La
estimulante Mag
asume la responsabilidad de oficiar de invocadora de los espíritus creativos en
un jueves relatado como “noche de ánimas”. Y animosa como pocas, Mag,
estimula nuestro aliento creativo con dos videoclips –realmente trabajados y
hechizantes– que podéis disfrutar en su blog «La trastienda del pecado».
Allí,
junto a la detallada convocatoria para esta edición del encuentro “Un jueves, un relato...”, encontrarás
una enumeración de los espíritus conjurados para esta “noche de ánimas”.
Aunque, espero no desanimarte si te propongo que, antes de visitar el blog de Mag,
leas mi aportación a su invocación. Una anécdota en forma de historia que he
titulado...
Todo es un poco
loco
Luis Ángel Gómez Jaramillo, Gael García Bernal -
Un Poco Loco
Music video by Luis Ángel Gómez Jaramillo, Gael
García Bernal performing Un Poco Loco. © 2017 Walt Disney Records / Pixar
Llega
“Halloween”
y todo es un poco más divertidamente loco; que para amarguras ya tenemos una
realidad incierta que da sustos diarios y desata miedos nefarios.
Llega
“Halloween”
y quien no decore sus balcones con calabazas fantasmagóricas o responda
dulcemente al asalto del “truco o trato”, puede prepararse para ser ignorado
como un fantasma ignorante de los buenos modales.
Llega
“Halloween”
y como monstruitos urañitos serán tratados esos “calamardos” refunfuñones que al
ver a infantes disfrazados de “Hansel y Gretel” braman cual “bruja piruja”: ¡Esta celebración
extranjera lacera nuestras tradiciones, al fuego con ella!.
Nadie quita a los dolientes de conmemorar en estos días unas ausencias que están presentes en su día a día. Pero ver nuestras calles alegradas por niños postulantes de endulzadas no es algo que se produzca a diario, ni va contra ningún dolor trinitario. Todos hemos comprobado que el mundo no se para cuando nuestro universo se desmorona. El dolor está ahí, sin necesidad de que lo imponga el calendario. Si algo atestiguan los almanaques es el paso del tiempo: antes la calendas de noviembre se celebraba en silencio, ahora se hace con ruido. Los tiempos cambian; la vida continúa.
Me gusta la sociedad actual. No quiero revivir la austeridad con que se oficiaban durante mi infancia las solemnidades de difuntos. Me aterraría –más que cruzarme con alguien ataviado de zombi zumbado– una socialización del aburrimiento similar a la que imperaba en mi niñez, cuando la llegada de “Todos los Santos” venía acompañada por la cofradía del santo sopor.
Detecto
un eco de dicho sopor en la exhortación de ciertas instancias eclesiales para
que los padres disfracen a sus hijos de santos, en un movimiento que han
llamado “Holyween”.
¿Acaso
estos moralizantes no temen lo que puede ocurrir si un niño ataviado de “San
Jacobo” se cruza con otro disfrazado de “Bob Esponja” y éste se empeña en freírlo
cual “cangreburger”? Al final podríamos encontrarnos con una hagiografía más
propia de Santos Inocentes que de Todos los Santos.
La alegría en las calles no perturbará el descanso de nuestros muertos, los alegrará desde el cielo.
(349
palabras)
Nino
Ortea. Gijón. 2022.
Gracias
por tu compañía lectora, amable leyente. Ahora te animo a que visites el blog
de Mag
y disfrutes de todos los contenidos disponibles para esta convocatoria:
https://latrastiendadelpecado.blogspot.com/2022/10/convocatoria-un-jueves-un-relato.html
Es que hay gustos para todos. Hasta los cañonazos.
ResponderEliminarHola, Erik:
EliminarPues sí: a falta de cañonazos, quien tenga gusto por los sustos sólo tiene que exponerse a una salva de realidad desinformativa.
Gracias, Erik.
Te ha quedado un relato muy divertido. Besos. Maite
ResponderEliminarHola, Maite:
EliminarMe alegra leer que te ha divertido el relato.
Un abrazo, Maite.
Hola Nino , que divertida tu participación me temo que este viaje no llegue a tiempo a su con victoria.
ResponderEliminarOs deseo mucha suerte a todos.
