Hola, amable leyente:
M.A. Álvarez,
desde el blog El tintero de oro, impulsa y coordina un nuevo encuentro
creativo.
En
la convocatoria “Microrretos: Personajes
antagonistas” se nos invita a fabular un microrrelato de hasta 250 palabras
con un villano como protagonista.
Mi
aportación se titula «Muero cada amanecer», una
fabulación de 248 palabras que confío en que te guste, afable leyente. Gracias
por tu tiempo de lectura.
Y
gracias en especial a M.A. Álvarez
por su generosidad.
Te sugiero que
reproduzcas esta pieza musical de Franz Waxman mientras lees el relato. En una
nota a pie de página te explico el porqué de esta selección musical que nada
tiene que ver con la película «Rebeca» ni con la novela que ésta adapta libremente.
Gracias.
Muero cada amanecer
Larry
deambula nervioso por el camarote. Hoy le pedirá matrimonio a Carmila. Confía
en que acepte; aunque teme su reacción tras confiarle su secreto.
Carmila
cuenta con que Larry se le declare esta noche. Conoce bien a los hombres y sabe
que a éste lo tiene embelesado. No soporta la vulgaridad de los nuevos ricos
americanos que frecuentan su país tras la guerra, huyendo de la ”ley seca” que
impera en Norteamérica; pero él es su billete de fuga.
No
puede esperar más. Necesita huir cuanto antes. La portera le ha dicho que hoy
han vuelto a preguntar por ella. La policía pudo finalmente ponerle nombre y
rostro a la “vampiresa” que había enviudado en seis ocasiones durante estos
cuatro años. Han bloqueado sus cuentas bancarias, ¡todos sus sacrificios
aguantando a esos viejos para nada!
Antes
de salir, relee el recorte de prensa que recogía la llegada a Lugoj del
multimillonario Larry Talbot en su yate “Destiny”. Apenas dos semanas le habían
bastado para embrujarlo. Tímido y reservado, no hay nada en él del hombre
salvaje que a ella podría enamorarla. El incauto ignora que, una vez en
América, será su siguiente víctima.
Es
madrugada, Larry llora semidesnudo. El capitán del yate había olvidado avisarlo
de que anoche habría luna llena. Poco queda del cadáver de Carmila, cuyo recuerdo
pasará a alimentar su corazón hambriento de cariño. Lo peor de su maldición de
hombre-lobo es la condena a soledad: su pulsión animal es antagonista de su
pasión humana.
Nino Ortea.
Gijón. 2022.
Si
pulsas en este enlace accederás a la enumeración de participantes en el encuentro
creativo coordinado por M.A. Álvarez:
https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2022/11/microrreto-antagonistas.html
Mi elección del tema central de la película «Rebecca» –dirigida por Alfred Hitchcock en 1940– se debe a dos razones: de haber optado por alguna banda sonora de cualquier película protagonizada por “El hombre lobo”, habría anticipado parte de la historia del microrrelato; si opté por el tema de Franz Waxman para «Rebeca» ha sido en recuerdo a mi madre.
ResponderEliminarNo me esperaba el final! Muy bueno!!. Besos. Maite
ResponderEliminarHola, Maite:
EliminarLo que es muy bueno es contar con tu compañía.
Un abrazo, Maite.
Y yo tan poco , jajajajajajajaj
ResponderEliminarMuy bueno Nino , entre vampiras y hombres lobos , que buena prole iba a tener esta
pájara , jajajajajaj besos de flor.
Te deseo una feliz tarde de jueves..... Abrazo afectuoso de Flor ¡¡¡Remiaú!!!
Hola, afectuosa Flor:
EliminarMe temo que esa prole vampirolupina anida entre nosotros: mi vecina del 6º A es toda una vampiresa gijonesa; y el tendero de enfrente aúlla como un lobo cada vez que ella se ajusta el escote frente a su cristalote.
En cuanto pueda me paso a leer tu micro, Flor.
¡Remiaú!
¿ Y tú cómo sabes , eso ? ¿no será que tú eres otro alcahuete del visillo, eh?
EliminarY te gusta mirar por el cuarto de tendedores , ahora que te digo que las mejores lobas y vampiras son las de Gijón , jajajajaj seguro que esta Jamona.
Espero por el bien de los dos , este comentario no lo vea tú dulce frambuesa.
