y en otros aspectos me recuerdas a Stephen King.
Las tentaciones viven arriba del corazón, es bueno que nuestros actos las visiten.
Pues sí, tienes toda la razón: yo lo asigno al miedo 9. El miedo a los otros es un miedo a uno mismo, a la imagen que proyectamos en los otros.
Un fuerte abrazo, Demiurgo.
Felicitaciones muchacho.Tenes el premio al final
ResponderEliminarHola, Mucha:
EliminarGracias por hacerme feliz, no al final, sino que desde el principio.
Feliz domingo.
Me gusta la cabecera con esa pintura. Que tipo afortunado ese Hilas, quedarse con esa ninfas, con caras de enamoradas. Es para abandonar la expedición de los Argonautas.
ResponderEliminarSaludos.
Detallista Demiurgo:
EliminarGracias por reparar en la reproducción del cuadro de Waterhouse.
No sé si conoces toda la controversia que está rodeando a la exhibición pública del lienzo. Ayer mismo, la Manchester Art Gallery decidió volver a colgarlo tras haberlo retirado durante una semana.
Aquí te dejo un vínculo con la aclaración que da el MAG
http://manchesterartgallery.org/blog/presenting-the-female-body-challenging-a-victorian-fantasy/
Un abrazo, compañero.
Un buen relato, con ritmo acorde al mismo, suspense e intriga de principio a fin y... la posibilidad de que el lector interprete a la luz de numerosas cosas: lo escrito, la intención del autor, la interacción ente lo escrito y lo esperado.... Mi aplauso. Un abrazo
ResponderEliminarMuy buenas, Jandrés:
EliminarMuchas gracias por tu comentario detallado.
La mía es una vida sencilla que, cuando se fabula, se atreve a anhelar ser feliz. Leer opiniones lectoras como la tuya hacen feliz a mi yo real y vuelven dichoso a mi yo escritor.
Un abrazo, compañero juevero.
Hola,Nino: te felicito.
ResponderEliminarEstá genial tu relato, Stephen King debería preocuparse... Qué va, tú tienes pluma para contar historias sin parangón.
La intención está lograda. Ese juego sutil con lo inesperado, me ha encantado. Has contribuido a un momento de entretenimiento literario agradable. Y esa buena sensación al leerte es lo que hace que volvamos (otros y yo) a este espacio tuyo sugerente y genial.
Un abrazo, estimado compañero. Que la Creatividad te acompañe...
Muy buenas, Clarisa:
EliminarMientras te releo canto ese “Felicidad, qué bonito nombre tienes” que compuso el Lichi.
Como bien sabes, el oficio de escribir se sustenta en la constancia y deslumbra en el ingenio. Tú atesoras ambas cualidades, yo voy acogiéndolas.
Creo que sabes que evito la falsa modestia, de ahí que no me sonroje al escribir que soy más una persona de ingenio que de cosntancia. Gracias a mi ingenio sigo vivo, de ser constante viviría una vida más cercana a lo que quiero y puedo.
Es como si hubiese vivido con constancia en la confianza en mi ingenio, de ahí que siempre sintiera que iba a vivir poco. Estoy divagando. Leerte siempre me lleva a imaginarme mejor de lo que soy, pero confiando en llegar a ser tal y cómo me describes.
Voy a centrarme:
Mi literatura compartida sólo ambiciona ser entretenida, convertirse en una historia que es recreada por vuestra imaginación. Mi literatura se llama Felicidad cuando lee tus bonitas palabras, Clarisa.
Tú y los otros (en el fondo este cuento habla del miedo a la percepción del “yo” en “nosotros”) sois siempre bienvenidos a este nuestro espacio.
Vivement dimanche!
Muy bueno Nino! Espectacular, como lo es King.
ResponderEliminarSiempre mantuve una distancia cercana a los 20 mts de cualquiera de sus libros, creía que era un invento de los medios y los otorgadores de premios, que lo inflaban los fans.