Y dale a Mag de mi parte un fuerte abrazo grandote.
Y para frambuesa regalale un puñadito de "huesos de Santo" son dulces y creo que se hacen en esta época de del año , el día de todos los Santos.
Saludos compañero !!! Remiaú¡¡¡
Hola, divertida Flor:
EliminarSiempre me alegra leerte, tanto en tus textos como en tus comentarios. Encuentro en tus palabras una celebración sin pretensiones de la alegría de vivir (celebración que pienso que sustenta el “jaloguín” patrio). Gracias por regalarnos, sin disfraces de artificiosidad, tu creatividad.
La muy coqueta de Frambuesa cuida mucho su línea, así que evita en lo posible comer dulce. Aunque su dulzura es tal que me cala hasta los huesos.
Mis mejores deseos para ti y los tuyos, amiga Flor.
Que hay cosas más relevantes de las que ocuparse y preocuparse, que de cerrarse al mundo y sus cosillas. Tal vez tenemos que aprender y enseñarnos para así enriquecernos todos. Ah, me hiciste acordar a las siestas de misa durante el insoportable monótono sermón, que ya me dio sueño...
ResponderEliminarGran texto!
Abrazo!
Hola, Etienne, gracias por tu comentario.
EliminarNos cerramos al mundo y sus cosquillas, nos exponemos al mundo y sus cotillas: quizá un aprendizaje tan enriquecedor como apremiante sea el de aprender a vivir ajenos al qué dirán de los que nada bueno van a decir de nosotros si no somos como ellos quieren.
En misa no me he dormido nunca. La imaginería avivaba mi imaginación y fabulaba aventuras con todos aquellos ángeles espadachines, legionarios romanos o señores crucificados.
Un abrazo, Etienne.
Me encanta tu reflexión, Nino, y la comparto totalmente. Halloween tiene que ser divertido y un poco loco ;)
ResponderEliminarLa película de Coco tiene que caer en el puente, sin duda.
Un besazo juevero
Hola, Dafne, gracias por tu comentario.
EliminarMe encantaría hacer inflexión en que quizá la locura más pura –en Halloween y en cualquier ocasión– sea la de divertirnos siendo nosotros mismos. Si en estas fechas nos apetece recogernos, hagámoslo. Si lo que nos pide el cuerpo es disfrazarlo, engalanémoslo. Pero lo de disfrazarnos para encajar en la feria de las vanidades sociales, no es de cuerdos sino de chorlitos.
Si “Coco” cae en el puente, lo pontificaremos con nuestro disfrute.
Un abrazo sabatino, Dafne.
yo discrepo alegremente. halloween es divertido y loco y "todos los santos" serio y lúgubre. cada uno que celebre lo que quiera. son dos formas diferentes de interpretarlo. no vamos a ir ahora al otro extremo de cuando eramos niños. no ha de ser de una manera o de otra. y creo que son dos celebraciones diferentes que se celebran en al misma fecha.
ResponderEliminarsaludos
me encanto lo de responder dulcemente al truco o trato
Hola, discrepante Gabiliante.
EliminarMe alegra tu comentario, como me alegrará leer tu aportación juevera (hemos coincidido en convocatorias entintadas y tus aportes han sido siempre estimulantes).
Ahí está: “que cada uno que celebre lo que quiera”. Coincido al 100 %. Ya está bien de hacer un combate entre don Carnal y doña Cuaresma cualquier elección personal que no afecte al resto del personal.
En mi infancia no sabía qué existía el “Halloween” (ni siquiera el “jaloguín”). Creo que hasta la película homónima de John Carpenter, no supe asociar el nombre con la celebración.
Un abrazo, Gabilante.
Me encanta el relato, y su buen humor. Qué buena esa situación en que puede terminar el santo como cangreburger, por acción de Bob Esponja. Un abrajo, apreciado Nino.
ResponderEliminarCarlos
Hola, Carlos:
EliminarMe encanta que me leas. Es más: me honra. Admiro tu forma de escribir. Y te lo digo sin disfraces ni carnavaladas: de tener una editorial me honraría publicarte.