Sabes aquí en mi nuevo barrio (Dónde vivo desde hace justo un año) , hay mucha vieja del visillo que no viven, si no fisgonean de la nueva vida de los nuevos vecinos.
Te deseo un feliz fin de semana amigo mío , besos para frambuesa de mi parte
¡Remiaú!
Hola, curiosa Flor:
EliminarComo bien sabes soy un gato maullante, no fisgoneante. Y, más que prudente, soy cobarde, por lo que cuando la cosa se pone que arde entre lobillos y vampirillas yo me doy el pirillo. Pero... lo de mi vecina y el tendero lo sabe el barrio entero.
Ni lobas ni vampiras, lo mejor de Gijón es Frambuesa. Ella volvió hogareño a este gato callejero. ¡Remiaú!
Y sí hay mucho experto en vidas ajenas por eso de ignorar la propia. Eso pasa en tu barrio, en el mío y en el de todo hijo de vecino.
Por suerte, en esta comunidad blogueística tenemos un buen vecindario. Y tú, amiga Flor, eres una de sus integrantes más afables.
Gracias ahora y siempre por tu compañía.
¡Hola, Nino! Muchas gracias por participar en el microrreto. El aporte de la pieza musical para acompañar la lectura es excelente. Al leer la historia, me ha venido a la mente enseguida un frío y glamuroso ambiente de época, en el que has encajado perfectamente a villanos o monstruos clásicos. El giro final es inesperado y sorprendente. En pocas líneas has logrado crear una historia con muchísimos matices. Muy buen relato!!
ResponderEliminarGracias también por la mención.
Un abrazo :)
Hola, M.A.:
EliminarGracias a ti por todo tu trabajo, compañera.
Sí, la pieza de Waxman –con ese tañido inicial de campanas– es muy climática y la parte central –con ese val– desborda romanticismo. Con un fondo musical tan estimulante habría quedado bien hasta la lista de la compra –bueno, esta habría dado más miedo que el cuento, por eso de los sustos que dan los precios–.
Un abrazo agradecido, M.A.
Me encanta el a bordaje que haces en este relato de la legendaria figura del hombre lobo. Un abrazo, con gran aprecio. Carlos
ResponderEliminarHola, Carlos:
EliminarSu figura no es tan legendaria como lo es tu garra poética, mi admirado Carlos.
Un abrazo y todo mi aprecio.
Je, je...Me encantan estas historias.
ResponderEliminarY hoy me has dado en el blanco con Franz Waxman.
Salud
Hola, Erik:
EliminarEncantado con tu encanto. Y sí, tal y como le comento a M.A., la música hace que uno sueñe con Manderley, con o sin rebeca (soy más de cazadora... de vampiros).
Salud, Erik.
De yugular a yugular, nadie sabe quién es el peor antagonista. Estupendo micro, Nino, con un final que sorprende pero sobre todo le da una dimensión inesperada a todo el relato. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Juana:
EliminarPues sí, puesto a desear más de una vez he anhelado licuarme en la yugular de aquella que me detiene el corazón y me acelera la sangre.
Gracias por tu comentario, Juana.
Hola, Josep:
Podría decirse aquello de cazador cazado, pues, si lo he entenido bien, Carmila ha acabado siendo la víctima de quien se suponía iba a ser su presa. Pero como al final aparece el nombre de Laura, me he hecho un lío.
ResponderEliminarDe todos modos, me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Hola, Josep:
EliminarGracias por indicarme el despiste, ya he corregido el nombre errado.
Lamento el lío interpretativo; pero, dada tu creatividad quizá tu imaginación te llevó a darle a la inesperada Laura un papel sorprendente en esta historia.
Un abrazo, Josep.
Un micro genial, Nino. El final es buenísimo y no se ve venir en absoluto. El tono, la ambientación... una historia estupenda. Me ha encantado.
ResponderEliminarHola, Marta:
EliminarLo bueno está en el principio, en esas ideas que compartís quienes inspiráis estos encuentros creativos. El final de una buena historia no existe, dado que ésta continúa en la imaginación de cada lector.
Un abrazo, Marta.
Gran relato de ida y vuelta, gracias por compartirlo. Abrazo.
ResponderEliminarHola, Xan:
EliminarGracias a ti por tu lectura y comentario, poeta.
Un abrazo, Xan.
Admiro la forma de narrar, como nos adentras, en esas sombras, donde la pasión a veces ciega y aunque sea de película, de libro... hay casos muy reales.
