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Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amable leyente, ahora y siempre

domingo, 3 de julio de 2022

Sara y el Robasueños. Cap. XVIII (5 de 5)

Calinka posa el relato de Helena, se incorpora y se dirige a la cocina a por un tentempié. Recuerda la mañana en que llegó la caja con el colgante y una nota de mamá en la que le ordenaba no quitárselo hasta que ellos volvieran de El Congo. Recuerda el alivio de Nico al ver que a él le enviaban algo tan guay como una flecha, y no una chiquillada como un collar. Se atraganta al recordar que horas después llamaron a casa; y la abuela les contó, desolada, que papá y mamá habían desaparecido.

De vuelta al sillón, Calinka come con una mano de una ensalada de pollo y con la otra sostiene el papel escrito por su madre, cuya relectura continúa.

Kalu sigue hablando. Informa a Helena de que la ingesta de ciertas hierbas potencia el poder mental de los nakatus. Y que la pureza de pensamiento al acostarse aumenta la capacidad de asimilar conceptos transmitidos por las fuerzas vitales.

De ahí que los niños tengan sueños tan vivos y aprendan tan pronto, ya que pasan muchas horas soñando y carecen de los prejuicios de los adultos. Por eso hay que cuidar el sueño de los niños, dado que su energía es preciosa para los bintas.

Helena le pregunta si un binta puede pasar del plano espiritual al material. El brujo la mira con ternura y asiente en silencio. Le explica que existe la posibilidad de proyectar un espíritu que actúe sobre la materia. Por eso al despertarnos encontramos por casualidad, en un sitio donde ya lo habíamos buscado, algo que necesitamos. O, por el contrario, hay objetos que desaparecen inexplicablemente, como si se hubieran escondido.

Las cenizas que contiene la bolsa de piel que le ha dado, sirven para bloquear el acceso de un binta a nuestro hogar, si las vertemos junto a la puerta de entrada y ventanas. En caso de que lo tengamos cerca, si se las echamos encima cuando está en trance, su kinte no podrá volver a su kunta.

Para que un espíritu alcance control sobre la materia, es necesario que tenga cerca un resorte que aumente su flujo de energía. Si busca proyectarla a una distancia corta, le sirve un bastón. Pero si necesita emitirla lejos, precisa un resorte más complicado. En el caso de Kalu, la cabaña donde se encuentran, construida con madera de ébano, es su herramienta para contactar en sus sueños con otros chamanes.

Una vez dicho esto, el brujo se incorpora. Lamenta tener que pedirle que se vaya, pero se encuentra indispuesto.

A la mañana siguiente, Kalu no está en su cabaña cuando, alarmados por su tardanza, sus discípulos van a buscarlo. Nadie encuentra explicación a su desaparición. Helena concluye el escrito reflejando su deseo de que el nakatu del anciano siga protegiendo a su pueblo.

Al acabar esta nueva lectura del texto, Calinka permanece sentada por unos minutos. Tiene los ojos cerrados y se acaricia la punta de la nariz. De repente recuerda que, entre los objetos personales de sus padres que les enviaron desde El Congo, está una bolsa de piel que mamá indicaba que no tocaran hasta su regreso. Con paso decidido se dirige a la buhardilla. Minutos después, regresa al salón con un saco lleno de cenizas. Aún de pie comprueba la hora: son las cuatro y cinco. Ya falta menos para su enfrentamiento con Karloff.

 

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9 comentarios:

  1. Hola, Nino.
    He leído un poco rápido pero he disfrutado la lectura. Lo único que me ha costado centrarme por el tiempo que has usado en los verbos, en la presentación de la historia aunque sé que se presentan así los libros.
    Yo no sé maquetar, y he mirado tutoriales, pero igual me falta paciencia.
    Yo te animo, si es necesario, a que sigas y si no es ilustrado, sin ilustrar. Y a pesar de que los personajes no parezcan los mismos, sabemos que todos maduramos.
    Un beso enorme 😚

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    1. Hola, Mag:
      Gracias por tu comentario lector, es de gran ayuda.
      El que te haya costado centrarte a causa de los tiempos verbales probablemente se debe a que me he equivocado al mantener la concordancia temporal y puede que la verbal en el texto (ya que sus partes conforman una única narración). Me suelen ocurrir estos despistes y me cuesta detectarlos sin crear otros nuevos al corregir aquellos, así que te agradezco el que me indiques esa “desconcentración” temporal.
      Sólo he autopublicado en Amazon. Tenían una guía de edición muy densa. La seguí en el primer libro, con los otros fui aprendiendo de aciertos y errores. Si te planteas autoeditarte en Amazon, te animo a ello: para mi fue una experiencia amena de desarrollo personal. Yo usaba el Word 2010 –para la escritura y edición de los textos– y recurría a mucha paciencia.
      Gracias por tus palabras de ánimo. De autoeditar el libro será sin ilustraciones, quizá con fotos propias.
      Un abrazo, Mag.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Hola Nino, yo te digo como Mag, no lo dejes que la historia está muy bien, esperemos que el anciano regrese al poblado, todo sea que la niña tenga que pelear sola contra Karloff.
    Yo creo que en el último momento aparecerá el anciano para ayudarla, ya que tiene el poder de materializarse. Te deseo una feliz tarde, besos de flor.

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    1. Hola, Flor:
      La niña será una joven cuando se enfrente a Karloff. Y quizá Kalu aparezca en ese final (aún no lo tengo pensado; pero de animarme a concluir la historia ésta tendrá un final positivo y alegre, el que la vida venza a la muerte es muy positivo).
      Gracias por tu lectura atenta y por tu implicación lectora, Flor.

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  3. Vale la pena su publicación por dos cosas: está tan bien escita la historia, y es tema que hoy es muy apetecido por los lectores. Un abrazo. carlos

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    1. Hola de nuevo, Carlos:
      Gracias por tu atenta lectura comentada. No había pensado en que el tema sea apetecido por los lectores. Mi intención al idear esta historia era la de asentar la autoconfianza en quien la leyera. Hasta la edad adulta no supe que muchas personas tienen problema para decir “no” a lo que les desagrada –pensaba que el problema lo tenía yo, por decirlo cuando ése era muy sentimiento–. Creía que el ver clara la oscuridad era una muestra de mi miopía emocional y de ahí que me fuera dando trompazos con la Realidad. Pero, a partir de un momento concreto en mi vida, comprendí que no era el infierno que preconizaban los demás y entendí que en mi purgatorio no debía purgar por tener una personalidad definida por mis ilusiones y no diluida en ilusiones ajenas.
      Muchas gracias por tus palabras, Carlos.

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  4. Casi me pierdo esta presentación, amigo mío. Es una historia muy bonita, Nino. No dejes de retomarla y llegar a cumplimentar ese propósito marcado. Te felicito. Me has trasladado a mi infancia, leí un libro de aventuras sobre una tribu, fue algo me dejó en mí una huella imborrable.

    Un abrazo muy grande y muy feliz tarde, compañero.

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    1. Hola de nuevo, reincidente Auroratris:
      Todo un impulso de ánimo me ha supuesto el leer el efecto de puente temporal que ha tenido este capítulo.
      Si todo marcha tal y como espero, esta vez sí concluiré esta historia.
      Un abrazo fuerte, compañera.

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Gracias por tu lectura comentada.

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