Algo
que ha escrito mi amiga Auroratris
me ha llevado a corresponderla con el comentario que he reproducido arriba.
No
creo, amable leyente, que necesites excusas para leer sus textos. Su valía es
suficiente razón. Pero, como la amabilidad sólo se puede corresponder con
reconocimiento público, reconozco públicamente la emoción que me ha producido
leer tu último texto.
Ya
seas gato, gata o rinoceronte, no dejes que la curiosidad te mate. Pincha
en este enlace y disfrutarás de una noche estrellada (aunque fuera brille un
sol suave de sobremesa).