ResponderEliminarCuando ya se lleva a esa locura desde el amor a lo enfermizo...
Me recordaste nada mas lerte a la nueva película que vi...ya hace un año creo y con razón,
Te aplaudo Nino, puse tu video de fondo...que gran aportación.
Me cuesta leer relatos, no porque no me agraden, ya sabes ... ;)
Pero el tuyo no es largo y además engancha, en tan poco has hecho otra novela
para volver a escribir, no sería un plagio :)
Y entre charlas, tomando aquí el café contigo, mientras suena la lluvia en los cristales,
te dejo el video de esta nueva versión.
Aunque como la original nada y la tuya me encantó, añadiendo mas cosas y cambiando otras :)
https://www.youtube.com/watch?v=WZsUbV3ts1I&t=154s
Besos abrazos amigo y que tengas un feliz día, ya bonito fin de semana...
es mas acogedor leerte.
Hola, Cora:
EliminarCual luna llena en un licántropo. Ése ha sido el efecto de tu comentario mágico, que ha llevado a este hombre a creerse transformado en escritor.
La vida, como la Literatura, es concebida por muchos como un plagio. De hecho, nuestro sistema educativo nos deforma en el uso de la copia entendida como aprendizaje, de ahí que el mejor copión se le considere el más inteligente. “¿Inteligencia?, la justa” suelo contestar a quienes me disparan la bala de plata de confundir a este lobo con un perro domesticado.
Nuestra vida, al igual que nuestra Literatura, querida Cora, parte del mimetismo hacia aquello que adoramos. El amor de nuestros padres es nuestra mejor escuela y los cuentos que nos leen de niños son los que nos llevan a hacernos a la mar literaria.
Respecto a esta nueva adaptación de «Rebeca», no me gustó. Pese a que Lily James es una actriz muy versátil, aquí la encontré reducida al papel de “eterna abobada”. Al resto del elenco, muy acartonado. Y la dirección, torpe en las secuencias que requerían agilidad y parsimoniosa en los momentos restantes.
Un placer leerte y compartir café, compañera.
Gracias por tu comentario, Cora.
TOma "hombre salvaje que a ella podria enamorar".
ResponderEliminarFinal sorpresivo, apesar de la s pequeñas pistas que apuntabas como lo de vampiresa y la frase que antes mencioné.
y muy buena la frase final dejando claro quien es aqui el antagonosta
abrazoo, nino
EliminarHola, Gabilante:
¿Qué puedo decirle a quien, como tú, tiene el mando del ingenio? ¿A alguien cuyos textos son antagonistas del tedio? Sólo puedo, de nuevo, felicitarte por tu aporte al encuentro y agradecerte tus lecturas y comentarios.
Un abrazo, Gabilante.
A la "vampiresa", si no lo es en sentido literal, le va a durar poco el disfrute de la fortuna del Lobo "multimillonario"! Menuda pareja peculiar de poder sobrevivir juntos! La historia es genial! Un abrazo!
ResponderEliminarHola, Marifelita:
EliminarQuizá la vampiresa sea también vampirilla y aparezca en otra historilla, ya que con vuestras palabras de aliento le estáis insuflando nueva vidilla.
Genial es tu comentario, que me hace sentir un ánimo extraordinario.
Gracias, Marifelita.
La cazadora ha sido cazada, se podría decir, amigo Nino. Buen tema elegido y muy buena narrativa nos dejas, una historia amena que engancha desde el inicio. Te felicito por este aporte, compañero.
ResponderEliminarUn abrazo grande y apretado con mi cariño, querido amigo ♥
Hola, Auroratris:
EliminarPues sí: el lobo vestía de piel de cordero. Y es que, en el juego más peligroso, es habitual que el cazador se convierta en presa si confunde a su igual con un inferior.
Un abrazo, Auroratris.
Cada uno tenía un secreto, pero al final los dos resultaron perdedores. Muy buen micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Rosa:
EliminarSí, ambos tenían sendos secretos que convergían en ocultar sus identidades. Cuando conocemos a alguien nos hacemos una imagen de esa persona. Si nuestra relación se vuelve íntima, suele ocurrir que esa imagen que nos habíamos hecho se vea devorada por la rutina y que pasemos el resto de nuestra relación añorándola a la luz de una luna que llenamos con nuestra añoranza.
Gracias por tu comentario, Rosa.