Soy un gran seguidor de “Bob Esponja” (nombre que aquí recibe el personaje “SpongeBob SquarePants”). Y me apetecen los “San Jacobos” siempre que no estén aceitosos-
Un abrazo, querido Carlos.
Necesitamos de estas celebraciones para olvidarnos de aquellos que han sido olvidados en un cementerio. Pedimos dulces, y los difuntos yacen sin una flor en su portal. Bendita inocencia la del mundo que cree que tenemos que encontrarle un sentido a nuestra existencia.
ResponderEliminarHola, Gustab, gracias por tu comentario.
EliminarAl leer el cierre a tu saludo lector me he acordado de la película “El sentido de la vida”, que vi en una etapa no tan inocente como la infancia pero bendita por la honestidad de la adolescencia.
A medida que la vejez ha empezado a arañarme, más me he convertido en un gato pandillero. Atrás quedan mis años de corretear solitario por tejados y callejones. Por suerte, nunca he sido descarriado ni desmemoriado; de ahí que siempre maúlle en recuerdo de mis queridos ausentes, sin necesitar que me lo indique el calendario o el vecindario.
Un abrazo, Gustab.
Esta fiesta americana roba su sentido original. Trato o truco o "pollas en vinagre" difieren mucho de lo que significan estas fiestas.
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Buscador, gracias por tu comentario.
EliminarCon las fiestas me ocurre como con las patatas: si están a mi gusto las disfruto; si lo están sólo al de los demás, no las toco, pero entiendo que los otros las saboreen ya sean nacionales o importadas. Otra cosa es el vinagre, ya sea de Asturias o de Módena: lo consumo con moderación por eso de evitar que se me avinagre el carácter.
Saludos, Buscador.
Comparto tu reflexión. A nuestros muertos los recordamos siempre, no sólo en un día especial. Tres celebraciones confluyen en estos día, Haloween, El dia de todos los Santos y el día de todos los Difuntos. En el fondo es saludable para nosotros recordarnos nuestra finitud, nos vuelve más humildes. Un abrazo, Te enlazo. Esta es la primera vez que te visto, peor no será la última.
ResponderEliminarHola, Myriam, gracias por tu comentario.
EliminarNuestro vivir en sociedad conlleva el participar en actos consuetudinarios, o al menos a tolerarlos. Pero encuentro llamativo el que muchos rijan su convivencia por lo que marca un calendario, no su corazón. No me extraña que los domingos y festivos se pongan rojos de rabia al ver que son muchos los que los eligen como “días de las apariencias”.
Confío en que ésta sea la primera vez de muchas. Un abrazo, Myrian.
Magnífica declaración de sentires que comparto totalmente.
ResponderEliminarAl final, la vida, en su estado más esencial y puro, es aquello que nos hace sentir “vivos” además de estarlo; y contemplar, como dices, las sonrisas de esos niños disfrazados y cargados de chucherías, y, cómo no, también los adultos llevando a cabo esas tradiciones que evolucionan desde un prisma más positivo, es verdaderamente loable y maravilloso.
Un placer leerte, Nino.
Muy buena y reflexiva aportación.
Abrazo, y feliz noche.
Hola, Ginebra, gracias por tu comentario.
EliminarMagnífico. Así me has hecho sentir tras haberte leído. Gracias.
Mi vida está en un periodo de vuelta a lo esencial, tras haberse revuelto en lo excesivo durante décadas. La pandemia ha contribuido a ello, pero –por suerte– ya hacía años que las ganas de velocidad no corrían por mis venas. Uno de los exponentes más claros de mi acompasarme al ritmo ajeno es que cada vez reparo más en los ancianos activos y en los niños perezosos, cuando antes los ignoraba.
Como bien indicas las tradiciones deben servirnos de apoyo para evolucionar, no de lastre para involucionar.
Un abrazo y feliz vida, Ginebra.
Hola Nino, muy respetada tu opinión son fiestas que son importadas de otro país y parece que se afincan con agrado sobre todo entre los más pequeños, Creo que hay lugar para todos y cada cual recuerde a sus difuntos a su manera . No tiene porque ser opuesto una cosa a la otra. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Campirela, gracias por tu comentario.
EliminarEncuentro decepcionante el que nuestra sociedad actual, que se define como tolerante, sea tan intolerante como las anteriores con quien piensa diferente y actúa en consecuencia desde el respeto a los demás.