Pero el año pasado la amiga Nilda me prestó Joyland, y lo leí confiando en que ya que no tenía una película famosa, ni habían hablado demasiado de esa obra... ¡me sorprendió en forma grata por completo!
Ahora estoy como un clavadista, al borde, a punto de saltar frente a su prolífica obra. Algo de él leeré pronto, supongo que alguna de las que vi hechos películas, a ver qué me pasa.
En cuanto a tu relato, también me pareció una historia de Stranger Things que tan de moda está entre los jóvenes de por aquí. No vi Stand by me.
Me encantó tu relato, tiene un gran salto sobre el final
Felicitaciones amigo Nino!
Conversamos por mail si te parece.
Abrazo grande y Rocanrol!
Muy buenas, Frodo:
EliminarKing es un autor descomunal, del tamaño de Kong.
No he leído ni la mitad de su obra, probablemente no llego al 20%, y no todo lo que empecé a leer lo acabé. Pero admiro mucho su personaje literario. Me permito recomendarte “Different Seasons”.
Pedazo de cumplido me haces al acercar mi relato a la trama de “Stranger Things”. Me gusta pensar que lo que escribo puede llegar a un público amplio 8gracias a vuestros comentarios, sé que llega a uno selecto).
Perfecto, conversamos por mail. La próxima semana te cuento.
Un abrazo rocanroleante, Frodo.
Seguro Stephen lo entiende...
ResponderEliminarSaludos!
J.
Buenas tardes, José:
EliminarSí, es un guiño a una de sus constantes: la inspiración en un escritor.
Gracias por tu lectura comentada, José.
Impresionante historia. Una pena que todavía no se puedan pasar las ideas de unos cerebros a otros y que se haya convertido en alcohólico. Pensaba que ibas a ir por otros derroteros pero me gustan estos finales. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo
Rhodéa Blasón
Buenos días, Rhodea:
EliminarGracias por tu lectura comentada.
Creo que “los poderes que son” ya están en ello y están logrando que su ideario único llegue a nosotros inoculado en propuestas variadas.
El abuso del alcohol es una forma de autodestrucción que está socialmente aceptada, tanto que cuando el alcohólico es una persona con prestigio social, no es marginado como alcohólico, sino que admirado por extravagante.
Todo un placer leerte, aquí y en tu blog, Rhodea.
Ud. Nino, escribe muy bien... y este homenaje que le has hecho a Stepehn King, podrá pecar de cualquier cosa, pero nunca de barato (a mi me ha costado mucho cruzar el Atlántico,jajaj). Un relato muy digno, de su propio homenaje. Lo he pasado genial. Besos!!!
ResponderEliminarBuenas tardes, Vivien:
EliminarTambién tú (disculpa mi uso del “tuteo”) escribes muy bien, y comentas de una manera muy delicada.
Me alegra que te lo hayas pasado tan bien después de haber cruzado un océano, el sentimiento es muto: tanto al leerte en tu blog como aquí, compañera.
Un cálido abrazo, Vivien.
Todo un homenaje a Stephen King, me ha encantado cómo lo has llevado, amigo Nino. Sorprendente giro donde la inocencia primera... acaba en la perturbación final.
ResponderEliminarMil besitos y feliz tarde, compañero.
Buenas tardes, Auroratris:
EliminarEncantado con tu encanto, y con tu compañía en “Mirador”.
El adiós a la inocencia, suele ser brusco y conllevar cierta desesperanza. Me alegra leer que en el caso de Steve, su adiós te ha resultado sorprendente.
Un gran abrazo, Auroratris.
Creo que Mr. King le daría un "Like" muy grande a este relato ;)
ResponderEliminarBuenas tardes, Ordel:
EliminarNo voy a negar lo honrado que me sentiría de recibir ese "like” de Mr. King.
Pero, créeme, que el hecho de recibir comentarios como el tuyo me hace sentir feliz. Una felicidad que se convierte en fuerza de ánimo en estos tiempos difíciles.
Un abrazo, Ordel.