Algo era casi evidente. Su secreto acabaría con cualquier sueño. Uno por instinto, la otra... digamos que por impulso de avaricia. El amor no siempre todo lo puede .
EliminarUn bello guiño a tu madre, Nino.
Un beso enorme.
EliminarHola, Mag:
¡Ah, el amor y su fuerza! Ya lo cantaron Frankie Goes to Hollywood en su insuperable “The Power of Love”: I'll protect you from the hooded claw. Keep the vampires from your door.
Y así nos hace sentir el amor: invulnerables. Que nos protegerá de toda garra siniestra o vampiro que aceche a nuestra puerta.
Hasta que descubrimos que nuestro fantaseado ¿protector? es un monstruo cuya maldad asusta hasta a las bestias del infierno.
El Mal nunca es inocente.
Gracias por tu comentario, Mag. Ahora y siempre.
Hola Nino, un relato muy interesante donde el final no te lo esperas para nada. Mezclar el mundo fantástico con el mundo del crimen me llama la atención. Justo castigo para una mujer despiadada. Muy buen aporte para el Tintero. Te dejo saludos.
ResponderEliminarHola, Ana:
EliminarMe alegra saber que te ha parecido interesante el micro. Me gusta mucho cómo escribes y disfruto con lo que escribes
Sí, aquí en España el término “vampiresa” se aplica a un tipo de mujer fatal “la saca cuartos”. A la vampiro hembra la llamamos “vampiro”. No sé si en México usáis estas palabras con acepciones similares.
El caso es que me apeteció jugar con la ambivalencia de “vampiresa”, de ahí el nombre de Carmila para el personaje femenino.
Gracias por tu comentario, Ana. Ahora me paso a leerte.
Vaya, vaya. A la vampiresa le salió mal la jugada. Apostó todo a una sola carta y esta, estaba marcada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Francisco:
EliminarSí, la vampiresa ya anticipaba su próxima jugada y no le prestó atención a su compañero de partida, cuyas cartas llevaban la marca... ¡del hombre lobo!
Un abrazo, Francisco
Buenas noches, Nino.
ResponderEliminarPues, a riesgo de ser reiterativa, debo confesar que el final me tomó desprevenida. Pero tenía que ser así. Ya lo dice el refrán: A quien hierro mata, a hierro muere. Y moviéndonos entre vampiros y hombres lobo...
Una mezcla de mundos: el fantástico y el del crimen, que me gustó.
Saludos.
Buenos días, Trujamán:
EliminarY yo reitero mi agradecimiento por comentarios como el tuyo: con él me haces ver que el giro narrativo funciona. Moverse entre vampiros y hombres lobo tiene mucho de volver al instituto, donde pasear por los pasillos era como avanzar entre miradas aviesas hacia la guarida de la bestia: el profesor en su aula que oficiaba de tu jaula.
Un abrazo, Trujamán.
Hola Nino, excelente, me encantó es muy bueno y el final me sorprendió totalmente, inesperado.
ResponderEliminarUn abrazo y buen comienzo de semana. PATRICIA F.
Hola, Patricia:
EliminarGracias por éste y cada uno de tus comentarios, compañera. Me alegra que te haya gustado el relato.
También te deseo muy buena semana.
Un abrazo, Patricia.
Parece que la vampira se equivocaba, el millonario no era tan inocente como ella pensaba y acabó entre las fauces del hombre lobo, cosas de la Luna llena .
ResponderEliminarEntretenida historia Nino que se lee con agrado
Un abrazo
Puri
Hola, Puri:
EliminarSi se equivocó la paloma, ¿cómo no se va a equivocar la vampiresa? Aquella confundía el Norte con el Sur, ésta el trigo con la cizaña.
Lo de meternos en la boca del lobo a causa de nuestra soberbia al prejuzgar el rocío como estrellas es algo que nos ocurre en noches oscuras del alma o en días radiantes de deseo.
Un abrazo, Puri.
El cazador cazado, en este caso la cazadora. Para nada esperaba tal desenlace. Antagonistas y terror a partes iguales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, MJ:
EliminarA partes iguales de satisfecho y festejante me ha dejado leer tu comentario.
Gracias, MJ. Un abrazo.