Quienes quieran festejar Halloween o conmmemorar Difuntos parecen abocados a un conflicto de “Montoyas contra Tarantos”, cuando son personas que buscan/necesitan canalizar sus inquietudes, sin oponerse –como bien escribes– una inquietud a la otra.
Un abrazo, Campirela.
Aquí en mi tierra, la noche de las ánimas, que es la noche del 1 al 2 de noviembre, se ha celebrado desde años A con luces y calabazas y se proclama luz para los muertos. Realmente, Halloween si tiene de moderno las chuches.
ResponderEliminarMe gusta tu reflexión. No veo yo que mañana me llegue ningún niño vestido de San Francisco no ni una niña de la Niña Virgen.
Sí sé que es una noche en la que ocurren muchas cosas.
Millones de gracias por una instrucción como la dedicada y por animarte a participar en mi convocatoria 😉
Un beso enorme 😗😗😗
Hola, animosa Mag:
EliminarGracias por oficiar de anfitriona en esta convocatoria. Gracias por toda tu amabilidad.
Aquí en Gijón, mi villa vital, las tradiciones son muchas. Aunque quizá la más tradicional sea la de traicionar nuestra historia según la moda de los tiempos. Con decirte que somos un concejo que se asentó sobre el el año 5000 a. C.; pero una de nuestras pocas estatuas a figuras políticas es al emperador romano que nos conquistó, creo que ya te digo hastante. Pese a nuestra notoriedad de “celtas irredentos” nos rendimos a modas y modismos.
Halloween ha entrado con fuerza comercial y con repercusión infantil. Pero también perviven otras costumbres. Yo sigo celebrado el “amaguestu”: un festín de castañas asadas y sidra dulce. Las castañas representan a los muertos, al comerlas liberas su alma. La asociciación de la bebida con el flujo de la vida es algo común en todas las sociedades.
En principio iba a escribir sobre mis evocaciones de la celebración del “amaguestu” junto a mis padres, pero me entristecí. Así que opté por fetejar “Halloween”.
Lo dicho, Mag: GRACIAS.
"La alegría en las calles no perturbará el descanso de nuestros muertos, los alegrará desde el cielo." Estupenda conclusión a la que llegas y que comparto. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Mónica, gracias por tu comentario.
EliminarEstupendo es cómo me quedo tras haber leído tu comentario, compañera. Sí, creo que si nuestros muertos nos pueden ver, les gustará que estemos contentos y que el dolor por su ausencia no nos impide disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
Un abrazo, Mónica.
Bien planteado.
ResponderEliminarMe adhiero a eso
Hola, Demiurgo:
Eliminargracias por tu compañía lectora.
Nos seguimos leyendo.
¡Hola, Nino! La muerte nos va a llegar a todos, y asumir esa idea es la mejor manera para vivir sin miedo. El humor es sin duda el mejor medio para naturalizar lo más natural del mundo que es nuestra mortalidad.
ResponderEliminarNuestra sociedad está llena de puristas y moralistas, además de cierta ignorancia en entender que toda tradición siempre ha venido de fuera, para enriquecer. ¿No es la Navidad la adaptación católica de los ritos paganos que celebraban el solsticio de invierno? ¿Acaso el árbol de navidad existía en tiempos de Jesús? Que cada uno sea libre de celebrar cada día como mejor le parezca y metámonos el "dedo acusador" por donde nos quepa. Un abrazo!
Hola, David:
EliminarDurante muchos años no me preocupó la muerte: sin verla inmediata, la creía cercana. Ahora tengo miedo al efecto que mi muerte tendrá en mis contados seres queridos. Es toda una experiencia vivir con miedo, no hace falta soltar lágrimas bajo la lluvia para afirmarlo. En mi caso, ese miedo es una de las razones que me llevó a autoeditar mis novelas y que ahora me está llevando a malvender mis libros: el miedo a lo real de la muerte, a ese momento a partir del cual el resto es silencio. Por eso me gustan, cada vez más el bullicio y las risas. Son ecos de vida.
And now for something completely different!
