Debo
aceptar que me hago viejo –aunque me sienta rejuvenecer cada vez que me
engalano de Nino Ortea–, y posiblemente por ello mi apasionamiento se ha vuelto
más acomodaticio y cobarde. Muchos lo llamarán prudencia y madurez. En mi caso
es puro vértigo al vacío de una vida que cada vez se escapa más deprisa.
Vértigo que me lleva a alejarme de las instantáneas del Hoy y a cobijarme en
las imágenes del Ayer.
Quizás
por eso, más que un coleccionista de libros, películas o reprografía artística
soy un acumulador: amontono sin ningún criterio fantasías ensoñadas por otras, sentimientos
despertados en corazones ajenos o servilletas escritas por manos nerviosas de
no tocarme. Quizá por eso más que redactor de historias, soy recolector de
memorias asociadas a palabras de otros.
Fantasías,
sentimientos o servilletas que se convierten en bofetones cuando quien me las
dedicó yace en silencio eterno. Palabras que no luce la luna sin traerlas a mis
sueños.
Videoclip
de Radio Futura interpretando Annabel Lee. (C) 1987 RTVE/SONY MUSIC
ENTERTAINMENT ESPAÑA, S.L.