Los dos escapando de sus respectivas maldiciones, al final fue un despiste con el calendario lo que determinó el desenlace salvaje de la relación. Menudo cóctel más explosivo si estos dos hubieran acabado bien avenidos. Buen relato, me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Carles:
Eliminar¡Y es que la de ser despistado es toda una maldición! No sé si pero que la de ser hombre lobo, pero puedo asegurarte que mi despiste ha sido la bala de plata que ha dado muerte ha relaciones que me hacían aullar a la luz de la Luna o al temple del Sol.
Un abrazo, Carles.
A veces nos creemos más listos de lo que en verdad somos y luego la luna llena nos pone a todos en nuestro lugar..
ResponderEliminarEn el fondo no podemos huir de lo que somos, tarde o temprano nos toca pagar todas las deudas, ¿verdad?
Hola, Beauséant
EliminarNo creo que la vida sea un ajuste de cuentas, tampoco que sea justa. A unos les llega temprano lo que a otros nunca les llega.
No es cuestión de huir de lo que somos, pero sí que es asunto de poder dejar atrás lo que fuimos. Todos tenemos un pasado. Lo que no necesitamos es tener un pesado que nos lo recuerde. Pero... la vida no se ajusta ni a lo que tenemos ni a lo que necesitamos.
Gracias por tu comentario, Beauséant. Un abrazo.
Las cosas no funcionaron para nada como Carmila lo había planeado, e irónicamente Larry terminó siendo mucho más "salvaje" de a como a ella le gustaban los hombres. Je, je.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo.
Hola, Cynthia:
EliminarQuizá, desde sus despojos, Carmila esté tarareando el “Eres un hombre salvaje y no tienes compasión” que cantaron «Las chinas». Como “vampiresa”, sería una lumbreras; pero como “intuitiva”, andaba a ciegas.
Gracias por tu comentario, Cynthia. Un abrazo.
Hola, Nino, qué buen relato nos relatas, je... La idea me ha encantado y muy bien escrito y desarrollado hasta ese final inesperado y estupendo giro de "cazador cazado". Nos deja dos enseñanzas (al menos así lo veo yo). Primera, que no hay garantías de que una maldad prospere sin consecuencias porque hay maldades que son "tontas"; segunda, que por muy astuta que sea una maldad, siempre hay otra que la supera y es en ese desenlace donde tu relato ha quedado genial, vaya, como en la vida misma. 👏 😉 La música que has elegido despista al principio, y es interesante ese juego al despiste... Tu madre tenía muy buen gusto cinéfilo y musical, ya lo creo. Es emotivo ese detalle de su recuerdo que ya creo te había leído antes en algún libro tuyo o comentario, señal que la tienes muy presente y eso es hermoso.
ResponderEliminarQuerido escritor, me encanta lo que haces ( hacéis ) en estas convocatorias tan animadas de microrrelatos. He leído alguno más y tenéis creatividad desbordante. Y además a los que os leemos nos aportáis un poquito de felicidad lectora. Es bueno leerte, gracias.
Abrazos. Feliz creatividad, sueños, relatos, día, semana, mes...
Hola, Clarisa:
EliminarMe alegra que lo relatado haya sido de tu agrado en este sucedido de "cazador cazado".
Tal y como lo ves, es. Como autora sabes que cada lector es un recreador de lo que compartimos: lo personifica, lo amplía, lo mejora... En mi caso, pese a que ya no me caso con nadie, siempre disfruto y aprendo de los comentarios desprendidos de vuestra atención lectora.
Quizá el peor de los males sea el que cometemos a “tontas”, tentados por la tontuna de abusar del débil. Esa maldad cotidiana de abusar del débil que el nefasto Marqués de Sade intentó presentar como “filosofía” –cuando era mera misantropía mema– de que hay personas que han nacido para ser abusadas. No entiendo otra justificación para comprar un ejemplar de su “Justine” que la de usarlo para calzar una mesita.
Mi madre tenía muy buen oído musical. Y muy abierto. Intentó contagiarme su amplitud de criterio, pero yo salí más bien rocanrolero. De hecho, me encanta el Cine, pero apenas oigo bandas sonoras. Muchas veces estábamos viendo una película en video y ella paraba la reproducción para rebobinar y escuchar de nuevo la música. “Rebeca” era una de sus favoritas.
Recuerdo aprenderme la letra del tema de amor de “El padrino” para cantársela, o memorizar la melodía de “Los Paraguas de Cherburgo” para tarareársela.