¿Acaso los enamorados celebrarían San Valentín, los afrancesados comerían croissants, los italianizantes escribirían endecasílabos o yo me llamaría Nino sin las benditas invasiones bárbaras a nuestra piel de toro (de Creta)? Por suerte el exabrupto de Miguel de Unamuno no fue desoído; y su “¡Que inventen ellos!” sigue dando sus frutos y aquí estamos beneficiándonos de invenciones ajenas.
Respecto a tu invitación sobre el uso del dedo acusador, soy un caballero español: ¡lo meteré en ojo ajeno!
Un abrazo agradecido, David. Disculpa mi tono diletante. Necesito luz, más luz. ¡Maldito cambio horario!
Te escribo desde el móvil, por si ves algo raro :)
ResponderEliminarAsí de cierto es...ayer justo me crucé muchos niños, desde súper héroes.. brujas...zombis ...
Y música de discoteca todos allí bailando.
Lo peor es cruzarse en nuestro camino a alguien con disfraz... tapándose que no disfrazándose.
Tu participación para Mag nuestra amiga, quedó muy bien y así ese tema del vídeo tan conocido.
El dolor hacía nuestros ángeles permanece siempre a diario, yo tengo muy reciente la perdida de una amiga de mi edad, hace cinco meses y aún no lo asumo.
A mis papás los perdí de joven a la vez...y ese día en realidad es un día más. El de los santos.
Porque todos los días a quienes se nos fueron... los echamos de menos y ojalá esa escalera al cielo, para darles un abrazo.
Las tradiciones americanas se vinieron a España, creo que todo lo que sea fiesta....pues así lo acogen.
Sigo tomando ese café aquí de charla contigo...por todo lo que siento y así te comento.
Un abrazo compañero y feliz día.
Hola, Cora:
EliminarGracias por el esfuerzo de escribir desde el móvil. Me cuesta redactar un mensaje sencillo, por lo que no puedo imaginar el tiempo que te habrá consumido la redacción cuidada de este comentario.
Sí, también aquí es habitual el que se revistan con disfraces de carnaval los oficiantes de Halloween. A mí me parece fenomenal ese disfrute y aplaudo las ganas de divertirse y alegrar a los demás. La pandemia me ha cambiado en ese aspecto. Ahora procuro salir a la calle cuando hay celebraciones “populares”, antes las evitaba.
Sí, hay muchas personas embozadas a diario con una máscara de normalidad. Personas que gozan incluso de aprobación social, pese a lo reprobable de su personalidad. La normalidad sólo la busco en los análisis médicos. Nunca quise ser normal; sí, feliz. Y la verdad es que he sido felicísimo.
Lamento la pérdida de esa amiga. Uso poco el adjetivo “amigo”. La mayoría de mis amigos ha muerto antes de alcanzar mi edad actual. Prefiero evitar pensar en ello.
Llevo con naturalidad estos días; ni me entristece la añoranza de los difuntos, ni me pego un atracón de dulces. Fui criado en la fe católica y la practico de forma muy laxa. Estos dos días encenderé una vela en memoria de mis padres.
He apurado el café. Me espera un colega. Aquí luce un sol crepuscular.
Un abrazo, Cora.
Le hemos abierto la puerta a esta nueva era de luz y color en la noche más tétrica del año... yo también recuerdo aquella infancia temerosa y prefiero la algarabía de estos días. Me has dejado una grata sonrisa, mi querido amigo.
ResponderEliminarMil besitos y mi cariño, Nino.
Hola, Auroratris:
EliminarPor suerte, la antepuerta a esa noche son mañanas de luz y sonrisas, tardes de crepúsculo y cosquillas. La noche es mala compañera si su silencio y quietud te hablan de muerte y soledad. Nuestros muertos nos acompañan día y noche. Al igual que hicieron en vida.
Gracias por tu sonrisa, siempre grata Auroratris.
Comparto mucho de tu pensamiento.
ResponderEliminarBienvenido todo lo que nos distraiga de lo amargo, todo lo que ofrezca variedad de emociones.
Y nada de hacerle caso a esos amargos.
Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarImagino que en Hurlingham también tenéis días celebrantes de noches; y que los ausentes están más presentes en festividades poco alegres como éstas. Incluso la inmortalidad es ilusoria en las tierras donde vive la magia.