Participar en estas convocatorias es muy estimulante. Agradezco la generosidad de quienes las impulsan y coordinan. Disfruto leyendo a mis compañeros. Los disfruto como lector consumado y como aprendiz de escritor.
Feliz, así me siento al leerte. Confío en que estéis bien.
Gracias por tu compañía, por tu solidaridad y tu amistad, Clarisa.
¡Rocanrol, Clarisa!
Pues sí que has despistado usando de BSO de tu corto la de Rebeca... jaja te perdono porque te he leído que le gustaba a tu madre y además está muy bien, pero por la época en la que sitúas la escena yo hubiera escogido Esta y además como suena tan mágica y suavecita se presta para que se desarrolle mejor tu declaración amorosa y aun despista más del final jaja me ha encantado!!... la pulsión animal y la pasional ahí le andan a veces... ; )
ResponderEliminarUn placer encontrarte!
Si recuerdo el camino, volveré ; )
Hola, María:
EliminarGracias por la musicalidad de tu comentario.
El cine de Leone no me gusta en especial. Pero en esa película está una de mis escenas cinematográficas favoritas, ya que encuentro en ella una reflexión sobre el componente fisgón de todo espectador y el exhibicionista de toda actuación.
Ésta es la escena. https://www.youtube.com/watch?v=SQFFcWyR7-s
Creo que en el conocimiento carnal no es posible la pasión sin la pulsión. Otra cosa es que hay que saber diferenciar las metáforas de las personificaciones y, por mucho que uno tenga un hambre de lobo, debe evitar pasar de las palabras a los hechos.
Leerte ha sido estimulante, María. Un abrazo.
A ver si funciona
EliminarHola Nino excelente relato, buena banda sonora. Y cuando has hablado de la vampira me ha recordado a la vampira de Barcelona aunque no era la misma historia. Me ha parecido muy interesante el final, cuidadito con la luna llena. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Ainhoa:
EliminarGracias por tu comentario. No, esta vampiresa –y quizá vampira– de mi cuento es austriaca, aunque en esta ocasión esté vampirizando en Rumanía. Quizá esa luna sobre la que me previenes tenga un efecto mágico y la haga renacer en mi fantasía.
Un abrazo, Ainhoa.
A mi también me pilló de sorpresa ese final. Lo que pudo ser y lo que ha llegado a ser. Un giro que deja un gran regusto en mi paladar lector. Genial relato, Nino.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, Pepe:
EliminarMe alegra que este trago literario haya dejado un buen regusto en un paladar tan afinado como el tuyo, compañero.
Sobre lo que pudo pasar y no pasó, quizá Carmila esté ahora tarareando el “Tratado de impaciencia” sabinero y haga suyo el: “Aquella noche que fallaste, tampoco fui a la cita yo”.
Un abrazo, Pepe.
Y al final, lo inesperado que asombra. Muy bueno.
ResponderEliminarHola, Guille:
EliminarFinal que no hace sombra a un comienzo inesperado, que es el de mi alegría al leerte.
Un abrazo, Guille.
¡Hola, Nino! Cuando pienso en el género de terror siempre me pregunto por qué ya no se crean monstruos como el hombre lobo, Drácula, Frankenstein, etc... Es como si los arquetipos de la maldad ya estuvieran cogidos y ya no quede ninguno libre que logre dar eternidad a los que aparecen en la actualidad. En tu estupendo micro contamos con esa vampiresa viuda negra, no sé si inspirada en una asesina en serie de Barcelona, que se encuentra con ese otro monstruo. Algo original en un relato, donde parece que los monstruos nunca coinciden con la horma de su zapato. Muy bien narrado y ambientado en esos años treinta. Un abrazo!
ResponderEliminarHola, David:
EliminarNuestra sociedad no valora los arquetipos, hacerlo sería demasiado trabajoso. En esta banalización de lo excelso y entrega a lo efímero –de la que quizá la mayor manifestación sea el onanismo que practicamos en las redes sociales– lo que funcionan son los estereotipos. De ahí que la paradoja “lampedusiana” se haya convertido en aforismo en esta “sociedad líquida” en constante cambio estático.
No tenía en mente a esa asesina barcelonesa. Es más, procuro no inmortalizar a personas execrables, por lo que en mis ficciones no encuentran reflejo como personajes.
Gracias por tu comentario, David.
Un buen micro de principio a fin. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarHola, Nuria:
EliminarMuchas gracias por tus palabras. El placer lector es compartido. Ahora me acerco a tu blog.
Un abrazo, Nuria.
La vampiresa resultó cazada. ¡Qué final tan sorprendente! La historia está tan bien contada que e metes en la época y las intenciones de la vampiresa cuando... ¡Felicidades!
ResponderEliminarSaludos.
Hola, María Pilar:
EliminarGracias por tu estimulante apreciación lectora. Saber que el micro ha funcionado agranda mi ánimo.
Un abrazo, María Pilar.
Hola Nino. Genial micro, con referencias históricas y culturales sólidas perfectamente encajadas en tan poco espacio, una trama que va llevando al lector fomentando la intriga, y un desenlace inesperado e ingenioso en el que las tornas se invierten y la malvada vampiresa recibe su misma medicina de manos de un hombre lobo que, al contrario que ella, reniega de su maldición. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge:
EliminarGracias por tu generoso comentario. Sí, Larry reniega de su condición lupina... pero sólo después de haberse zampado a su enamorada. No sé, no sé... pero no me fío yo de esos que te piden perdón después de haberte hecho un daño para el que tenían apaño (que con acudir a sus citas llevando una máscara de hierro y unos guanteletes herméticos lograría que su amor no se engullera con el primer mordisco).
Un gran abrazo, Jorge.
Hola, Nino. Lo primero felicitarte por la publicación del cartel de boicot a productos patrocinadores del mundial de futbol. En cuanto al relato, una elección muy oportuna que escondía al hombre lobo que es un clásico. Lo has llevado con buen estilo y con interés. Un abrazo.
ResponderEliminar
EliminarHola, Isan:
Más que incitar a un boicot, no soy quien para hacerlo, hago pública mi actitud: creo que no hay que darle patadas a un balón, sino que a los explotadores. Yo no entro en su juego de intereses.
Gracias por tu valoración elogiosa del relato.
Un abrazo, Isan.
Es una buena elección el nombre Carmilla, adecuado para una vampiresa, que lleva a pensar que ella era la peligrosa. Y tal vez sólo aligeraba de dinero a quienes no merecían tener tanto.
ResponderEliminarY se encontró con un licántropo que no pudo evitar a hacerle daño, destruirla. Y a quien seguramente no le habría importado descubrir las intenciones de ella. Seguramente le hubiera ofrecido todo lo que tenía a su alcance para que se quedara con él.
Suele lamentarse las muertes de las femme fatales que fracasan. ¿Por que será?
Bien contado. Saludos.
Hola, Demiurgo:
EliminarJe je, creo que como experto en mujeres fatales y personajes sublimes, tú sabes bien la respuesta a tu pregunta: lo fatal no es la mujer, es nuestra soberbia.
¡Ah, ese romanticismo! Cuidado, compañero, puede ser tu perdición en la próxima luna llena.
Un abrazo, Demiurgo.
Hola, Nino. Excelente manera de ocultarnos la identidad del verdadero villano. Un giro magnifico y me gusta mucho también la ambientación del relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Pedro:
EliminarGracias por tu comentario tan positivo. Sería una villanía no agradecértelo.
Un abrazo, Pedro.
Hola, Nino!! La cazadora cazada!! Muy bueno!! Encantada de leerte. Un abrazo!!
ResponderEliminarHola, Lola:
EliminarPues sí, digamos que “su pasión” la devoró. ¡Ñam-ñam!
Encantado con tu encanto lector, Lola.
Hola Nino, es que hay parejas que nunca debían juntarse. Vampiresa y Hombre lobo. Aunque escrito así, también es un engendro interesante el fruto del "amor" de ambos. Y la historia sigue... Me ha sorprendido como has descrito el tiempo en tan poco espacio. Genial. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Emerencia:
EliminarGracias por tu comentario. Sí, es curioso el empecinamiento que tienen el fuego y la gasolina en juntarse, cuando saben que la suya será siempre una relación explosiva. Yo, cuestión de las quemaduras, ya no salgo a la calle ni con cerillas; cuando antes lo hacía con lanzallamas.
¡Ah, la vejez!
Un abrazo, Emerencia
¡Hola, Nino! Me ha gustado mucho el micro, con un final que el lector no se espera. Además, es de esas historias en las que uno se queda con ganas de saber más. ¿De dónde proceden los personajes? ¿Qué planes tenía cada uno respecto al otro? Una creación muy interesante. ¡Un saludo desde la Buhardilla de Tristán!