La amargura brota de una semilla que da fruto en noches en las que muere la esperanza.
Un abrazo, Demiurgo.
Los tiempos cambian, como bien has dicho, y nosotros con ellos, definitivamente, prefiero la actualidad, con toda esta libertad y pensamiento, que pudiera entenderse escaso para los jovenes, pero no así para los de aquellos tiempos
ResponderEliminarUn abrazo, Nino
Hola, MdN:
EliminarPues sí: los tiempos cambian y nuestra capacidad de adaptación nos permite sobrellevarlos, como bien comprobamos en la maldita pandemia.
Gracias por tu comentario, MdN.
La verad que estas fechas me dan un poco igual. Celebrar el día de difuntos como si fuera una alegría me choca mucho pero bueno, todo sea para distraernos.
ResponderEliminarBuenas tardes y feliz semana
Hola de nuevo, Buscador:
EliminarSí, también lo encuentro chocante. Pero, en esa “lucha de gigantes” que nos hace sentir nuestra fragilidad, camino por la vega de quienes cantan a la vida.
Un abrazo, Buscador.
Te escribo desde el móvil, eres nuestro héroe... Tu último libro nos deja otra enseñanza, otra esperanza, valentía para perder los miedos. La valiosa amistad, la belleza sencilla...
ResponderEliminarTu reflexión es acertada, hay que disfrutar con alegría de la vida y da igual de donde viene una celebración mundana. Cada cual toma lo mejor Le guste de ella... Nuestros muertos estoy segura que no les importa ver risas, disfraces o calabazas con luces y niños riendo... Quizá lo que más tristeza les de es ver ese retorcimiento de algunos que llevan siempre la guerra por dentro.
Abrazos, Nino
Me encanta tu sincera escritura, tu escribir...🎃🤗⭐
Hola, mi querida amiga Clarisa:
EliminarGracias por tus constantes muestras de aprecio. Aunque algunas veces sean demasiado elogiosas. Me explico: no soy un cobarde, pero eso no hace de mí un valiente; al igual que el no tener ni un pelo de tonto no convierte a este calvo en un melenudo.
Mucha tontería y mucha basura hay caminando por el asfalto y enredando por Internet. Tú, yo y la mayoría de nosotros lo sabemos y la ignoramos. Pero en mi caso no es un ejercicio de valentía, es una muestra de desprecio. Entrar en su juego conlleva darle vida a quien no tiene alma; conlleva entrar en un laberinto donde no te espera Ariadna, sino una gorgona; conlleva dedicarle tiempo a la irrelevancia. Ni tú ni yo, Clarisa, somos irrelevantes. Ni tampoco somos los personajes que encarnan Andie MacDowell y Bill Murray en «Atrapado en el tiempo», somos personas; dejemos para las marmotas eso de recomenzar cada día igual de enfurruñadas. Nosotros cambiamos, evolucionamos, mejoramos... Tu amistad me hace mejorar.
Te agradezco tus palabras de aprecio hacia todo lo que publico o edito. Ahora estoy maquetando, de manera apócrifa y remunerada, un texto ajeno. Cuando acabe ese trabajo me plantearé qué hacer. Me temo que no continuaré “el Robasueños”. Sopeso acabar una novela que tengo avanzada y presentarla a concursos.
Confío en que estéis bien. Leerte es siempre un estímulo afectivo e intelectual.
Mis mejores deseos para ti y los tuyos, Clarisa.
Slava Ukraine!
Te dejo mi abrazo Nino, este cambio de hora, me está costando un poquito...
ResponderEliminarpreciosa la reseña que te dejaron, yo sigo con el a ratitos, esta semana no pude cogerlo.
Pero es como soñar mientras te leo.
Espero este otoño, se porte bien.. estos cambios pasen pronto...
Un abrazo grande y mi cariño.
Hola, Cora:
EliminarMe hago una ligera idea del efecto que el cambio horario está teniendo en ti. Te agradezco el que hayas encontrado fuerzas para comentarme.
Me alegra que tu poemario esté recibiendo tan buena aceptación. Se la merece. Esa antología muy cuidada. Te felicito.
Un abrazo revitalizante, Cora.