ResponderEliminarHola, Javier:
EliminarGracias por tus ganas de saber más sobre unos personajes que son tan míos como de vuestras fecundas mentes literarias. Si puedo y sé, intentaré retomarlos para otras convocatorias del Tintero.
Un abrazo, Javier.
Hola, Nino. Pues realmente tenemos a dos villanos en esta historia. Buenos, dos villanos y un olvidadizo capitán de barco. Pues de poco se ha librado Larry; si no hubiera sido por la maldición se habría convertido en la séptima víctima de la Vampiresa. Por cierto, muy buen nombre el que has elegido para que se ducumba al hombre-lobo.
ResponderEliminarMuy buen trabajo.
Hola, Bruno:
EliminarGracias por tu valoración elogiosa. Creo que la ventaja de participar en convocatorias creativas en las que los comentaristas sois escritores duchos es que perfeccionáis con vuestra habilidad literaria los relatos que leéis.
Los nombres propios de los personajes son apropiaciones de las creaciones de otros. Je je... me temo que el capitán despistado será la siguiente víctima lupina.
Un abrazo, Bruno.
Noticia: "viuda negra muere a dentelladas por un licántropo."
ResponderEliminarMe has dejado "patidifusa". Lo he escuchado con la música. Los violines dramáticos del final le van de maravilla (cuando llora). Excelente. Me has despistado completamente con ese final (un poco sí me alegro... ;)
Un abrazo!
P:D: preciosa música en recuerdo de tu madre
Hola, noticiosa Maite:
EliminarEncantado con tu nada difuso comentario. Te comento: fuentes bien informadas me han asegurado que los restos de Carmila se volatilizaron antes de que pudieran incinerarlos. Y que por la zona sobrevuela últimamente una murciélaga muy cabreada que ataca a todos los hombres de condición pilosa.
Gracias por tus palabras amables hacia mi madre.
Un abrazo, Maite.
Ja, ja... "de condición pilosa"; eso no sale en las noticias, claro! ;)
EliminarBesotes :)
Es que los reporteros tienen pelos en la lengua.
EliminarGran abrazo, Maite.
Hola... pues una batalla de antagonistas en la que la suerte definió el resultado.. de no haber luna llena esa noche, la situación habria sido inversa...excelente relato. ¡Saludos!
ResponderEliminarHola, Octavio:
EliminarPues sí, su condición de lunático fue toda una surte para Larry. Carmila quería, como mínimo, hincarle el diente a su fortuna. Aunque cuentan las habladurías que sus viudos acababan desangrados, por lo que quién sabe si no era ¿es? una “no muerta”.
Saludos, Octavio.
Hola, Nino. El micro está muy bien planteado. La historia es redonda y contundente, y además tiene un final que sorprende. Me encantó. Te quedó genial.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Carmen:
EliminarGenial me quedo tras haberte leído, compañera.
Gracias por tu comentario animoso.
Hola, Nino. Estaba claro que eran almas gemelas y que tarde o temprano sus vidas se cruzarían. Con lo que el destino se despistó es que su encuentro se produjera en noche de luna llena. Aunque Larry no se fue de rositas y la marca en su cuello de los colmillos de ella, ahora le hacen ser otro sediento de la noche.
ResponderEliminarSaludos
Hola, JM:
EliminarMe encanta ese trasunto que planteas con Larry convertido también en vampiro. ¡Cómo para intentar hincarle el diente al vampilupino!
Y es que las noches de excesos traen siempre consecuencias, además de resacas.
Un abrazo, JM.
¡Hola Nino! Muy buen relato con dos de los monstruos más clásicos de la literatura, los vampiros y los hombres lobo. Una historia muy bien planteada y con un final que no esperas, pues creía que era Larry el que iba a acabar muerto a manos de Carmila. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Rocío:
EliminarDe los monstruos fantásticos, mi favorito es “La momia”; pero nunca he sabido acabar de escribir una historia suya.
Me alegra leer que te ha sorprendido el giro final.
Gracias por tu comentario, Rocío.
Hola Nino, maravilloso micro, no esperaba ese final, durante la lectura me preguntaba cual sería el secreto de Larry, pero no lo hubiera imaginado, me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Dakota:
EliminarEs estimulante el leer comentarios tan positivos e inesperados como el tuyo: con palabras que a la vez que ayudan alientan.
Gracias, Dakota.